Dos maduros para mi (16)

Nunca pensé que mi madura vecina tuviera esas fantasías y menos con su marido y su nieto.

Habían pasado casi 5 meses desde nuestra ultima aventura (ver dos maduros para mi 15), nuestra vida transcurría de una manera muy normal, trabajo, casa, trabajo, alguna cena con amigos, alguna visita a la sauna y poco mas. La verdad habíamos entrado en una "agradable" rutina. Nuestro amor es tan grande que no nos preocupaba la cantidad de aventuras sexuales que tuviéramos, ya que Ricardo y yo nos bastábamos y sobrábamos para satisfacernos sexualmente.

Una mañana de martes, como siempre Ricardo y yo salímos juntos de casa a trabajar, en el portal nos despedimos con un beso y nos emplazamos como siempre para por la noche en casita. Yo me dirigía hacía el metro cuando de repente me acordé de que me había dejado en casa unos documentos importantes, que necesitaba esa misma tarde para una reunión con mis jefes. Maldije mi memoria y volví hacía casa, eran las 9:30 de la mañana y aunque yo no tengo horario me fastidió tener que volver a casa.

Cuando estaba abriendo el portal, por mi espalda oí la voz de mi vecina Dolores del 4º A "me echas una mano Alberto?" me giré y la ví con cuatro bolsas del supermercado, la pobre iba agotada, os he de decir que Dolores es una señora de unos 63 años bajita muy guapa, gordita pero con carnes firmes y unas tetas enormes supongo debido a haber criado a cuatro hijos estupendos. "Claro Dolores, deja que te ayude" cogí las bolsas y nos dirigimos hacia el ascensor. "Gracias Alberto, una ya no esta para muchos trotes" dijo, "venga Dolores si estas hecha una chavala" dije intentando animarla. Llegamos a su piso y me dijo "te importa llevarme las bolsas hasta casa?", "claro que no" contesté.

Entramos en su casa, seguimos por el pasillo y llegamos a la cocina, "déjalas aquí" me pidió "y tomate un café conmigo, es lo menos que puedo hacer por ti", "gracias pero tengo que ir a trabajar" contesté excusándome, "venga un cafetito y te vas, no me hagas el feo" insistió, me vi obligado, pobrecita que te cuesta contentarla, Alberto, pensé para mi, asi que accedía con un "gracias Dolores". Puso la cafetera en el fuego y me dijo que esperará que ahora volvía, le pregunté si podía fumar, a lo cual contestó que si ya que su marido, Julián era una chimenea y estaba acostumbrada.

Cuando el café subió, apagué el gas y retiré la cafetera, oí pasos que se acercaban hacía la cocina, era Dolores que volvía, "Como quieres el café, Dolores? Pregunté, "deja el café para luego, guapo" contestó apareciendo delante de mi en bragas y sujetador. Yo me quedé de piedra sin saber que decir, "Dolores!!!!" exclamé. "Te asusta ver a una mujer en ropa interior?" preguntó con una sonrisa llena de vicio. "Noooo" contesté asustado. La verdad es que para su edad Dolores tenía un aspecto estupendo, gordita, piernas duras y apretadas, un culo memorable y dos tetas que permanecía escondidas en aquel antiguo sujetador casi sin poder taparlas completamente, sus pezones despuntaban y se marcaban en el sujetador como dos pitones y su lengua paseaba por sus labios llenos de lujuria.

Sin mediar palabra se abalanzó sobre mí y puso sus dos enormes tetas en mi cara, yo no sabía como reaccionar, al ver que ella apretaba mas sus tetas contar mi cara, no lo dudé y empecé a tocarle el culo como un poseso, cogía sus tetas y las amasaba como si fueran dos hogazas de pan, "llevo años esperando este momento, me pones a mil, cabrón", aquello me calentó aún mas, le quité el sujetador y aparecieron ante mi las tetas mas grandes que nunca antes había visto, empecé a sobarlas, chuparlas, pellizcé sus pezones, ella bramaba de placer, le bajé las bragas y empecé a masajear aquel enorme culo, duro todavía como la piedra, bajé mi mano hasta su velludo pubis, lo abrí e introduje uno de mis dedos en su ya empapado chocho, ella esta como loca, empecé a hacerle una paja con dos dedos que entraban en su coño sin ninguna dificultad, mientras seguía con la otra mano manoseando sus tetas y chupando sus pezones enormes y duros. De repente Dolores soltó un alarido y llegó al orgasmo llenándome la mano de sus flujos calientes, ella cogió mi mano y se la llevó a la boca para chupar su propio néctar, yo tenía la polla como una estaca intentando salir de mis pantalones, Dolores se dio cuenta me besó con pasión pasándome sus propios jugos, y sin mediar palabra me quitó la camisa y los pantalones con una maestría impropia de una abuela, me lamió todo mi pecho, mordisqueando mis pezones hasta que llegó a mi polla y se la tragó con deleite, empezó a chupar como una auténtica profesional, yo no daba crédito, me lo estaba montando con mi vecina, era increíble.

De repente paró, me miró a los ojos y me dijo: "comemé mi coñito, quiero sentir tu lengua" y sin mediar palabra, se tumbó en la mesa de la cocina, me puso sus piernas en mis hombros empujándome hacía abajo hasta que mi boca estaba delante de una gigantesca pelambrera mojada de sus propios jugos, con mis manos empecé a abrirme paso entre esa mata de pelo hasta que apareció una vulva enorme, húmeda y rojiza, era el coño mas grande que había visto, su clítoris sobresalía como un pequeño pene en erección y se apreciaba que estaba muy dilatado, supuse que por su edad y por que había tenido cuatro hijos, sin mas empecé a chupar y a mordisquear su clítoris mientras metía uno, dos, tres y hasta la mano entera dentro de su enorme coño, ella no paraba de gemir, de gritar, amasarme sus tetas y pellizcar sus gigantescos pezones, era una maravilla ver como mi mano entraba y salía en su coño, mientras sus clítoris enrojecido entraba y salía de mi boca, yo a la vez me estaba haciendo una paja, pero paré ya que empecé a sentir que una enorme corrida me venía y todavía no quería terminar. Saqué mi mano de su coño y metí toda mi boca y mi lengua en su caverna, ella me daba patadas en mi espalda mientras gemía y gritaba"nunca me habían comido el coño como tú, eres una animal, no pares de chupar, cabrón que estoy a punto de llegar" aquellas palabras hicieron que aumentara mi ritmo de succión, de repente noté como ella se tensaba, se estremecía como una loca y con un "ahoraaaaaaaaaa" me soltó en mi cara y mi boca una corrida como nunca había visto en una mujer, me chorreaba por toda la car y el cuello, yo empecé a lamer todo aquel néctar viscoso, caliente y amargo hasta que ella se desplomó como una bestia, seguí lamiendo su coño hasta que lo dejé limpio por dentro y por fuera, me levanté y la vi con los ojos en blanco con sus manos en sus tetas y diciendo palabras que no llegué a entender. El espectáculo era tremendo, su cuerpo enorme me producía una sensación diferente a la de otras mujeres de su tamaño.

Ella casi sin fuerzas se levantó y se puso a cuatro patas encima de la mesa de tal manera que su boca quedó a la altura de mi polla dura como el acero, empezó a lamer mi capullo mientras me miraba con cara de deseo interminable y de repente se tragó mi nabo erecto hasta el fondo y empezó a chupar como una auténtica mamona, yo no pude aguantar mucho mas, "te vas a beber mi leche, Dolores" y los chorros de mi leche caliente entraron en su boca, ella tragaba como si no hubiera comido en semanas, yo tenía leche acumulada de una semana sin sexo y mi polla era un surtidor inacabable, le chorreaba la leche por la comisura de los labios y con su lengua la recogía para no perderse una gota hasta que me dejó seco y mi capullo reluciente, se levantó me miró me besó pasándome mis propios jugos que yo bebí con gusto.

Nos sentamos los dos desnudos en la cocina, "nunca pensé esto de ti Dolores" le dije sonriendo, "en cambió yo si lo pensé, pero nunca creí que ocurriría" contestó, "desde el primer día que te ví, me volviste loca, eres el tipo de hombre que me encanta, pero como te ví con Ricardo, me dije, lo tienes difícil Dolores, es una causa perdida" y empezó a reirse. "Si, somos gays, pero no nos importa hacérnoslo con mujeres como tú, es más tenemos mucha experiencia en el tema" la informé. "Y tu marido, sabe algo de todas tus fantasías?" la pregunté curioso, "claro que lo sabe, a él le gustaría estar en una reunión sexual contigo y con Ricardo", me quedé perplejo, ya que su marido, Julián, era junto con nuestro portero uno de los hombres mas interesantes de la comunidad. "Cuando quieras montamos una cena en casa y os venis" invité, "perfecto" contestó Dolores con una sonrisa deliciosa.

En ese momento se oyó la puerta de la casa, yo me quedé petrificado, me levanté con ademan de salir corriendo con mi ropa bajo el brazo, pero Dolores me sujetó,"Tranquilo Alberto, es Julián, no pasa nada, seguro que se va a alegrar mucho", aun asi yo hice ademan de escapar cuando entró Julián en la cocina, pero no entraba solo, venía acompañado de una chaval de unos 17 años de mi estatura, 1,85 cm y por lo menos 130 kilos de peso. "Hombre, Alberto, que sorpresa" dijo sin inmutarse al vernos desnudos, "ho...ho...ho...la Julian, ..... como estas, que sor...sor...presa" dije con una sonrisa superforzada, "te presento a Raúl nuestro nieto", "hola" dijé en el mismo tono de vergüenza. Raul se acercó a su abuela, la besó en los labios, mientras agarraba una de su tetas con fuerza, "hola abuela, que guapa estas hoy"," gracias chiquitín", contesto. Yo intentaba taparme con la ropa, pero en esto Julián, empezó a desnudarse como si la situación fuera normal. De repente estaba desnudo ante mí un hombre impresionante, unos 70 años, calvo con un bigote blanco como la nieve, 1,75 cm de estatura y unos 120 Kilos de peso, pecho peludo, barriga enorme y dura, piernas enormes y atléticas, un culo respingón enorme y duro y ante mi la mas monumental polla tiesa que jamas habia visto, ni en fotos de revistas porno, en ese momento entendí porque el coño de Dolores estaba tan dilatado, era desproporcionada, podría ser de ancha como mi antebrazo o mas y de unos 18 cm, era increíble, creedme. Julian se puso a reir, mientras se tocaba sus peludos huevos y me miraba mi cara de extrañeza. "si es algo anormal, Alberto, pero tuve la gran suerte de encontrar a mi Dolores que me recibe en su cueva perfectamente" explicó.

Fue entonces cuando vi a Raúl que se puso de rodillas totalmente desnudo a chuparle como podía la polla a su abuelo, el niño era un maestro aunque solo podía meterse la mitad dilatando mucho su boca, Dolores se puso a mi lado y empezó a besarme y a chuparme todo mi cuerpo, yo no podía apartar la vista de aquella barbarie de la naturaleza entrando y saliendo de la boca de su nieto. Julian se acariciaba, su barriga y sus pezones, mientras decía" joder nieto como me la chupas, casi mejor que tu abuela, je je je". Fue entonces cuando Dolores se agachó y empezó a chuparme mi polla que ya estaba dura después de haber visto aquel monstruo. "Joder mujer como me gusta verte chupar otra polla, Raúl ayuda a tu abuela a chuparle la polla a Alberto" dijo Julian mientras se acercaba a la silla se subía y ponía su ariete en mi boca. "A ver cuanto te tragas vecino, hasta ahora solo Dolores se la traga entera, je je je, es toda una mamona", yo lamí su capullazo y sobaba sus huevos mientras la abuela y el nieto me hacían una mamada de campeonato, el nieto le metía los dedos en el coño de nuevo húmedo de su abuela, mientras ella gemía de placer.

Al cabo de un rato y mucho esfuerzo conseguí meterme el capullo de Julián entero en la boca, y fue cuando Dolores siguió chupando mi polla, pero se puso a cuatro patas, su nieto se levantó y cual fue mi asombro que el niño tenía el mismo rabo que su abuelo, movió su voluminoso lleno de pelos ya a su edad, se coloco detrás de su abuela y de una sola embestida se la hundió en su gigantesco coño. Dolores del golpe se metió hasta mis huevos en su boca y empezó a chuparla como una una loca, mientras su nieto se la folla con una furia propia de su edad, era un espectáculo ver aquel pollón entrar y salir del coño de Dolores que se retorcía de placer moviendo su culo como una peonza. Yo seguía con la tarea de chupar la polla de Julían, tarea bastante difícil, fue cuando me la sacó de la boca, me empezó a besar y acariciarme con mucho deseo, yo metí mi lengua hasta su garganta y acariciaba su enorme y peluda panza u pellizcaba sus enormes y duros pezones, yo estaba en la gloria, disfrutando de aquella increíble e inesperada mañana de sexo.

Raúl sudaba como un pollo , se la sacó a su abuela, se tumbó boca arriba e hizo sentar a Dolores encima de su monstruosa polla, yo me arrodillé de tal manera que el niño que comía los huevos y Dolores me seguía comiendo la polla. Fue entonces cuando Julían se acercó por detrás de su mujer la empujó para adelante apareciendo ante él el enorme ojete de su mujer, se acopló de tal manera que apuntó su ariete gigantesco al culo de su mujer. "Joder marido, me vas a meter esas dos pollas a la vez, solo de pensarlo me estoy corriendo de gusto" y efectivamente Dolores tuvó su segundo orgasmo, lo que permitió que su culo se abriera un poco más lo que aprovechó Julián para hincársela de un golpe de caderas. Dolores bramó como una endemoniada, Raúl me seguía comiendo los huevos, pero yo quería ver aquel espectáculo me levanté y le puse mi polla a Julián en la boca mientras veía como esos dos pollones partían en dos a Dolores que estaba como desvanecida y totalmente dejada a su suerte mientras besaba a su nieto con una lengua que se movía a toda velocidad. Julián seguía con su mete y saca y a cada salida de su pollón del culo de Dolores, salía un poco de caca de su culo. "Límpiamelo Alberto" dijo Dolores casi sin fuerza. Saqué la polla de la boca de su marido y como pude me metí entre la sudorosa barriga de Julian y el cuerpo de Dolores y empecé a lamer lo que salía del culo de Dolores. Raúl se la sacó a su abuela y deslizándose por debajo de ella consiguió ponerle la polla en la boca a su abuela, lo cual aproveché para meterme debajo de Julián y lamer el culo de Dolores y la polla y los huevazos de Julián. El culo de Dolores estaba superdilatado y el pollón de Julián entraba hasta sus huevos y cuiando salía yo aprovechaba para lamerle el ojete a Dolores.

"Córrete en mi culo marido, lléname de leche, reviéntame" empezó a gritar Dolores. Esto hizo que Julián empezara un mete saca salvaje, empezó a bramar, signo de que se iba a correr, sus huevos y sus piernas se tensaron y gritando, casi aullando empezó a correrse "toma leche mujer, te estoy regando tu culo con mi leche caliente" aquello era inconmensurable, yo solo veía y lamía la leche que salía a cascadas del culo destrozado de Dolores, yo me lo bebía como podía mezclado con parte de caca que salía a la vez, Julían seguía corriéndose como un animal furioso y no para el torrente de leche y caca del culo de Dolores que llegó a otro orgasmo llenándome la cara también de sus jugos vaginales, calientes y ácidos, yo estabaen éxtasis total cuando note que alguien se estaba sentando en mi polla, era raúl que se la había clavado entera mientras le metía dos dedos en el culo a su nieto. El pollón de Julián empezó a menguar hasta que salió del culo de su mujer que parecía un túnel que no paraba de soltar leche y mierda la cual yo bebía sin parar, Julían puso su polla fláccida en mi boca, y no la sacó hasta que notó que estaba limpia de semen y mierda. "Eso Raulito sácale la leche a nuestro vecino" dijo su abuelo, el niño empezó un sube y baja frenético, mientras se pellizcaba las tetas, yo ya no podía mas y empecé a gritar también mientras le llenaba el culo de leche a Raúl el cual gritaba como un poseso y sin parar de moverse su gigantesco culo, chupó la polla flaccida de su abuelo que empezaba a ponerse dura otra vez, era increíble. Yo me quedé extasiado, sudando y derrotado con mi polla todavía en el culo de Raúl y el coño de Dolores en la cara, lleno de fluidos vaginales que no paran de salir ya que había tenido su tercer orgasmo.

Julían ya estaba tieso otra vez, "Nieto, fóllate a tu abuelo, para que lo vean tu abuela y Alberto" dijo Dolores. Julian se puso a cuatro patas y Raúl que estaba fuera de si se la clavó a su abuelo de un solo golpe, el abuelo aulló como un cordero degollado, Raúl se quedó quieto y cuando su abuelo le dio la orden empezó un mete y saca increíble. El culo de Julían estaba que iba a estallar de lo dilatado que lo tenía ante los empellones de su nieto que sudaba cada vez mas. Dolores y yo que ya estaba empalmado otra vez empezamos a follar igual que ellos de tal manera que Dolores y Julián se besaban con locura y sus lenguas no paraban de entar y salir de sus bocas. El niño empezó a gritar avisando que su corrida era inminente, ante lo cual Julían de desensarto de su nieto se dio la vuelta y puesto de rodillas ante el tótem de su nieto espero la leche, el niño soltó dos tremendos chorros de leche blanca y espesa que fueron a parar a la cara de su abuelo, los siguientes fueron a la boca, el niño se corría con mas intensidad que su abuelo, que no daba abasto para comerse la leche de su nieto que no para de salir de aquel pollon.

Dolores tuvo su cuarto orgasmo el cual me lleno mi polla y mis huevos de nuevo de sus jugos interminables. El niño seguia llenándole la boca a su abuelo de leche que ya le chorreaba por el cuello y el pecho, Dolores se acercó a él y empezó a chupar y a lamer la leche que se derramaba, el niño paró de soltar y leche y de repente empezó a mearse en la cara de sus abuelos, aquello me excitó mucho y me uní al festín de la meada que los tres bebiamos golosos, el niño terminó de mear y nosotros tres nos empezamos abesar sintiendo el sabor de la meada y del semen del niño, que se había unido a nosotros en el festival de besos, yo me levanté y los tres me empezarón a comer la polla y los huevos hasta que chorros de leche incontrolable salieron de mi polla ansiosa de soltar leche. Abuela, abuelo y nieto se comieron todo y se la pasaban de boca a boca hasta que empecé a regarles con una lluvia dorada que recibieron con jubilo.

Terminamos los cuatro en el suelo de la cocina, destrozados llenos de semen, meadas y sudor riéndonos como niños. Pregunté donde estaba la ducha, me duché, me vestí y cuando salí los tres ya estaban follando otra vez, pero esta vez Dolores consiguió meterse las dos polla s a la vez en su coño abierto hasta reventar, yo me fui pero antes había una nota en la mesa de la cocina invitándonos a mi y a Ricardo a otra fiesta con ellos tres y una sorpresa.... pero eso será en la siguiente ocasión.