Dos contra uno, primer trío oficial (final).

Instantes luego del primer trio y haber acabado en las tetas de otra mujer, comenzamos a recordar la excitación de ese encuentro y terminó en una dura cogida anal.

Buen día, gracias a todos aquellos que han escrito vía twitter @los_acures y al correo para hablar de los relatos, sus deseos y vivencias. Nos da gusto saber que para muchos han sido muy buenas nuestras historias, incluso un par de amigas se han animado a comenzar sus relatos… ¡La cosa promete!

Cuando iniciamos en esto pensamos que lo mejor era ir guardando los recuerdos en la cuenta de Twitter, definitivamente seguimos opinando que eso está bien, sólo que ahora nos dimos cuenta que dejar un recuerdo escrito ayuda a inmortalizar cada momento.

Este relato será la secuencia de dos contra uno, primer trío oficial.

Luego que Aixa se fue a su trabajo, recuerdo haberme ido a dar una ducha, por mi mente pasaban todo tipo de ideas. ¿Será que Valentina lo disfrutó tanto como yo? ¿No vendrá ahora un lío por haber cogido con otra?. Pero lejos del remordimiento estaba una sensación de plenitud, el deseo sexual estaba fuera de control, sólo quería salir y coger nuevamente.

Tras regresar a la cama pude ver el cuerpo de Valentina medio tapada por la sabana y fue el detonante para terminar de fijar una erección de campeonato, me acerqué a su espalda y con mis manos rocé su piel.

_ Ha sido magnífico el poder estar con ambas, me has dado el mejor regalo que recuerdo.

_ Yo también lo disfrute mucho, me sentí libre y plena de mi sexualidad y de verte.

_ Coger a las dos fue una de las experiencias más morbosas que he vivido.

Ella se volteó en ese instante y con picardía dijo.

_ Y las que te quedan por venir papito.

Entendí que no había nada que temer y comenzamos a darnos un beso intenso, mis manos atraparon su cuerpo contra el mío, mi verga estaba a reventar de ganas y me acerque a su oído para dejar que las palabras hicieran su efecto.

_ Esa chica tiene una boca divina, volvería a acabarle y a llenarle la boca de leche en este instante.

_ Sabía que te iba a gustar mi amiguita, ya la había probado antes y sé que es el tipo de mujer que te iba a enloquecer.

_ Ahora vas a ser quien apague este calenton que tu amiga y tú han encendido.

_ Hazme lo que quieras, mi cuerpo es tuyo para que lo hagas gozar.

Toda la conversación se daba de cerquita en su oreja, mi mano ya estaba en medio de sus piernas sintiendo la humedad de su coño, fui descendiendo poco a poco hasta hacer que mi boca llegase al centro de la humedad.

A mi me encanta hacerle oral y ella lo disfruta a más no poder, así que con mis labios comencé a recrear lo que hacía unos minutos atrás Aixa había hecho en ella. Sin alejarme mucho de su cuca la miré y le dije.

_ Aún tienes el olor de otra mujer sobre ti.

Seguí lamiendo y disfrutando al recordar que hace nada la había visto estar con otra, mi mente estaba clavada en ese recuerdo, en imaginar la excitación de ella al ser tocada y casi violada por su amiga.

Sentía que podría abrir un hueco al colchón si así me lo proponía, era un deseo sobrenatural que invadía mi cuerpo, una mezcla de deseo y complicidad jamás antes vivida, comencé a comprender qué era eso lo que alguna vez habíamos hablado de lo que era el swinger, un sentimiento de plenitud, complicidad y amor que sale de lo tradicional.

Consciente de mi deseo y ya con dos dedos lubricados dentro de su ano, aceleré el ritmo para darle un nuevo orgasmo.

_ Aaaaaaaahhhhhh… Como me haces gozar, quiero que me cojas duro!!!

_ Claro que voy a cogerte, pero antes escupeme el guevo para que se hunda en ti.

Me puse de pie al borde de la cama y ella vino inmediatamente a cumplir con mi deseo, quedó de perrito mostrándome como se le abren las nalgas y esa figura de diosa amazona que se gasta. Escupía mi guevo con cierto disimulo, y la agarré por el cabello y le dije.

_ Así no putica, hazlo sin miedo… O es que acaso no quieres ser cogida?

Lo siguiente fue una metida hasta las campanitas de la garganta, con la boca llena de su saliva cayendo por mis bolas acelerando mi deseo. No solté su cabello, por el contrario la tomé con fuerza y le di una frenética follada en los labios. Mi deseo estaba más alto de lo normal, las escenas de haber cogido a su amiga no salían de mi mente y era un efecto similar al de ver una película porno y al mismo tiempo sentí una mamada, las sensaciones estaban allí, pero mi mente seguía enfocada en la cogida previa.

Terminé de sacar mi verga de su boca y con un par de nalgadas le indique lo que estaba por venir.

_ Voltéate y levanta el culo que quiero cogerte por allí.

_ ¿Y si no quiero?

_ Vas a tener que querer porque aquí tú no decides nada…

Acto seguido le dí unas buenas nalgadas bien afincadas que pusieron su culazo rojo. Ella meneaba las nalgas de un lado a otro queriéndome provocar, yo agarré con una mano su cabello y con la otra apunté mi verga a ese culazo dilatado que ya tiene grabado mi hombría.

Solo basto apuntar un poco y dejar ir mi cadera para que ella, alada por el pelo terminase de clavarse por completa mi verga en su culazo.

Por un instante quedé inmóvil mientras tiraba de su pelo y mi mano rodeaba su figura.

_ Me encantó coger a tu amiga, voy a follarle imaginando que es a ella quien le abro las nalgas.

_ Sí, cógeme pensado que es ella.

Mi mano pasó por su vientre en búsqueda de su pubis, mi dedo medio se posó en su clítoris encharcado del deseo y hábilmente comencé a follarla y masturbarla con furia incontrolable. Esa postura hacía que el ángulo de entrada fuese más estrecho, sus gemidos se hacían presentes y yo disfrutaba al máximo de darle placer.

_ Me gustó verte coger con ella, la forma en que ambas se saben dar placer.

_ No ha pasado nada de que ella se fue y aquí estoy cogiéndote con la mente puesta en ella.

----Me excita el efecto de las palabras en el sexo, hace que ella se acelere y se vuelva más intenso.----

_ Dale duro que voy a acabar… Y cuando acabe me lo metes bien adentro, que me abra entera… Ayyyyyyyy, estoy acabando, clavalo más!!!

Entre mi mano en su pubis y mi cuerpo, atrapé el suyo y sentí los espasmos de su culazo contrayéndose. Un orgasmo que me llenaba de más morbo y ganas de cogerla a tope.

Pasamos de la cama a los espacios que tenía la habitación, la siguiente escena fue en una silla tipo ginecológica que dejaba cada una de sus piernas bien abiertas, me acerque a ella y acomode mi guevo en su ano para la siguiente ronda de deseo. Esta vez la postura permitía un contacto visual perfecto, seguí follando ese culazo con pasión y le decía.

_ No tenía idea que te ibas a poner tan puta tras coger con tu amiga.

_ Disfrútalo que a mi me estás haciendo gozar.

La agarré por el cuello y mirándonos a los ojos con deseo siguió esa cogida donde mi verga se perdía en sus entrañas, para ese momento su piel estaba sensible y un nuevo orgasmo entró en escena para hacer que yo acelerarse más el ritmo.

_ Ayyyyyyyy como me haces acabar otra vez, no pares por favor. Ahhhhhh!!!

Definitivamente no pasaba por mi mente parar, seguí frenéticamente hasta sentir nuevamente que su cuerpo caía literalmente por efecto del orgasmo.

Quedamos un rato inmóviles, cambie el tono fuerte por algo más cercano, mis labios se unieron a los suyos y con un beso más tierno que apasionado le dije.

_ Qué experiencia tan rica, no imaginaba que me iba a sentir así.

_ Yo también me siento extraña, hay una nueva conexión entre nosotros.

_ Quiero acabarte en la boca.

_ Hazlo, llename de ti.

Me fui de espaldas contra la pared, allí pude ver como ella venía moviendo su culo exageradamente para provocarme, al tiempo que gateaba hasta llegar a mi. El encuentro fue inminente y tan solo quería vivir el morbo de acabarle en su cara y ver la escena. Ella entendió mi deseo cuando vio que la lleve hasta mis bolas para lamerlas, y comencé a pajearme con rapidez. Su lengua fue recorriendo el perímetro de mi verga y por mi mente pasaban todas las escenas de esa tarde que sería el comienzo de una larga aventura en el swinger.

Cuando estaba por acabar recordé a su amiga pidiendo que le llenase las lolas de semen. Esa imagen me puso camino al orgasmo sin retorno, la agarre de su cabello y le puse la verga en su cachete izquierdo. Los chorros de leche comenzaron a salir y esa escena quedó grabada en mi mente de cómo había cogido con dos mujeres y a cada una le había acabado de forma brutal.

De esa forma terminó la primera vez que oficialmente realizaba un trío, la sensación luego de eso quedó por días, sentía el deseo de querer coger a cada rato y disfrutar de los recuerdos de ese momento tan sentido.

Hay algunas fotos por allí que puedo anexar al relato, están publicadas en el blog con la entrada del mismo nombre… Valentina se ha animado a escribir su primera historia, sé que ha avanzado bastante, pero hasta ahora es un secreto para mí, sólo me ha dicho que es de un fin de semana en un viaje swinger a una casa con piscina.

Para comentarios, compartir sus impresiones y más pueden escribir al correo los.acures@gmail.com