DOS HERMANAS Y UN AMANTE (Tercera parte)

Continuación

Cuando desperté él ya se había ido, había dejado una nota sobre su almohada que decía “No te quise despertar, me fui muy temprano para no encontrarme con tus vecinos ¡Eres increíble!” …. Instintivamente puse la nota sobre mi pecho y saliendo de bañarme la rompí y tiré los pedazos en el basurero de la universidad.

Todo esto lo he contado con lujo de detalle por una sola razón… Muchos piensan que antes las mujeres teníamos sexo solo cuando nos enamorábamos, eso nunca ha sido cierto, el sexo es placer y es lo que hombres y mujeres buscamos al tenerlo. Aclaro que aquí no pretendo tocar el tema del famoso “Pussy power” o como decimos en México “El poderoso triangulo de las desnudas” ya que es bien sabido lo que la mujer consigue por medio del sexo. Yo simplemente me remito al tema del placer, del mutuo placer sin ningún interés más allá de eso…. De ahí que si partimos de la premisa de que “Nadie se fija en quien no le gusta”, podemos deducir que el gusto por el otro, la atracción sexual, no solo es condicionante en la búsqueda de sexo sino que también lo es para enamorarse.

Yo, posiblemente errada en mi percepción, me atrevo a decir que el “sexo por amor” es una mentira, no hay sexo por amor, sino sexo con quien se ama y sexo con quien no se ama, más por desgracia, y lo afirmo con mayúsculas “POR DESGRACIA” ya que no debería ser así, el sexo con quien no se ama parece ser el más el más placentero y la razón debe ser porque en el sexo por pura y simple atracción carnal no se cuidan las formas, ni se marcan límites que no sean las desviaciones mentales como la violencia y otras formas que humillan y lesionan, física y moralmente. A la mujer siempre se le ha impuesto una especie de norma de comportamiento disfrazada de consejos que al final de cuentas sigue siendo válida en estos tiempos y se resume a algo muy simple “O actúas como te digo o te cogen”, léase “Serás violada y será tu culpa” y esas normas de comportamiento femenino también se les enseñaban a los varones como una forma inequívoca de reconocer si la mujer valía o no la pena como esposa y madre

Supongo que por eso el sexo con quien no se ama, es donde una da rienda suelta a sus instintos, ahí no importa lo que la pareja piense de nosotras, ahí es donde más ardiente, o puta (Si así lo quieren) sea una, más placentero es el sexo…. Tristemente existen mujeres incapaces de dar o pedir sexo oral a sus esposos y son, muchas de ellas, las mismas mujeres que al estar en los brazos de un amante dan rienda suelta a su lujuria y se convierten en mujeres ardientes, presas de sus instintos y capaces de enloquecer de placer a su amante y a ellas mismas. ¿Qué así debería de ser en el matrimonio?, sin duda, sin embargo he escuchado a mujeres decir que cuando pretendieron hacerle el sexo oral a su marido, él molesto reclamó “¿Con esa boca piensas besar a tus hijos?” …. Yo pienso que la única verdad es que ni toda la que “enseña” es puta, ni toda la que reza es santa

Muchas veces me han dicho que existe el sexo por amor en el matrimonio y que la prueba de ello es el embarazo, es su opinión y la respeto, sin embargo para mi eso no es así, sexo es sexo y mi experiencia es que cuando se busca el embarazo, en condiciones normales, es a través del placer “Ven, dame placer, te doy placer y fecunda mi cuerpo”, hasta la fecha no he conocido a ningún matrimonio para el que haya sido un sufrido sacrificio el sexo para embarazarse, tal vez cuando lo conozca cambie mi opinión…. En resumen, me atrevo a asegurar que al tener sexo con alguien que no se ama, con un amigo por quien existe una enorme atracción sexual y le da a una la confianza y la seguridad necesaria, es cuando una se dedica al placer sin preocuparse en “¿Qué va a pensar de mi si hago tal o cual cosa?” Ahí es cuando “Se nos mete el demonio de la lujuria” nos volvemos insaciables buscando sin tregua que además del mentado demonio, nos metan por donde quieran otras cosas más, como dedos, lengua y pene… En singular o en plural

Pero como en todo, siempre existe el otro lado de la moneda…. Pedro me hacía reír, me trataba con dulzura y con cariño, era mi tipo de hombre, alto, guapo, bien formado y muy bien dotado, un hombre que me demostraba su gusto por mí y por estar a mi lado, un hombre al que enloquecía mi cuerpo, mis besos, mis caricias y mi sexo… Y si eso no fuera bastante, era un hombre para quien vaciar su dulce carga dentro de mí era más un tributo que una consecuencia de su placer...

Yo le gustaba y él se esforzaba por demostrármelo en la cama. Pedro ha sido el único hombre que ha disfrutado de mis orgasmos llenándome de besos y dulces caricias cada vez que veía en mí el placer que me provocaba ya fuera con su lengua, sus dedos o su pene …. Tal vez por eso ya nunca más intenté ocultar mi orgasmo frente a nadie. Si lo tenía, que mi hombre lo supiera y si no, también. Cuantos “¿Te gustó?”, que ellos preguntan, me ahorré de responder actuando de esa manera

“Qué lindo te vienes Aida” fue la frase más dulce que me hayan dicho durante el sexo, frase que no podré olvidar en mi vida. Una frase que me demostraba que para él primero era yo, después yo y siempre yo…. ¡Y sí!, Irremediablemente me enamoré de él

Fue hasta la siguiente semana, el jueves para ser precisa, cuando al no haber sabido nada de él me decidí a hablarle por teléfono a su departamento, eran como las 5 de la tarde, al responder la llamada después de saludarlo le dije

  • Te he extrañado

  • He estado ocupado ___ Respondió en tono cortante

  • ¿Tanto que no podías llamar por teléfono?

  • ¡Sí!

Su respuesta tajante me hizo saber que lo estaba presionando demasiado así que con el tono de voz más amable que pude pregunté

  • ¿Por qué no vienes a verme?

  • ¿Necesitas algo?

En su voz había frialdad y caí en la cuenta de que en ningún momento desde que respondió la llamada había dicho mi nombre, ni “amiga”, ni “mujer”, ni “mamita” como solía hacerlo… Todo eso me hizo suponer que estaba con “la otra”. Honestamente no me importaba con quien estuviera, sin embargo sentí coraje cuando la idea de que estuviera con Claudia se apoderó de mis pensamientos, con voz temblorosa por el temor a su respuesta pregunté

  • ¿Estás con alguien?

¡Que pregunta tan tonta! .... ¿Qué esperaba que me dijera, “Me estoy cogiendo a tu hermana”?

  • No ___ Respondió con firmeza

Algo dentro de mi ardió en decepción y desesperación… No podía rechazarme, no podía aceptar que lo nuestro hubiera sido tan efímero… No estaba dispuesta a que todo terminara habiendo sido “Amantes de una noche”. Por lo que en un tono sensual salpicado de melancolía le dije

  • Te extraño y más ahora, ¿Sabes? me acabo de bañar, y… Es que… Bueno, lo que pasó es que al untar crema en mis piernas sentí la suavidad de mi piel y me entró la melancolía ya que mi piel necesita de tus caricias, tus besos y tu lengua, necesito que me acaricies, quiero pasar la noche contigo Pedro… Te juro que te extraño como a nadie

El pensó poco y me dijo

  • Te propongo un trato

  • Dime

  • Tengo que terminar un asunto importante, ¿Te parece si te veo como a las nueve y media o diez?, yo llevo la pizza y una botella de tinto

Después de un muy corto silencio respondí

  • Está bien, te espero vestida con una playera

  • Sin nada

Reí y respondí

  • Sin bragas y sin sostén, solo la playera

  • Me parece buena idea, nos vemos al rato

A pesar de mis celos yo no tenía derecho a exigir, de lo que estaba segura era de que si se estaba cogiendo a otra, fuera la que fuera, lo sabría cuando lo tuviera en la cama. Cuando llegó lo hizo con dos botellas de vino, nos bebimos solo una, cenamos pizza y después de ver el noticiero por la televisión y muy  a pesar de que él venía “desgastado” tuvimos un buen sexo y se quedó conmigo toda la noche.

No pienso narrar con detalle cada uno de nuestros encuentros, el caso es que Pedro y yo pasamos varias noches juntos y después de mi divorcio con Raúl tuvimos sexo de todas las formas conocidas, pero hubo dos que disfruté como loca. La de “perrito” en la orilla de la cama y él de pie detrás de mí, donde la increíble y profunda penetración me provocaba intensos y prolongados orgasmos y la otra fue hacerlo de pie, ¡Guau! A pesar de ser físicamente menos placentera es excitante coger con un hombre que te alcance sin problemas estando de pie y si ambos están de acuerdo en simular una violación, donde él te empuja contra la pared, el asunto se vuelve lujuria desbordada, tanto que varias veces cuando él llagó a mi depa lo recibí con una sola palabra “¡Viólame!”

Por supuesto que yo también tuve mis destellos para tomar la iniciativa, lo até a la cama, le di masaje en la próstata metiéndole el dedo y observando como su pene se endurecía al máximo, para después decirle “Este muchacho está muy crecido, necesita de un tratamiento especial que lo regrese a su tamaño” y como decimos en México “Me atasqué” con lo suyo… Lo que significa que me dediqué a lamer, besar, sorber y saborear su delicioso miembro hasta hacerlo eyacular dentro de mi boca y tragarme su cálido semen…. ¡Y como me gustaba cabalgar de esa delicia!

Varias veces tuve su semen sobre mi cara, mis piernas, mis nalgas, mi espalda y cuando ese ardiente y blanco líquido de pasión caía en mi pecho o mi vientre, lo untaba con mis manos sobre mi piel. Siempre que sacaba su semen de mi vagina ya fuera con su lengua o dedos y me lo ponía en la boca yo lo tragaba con avidez y ni qué decir de cuando eyaculaba dentro de mi boca … Sin embargo para él, el más preciado y socorrido depósito de su semen fue mi vagina. Sí me lo hizo anal a pesar de que a mí no me gustaba mucho, sin embargo sentir su semen en mi recto fue una deliciosa experiencia además que en “esos días” estando deseosa de ser penetrada, se hacía necesario aplicar la vieja fórmula de “Támpax y culo”, las demás veces, en esos días, mi boca le dio un buen tratamiento.

Nuestro lenguaje se volvió más vulgar aumentando con ello nuestra excitación, ya saben usábamos frases como “Méteme toda la verga papi”, “Cógete rico a tu putita”, “Déjamela ir hasta el fondo”, “Te voy a meter la verga bien sabroso putita”, “Te voy a llenar con mi leche” etc, etc…. A veces lo hacíamos lento y cariñoso, otras veces fuerte y lleno de palabras vulgares y excitantes…  En resumen, unas veces fui su novia, otras su amante y otras su puta

Lo que no he dicho es que al mes, más o menos, después de mi primer encuentro sexual con Pedro me divorcie de Raúl, bueno en realidad él me pidió el divorcio y lo concretamos en los mejores términos posibles y de forma muy pacífica, ¿De qué otra forma podría ser si entre nosotros ya no había nada? él tenía otra mujer y yo otro hombre, él me lo confesó, pero yo no podía confesárselo, ¿Cómo hacerlo si supuestamente era su amigo?… El caso es que al divorciarme pase a ser, como decimos en México “Una china libre” que es cuando una persona exagera su libertad, y vaya que lo hice, ya que a los pocos días de haber firmado mi divorcio y bajo el pretexto de “ayudarme a pasar el trago amargo” Pedro me llevó unos días a Cancún, yo le mentí a mi familia diciendo que viajaría unos días porqué necesitaba estar sola para meditar sobre mi vida y olvidarme de Raúl…. ¡Y vaya que me olvidé! Ya que estoy segura de que Pedro y yo nos aprendimos de memoria cada milímetro de nuestros desnudos cuerpos, besando, lamiendo, chupando y disfrutando uno del otro… Aún el día de hoy reconozco que no ha habido hombre que me haya disfrutado tanto, ni creo que exista mujer que haya gozado de él como lo hice yo.

Tuvimos una especie de “super luna de miel”, donde Pedro se convirtió en único hombre que me ha conocido plenamente y no solo físicamente, ya que durante los días que estuvimos en esa luna de miel desnudé frente a él todos mis secretos, incluso los más íntimos, descargué mi alma y mi consciencia de absolutamente todo en medio de una terapia de besos, caricias y sexo. Pero la realidad nos regresó a la cordura, nuestro acuerdo era ser tan solo amigos con derechos y yo le exigí cumplirlo, así que decidimos que pasaríamos dos o máximo tres noches por semana en mi cama, las cuales siempre fueron noches llenas de pasión y placer…. Teníamos la relación perfecta, no había exigencias, no había celos (demostrados, ya que yo sí que los sentía), ni nada de los horrendos vicios que se dan en los matrimonios donde la libertad de uno siempre es controlada por el otro, y me atrevo a decir “controlada” ya que la fidelidad y la confianza, en la mayoría de los matrimonios, no son cualidades sino más bien condicionantes nacidas de la idea de “propiedad” …. De ahí que Pedro nunca fue “Mi hombre”, ni yo “Su mujer”

¡Y así estábamos muy bien!, él era libre y yo también ¿Para qué formalizar algo si lo que yo necesitaba de un hombre él me lo daba en exceso? Nos divertíamos, charlábamos y sobre todo me hacía gozar como loca en la cama … Debo decir que por fortuna yo nunca necesité de un hombre que me mantuviera, (excepto mi padre, claro está) y si todo lo demás que podía dar un hombre, (Compañía y placer) Pedro me lo daba, ¿Entonces? ¿Qué necesidad tenía yo de acabar con mi felicidad formalizando nuestra relación? ..... Me preguntarán ¿Y si se acostaba con otra?... Seguramente que lo hizo y siendo honesta, yo también, incluso lo hice con mi ex, fue una vez en que Raúl vino a la ciudad tres días, por asuntos que no tienen nada que ver con mi relato, él me habló por teléfono y acepté que me visitara, el caso es que al enterarme que se hospedaría en un hotel yo le hablé a Pedro y él por prudencia no me visitó ya que yo le había dicho a Raúl que podía quedarse en el departamento para que no gastara, pero al final terminó pagando su hospedaje…. Se lo cobré con semen…. Sí, lo sé, eso de acostarte con tu ex es una locura, pero cogimos esas tres noches como viejos amigos y “por los viejos tiempos”.

En verdad reconozco que lo hice para demostrarle que yo era más mujer que la fulana por la que me había cambiado, pero sí que lo disfruté y mucho. Cuando temerosa de su reacción se lo platique a Pedro, él se rio diciendo …. “Creo que fue una tontería que te acostaras con él, sin embargo eso de coger como recuerdo de los viejos tiempos me parece buena idea, a mí me gustaría hacerlo con Araceli… Después me miró a los ojos, observó mis muslos y agregó …. Eres muy puta Aida, y si crees que ese cabrón te cogió muy rico, yo te voy a dar una metida de verga que ni te lo imaginas, te voy a dejar desbordando mi leche, la vas a sentir salir de tu deliciosa panochita mientras mi verga sigue bien clavada en ella, así que ven para acá putita, ven a que te de la mejor cogida de tu vida”, fueron sus palabras textuales mientras me desnudaba y me subía a la cama…. ¡Y cumplió con su decir!… Ahí comprobé lo mucho que excita a los hombres que una les platique con detalle como cogió con otro

El caso es que yo si le platicaba todo ya que la sinceridad era parte de lo pactado en nuestra libertad y siempre supuse que así como yo lo hacía él también lo cumplía a “rajatabla”. Sin embargo no era así ya que él no era sincero conmigo y me explico…  Fue por mi mamá que un día me enteré de él seguía saliendo con Claudia y una noche después de haber tenido un muy buen sexo y aún desnudos en la cama le pregunté

  • ¿Has visto a Claudia?

  • Sí ___ Su respuesta tajante me “saco de onda” y estúpidamente pregunté

  • ¿Sabe que nos estamos viendo?

  • Me preguntó si te había visto y le dije que si

  • ¿Y te preguntó si nos estamos acostando?

Me miró muy serio y respondió

  • ¿A qué viene eso Aida? …. ¡OK! Sí, si me lo preguntó

  • ¿Y?

  • Y nada…. No le respondí

  • ¿Te acostaste con ella?

  • ¿Otra vez con lo mismo? ....  ¡Ya parale a esa cantaleta mujer!

  • Está bien, no vuelvo a nombrar a mi hermana, solo respóndeme algo

  • Dime ___ Respondió frunciendo el seño

  • ¿Estás enamorado de ella?

  • ¡Por Dios Aida! ….  Tienes la vagina llena del semen de un hombre y le preguntas si está enamorado de otra ___ Golpeó sus sienes con las puntas de los dedos de sus manos para acentuar su decir y agregó__ ¿Qué te pasa? ¿Qué demonios tienes aquí adentro mujer?

  • ¡¿Yoooo?!.... ¡Por favor! …. De modo que habiendo millones de mujeres en la ciudad el señor decide cogerse a mi hermana y la que está mal soy yo …. ¡El que está mal de la cabeza eres tú! ¡Eres un cabrón Pedro!

  • ¡No he dicho que me la esté cogiendo! ¿Pero si así fuera qué? .... Ella solo me querría para hacerle el amor, ¿Entonces?

  • ¡Vaya! .... ¿Y alguna vez has hecho el amor conmigo Pedro?

  • ¡Eso lo debes saber tú! …. De igual forma el que sea tu hermana no me impide pretenderla, ni la pone fuera de nuestro acuerdo ¿OK?

  • ¿Pretenderla?, ¿Qué significa eso Pedro?... ¡No me respondas! Yo te voy a decir lo que significa, simplemente que estás enamorado de ella

  • Te equivocas, significa que es una mujer con la edad y la inteligencia suficientes para tomar sus propias decisiones sin necesidad de nanas que la cuiden y el que sea tu hermana es solo un accidente, una coincidencia o llámalo como te de tu regalada gana …. Para mí es una mujer inteligente y bella como pocas ¡Y punto!, ¡Por mi parte se acabó la discusión!

Me dio un beso en la boca y por primera vez en el tiempo que habíamos sido amantes se fue dejándome desnuda en la cama, solo le faltó dejar el dinero por mis servicios sobre el buró. Cuando escuché cerrarse la puerta de mi departamento me dije en voz baja “Cogida, abandonada y no pagada, como se deja a las que somos putas por diversión” , tomé mis bragas, las doblé en mi mano y las sujeté sobre la entrada de mi vagina para caminar hacia el baño

Pasaron dos semanas en que no supe nada de él, ya que si él estaba molesto, yo lo estaba más. ¡Claro que lo extrañaba!, ardía en deseos por verlo y tenerlo en mi cama, pero estaba decidida a que no daría “mi brazo a torcer” hasta saber lo que había entre él y mi hermana. Pero como es bien sabido que la verdad llega de quien menos se espera, a mí me llegó clara, sin tapujos y con el mayor de los cinismos por medio de mi hermana.