Dos hombres casados

Su matrimonio estaba acabado, y el marido de una amiga de su mujer, le torcería el destino. Una historia caliente del amor entre dos bisexuales.

DOS HOMBRES CASADOS

Quizás ustedes piensen que me falla la memoria. O tal vez crean que miento. Les resultará dificil entender porqué no recuerdo la primera vez que escuché de boca de mi mujer , los nombres de Caro y Ariel. . Posiblemente mi cerebro no quiera recordar el instante mismo en que escuché esos nombres que torcerían mi vida. Especialmente, el nombre de Ariel.

Yo era moderadameste feliz amigos, o lo que se puede ser de feliz en estos nuestros países tan castigados por la pobreza , la corrupción y el Fondo Monetario Internacional.

Tenía una mujer, un hijo, una casa de dos pisos en los suburbios pintada de blanco con techo de pizarra, un perro insoportable, un auto nuevo importado, un trabajo aburrido pero que me permitía vivir bien, mi pc con Internet banda ancha, equipo de audio, y el golf. Era bastante mal jugador , y mucho no entendía qué placer daba caminar varios kilómetros, para poner una pelotita blanca en un agujerito...

Después de once años de matrimonio, el sexo con Marina no existía, pues faltaba la pasión, el deseo , aquella fuerza maravillosa que nos había unido en los primeros años. Todo nos había ido separando, las carreras profesionales de ambos, el hijo del que ella se apropió desde el nacimiento, los horarios, los radicales libres, el agujero de ozono, la globalización, el paso del tiempo, la rutina, la costumbre, el estrés. En suma éramos un matrimonio normal. O sea dos que duermen juntos pero que nunca cogen.

Caro y Marina estaban en la misma cátedra en la Universidad y se habían hecho muy amigas. Para Marina, Caro era la mujer a imitar: inteligente, estudiosa, independiente, feminista, elegante, bella, preparada y con un marido que según ella era un "galán de cine". Yo me la imaginé vanidosa, histérica, casi sin tetas, anoréxica, viviendo bajo dietas de adelgazar permanentes y con un marido lindo y sin carácter, medio boludo (huevón pendejo gilipollas) al que llevaba por las orejas de aquí para allá.

"Vos siempre prejuicioso Lalo, cuando los conozcas verás que son una pareja perfecta". Marina estaba como subyugada por Caro y Ariel, y yo era el cínico que me permitía dudar de sus apreciaciones.

Ningún matrimonio es perfecto, decía yo. Y ella me miraba con alguna tristeza y decía que no generalizara: "Que nuestro matrimonio no lo fueraa, no significaba que todos los matrimonios fueran un desastre".

Yo me quedaba pensando.... Ella reconocía que lo nuestro era un desastre, pero aún así seguíamos juntos. Casi sin besos, casi sin cariño, casi sin sexo, definitivamente ya sin amor. Me preguntaba qué nos mantenía unidos: nuestro hijo al que ambos adorábamos, ó la costumbre, la comodidad, el miedo al cambio, la opinión ajena .

Terminaba el segundo semestre y la Cátedra organizaba una cena de fin de año y los profesores podían ir con sus cónyuges y parejas. Allí fui, por aburrimiento y para complacer a Marina. Esa noche conocíi a Caro y Ariel.

Eran simpáticos, de nuestra edad, algo mejor vestidos, muy pendientes de su imagen, de la moda, del estatus, divertidos, muy burgueses, una pareja perfecta.......

Si ella era elegante y esbelta, debo confesar que el me hizo caer de culo cuando lo vi. Yo era un bisexual apagado con muy pocas experiencias prácticas, pero en el momento en que lo pude mirar bien , me di cuenta que el tipo me gustaba a rabiar. Ariel me calentaba inmensamente. Me ponía cachondo y morcillón como diría un español amigo. Era un potro alucinante.......

Vos dirás, ahí me va a decir que el tipo era rubio y de ojos celestes de un metro ochenta y setenta y ocho kilos y yo te contestaría que insólitamente era asi. Pero con ojos verde azulados. Ahora vas a decir: " y seguro que este señor me va a hacer creer que además de rubio y de ojos claros, el macho aquel tenía un físico espectacular. Ahí te mentiría. Tenía un físico normal, muy parecido al mío, cuello ancho de jugador de rugby, buenas espaldas, algo de pancita (como yo), buenos biceps, piernas musculosas y gruesas, un culo de novela y una sonrisa que derretía corazones. Ariel era sencillamente el hombre mas hermoso que yo jamás hubiera visto. Y eso que no lo había visto en bolas....

Claro que había un problema, los dos eramos dos hombres casados y yo no sabía para donde pateaba ese rubio atractivo , ese bombón de chocolate , esa cosita rica, el marido de Caro. Estoy convencido que no hay nada peor para un puto o un bisexual que enamorarse de alguien que es heterosexual en serio . Es como pedir peras al olmo, claveles al rosal, mandarinas al limosnero. Es como esperar la lluvia en medio del desierto, ó el calor tropical en la Antártida.

Sin embargo , algo me decía que el tipo "entendía", no se si es el radar del que suelen hacer alarde algunos gays, o sea la habilidad de detectar a otro gay en una multitud, pero algo me decía que le gustaba "la sin hueso", "la carne e chancho", "el trozo", la batata masculina y humana, la longaniza morcillona.. No me preguntes qué me indicaba eso. Quizás, la forma de pararse, ese cuello tan movedizo, ese pelo tan cuidadosamente peinado, esos ojos tan seductores, la piel suave de sus manos, las uñas tan bien cuidadas, la belleza sobrenatural de su rostro, el espectáculo único de su culito redondo chiquito apretado y tentador. Si tuviera que elegir algo en particular, destacaría la primera mirada que me dirigió. Una mirada que me decía entre otras cosas : me sorprendo gratamente, estás bueno, me gustás, te chuparía todo si pudiera papito, pero hagámoslo con disimulo. No levantemos polvareda. Pero me gustas, viejo me re gustas...... Te aseguro que me encantás.......

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Ariel tenía una manera bien masculina y sensual de caminar, como llevando la pelvis , la pija, los huevos para adelante , desafiando al mundo. Tenía algo que lo hacía definitivamente bien macho y eso me atraía poderosamente. En algún momento de esa primera hora compartida, se me acercó peligrosamente y me dijo: "me gusta tu pefume, cuál usas?"......

Ahí casi confirmé mi presunción que el tipo era puto, trolo , gay o bisexual, llamalo como quieras. Ningún heterosexual le pregunta a otro, al que recién conoce, el perfume que usa...... El hetero gusta también de los buenos perfumes, pero no habla casi de ellos Le dije la marca y me guiiñó el ojo y en mi bragueta se despertó la bestia....... Se me paró la chota, corcoveó la garcha, se encendió el carbón, con perdón de mi francés.

Hablamos un rato y la charla fue graciosa, interesante, ilustrativa. Lo pasamos muy bien conversando y nuestras mujeres no nos molestaron mientras nos contábamos algunas cosas, mientras nos mirábamos seductoramente, mientras nos ibamos conociendo. El me confesaría después que mojó el boxer con liquido pre seminal con solo mirarme el bulto, mi paquete con moño, y que Cori había sido la depositaria sorprendida de su calentura de aquella noche.

A mi me pasó lo mismo, me encontré muy cómodo, aún con la pija parada, me sentí acompañado, me dieron ganas de decirle que no se fuera, que se quedara un ratito mas. Si, no se burlen, esa noche cuando me despedi de Ariel , me sentí mas solo que nunca.

Pero claro, cómo verlo de nuevo, cómo no despertar sospechas, cómo encontrar un motivo, una excusa para que un hombre casado se viera repetidamente con otro hombre casado, si lo único que había entre ellos era la amistad de sus respectivas cónyuges..

A los pocos días me llamó, para invitarme a un concierto de Joao Gilberto y Caetano Veloso en un gran teatro de Buenos Aires. A Cory no le gustaba la música brasileña, y menos la bossa nova y a él si y esas entradas se las habían regalado un cliente..

Me asombró que me llamara a mi. Acaso no tenía otros amigos? Me sorprendió que no hubiese tenido en cuenta que yo era casado y que por lo tanto, que debería llevar a mi mujer.... Le dije que sin mi mujer no podría ir al concierto , aunque se lo agradecía mucho. Pude advertir, un dejo de desilusión en su voz por el teléfono..

Se lo dije a Marina, y ésta deseosa de que hiciéramos buenas miga, con el marido de su adorada Cori , me insistió para que aceptara. Dos tipos solos en un concierto de música de la bossa nova brasilera....... Lo llamé para aceptar la invitación.

Nos encontramos con Ariel en la esquina y fuimos caminando hasta el teatro y yo me sentía como un adolescente en su primera cita con un noviecita, y extrañamente contento por estar con un tipo que me gustaba , que me enloquecía, que había nacido para ser mi perdición.

Durante el concierto, advertí que el estaba igual que yo, como contento , excitado, nervioso y en el momento en que Joao Gilberto tocaba aquel tema " O grande amor", sentií que su pierna tocaba la mia. Su pierna era fuerte caliente, musculosa, y se pegaba a la mia y yo decidí hacer como que no lo había advertido y corrí mi rodilla a pero luego volví a ponerla en el mismo lugar para sentir el calor, las ondas, las vibraciones el deseo, la calentura de otro hombre.

El escuchaba la música con los ojos cerrados y su pierna acariciaba a la mia, casi al compás de la música, y era una caricia que me estremecía como nunca nada lo había hecho , pero no me atrevía a apartarme de alli , como si un imán me tuviese atraído sin remedio.

Al fin del concierto nos levantamos y el me llevó en auto hasta casa, y aunque quise acariciar su mano en el volante y en la palanca de cambios, me abstuve, no me atreví.. Cualquier paso en falso podría ser fatal...

Pero cuando llegamos a la puerta de mi casa, el detuvo el auto y me dijo : "Lo pasé muy bien , gracias Lalito". Nadie me había llamado así desde la primera comunión.....

Nos dimos un beso de despedida en la mejilla como es de estilo en la Argentina entre dos amigos, y cuando el buscó mi boca en la oscuridad de mi calle arbolada y desierta, lo alejé con todas mis fuerzas, lo rechacé , y como un gato de la calle entré a mi casa raudamente y sin mirar atrás. Pude sentir su desencanto , su humillación , hasta que encendió el motor del auto y se fue....

Desde aquella noche Ariel se convirtió en mi obsesión, en el protagonista de todas mis fantasías masturbatorias, era el dueño de mis pajas, el patrón de mis erecciones, el propietario de mis mejores orgasmos solitarios.

Era mi pasión prohibida, mi amor secreto, el sentimiento que nuncc podría expresar. Me angustiaban los riesgos que podrían aparejarse si pasaba algo con el : la ruptura de dos matrimonios, la quiebra de dos familias, el fin de la amistad entre Cory y Marina, el posible sufrimiento de nuetros hijos

Pero solo podía pensar en su piel, en su poronga desconocida, en sus piernas largas y gruesas, en ese culo maravilloso , en sus manos tibias. Era un hechizo que me impedía vivir en mi mundo normal, en mi mundo conformista, en mi felicidad de casa de dos plantas y familia tipo suburbana y burguesa.

Un día desesperado me dije, que no necesariamente pasaría todo eso que yo temía , si nos echábamos un lindo polvo y listo. Franela (besos caricias abrazos) una buena paja, a lo sumo una buena mamada y adiós te saco de mi vista, te expulso de mi sistema , termino con una obsesión, me olvido de tu olor, del calor de tu piel, de esta pasión que me quema y me atormenta, te hago desaparecer de mi vida.

Lo llamé a su negocio y me dijeron que no estaba apenas dije quién llamaba. Lo hice en varias oportunidades y nunca estaba. La última vez me dijeron que estaba de viaje pero no me lo creí. Dejé mensajes en su teléfono movil, en su dirección de e .mail, en su servicio de mensajería. Sin respuesta.

Desesperado lo llamé a su casa, sabiendo que eso no estaba bien y me atendió Cori, quien con mucha indiferencia y sin que yo le preguntara nada me dijo que ellos estaban separados y que Ariel ya no vivía en la casa.

Tres días despues , me dejó un mensaje en el contestador y con voz muy atormentaba me citó para el bar de un hotel de lujo una tarde.

Cuando lo vi, se me llenaron los ojos de lágrimas. Lagrimas mariconas de un amor no confesado ni correspondido , o de una calentura no saciada. El me miró como asustado pero no interrumpió su plan de anunciarme que se iba del país, que se separaba de Cory y que por fin asumiría su verdad y que no debería preocuparme pues ya no me molestaria nunca más.

Cuando terminó le dije sin inmutarme: "No se lo que pensás , no puedo meterme en tu mente pero , si todo lo tenes decidido, que te parece si cogemos de una vez......."

Se puso blanco pues no lo esperaba, y vi su mano temblar mientras se llevaba el cigarrillo que fumaba a la boca. Pagó y se incorporó y yo detrás de el. Caminé tras el por el corredor alfombrado del hotel, y no pude dejar de reparar en su culito tentador. Qué culo tiene pensé. Y con la pija a medio asta, lo seguí . Subimos al ascensor casi sin mirarnos y en el piso 19 bajamos y volví a seguirlo por el corredor alfombrado , hasta que abrió la puerta de su cuarto y yo lo segui y sin encender las luces nos besamos, uy mi dios, que forma desprolija de besarse con tanta lengua y tanta saliva y tanta desesperación.

Y mientras nos besábamos nuestras manos eran garras enormes que se desplazaban por nuestros cuerpos sedientos y calientes, y lo desnudé de a poco como quien abre lentamente y sin romper el papel de un regalo. Y su cuerpo deseado fue apaericendo ante mis ojos. Y yo me moría de deseo. Y el gritaba casi mientras me desnudaba, mientras me sacaba los pantalones desesperado y acariciaba mi pija gorda y mis huevos bajo el slip Mi amor decía mi amor, no me dejes nunca .........

Y desnudos y erectos fuimos al baño y bajo la ducha caliente y con un jabón muy perfumado lavamos nuetros cuerpos, y yo recorrí el suyo desde su cabeza rubia a sus axilas pobladas, desde su pecho velludo con tetillas rosadas y suaves, a su ombligo, a su bella pija mas grande aún que la mía, a sus huevos y a sus piernas fuertes y musculosas

Con mucho jabón lavé su culo , su orto peludito, sus huevos y su pija, y el levantó los pies para que lavara sus plantas. Su espalda suave se pegó a mi pecho y mi cuerpo se hudió en la almohada blanda y blanca de sus nalgas. El lavó mis cabellos, mis orejas, recorrió mi cuello, mi garganta y mi pecho. Se detuvo largamente en mis tetas y las mordió salvajemente, para luego lavar mi culo con mucha dedicación. Tomó mi pija dura entre sus manos , y la enjabonó con cuidado, lo mismo que los huevos , y enjuagó todo con agua tibia, con su saliva, con su boca, con agua fria, con deseo , con hambre.

Y lo alcé en mis brazos como quien levanta a un chico y lo llevé hasta el dormitorio a oscuras y encendimos las luces y nos tiramos en la cama abrazados y yo comencé a besarlo con locura y fue un duelo de lenguas y el cerraba los ojos con una pasión que nunca había visto y decía cosas que yo no entendía y por fin se tiró a mis pies y comenzó a chuparme la pija con delectación luego de besar dulcemente la cabeza , el tronco , los pelitos, y mientras mamaba yo hundía un dedo en aquel hoyito que habia limpiado para mi placer y el gemía desesperado, hasta que llené su garganta con mi leche , y el sin pensarlo dos veces la tragó como si degustara un manjar.

Luego semi incorporado en la cama, me dio todas su pija grandota en la boca y se la besé, se la chupé, estiré su cabecita hermosa que cedió como una esponja y segui chupando esa pija hermosa porque era de él

Chupámela chupámela no pares de chuparla por favor Lalito decía y yo no sabía como asegurarle que no iba a interrumpir aquella mamada que cambiaría nuestra historia.

Como quien advierte un avión a lo lejos, sentí que su orgasmo estaba próximo , alejé mi boca de su verga y el acabó en mi cara, en mis oídos en mi pelo , cubriéndome con una pantalla de semen de ese amor que nadie podría ya prohibir.

Luego de dormir un rato, se sentó en mi poronga dura , y dejó que mi miembro penetrara su orto maravilloso, su agujero caliente, su ojete bellísimo, y creí que mi pija se hundía por un pasillo de seda que me llevaba hasta su corazón.

galansoy

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