Dos maduros para mi (15)

Carlos nuestro portero nos propuso una historia extraña pero a la vez muy excitante con un matrimonio maduro.

Habían pasado 5 meses desde el final del verano. Un verano lleno de aventuras sexuales que nunca hubiéramos imaginado. Estábamos en casa un sábado frío de Enero, recién pasadas las Navidades que habían sido muy familiares y entrañables. Veíamos la tele tranquilamente después de comer los dos tranquilamente en el sofá de casa, cuando sonó el timbre de casa, los dos nos miramos con cara de extrañeza, preguntándonos quién llamaría a esas horas. Yo me levanté, miré por la mirilla de la puerta y vi a nuestro portero Carlos, abrí la puerta y le hice pasar. "Qué pasa Carlos?" le pregunté, "perdonad que os moleste a estas horas, pero me ha pasado una cosa esta mañana y después de pensarlo mucho he decido venir a contároslo, ya que tengo y me mereceís toda la confianza y sois mis amigos, aparte de amantes" dijo sonriendo. "Cuenta" dijo Ricardo, "ponte cómodo, quieres beber algo?" pregunté yo, "Un café" contestó Carlos mientras se sentaba en el sofá al lado de Ricardo. "Esta mañana cuando he ido a hacer la compra al mercado, estaba esperando mi turno en la pescadería y se me ha acercado un matrimonio bastante mayor pero muy bien conservados, me han dicho que me conocen de vista y que les gustaría hablar conmigo en privado, que me quieren proponer una cosa" empezó a contar Carlos mientras bebía un poco de café y se quitaba el gordo jersey de lana quedándose con una camiseta de tirantes, "hace mucho calor en vuestra casa". "Nos hemos ido a una cafetería nos hemos sentado en una mesa un poco retirada y me han propuesto que me folle a la mujer en presencia de su marido y unos amigos, ya que tengo pinta de ser todo un semental y que marco un enorme paquete y a él le apetece dar este capricho a su mujer en su 50 aniversario de boda, que siempre han sido muy cachondos y que desde que se casaron han montado orgías, etc..." terminó Paco. "Y que vas a hacer?" preguntamos al unísono,"Por eso he venido, para que me aconsejeis"dijo mientras se terminaba el café. "A mi me gustaría que me acompañaseis vosotros" dijo mientras nos acariciaba nuestros muslos desnudos ya que íbamos en pantalón corto.

Ricardo y yo nos miramos, la cuestión prometía y sin pensárnoslo dos veces aceptamos, Carlos nos abrazó y empezó a besarnos, acabamos los tres en la cama echando un polvo de campeonato.

Carlos fijó la cita para el sábado que viene en casa de la pareja, por lo visto iban a ir otro matrimonio y un viudo.

Llegó el día de la gran cita, la pareja sabía perfectamente que nosotros iríamos ya que fue la condición que puso Carlos para aceptar. Nos abrió el hombre de la proposición y francamente para tener 73 años estaba francamente bien, os lo describo, 1,80 de estatura y unos 100 Kg de peso, manos cuidadas, pelo blanco echado para atrás, muy elegante, ojos azules, barriga redonda pero no enorme, bonitas piernas y un precioso culo. "Buenas tardes, soy Claudio, bienvenidos" además tenía una voz preciosa, muy profunda. Entramos en la casa, era bastante grande nos dirigió hacía un salón con una bonita chimenea encendida, todo decorado en un estilo típicamente inglés. Allí estaba su mujer Laura de unos 70 años, también muy bien conservada, seguro que había tenido alguna operación de estética, pecho firme,1,67 cm, un poquito rellenita pero no mucho y una sonrisa de señora de toda la vida. Nos presentamos y nos invitaron a sentarnos. No había nadie más. "Nuestro invitados llegarán un poco mas tarde, pero nosotros podemos empezar" dijo Claudio despojándose de su chaqueta, "poneros cómodos" invitó nuestro anfitrión.

Nos quitamos nuestros abrigos y jerseys y cogimos una copa de cava que había encima de la mesa del salón, brindamos por el aniversario de Claudio y Laura, y sin mediar palabra Claudio se arrodilló delante de Carlos, le desabrocho los pantalones y los bajó junto a los boxer de Carlos y allí apareció la verga de Carlos todavía fláccida pero muy gorda, Claudio se la llevó a la boca y empezó a chupar hasta que consiguió que el pollón de Carlos se endureciera al máximo y en ese momento se levantó y dijo "Laura aquí tienes tu regalo" la mujer se desnudó y la verdad no aparentaba la edad que tenía, se puso a cuatro patas en la alfombra enfrente de la chimenea enseñando su chocho muy abierto con pocos pelos y ya mojado. Carlos se acabó de desnudar, era increíble el cuerpazo de nuestro portero, su barriga, peluda, sus brazos, sus piernas poderosas, su culo respingón y esa polla gordísima, moviéndose hacía el coño de Laura, se arrodilló, apuntó su capullote hinchado y de un solo golpe se la clavó hasta los huevos, empezó un mete y saca tranquilo mientras sobaba el culo de la mujer. Fue entonces cuando Claudio se desnudó también por completo, totalmente empalmado su rabo bastante normalito unos 15 cm, pero rodeado de un cuerpo precioso lleno de vello blanco por su barriga y su pecho, sus piernas bien musculadas y un culo que merecía ser follado. Se acercó a Carlos y le metió su polla en la boca, Carlos la aceptó con gusto y la chupó con placer mientras seguía follándose a Laura.

El cuadro que teníamos delante era bastante excitante, empezamos a desnudarnos, pero Claudio dijo que de momento solo miráramos, nos quedamos un poco cortados pero accedimos ya que también eso tenía su morbo.

Carlos estaba ya empezando a sudar, su barriga chocaba con el culo de la mujer y Claudio empezó a pellizcarle los pezones a nuestro portero. La mujer se movía como una auténtica profesional, apretaba su coño contra la polla de Carlos, lo cual le daba un placer extra aparte de la polla de Claudio en su boca que no paraba de chupar y lamer junto a sus peludos huevos. Claudio estaba disfrutando sobre todo de ver la tranca de Carlos entrar y salir del coño de su mujer que no paraba de rezumar líquido ya que Laura sin decir nada ya se había corrido dos veces. Carlos estaba llegando al orgasmo, Claudio se dio cuenta y le dijo que parara, así lo hizo, sacó su pollón del coño de Laura y espero instrucciones. Claudio se puso a cuatro patas y le dijo a Carlos que se lo follara, mientras su mujer le chupaba la polla y Claudio le comí el coño empapado a su mujer. Carlos apuntó su pollón cada vez mas hinchado en el ojete de Claudio y poco a poco le fue metiendo su tranca, Carlos se sorprendió ya que entraba con suma facilidad, así que de un solo golpe se la clavó entera, Claudio empezó a gemir en el coño de su mujer que volvió a correrse esta vez en la boca de su marido que lamió y limpió perfectamente el chocho de Laura que seguía chupando con deleite el nabo de su marido.

Carlos estaba ya a punto de estallar, no paraba de sudar, se relamía, se acariciaba el mismo su barriga y sus tetas, pellizcaba sus pezones, hasta que empezó a decir "no puedo mas, no puedo aguantar", Claudio le dijo que se corriera dentro de él, Carlos empezó un mete y saca furioso, se contrajo y después de un "ahoraaaaaaa" soltó su primer chorro de leche en el culo de Claudio que a la vez estalló en la boca de su mujer que a la vez tuvo su enésimo orgasmo. Carlos babeaba y se convulsionaba mientras le seguía llenando el culo con su semen a Claudio hasta que su tranca salió por si sola del culo abierto de Claudio. Los tres se levantaron, Claudio besó a su mujer en la boca comiéndose también su propio semen. Carlos jadeaba, el matrimonio se arrodillo y limpiaron la polla de Carlos hasta dejarla reluciente.

Ricardo y yo estábamos super excitados, así que decidimos sentarnos para tranquilizarnos un poco. Claudio, Laura y Carlos se sentaron también en otro sofá, volvimos a brindar. Los tres se fueron al baño a ducharse mientras Ricardo y yo esperamos en el salón bebiendo y perplejos ante la extraña situación que estábamos viviendo.

Al cabo de 15 minutos vinieron los tres enfundados en tres albornoces blancos. "Nuestros invitados están al llegar" dijo Claudio.

Sonó el timbre y fue el propio Claudio el que abrió la puerta, eran los invitados que faltaban. Un matrimonio de unos 45 años de edad, el marido guapísimo, se parecía en casi todo a George Clooney, Ricardo cuando lo vió se quedó babeando, y su mujer con un cuerpazo impresionante y unas tetas demoledoras, se llamaban Luis y Paula. El otro hombre era de los mios, era como Papa Noel pero con una cara mucho mas ruda, barba blanca, pelo blanco, barriga enorme, culazo respingón, manazas y ojos azul cielo, en fin un auténtico bombón, se llamaba Julio. Después de las presentaciones nos sentamos los 8 en los sofás y volvimos a brindar. "Que tal tu regalo, Laura?" preguntó sonriendo Paula, "Aquí lo tienes" dijo Laura señalando a Carlos que se puso rojo como un tomate, "me ha encantado, ya sabes que Claudio siempre quiere lo mejor para mi y no escatima en darme placer" continuó. "Me lo dejaras?" volvió a preguntar Paula, "claro entre amigas todo se comparte" y ni corta ni perezosa se abalanzó sobre Carlos, le desabrocho el albornoz y empezó a comerle su pollón todavía blando. Carlos no daba crédito, tenía vergüenza y a la vez deseo ya que hacía muchos años que no tocaba a una mujer como Paula.

Paula chupaba la polla de Carlos con auténtica maestría, en pocos segundos consiguió ponérsela tiesa como una barra de hierro. Paula se desnudó y le puso las tetas en la boca de Carlos que las chupo, mordisqueó y succionó como un loco, eran unas tetas de campeonato. Ricardo no podía mas, se empezó a desnudar, yo le seguí. Ricardo sin mediar palabra se abalanzó sobre Luis, le empezó a besar, Luis no puso ningún problema sino todo lo contrario, Ricardo le empezó a desnudar, le quitó toda la ropa y le dejó solo con los calzoncillos que también le arrancó como si estuviera poseído, fue entonces cuando apareció una de las pollas mas bonitas que he visto en mi vida, larga, gorda pero sin exagerar, recta y con un capullo maravilloso. Ricardo al verla se abalanzó sobre ella y se la metió de un solo golpe en la boca y la empezó a chupar como nunca había visto a Ricardo chupar una polla. La verdad es que a Ricardo le encantaban ese tipo de hombres, pero siempre intenta complacerme poniéndome gorditos en mi cama.

Paula ya se había clavado el pollón de Carlos y se movía como una loca, Carlos estaba como loco, comiéndose las tetas de Paula, y dándole cachetes en el culo.

Julio se me quedó mirando, se levantó y empezó a desnudarse muy lentamente delante de mi, se quitó la chaqueta, luego la camisa descubriendo uno de los pechos y barriga mas bonitos que había visto nunca, con pelo blanco alrededor de sus pezones negros y duros. Se bajo los pantalones y apareció un pubis con un mata de pelo blanco ensortijado, se bajó los calzoncillos y apareció su verga y que verga, era enorme, muy muy gorda y eso que no estaba empalmado, y luego colgando unas pelotas redondas y gigantes como las del padre de Murcia (ver dos maduros para mi 10 y 11) llenas de pelo blanco y unas piernas apoteósicas. Me sonrió y no pude por mas que abalanzarme sobre aquel tesoro que tenía entre sus piernas, lo chupé con muchas ganas pasando la lengua a lo largo de esa pija que iba creciendo dentro de mi boca hasta que casi me ahoga al llegar a su máxima erección. Julio me apretaba la cabeza para que no parara de chupar mi golosina, yo me agarré a su culazo y empecé a juguetear con su ojete que se abrió inmediatamente.

Mientras nuestros anfitriones Laura y Claudio se estaban besando y sobando ya despojados de sus albornoces, disfrutando del espectáculo que estaban viendo.

Carlos tiró a la alfombra a Paula, la puso a cuatro patas y se la folló por el culo con auténtico frenesí, mientras Paula le jaleaba "follame, cabrón, que verga tienes me estas destrozando el ojete pero me encanta, no la saques machote". Ricardo también puso a cuatro patas a Luis y se la clavó también por el culo mientras Luis besaba a su mujer Paula que la tenía enfrente. Carlos y Ricardo se miraban los dos sudando como locos y al cabo de un rato decidieron cambiar de montura, Ricardo se la clavó a paula que inmediatamente llegó a su segundo orgasmo ya que no paraba de tocarse su clítoris totalmente excitado. Carlos se folló a Luis con auténtica furia y le soltó toda su leche en su culo caliente mientras no paraba de gritar" toma leche" no paró hasta que su polla salió por si sola, se acercó a Claudio y Laura para que le limpiaran su capullo con restos de semen lo cual hicieron complacidos.

Julio tenía ya su super polla completamente dura y se dirigió al culo de Luis que seguía chorreando la leche de Carlos y se la clavó de un solo golpe, Luis dio un respingo y siguió besando a Paula que volvió a tener otro orgasmo con la polla de Ricardo entrando y saliendo de su abierto culo. Yo me puse entre Luis y Paula y ambos me empezaron a chupar la polla mientras una teta me la sobaba Ricardo y la otra Julio que seguí bombeando el culo de Luis con verdadera maestría. Caros se unió a la fiesta y empezamos a besarnos como posesos, también le chupaban la polla a él y se la pusieron dura casi al instante.

Entonces decidimos cambiar de posiciones. Luis empezó a follarse a Ricardo, Yo a Julio y Carlos volvió de nuevo con Paula.

Nuestros anfitriones se levantaron y ordenaron que nos parásemos. Asi lo hicimos. Laura pidió que quería darle un regalo a su marido, quería que Julio y Carlos se lo follaran a la vez y luego Luis y Ricardo, mientras yo me follaba a las dos mujeres. A todos nos pareció bien.

Julio se tumbó boca arriba, que cuerpazo tenía ese hombre, con su gran tranca mirando al cielo, Claudio se sentó sobre ella, se la metió de un solo golpe, se echó hacía adelante y Carlos por detrás empezó a apretar hasta que ambar pollas entraron en el culo super dilatado de Claudio que estaba como en éxtasis. Para Carlos era maravilloso sentir el roce de otra polla, en este caso la de Julio que era especial. Los dos empezaron a coordinarse en el mete y saca. Yo empecé a follarme a Laura mientras le comía el coño enrojecido a Paula. Ricardo y Luis esperaban su turno pajeandose y besándose mutuamente. Carlos y Julio seguían bombeando al unísono el culo de Claudio ambos empezaban a sentir las ganas de soltar todo el semen que llevaban dentro. Claudio lo pidió a gritos "llenarme el culo de leche" eso motivó a Julio y Carlos que a la vez empezaron a disparar chorros de leche en las entrañas de Claudio que se corrió sin tocarse, el numerito era increíble, siguieron las dos pollas dentro hasta que salieron por si solas y detrás de ellas hilos de leche que chorreaban del culo de Claudio que pidió inmediatamente las otras dos pollas. Ricardo se puso boca arriba y Luis por detrás y empezaron la misma operación de mete y saca. El culo de Claudio estaba muy caliente y lubricado gracias a la leche en su interior de Julio y Carlos. Estos llevaron sus pollas a mi boca para que las limpiara de semen, asi lo hice mientras ahora me follaba a Paula que le comía el coño chorreante a Laura.

Me encantaba ver a mi amor follar junto a Luis el culo de Claudio que no paraba de pedir polla y que se corrieran en su culo otra vez, Luis y Ricardo se tensaron a la vez y empezaron a derramar en el culo de Claudio toda la leche que llevaban acumulada, Claudio estaba fuera de si como loco clavándose hasta el fondo aquellos pollones que no paraban de soltar leche hasta que salieron ellas mismas del culo de Claudio que no paraba de soltar toda la leche que tenía en su interior.

Fue entonces cuando Laura se apresuró a comerle el culo a su marido lleno de la leche de esas cuatro pollas prodigiosas hasta dejarlo limpio y sin mediar palabra empezó a meterle toda su mano en el culo super abierto de Claudio, luego el antebrazo hasta que llegó al codo.

Yo lamí las pollas de Luis y Ricardo hasta dejarlas limpias mientras le llenaba el coño de semen a Paula que volvía a tener otro orgasmo al sentir mi leche caliente regando su vulva ansiosa de sexo y leche.

Laura siguió follando a su marido con el brazo hasta que Claudio se corrió otra vez sin tocarse. Con cuidado Laura vació el culo de su marido y le besó profundamente. Entonces pidieron que cuando tuviéramos ganas de mear que lo hiciéramos sobre ellos. A los cinco minutos todos nos acercamos y empezamos a soltar chorros de pis encima de sus cuerpos y bocas, estaban enloquecidos recibiendo nuestro néctar amarillo, incluso succionaron nuestras pollas y el chumino de Paula hasta dejarlos limpios.

Nos duchamos todos y nos sentamos en el salón y volvimos a brindar por el 50 aniversario de Claudio y Laura. La verdad es que fue una de las velas mas extrañas y excitantes que hemos tenido.

Cuando nos fuimos de su casa Julio nos dijo que le encantaría estar con nosotros ya que a él lo que mas le gustaba era estar solo con hombres desde que se quedó viudo. Nosotros le dijimos que intentaríamos montar una orgía solo con hombres, a lo cual asintió con gusto, pero eso os lo contaré en otra historia.