Dos chicas universitarias culonas en el metro

Punteando a dos exuberantes chicas culonas universitarias temprano en el Metro. Una rubia en jeans y la otra morena con pantalón de tela pero con algo en común, sus culos y en ropas ajustadísimas.

Hoy en la mañana venía en el metro viajando tranquilo correctamente vestido con mi terno oscuro de fina tela y punteándome a una viejita con un poto de gimnasio igual rico, o sea venía con buzo. Venía con una gran erección y entonces al llegar a la estación de combinación entro una turba de gente y entre ellas dos chicas universitarias, la viejita salió volando y les hice espacio a estas dos chicas.

Una venía con un jeans ajustadísimo me puso toda su cola dura y parada por un lado de mi miembro. Por otro lado la otra chica con un pantalón de tela apretadísimo, también con un culazo más grande que el anterior. Ambas me apretaron el pene entre sus caderas mientras se ubicaban, se echaban para atrás.

Yo venía feliz con esta situación y me venía pensando a cual me punteaba primero porque ambas estaban muy buenas. La de jeans era morena y la otra era rubia. Como mis manos estaban libres e íbamos muy apretados en el vagón decidí recorrer con mis manos ambos culos para sentirlos. Al mismo tiempo puse mi mano izquierda en el culo de la morena y la mano derecha el culo de la rubia. Apreté suavemente para ver cuál de las dos reclamaba primero y ninguna lo hizo. Así que empecé a sobarles, haciéndoles pensar que era otro cuerpo que las rozaba para que no sintieran nada. Abrí toda la palma de mi mano y las recorrí suavemente.

Luego, las apreté hacia el centro apretándome aún mi pene, el cual es duro y grueso, además de un poco largo. Yo creo que ahí lo sintieron porque ambas miraron hacia el centro y luego hacia atrás, no diciendo nada.

Miré hacia los lados, nadie se daba por enterado. Así que mire hacia abajo esas ricas pompas paraditas y duritas y me incliné por la morena porque era bella y tenía unos pechos grandes. Entonces recorrí mi pene duro hacia la izquierda y colocándome justo al medio de su rayita, era como que se la estaba devorando porque su jeans era ajustadísimo y quedaba un gran orificio al medio. Mi pene estaba hacia arriba así que la recorría hacia arriba. Sus cachetes tocaban a mí alrededor de mis piernas. Era justo de mi porte. Yo me echaba para adelante y hacia atrás. La punteaba rico. Mi cosa se la movía de lado a lado. Me gustaba mirarle los hombros como se movía cuando yo la empujaba con mi pene, me gustaba ver como se mueve ella por completo. Y me respondió parándola un poco más.

Yo estaba feliz pero miraba a ratos a la otra chica rubia, con su pantalón de tela apretado y su colita paradita bien paradita. Ya tenía un viejo atrás apoyándola, entonces eso también me excitaba verlo al viejito que le hacía empeño pero creo que no le sentía nada la chica.

Después de varias estaciones viajando y punteándome a la morena, he incluso ya le había pasado la mano por su rajita me dieron ganas de hacerle lo suyo a la rubia culona.

Esperé la siguiente estación y cuando entro la gente me las arregle para quedar detrás de ella ensartado. Y así lo hice, como tenía pantalón de tela y delgadito mejor lo sentía.

Con ella fui más audaz, ya que la tome de los cachetes y la apreté hacia mí. Ya no me importaba nada, sólo quería restregar su culo contra mi miembro que esta durito. Me lo llegaba a doblar de tanto restregárselo. Ella no decía nada, al parecer le gustaba porque se dejaba. Tenía un culo suavecito, me hundía en él. Era fascinante sentirlo. Sólo faltaba que me los bajara y se lo pusiera pero eso ya es otro cuento. A mí me interesa que lo sienta yo y ella, con eso soy feliz. A diferencia de la morena ella tiró la mano hacia atrás como buscando el celular. Con la mano abierta me la apretó fuerte (me dijo "perdón" suavemente) y siguió metiéndose las manos en los bolsillos como buscando el celular. Al finar lo saco de una carterita chiquita que lo traía, o sea era para solo tocármela, me pasé rollos.

Su pelo era muy rubio, pero tenía su cabello corto. Su carita de reojo podía ver que era muy linda. Y sus pompas más ricas aún. Mi mano la recorrió entera. Ya la sentía un poco sudar.

La morena seguía pegada al lado pero sólo me encoxaba a la rubia, estaba ensartado. Metido al medio de sus nalgas. Yo me movía hacia adelante y hacia atrás, la movía como quería. Era tan rica esta mina, espectacular.

Ya eran muchas estaciones viajando y gozando, ya llegaba a tenerlo doblado de tanto apuntalarme a las dos chicas, ya que después me dio por puntearme a la morena y luego a la rubia y viceversa. Ambas se dejaban ni reclamaban, ya esto estaba dado. Pensé que eran amigas pero sólo se miraban de reojo. Luego noté que conversaban, pensando que estaban tramando algo en mi contra me retire y las dejé después de mucho acariciarlas. TEUF