Dos maduros para mi (19)

En Barcelona encontramos a un auténtico maestro del placer, gordito y canoso como a nosotros nos gustan.

Habían pasado unos meses desde mi viaje al pueblo de Dolores y Julián, estábamos a principios de Julio. Ricardo y yo seguíamos nuestra feliz convivencia día tras día, cada día mas enamorados, disfrutando el uno del otro y por supuesto disfrutando de algunas aventuras sexuales, tanto con nuestros vecinos, como con nuestro portero y su mujer. A veces también teníamos invitados que contactábamos a traves de Internet o bien ligando por la calle.

Ese fin de semana decidímos irnos a Barcelona, ciudad que nos encanta y que siempre que podemos visitamos. Viajamos en el tren toda la noche del jueves ya que a mi me da un poco de miedo el avión, llegamos a la estación de Sants a las 8 de la mañana y fuimos directamente a nuestro hotel situado en el Paseo de Gracia.

Estuvimos paseando toda la mañana por las calles de Barcelona, nos encanta pasear por Las Ramblas y fue a la altura de la calle Tallers cuando Ricardo se quedó mirando a un señor de unos 52 años, pelo blanco, 170 de altura y unos 90 Kg de peso, moreno por el sol y unos ojos verdes preciosos que estaba sentado en una silla en la fuente de Canaletas, con la camisa abierta hasta la altura de su preciosa barriga, asomaban unos preciosos pelos blancos y se notaba un tremendo paquete entre sus piernas. Él se quedó mirando también y empezó a tocarse su enorme bulto a lo que Ricardo replicó tocándose el suyo. Ricardo le guiñó el ojo y el hombre se levantó y se dirigió hacia nosotros. "Hola" dijo, "hola, que tal" contestamos nosotros. "sois de Barcelona?" preguntó, "no, somos de Madrid, hemos venido a pasar el fin de semana", contesté yo, "somos Alberto y Ricardo" nos presentamos, "yo soy, Joan" contestó estrechándonos la mano. Ricardo no se andó con rodeos "estas estupendo Joan, quieres venir a nuestro hotel?", " no os andais con tonterías, eh?" contestó Joan, "por supuesto que me apetecería estar con vosotros".

Nos dirigimos al hotel, subimos a la habitación y Joan se abalanzó sobre Ricardo, empezó a besarle como un poseso y a acariciarle su enorme bulto. Yo miraba, me empecé a desnudar, pregunté si querían ducharse, a lo cual no me contestaron, seguían entrelazando sus lenguas como animales en celo, yo me dirigí a la ducha, al cabo de unos minutos entraron Ricardo y Joan, desnudos y completamente empalmados, dos vergas enormes ante mi, me agaché en la bañera y empecé a chupar esas dos pollas con pasión, mientras ellos se besaban y acariciaban sus pechos y sus barrigas y sus culos. Yo sopesaba los huevazos de Ricardo y los de Joan que eran casi mas grandes que los de mi amor, mientras succionaba aquellas magníficas vergas. Con el jabón que me recorría el cuerpo unté sus ojetes y empecé a meter un dedo en cada culo ante lo cual ellos respondieron con varios suspiros. El culo de Joan estaba bastante abierto, denotando que su virginidad se había perdido hace tiempo. Al cabo de un rato de mamar sus pollas y abrir sus culos, se metieron el ducha conmigo, se enjabonaban entre ellos sin parar de besarse, yo salí fuera y les pedí que me pusieran sus culos a mi vista. Así lo hicieron y yo sin pensarlo mas metí mi polla dura como una piedra en el culo de Joan que dio un respingo de placer mientras en el culo de Ricardo empecé a meter un consolador que siempre llevamos en nuestros viajes. Era maravilloso ver aquellos preciosos culos como eran follados por mi y por el consolador, al rato me follé a Ricardo y el consolador paso al culo de Joan, ellos seguían besándose y pajeándose al mismo tiempo. Yo ya no podía mas y dije que quería correrme en sus bocas, los dos se dieron la vuelta y empezaron a lamer mi verga, mientras pellizcaban mis pezones, yo estallé en sus bocas, se comían mi leche con gula, pasándosela de una boca a otra hasta que me dejaron limpio mi capullo enrojecido.

Ellos terminaron de ducharse, se secaron y nos fuimos los tres a la cama. Joan y Ricardo empezaron a hacer un increíble 69 mientras yo me comía el culo de Joan, pasaba mi lengua por su ojete y sus huevos. Al cabo de un rato en esa postura Joan se levantó y se sentó en la polla de Ricardo que se metió sin ninguna dificultad, yo me senté en la cara de Ricardo que empezó a comerme el culo como nunca, Joan se inclinó y me empezó a chupar mi polla que volvía a estar dura de nuevo.

Así estuvimos un buen rato cuando Joan dijo que quería sentir nuestras dos pollas a la vez en su culo, yo le rodeé, le incliné un poco más y lentamente empecé a meter mi polla junto a la de Ricardo, Joan se estremecía como un poseso, gritando: "soy vuestro esclavo, hazédme lo que querais, follarme hasta que no podais mas, estoy entregado", de un solo golpe le ensarté mi polla, el roce con la polla de Ricardo era increíble, sincronizamos nuestros movimientos y nuestras vergas duras entraban y salían a la vez del culo de Joan, que besaba a Ricardo con pasión, mientras yo apretaba sus pezones con furia y azotaba suavemente sus nalgas duras y palpitantes. Ricardo decidió cambiar de posición, tumbó a Joan boca arriba y se ensartó su polla de un solo golpe, yo metí mi verga en su boca y la empezó a succionar como un animal, Joan gritaba: "llenad mi culo, no lo quiero tener vacío", Ricardo cogió el consolador y se lo metió de un golpe, mientras me la chupaba como nunca, me apretaba los huevos con locura. Yo pellizcaba las tetas de mi amor hasta dejarlas rojas de dolor, Joan tenía los ojos en blanco, me pegaba en el culo y empezó a meter un dedo en mi ano, luego dos y hasta tres, yo sentía que me llegaba un nuevo orgasmo, pero no quería correrme otra vez tan rápido, así que saqué mi polla de la boca de Ricardo y me dirigí a buscar algo mas grande con que follar a Joan que seguía pidiendo algo mas que el consolador para su culo hambriento. Empecé a buscar por la habitación a ver si encontraba algo más grande, hasta que encontré una funda de un poster que habíamos comprado en la catedral con un diámetro como mi brazo, lo unté de crema y empecé a meterselo a Joan por el culo, era fantástico ver como aquel ojete se abría hasta que le entró la mitad de la funda de unos 50 cm. de largo, Joan estaba en éxtasis total, seguía bombeando el culo de Ricardo con furia, mientras mi amor se pajeaba con frenesí, de repente empezó a soltar chorros de leche como hacía tiempo que no lo hacía, impactaron en la cara de Joan que abrió la boca para saborear el néctar de Ricardo que no paraba de soltar leche a chorros que caían sobre el cuerpo de Joan que se lo restregaba mientras por sus tetas y barriga. Yo seguía con el mete y saca en el culo de Joan que empezó a soltar un poco de caca debido al tremendo castigo que sufría su ano. Ricardo empezó a notar los chorros de leche que Joan le envíaba a su culo como un manantial de leche. Yo le metí casi entera la funda del poster a Joan que no paraba de gritar y de correrse en el ojete de Ricardo hasta que su pollón salió por si solo del culo de mi amor. Ricardo se puso de pie y de repente empezó a mearnos a Joan y a mi, nos llenó todo el cuerpo y la boca de su meada maravillosa, aquello provocó que me excitara mucho mas y le metiera toda la funda, Joan gritó de nuevo, estaba al máximo, lleno de semen y de la meada de Ricardo, el cual empezó a besarme antes de agacharse y empezar a lamer el contorno del dilatado ojete de Joan y de vez cuando lamer mi capullo rojo de pasión. Yo seguí con el mete y saca en el culo de Joan que incomprensiblemente tuvo otra erección instantánea.

Yo ya no podía mas pero quería llenarle culo de leche a Joan, asi que le saqué el enorme ariete que tenía en su culo y entre hilillos de caca que chorreaba le metí mi polla junto con el consolador para que sintiera mucho mas, empecé mi mete y saca hasta que le inundé de leche entre gritos y jadeos, mi leche chorreaba por sus huevazos que Ricardo lamía sin cesar hasta que los dejo limpios de cualquier líquido. Ricardo y nos aprestamos a lamer el enorme agujero de Joan para aliviarle la calentura que tenía, nos entraban las lenguas enteras que no parábamos de meter y sacar relamiéndonos de mi leche y su caca, Ricardo se levantó y empalmado de nuevo se corrió tambien en el culo de Joan y volvimos a lamer su ojete esta vez con la leche de Ricardo, fue maravilloso ver aquella gruta llena de nuestros jugos que nosotros mismos nos comíamos, eso permitió que Joan se volviera a correr, nos acercamos a su polla y recibimos toda la descarga de leche en nuestras bocas mientras le habíamos vuelto a meter la funda entera en su culo para que su placer fuera total, Nos comímos toda su leche hasta que su polla encogió en nuestras bocas.

Nos dirigimos a la ducha y Joan nos regó el cuerpo con una interminable meada que recibimos y bebimos con placer. Nos duchamos y descansamos un poco en la cama los tres, Joan tenía el culo muy abierto todavía, nos dijo que le gustaría que nos follaramos a su mujer delante de él, que era algo que le producía un placer terrible, que en su casa tenían muchos artilugios sexuales, consoladores enormes, etc...

Quedamos en intentar ir al día siguiente, pero es otra historia.