Dos hermanas y un pueblo en fiesta
Las vacaciones en un tranquilo pueblo se convierten en algo mas
Me presentare diciendo que soy una mujer de 45 años, no puedo decir que tenga un cuerpo de diez, pero tengo unas buenas tetas talla 100, mi culo lo tengo bastante firme mis horas de gimnasio me ha costado. Como esta historia nos paso a mí y a mi hermana les diré que mi hermana es cinco años menor que yo y su cuerpo es semblante al mío, quizás un poco menos de pecho pero más firme, su culo es mas redondito que el mío, siempre me he llevado muy bien con ella, nuestros maridos crearon una agencia de viajes junto a un tercer socio, con lo cual mas unidos no podemos estar, tienen 50 y 45 años respectivamente.
Cada año cogemos un apartamento y pasamos juntos las vacaciones de verano, este año fuimos a un pequeño pueblo del interior, recomendado por un amigo de mi marido, según él era un pueblo muy tranquilo. A mi hermana le molesto que no tuviera playa, pues es una loca del mar, pero entre todos la convencimos de que fuera, pues tenía una piscina y la verdad que nuestros maridos necesitaban tranquilidad.
Al entrar vimos que en verdad era muy pequeño, típico pueblo de treinta habitantes viviendo y doscientos en las fiestas, su plaza junto al ayuntamiento, un bar donde iban los viejos y un pub que solo se abría en fiestas, luego estaba la piscina que antiguamente había sido una balsa, solo la abrían en verano, donde ponían un pequeño bar para tomarse algo. Nos dimos cuenta de que todo el mundo nos estaba mirando, normal pues al no ser del pueblo no nos conocían y seguro que se preguntaban que quienes éramos, eran las doce del medio día y solo había gente mayor por las calles, supongo que los jóvenes estarían durmiendo o en la piscina. Nuestra casa estaba casi saliendo del pueblo pero vaya a diez minutos andando desde la plaza. Era una casa de pueblo reformada entera, disponía de tres plantas, la primera era cocina junto a una chimenea y lavabo, las otras dos eran habitaciones con lavabo en cada planta. Tenía una pequeña bodega con una mesa para merendar. Nada mas bajar del coche apareció un hombre a saludar.
_Buenas tardes, ¿como a ido el viaje? Le pregunto a mi marido.
_Muy bien, con mucha calor pero bien. Usted es Pedro ¿no?.
_ Si señor, ya me comento Antonio que llegaban hoy. Contestó el hombre, Antonio era el amigo de mi marido que le prestó la casa.
Aparecieron dos muchachos de unos veinte años, que al ver hablar a su padre con desconocidos quisieron saber quiénes éramos, mi marido hizo las presentaciones, los muchachos le dieron la mano a los hombres y cuando llego nuestro turno yo fui a darla uno de los muchachos me sorprendió dándome dos besos igual que a mi hermana, nos quedamos mirándonos y con una simple mueca de risa se quedo el asunto. Al ver el equipaje enseguida se ofrecieron a ayudarnos, aún después de insistir nuestros maridos que no hacía falta, ellos dijeron que no era molestia estaban descansados cosa que ellos no después del viaje.
Nos hicieron pasar delante de ellos, vi que mi hermana al subir por las escarelas se le veía un poco su tanga, como siempre ella tenía que destacar y habiendo dos jovencitos cerca era como un botón de puesta en marcha, los hombres se quedaron abajo hablando con Pedro del tema de las llaves de paso del agua, del calentador etc..
A mi habitación entro Marcos el cual me pregunto donde dejaba las maletas, llevaba una camiseta sin mangas y un pantalón corto, marcados bíceps, sin darme cuenta me quede un instalante mirando o mejor dicho embobada cuando me di cuenta de que el se dio cuenta, un calor me subio por todo mi cuerpo y el rojo apareció en mi rostro. Me giré para intentar disimular pero eso evidenció más si cabe.
_ Esta noche hay baile en la plaza.¿ Vendrán? Dijo.
_ Pues no se. Dije titubeando.
_Nosotros no nos lo perdemos ningún año, es divertido y así conocen a la gente del pueblo. Dijo riendo con cierto tono que no pude identificar.
_Se lo diré a mi marido. Intentando que la palabra marido quedara muy clara.
_Ok. Pues hasta esta noche. Dijo muy seguro, como dando por hecho de allí nos veíamos, dándome dos besos, pero esta vez rodeando con su brazo mi espalda y su segundo beso casualmente muy cerca de los labios, me di cuenta que en dos minutos ese muchacho me manejó como quiso, sentí una mezcla de excitación y culpabilidad pues mi marido estaba solo un piso mas abajo, pero mis pezones me dejaron claro cuál de las dos había ganado, un cosquilleo por mi vientre me hacía parecer como una quinceañera. No podía permitir esas cosquillas, tome la decisión que esta noche no bajaría al baile, primero porque estaba cansada del viaje y el segundo que yo decidía si iba o no. Al salir de mi cuarto vi que mi hermana había bajado a la cocina
Se despidieron y salieron de la casa dirección a la piscina. Fui a buscar a los hombres, estaban hablando todavía con el vecino, al parecer era un amante de la pesca de rio, nuestros maridos compartían gustos, además había un campeonato de pesca, al ser las fiestas del pueblo acudían pescadores de todos los pueblos cercanos.
_ Hola nena. Dijo mi marido al verme llegar.
_ Veo que habéis encontrado un hobi en común. Solté malhumorada, pues sabía que eso implicaba estar solas esperando a que vinieran. Si iban a pescar se tenian que levantar temprano lo cual implicaba no poder salir de noche.
Al ver mi cara mi marido me rodeo con los brazos como si fuera un niño pequeño.
_ Venga nena...solo iremos un par de días.
Me giré a ver que decía mi hermana, se encogió de hombros.
_Déjalos...ya buscaremos diversión, seguro que a algún jovencito no le importará hacernos compañía.
Todos se rieron de la gracia de mi hermana, pero algo me decia que no era precisamente una broma. El vecino aprovechó para invitarnos ala fiesta del pueblo, así le presentaría al alcalde el cual también era un gran aficionado de la pesca.
Pasamos el resto del día ordenando las maletas, yo seguía pensando en lo que había pasado con el muchacho en la habitación, me preguntaba si sería cosa de mi imaginación, no podía ser que una madura como yo le pudiera atraer, la verdad que la idea me hacía gracia, mi hermana acabo primero con su maleta y comenzó a ayudarme con la mía , la notaba como nerviosa, mirando el reloj como una colegiala espera el timbre de salida de clase.
- ¿Qué pasa Elena? Te noto nerviosa.
-Nada, no me pasa nada. Me contestó mirándome, es mi hermana y se cuando miente o esconde algo, me la quedé mirando con cara de me lo cuentas o me lo cuentas.
Haber, es una tontería. Dijo con voz temblosa.
Bueno es igual, dímelo no me vas a dejar en ascuas.
-Haber...cuando Vicente me acompañó a llevar las maletas, ya vistes que los dos estaban muy buenos, eso no me lo negarás, ya sé que podrían ser nuestros hijos... pero sin darme cuenta me quede mirando su paquete, era como si me hubiera quedado hipnotizada...me vio se acerco y me dijo...
_ Se que te pongo...no te preocupes tenemos tiempo. Y se fue, llevo todo el día dándole vueltas, y es verdad que me puso muy caliente, el hecho de que mi marido estuviera en el piso de abajo y un jovencito tirándome los trastos, pues que quieres..
En ese momento no pude decirle que a mi me había pasado lo mismo, no tan directo pero si con la misma intención,¿ se habrian puesto de acuerdo?
_ Pues no se que decirte. Fue lo único que me salió.
_ Mira, son unos crios, seguro que despues de dos cervezas ni se acuerdan, además con la cantidad de chicas que tiene que haber en el pueblo.¿ Se va a acordar de mí?. Dijo intentando quitar hierro al asunto.
Serían las seis de la tarde cuando estábamos tomando café, oímos que la puerta de casa se abrió, es costumbre en los pueblos dejar abierta la puerta pues todo el mundo se conoce, así que oímos que subían dos hombres uno era Pedro que venía hablando con otro hombre que resulto ser el alcalde.
_ Buenas tardes. ¿Molestamos? Dijo Pedro entrando directamente al comedor.
_ Por supuesto que no. Contesto mi cuñado. Siéntense y tomen un café con nosotros.
El alcalde se llamaba Andrés, un hombre de sesenta años que aparentaba de la edad de nuestros maridos, uno ochenta mas o menos de altura, bastante pelo aunque blanco, tenía unas manos acostumbradas al campo fuertes, ojos marrones que le daban una mirada profunda. Se nos quedo mirando.
_Pues es verdad lo que dicen...Dijo
_Perdón... Dijo mi marido sin saber a que venia..
_ No se molesten..oi que habian llegado dos mujeres preciosas...ya sabe cosas del pueblo...pero perdón si lo he molestado..lo dije sin querer ofender.Argumentó.
En ese momento nosotras no sabiamos donde meternos.
_Jaja...no se preocupé..la verdad que para nosotros si que son preciosas.¿ Verdad cuñado? Dijo mi marido mirando a mi cuñado.
_Por supuesto. Contestó este riendo.
Despues de los alagos empezaron los cuatro a hablar de pesca, noté como el alcalde no nos quitaba el ojo de encima, mi marido pregunto cuanto tiempo llevaba como alcalde, y si podían visitar el ayuntamiento.
_ Por supuesto que pueden los cuatro visitarlo, simplemente hágamelo saber. Contesto mirándonos directamente a nosotras.
Entre charla y charla se hizo la hora de ir a la fiesta, nos fuimos a arreglar, nos habíamos traído ropa ibicenca pues con nuestros bronceados quedaba muy bien, estuve a punto de no ponérmelo pues no sabía que podía pasar esta noche, primero los dos muchachos y luego el alcalde tirándonos los trastos, por un lado sentía miedo, pero por otro me atraía la idea de ser piropeada por los hombres. Al final me lo puse y dentro de mí se oyó una voz que decía, aprovecha el control lo tienes tu. Cuando vi a mi hermana vi que habíamos pensado lo mismo, llevábamos el mismo traje. Un vestido blanco a media pierna sin tirantes y unas sandalias con plataforma. El traje nos marcaba un bonito culo.
Al llegar a la plaza vimos que la orquesta había empezado, no vi a los muchachos y eso por sorpresa me causo cierta rabia, pues seguramente mi hermana tenía razón y seguramente ni se acordaban, vimos que el alcalde estaba en el bar que habían instalado en la plaza para las fiestas, al vernos levantó el brazo haciendo señal de que nos acercáramos, tuvimos que atravesar toda la plaza, sentí todas las miradas puestas en nosotras, al llegar vimos que también estaba Pedro y dos hombres mas que no conocía, por lo que escuche eran pescadores de otro pueblo, enseguida nuestros maridos se engancharon a la conversación quedando nosotras apartadas en la barra del bar, pedimos unos Martinis y nos dispusimos a pasar una noche bien aburrida, pues solo se veían parejas mayores bailando, en eso que estabamos cuando vimos un grupo grande de chicos y chicas de entre dieciséis y dieciocho años que entraban en la plaza, sentí una punzada en el estomago cuando vi a Marcos y Vicente viniendo con la mirada fija en nosotras, mi hermana que también los vio me apreto la mano. Al llegar saludaron al alcalde y asu padre Pedro, luego vinieron hacia nosotras.
_ Buenas noches. Dijeron a la vez que volvían a darnos dos besos, note roja a mi hermana, luego me enteraría que le había cogido una nalga a la vez que le daba dos besos Vicente, al dármelos a mi me cogió de la cintura apretándome su paquete en mi ombligo pues eran mas altos que nosotras, Marcos repitió con mi hermana lo mismo que hizo Vicente, creo que mi hermana esa noche era la presa y yo tendría que esperar. Mire hacia mi marido y este seguía hablando de pesca y por las botellas de cerveza vacías que vi, no tardarían mucho en coger una buena.
Me dio rabia pues mientras ellos estaban a excasos cinco metros de nosotras había dos muchachos que querían directamente follarnos, y yo intentaba no caer en el juego, pero mi resistencia iba cediendo. Me sentía encendida como hacía mucho que no lo estaba, pero me seguía diciendo que yo tenía el control.
_ Veo que os tienen abandonadas vuestros maridos, Vamos a bailar. Dijo y sin darnos tiempo nos cogieron de la mano y nos llevaron a un lado del escenario donde estaban sus amigos, al llegar nos presentaron eran tres chicos y dos chicas, por supuesto tocaba dar dos besos a cada uno al llegar el turno de las chicas me sorprendió que al acercarse me abrazaron como si las conociese de toda la vida. Crearon un circulo y nos pusimos a bailar la típica música de las fiestas de pueblo, de tanto en tanto nos pasaban un vaso de plástico con cubalibres, los hacían allí mismo, bastante cargados, sin saber cómo mi hermana acabo en medio del corro bailando con Marcos y Vicente mientras que yo estaba con las dos chicas, notaba que todos nos miraban y hablaban de nosotras, empecé a notar las manos de las chicas recorriendo mi espalda, al ser chicas no le daba importancia y encima ya iba un poco cargada de alcohol, son la lambaday automáticamente hicieron un corro mas pequeño quedando lo seis en el centro, a mi hermana la iban pasando de mano en mano para bailar, veía que las manos tanto de Vicente como de Marcos cuando les tocaba de aprovechar para cogerla directamente de sus nalgas, mi hermana o bien estaba borracha o caliente como una zorra, pues no lo impedía, llego el punto que se acabo la canción y siguieron bailando pero esta vez la tenían cogida de manera que su falda estaba levantada por detrás enseñando su culo tapado por un fino tanga blanco, yo cada vez estaba mas mareada y lo que antes habían sido manos recorriendo mis brazos ahora estaban por dentro de mi tanga tocándome mi ano con las yemas de un dedo, mire a los lados buscando el aitor y me di cuenta que eran las dis chicas que reían viéndonos. Mire hacia donde estaba mi marido y no lo veia, Marcos al darse cuenta que buscaba a mi marido se acerco y me dijo al oído.
_ No te preocupes zorra, vuestros maridos los han llevado a casa a dormir la mona. Me dijo al mismo tiempo que metió su mano por debajo de la falda y agarrándome el coño. La chicas se reían. La fiesta empezó a decrecer y sin darnos cuenta nos fueron llevando fuera de la plaza hacia unas calles mas oscuras, mi hermana iba con Marcos y Vicente que ya no se cortaban e iban morreandola por turnos mientras le sobaban el culo, y a mi me pasaba lo mismo pero con las dos chicas, intentaba negarme pero no podían.
_ ¿Que pasa zorra? Sois unas calientapollas, y ahora vais de estrechas. Me agarraron he hicieron una parada.
_ No aguanto mas, me quiero comer el coño de esta puta. Dijo una de las chicas poniendome de cara a la pared para acto seguido arrodillarse, levanto mi vestido quedando mis nalgas a la vista.
_ Que culo tienes zorra, esta delicioso.
Empezo a pasarme la lengua por la nalga mientras paso un brazo entre mis piernas dirijiendo su mano a mi coño empujandome para que sacará el culo hacia afuera y poder tener mas maniobra, mientras la otra agarraba mi cabeza para no dejar de morrearme, la situación me estaba poniendo a cien, aparto mi tanga y directamente empezo a meterme un dedo, mi coño estaba a esas alturas bastante mojado, mientras que hundia su cara en mi culo y ayudada con la otra mano para separar empezo a darme lenguetazos en la zona del ano. En un momento tenia dos dedos follandome el coño, me giro quedandome de frente, me bajo mi tanga hasta las rodillas mientras que la otra chica me bajo el vestido hasta la cintura quedando semi desnuda, me estaba volviendo loca de gusto, la chica me agarro mi sujetador bajandolo en ese momento estaba en mitad de un pueblo con las tetas al aire y una muchacha comiendome el coño, perdi totalmente el control, se notaba que no era la primera vez que lo hacía pues en poco tiempo me corri llenandole la mano. Acabaron de sacarme el vestido y el sujetador dejandome con el tanga en las rodillas.
_ Sera zorra, se ha corrido. Dijo mirando a su amiga.
_ Vamos a ger que hace la zorra de tu hermana.Dijo una de ellas cojiendome de la mano. Intente subirme el tanga cuando.
_ Dejalo, así van las calientapollas como tu. Dijo metiendo un dedo en mi mojado coño. Yo lo acompañe con un gemido, estaba muy caliente y en el fondo estaba disfrutando de la situación. Cojieron mi ropa y fui andando como pude con mi tanga por las rodillas, al llegar donde estaba mi hermana pude ver que la tenian a cuatro patas uno le estaba follando el culo mientras que el otro le follaba la boca, por como movia el culo vi que lo estaba disfrutando.
_ Hombre la otra zorra. Y desnudita..jaja..Dijo Vicente sin dejar de follar la boca de mi hermana.
_No veas que zorras estan hechas. Dijo la chica que me habia comido el coño.
_ Ven aqui zorra. Dijo Vicente agarrandome de el pelo para que me agachara quedando a la altura de su cara, me morreo con fuerza y he decir que yo coopere en el morreo. Me hicieron ponerme de rodillas quedando enfrente de la cara de mi hermana la cual no paraba de gemir, Vicente empujo mi cabeza haciendo que nuestras bocas chocaran y sin mandarme nadie abri la boca juntandola con la de mi hermana la cual me recibio entregandome su lengua.Vicente se puso detras metiendome un dedo en mi culo.Vi que las dos chicas estaban haciendo un sesenta y nueve, gemían como cerdas, aquello se había convertido en una orgía.
_Sera zorra la madurita, ya le han petado el culo.dijo riendose. La verdad mi primer novio fue quien lo estreno aunque con mi marido nunca lo había hecho.
_ con cuidado por favor. Acerte a decir.
_Tranquila zorrita.poco a poco , aún nos quedan muchos días. Dijo Vicente canbiando de opinión y clavandomela por el coño. Asi estuvimos durante un rato, cuando ambos ssacaron la polla de , se levantaron juntando nuestras cabezas y se corrieron en nuestras caras. Nos quedamos las dos llenas de leche. Nos vestimos y nos fuimos para casa, esto solo había sido el primer día y quedaban siete días de fiestas.