Dos maduros para mi (26)
Ver aquel cuerpo enorme y peludo recibiendo aquello en su ojete nos volvió a todos locos.
Estábamos de nuevo los cinco completamente empalmados, aquello era un festival de pollas duras.
Goyo y Paco se empezaron a besar con mucha pasión, sus lenguas se entrelazaban y se acariciaban sus pechos, sus barrigas espléndidas y sus culos maravillosos, era un espectáculo ver aquellas dos moles de hombres entregarse como lo estaban haciendo.
Llevan liados desde pequeños, son amantes desde siempre.- dijo su hermano Román
Yo no me extrañé, aquello lo vi muy normal. Lorenzo empezó a chuparnos la polla a Román y a mi, mientras nosotros nos besábamos y nos comiamos los pezones mutuamente, era maravilloso el cuerpo de Román, me apasionaba frotarme contra su barriga llena de pelos blancos, masajear su enormes pelotas y a la vez meter mis dedos en su ojete ya abierto de nuevo.
Román se tumbó boca arriba y Lorenzo fue a por una crema especial para dilatar y un guante de cirujano. Dios iban a empezar algo verdaderamente excitante para mi.
Lorenzo embadurno el ojete de Román con la crema y empezó a meterle un dedo tras otro hasta que poco a poco iba entrando toda su mano entera, mientras yo le enchufe la polla en la boca a Lorenzo que seguía metiendo su mano en el agujero muy abierto de Román que bufaba de placer. Yo estaba muy excitado viendo aquello, aquel corpachón entregado a un fist fucking descomunal, se pellizcaba los pezones como un loco. Lorenzo le metió hasta el codo, entraba y salía su brazo con una facilidad descomunal.
Román estaba completamente empalmado, empezó a pajerse con un mono y pedía que le llenarán la boca con algo. En eso Goyo su hermano se sentó en su cara y le ofreció su culo peludo a Román, que empezó a lamerlo como un poseso. Mientras Paco le metió la polla en la boca a Goyo, apenas le cabía , los tres hermanos calzaban unos pollones tremendos, gordos y muy negros.
Era impresionante ver aquel cuadro, Román estaba como en éxtasis, fue cuando Lorenzo sacó su brazo del culo de Román mostrandome un agujero negro y muy abierto, empezó a salir un poco de caca de su culo, yo me agaché y se lo lamí con gusto, lo cual el agradeció. Lorenzo volvió con un consolador muy gordo, era mas ancho que su propio brazo, se agachó y empezó a meterselo por el ojete dilatado de Román, el cual grito de placer, yo no daba crédito a lo que veía que estaba entrando por el ano de Román, que estaba completamente empapado de sudor. Me acerqué a él y empecé a lamerle los pezones con fuerza, acaricie su barriga sudorosa y le chupé su pollón y sus enormes pelotas.
Goyo empezó a gritar, la comida de culo que le hacía Román dio sus frutos y empezó a soltar chorrazos de leche sobre su hermano, yo lamía toda la leche que soltaba Goyo, mientras seguía chupando todo el corpachón de Román que ya tenía todo el superconsolador dentro de su ojete maltrecho.
Fue cuando Paco me enchufó su rabazo en mi boca y me lo llenó de litros de esperma caliente y espeso que yo tragué con avaricia. Mi polla estaba tensa como la piel de un tambor, así que me senté sobre la barriga de Román y le solté toda mi leche en su cara, el lamía lo que podía, estaba como ido, lleno de placer por todas partes.
Lorenzo seguía con su mete y saca de consolador, mientras pajeaba a Román, su mano apenas abarcaba aquel cipote fantástico.
Goyo seguía con su culo en la cara de su hermano y sin mediar palabra empezó a cagarle encima, Román recibió el regalo con alegría, se comía lo que podía el resto le resbala por su cuello y se lo comía con alegría su hermano Paco. Yo no pude más y empecñe a soltar una meada directamente a la cara de Román que abrió la boca y se la bebió como pudo a la vez que seguía deleitándose con la cagada de su hermano.
Goyo, Paco y yo nos levantamos y vimos como Lorenzo seguía metiendo aquel mostruo en el culo de Román, el cual tenia todo el cuerpo lleno de mierda, semen y meadas, yo no pude resistirlo mas y viendo aquel cipote tieso, me unté crema y me senté sobre él, empecé un sube y baja tremendo, de repente vi mi boca llena por los pollones de Goyo y Paco que ya estaban duros como piedras de nuevo. Acariciaba el cuerpo de Román con auténtica lujuria, morsía sus pezones que sabían a todos nuestros flujos, le besé y sus lenguas con sabor a sexo se entrelazaron mientras el me taladraba mi ojete con su pollón a punto de estallar.
Goyo y Paco le pusieron ahora sus pollas en la boca a Lorenzo, que las mamaba con deleite.
Román se tenso como un loco.
Te voy a llenar el ojete de leche, chaval, jodeeeeeeeer.- gritó
Y de repente noté como si me hubieran abierto una manguera de agua caliente en el culo, empecé a sentir los chorrazos de leche caliente de Román en mi interior, me llenaba como un torrente, notaba como se deslizaba por mis muslos, no cabía todo, aquello no paraba, que maravilla, aquello provocó que de mi rabo salieran también chorros de leche directos a la cara de Román que bufaba y resoplaba como un toro, su cuerpazo se retorcía de placer.
Lorenzo, recibió también su boca y su cara la leche de los otros dos hermanos, la cual tragó con deleite.
Sacó el enorme consolador del culo destrozado de Román, el cual se puso a cuatro patas como pudo mostrando su agujero dilatado al máximo, Lorenzo apuntó su polla y tras cuatro sacudidas le llenó su puerta de leche. Lorenzo soltó mucha leche también y toda entró en el ano de Román. Goyo y paco empezaron a mear dentro del agujero de Román, entraban las dos meadas a la vez en aquel ojete enorme y le resbalaba por los muslos y le empaparon también sus enormes pelotas.
Román empezó a soltar por su culo una enorme y fluida cagada, no era de extrañar , aquel hombretón no podía contener ya absolutamente nada en su interior. Al ver que su hermano empezaba a cagar, Goyo se tumbó bajo sus pelotas y se comió todo le que salía del culo de Román, mierda, meadas incluso un poquito de sangre, yo aproveche también para mearle a la vez. Cuando Román terminó todos le lamimos su ojete por turnos y vimos como aquel agujero se iba cerrando poco a poco.
Al final los cinco destrozados sobre la alfombra decidimos que aquello tendríamos que repetirlo a lo cual dijeron todos:
Si pero la proxima con nuestras mujeres
Y se echaron a reir, pero será otra historia