Dos Horas para Amar...

Solo necesite dos horas, dos horas para conocer y enamorarme de la persona más maravillosa del mundo...historia real con alguna parte ficticia. Es mi primer relato, espero que os guste! Acepto comentarios para mejorar! =)

5, 4, 3, 2, 1….Abrí los ojos, recorrí la habitación sin enfocar demasiado bien todavía. Sentía el cuerpo pesado, como si hubiera estado durmiendo mucho tiempo. No sabía que hora era y por lo tanto, cuanto había pasado desde que me bajaron a quirófano. Una enfermera se acercó hacia mí:

  • Ya te hemos operado, vamos a subirte a la habitación con tus padres.

Seguía como atontada. Al llegar a la habitación mi madre me abrazó con cuidado por el brazo, que estaba en cabestrillo y lleno de vendas y apósitos. El cirujano entró en la habitación:

  • Hola Elisa –saludó a mis padres también- decir que la operación ha salido como

esperábamos; ha durado 2 horas y lo único que tienes que hacer ahora es descansar. Mañana te daremos el alta y te diremos lo que tienes que hacer en el próximo mes.

Me presento; soy  Elisa, tengo 18 años, castaña con ojos castaños también, aunque bonitos (es lo que más me gusta de mi); mido 1,70 y mi cuerpo es tirando a atlético aunque mejorable (estoy a dieta), juego al futbol y soy un trozo de pan. Siempre he sufrido mucho por amor y ahora que creía que había encontrado a la persona de mi vida, resulta que estoy sufriendo más que estando sola. Llevo cinco meses con mi novia y se llama Iraia. Empezamos muy bien pero poco a poco ella empezó a dominarme; el problema es que no era consciente de lo que estaba haciendo conmigo porque estaba enamorada, aunque poco a poco fui perdiendo sentimiento. Tenía muchos cambios de humor y ya no sabía por donde me iba a salir; de echo dos semanas antes de operarme me dijo que era mejor no estar juntas, aunque seguimos viéndonos y demás.

Alargué el brazo que tenía sano hasta la mesilla y cogí el móvil. Tenía 3 llamadas perdidas de Iraia y un mensaje que decía: “por favor cuando salgas de la operación avísame que estoy preocupada….te quiero mucho pequeña”. Hacía mucho que no me decía que me quería, lo cuál me hizo sonreír. Soy débil, y aunque me repita a mi misma que esta situación no era sostenible, con soltarme algo bonito otra vez volvía a nacer en mí esa ilusión del principio.

“Cielo, ya me han operado y todo ha salido bien, aunque me duele un poco el brazo…te quiero mucho mi vida!” le contesté. Estuvimos enviándonos sms durante todo el día y la verdad es que ella estaba súper cariñosa y muy protectora…y eso me encantaba.

Al día siguiente me dieron el alta y el cirujano me dijo que tenía que estar 4 largas semanas con un cabestrillo puesto en el brazo. Lo sé, ¡se me iba a hacer eterno! Pero tenía la esperanza de que Irene iba a estar ahí conmigo. Pobre ilusa. A los dos días de darme el alta volvimos a discutir otra vez. Se debió levantar con el pie izquierdo y parece que se le olvidó todo lo bonito que me había dicho los días anteriores. Yo estaba muy quemada. Cada vez me planteaba más si esto era bueno para mí. Pero seguía teniendo esperanzas. Yo la quería…la quería mucho.

Llegó el fin de semana. Un respiro para mí. Coincidía que era la fiesta del orgullo gay y a pesar de estar casi recién operada, decidí quedar con una amiga de mi instituto y más gente para salir y distraerme un rato. Cuando llegué, mi amiga ya estaba con sus amigas y entre ellas su hermana, que no la conocía personalmente pero Lara (mi amiga) si que me había hablado de ella. Me la presentó. Se llamaba Celia y era muy guapa, además de tener buen cuerpo. Era alta, castaña y tenía una sonrisa increíble. Pero a pesar de todo eso, no me llamó la atención, o por lo menos al principio. Mi cabeza estaba en otro sitio. La noche fue rara y de vez en cuando sacaba el móvil para ver si Irene se había acordado de mí. Nos fuimos por ahí Laura, otra chica y yo; y perdimos a Celia y al resto del grupo. Después de dos horas conseguimos localizarlas y la verdad es que Celia tenía un cabreo encima que no veas. Su hermana intentó disculparse pero como no dio resultado yo me acerqué a pedirle disculpas también:

  • Venga….no te enfades con ella si ha sido mi culpa, que las he convencido para que me acompañaran. - Me miró con comprensión y me sonrió.

  • No te preocupes, que ya se me pasará y estoy segura de que tú no tienes nada que ver. -Y me volvió a regalar otra sonrisa.

Cuando llegamos a la plaza donde estábamos yo cogí una silla y me senté en ella. El resto se sentó en unas escalerillas que había al lado, incluida Celia que era la que estaba más cerca de mí.

Al poco, Lara y la chica que nos había acompañado antes se fueron a “hacer pis” (ya sabéis como son estas cosas) y nosotras nos quedamos allí sentadas.

Yo estaba a mi bola pensando en lo que no tenía que pensar cuando oigo que Clara me estaba diciendo algo:

- ¿Perdona que me habías dicho?- Le pregunté porque no me había enterado.

  • Ja ja ja estás en tu mundo ¿eh? Te había dicho que si estabas bien con el brazo y si necesitabas algo de beber, agua o nose – Y me volvió a dedicar otra de sus sonrisas.

En ese momento se me encendió el chip. Volví a mirarla de arriba abajo y me dí cuenta de la persona que tenía delante. La miré a los ojos y vi a través de ellos encontrando a una persona buena, humilde, atenta…y eso de que sean atentos conmigo y que intenten protegerme, como ya he dicho arriba, me encanta; es como mi debilidad y en parte es porque yo también soy así.

- N…no, de momento no necesito nada, pero muchas gracias – Y le devolví la sonrisa.

Estuvimos hablando un buen rato de cosas en general y yo cada vez me sentía más a gusto con ella. La forma en que me miraba, las sonrisas que de vez en cuando dejaba escapar….Siguió súper atenta todo el tiempo y cada rato me preguntaba que si estaba bien y necesitaba algo. A todo esto, me dio por coger varias pajitas para unirlas y crear formas (estaba un poco aburrida).

  • Jopee, no se que forma puedo hacer…- Dije mirando el jaleo de pajitas que había preparado.

- Haber, que quieres que sea, que lo que tú quieras que sea eso será – Me dijo de la forma más tierna posible.

  • Quiero que sea… ¡un corazón! – Y la miré divertida.

  • Ja ja  Pues que corazón más bonito – Con otra sonrisa de las suyas.- Hay Elena, Elena… - Me volvió a decir apoyando su mano en mi pierna y mirándome a los ojos.

Intenté aguantarle la mirada pero no pude; además, el echo de que me estuviera tocando la pierna me hacía sentir ese grado de nerviosismo que se crea en la tripa…como se llama…. ¿mariposas en el estomago? Lo mejor de todo es que dejé de pensar en Irene. Mi mente y mi corazón la dejaron en un segundo plano sin acordarse de ella lo más mínimo. Todo era tan….sutil y tierno al lado de Celia que se me olvidó la realidad. Y en mis pensamientos estaba cuando aparecieron, por fin (después de dos horas que estuve sola con Celia), Lara y la otra chica.

  • ¿Qué, todo bien no? – Dijo Clara guiñándole un ojo a su hermana.

-  Si, todo muy bien…. – Intentó disimular Laura mientras todas nos reíamos – ¿Y vosotras?

Ambas nos miramos con picardía y dijimos casi a la vez:

- ¡Muy bien! Ja ja ja

  • Uuuuh…. ¿Me he perdido algo? – Preguntó Laura mirándonos.

- Noo, nooo, hemos estado charlando mientras os esperábamos y eso… - Dije yo mientras le guiñaba un ojo a Clara, que me miró divertida.

Estuvimos una hora más haciendo el ganso y sobre las cinco de la mañana o así, las dos amigas que se habían quedado con Celia le dijeron que se querían ir a casa porque estaban cansadas y al día siguiente tenían que coger un bus a su pueblo (se me ha olvidado decir que Celia y Lara viven en un pueblecito de Guadalajara, pero Lara estudia en Madrid y tiene un piso alquilado, así que sus amigas también eran del pueblo y se iban a quedar a dormir en el piso).

Lara decidió quedarse, pero Celia no tenía alternativa y su cara de, medio fastidio medio tristeza, lo decía todo. No se quería ir y yo tampoco quería que se fuera. No ahora que es cuando mejor nos lo estábamos pasando…

- Bueno…pues antes de irme – Dijo Celia - yo quiero hacerme una foto con vosotras dos – Y nos señaló a su hermana y ami.

Se levantó de las escaleras y se puso detrás de la silla, apoyó sus manos en mis hombros y acercó su cara a la mía de tal forma que su pelo rozaba suavemente mi mejilla. Un escalofrío recorrió mi cuerpo…fue inevitable. El simple tacto de sus dedos sobre mi espalda me hacía estremecer y sentir nervios otra vez. Mi cabeza era un mar de dudas. Sonreí medianamente para la foto y me levanté de la silla para despedirme de las chicas y de Celia, por su puesto.

Se acercó sonriéndome, aunque su cara reflejaba cierta tristeza. Como sabéis (y si no lo sabías ahí queda) todos los españoles nos saludamos con dos besos en cada mejilla; la cosa es la siguiente, que el primer beso fue en la mejilla y cuando fuimos a dar el segundo sus labios se giraron levemente buscando la comisura de los míos. Cerré los ojos dejándome invadir por otro escalofrío que recorría mi cuerpo. No quería que se separara y es más, ojala hubiera tenido el valor de haber girado más la cara para poder besas sus labios. Pero me quedé paralizada. Se separó dedicándome otra sonrisa y diciéndome:

- ¿Cuídate vale?

Yo todavía seguía en estado de shock cuando, mientras se alejaba, vi que en el pantalón se le había quedado un trozo de papel, imagino que de cuando había estado sentada en el suelo. Así que como pude (recuerdo que el brazo le tenía en cabestrillo), eché a correr detrás de ella para quitárselo:

- ¡Eeeei! – Dije mientras la cogía del hombro - ¿Quieres llevarte esto a casa o que? – Y la quité el papelito mientras me reía.

Su cara era un poema. No sabría describir la mezcla de sensaciones que pude percibir en aquella mirada. Sorpresa, alegría, ternura… esta vez era ella la que se había quedado sin palabras.

- Ha...¿Has venido corriendo hasta aquí…solo para quitarme esto? – Me preguntó con el papelito aún en la mano.

- Ss...si ¿poor? – Se veía tan hermosa con esa carita…me hubiera gustado decirle que me iba con ella y que no quería dejarla ir…pero en vez de eso dije:

- Bueno, tened cuidado ¿vale?

- Vale, no te preocupes y…ya hablamos por tuenti ¿ok? (red social como el Factbook) – Me dijo antes de irse definitivamente con esa carita de tonta y con su última sonrisa en la boca.

Continuara....si quereis! Un saludo a todos y perdón por cualquier fallo que haya! que seguro que hay muchos! Gracias por leer!