Dos amiguitos que me acompañan
Bueno todo empezó un día estaba en mi departamento, tirada en el piso en shorts como siempre, haciendo nada... hasta que me aburrí y decidí salir, iba por la calle despejando mi mente, paso un buen rato hasta que decidí volver a casa, al volver vi los perros del dueño del edificio rompiendo las bols
Sentía como de mis piernas bajaba ese moco transparente y viscoso, mi vagina palpitaba y mi gallo crecía y quería ser frotado por mis dedos o mejor por una buena tranca
Así que fui rápido a mi habitación e iba a masturbarme cuando recordé y dije ¿Por qué debería hacerlo sola? cuando hay unos ''amiguitos'' cerca, así que empecé a llamar a los perros del dueño del edificio, por cierto en el edificio tiene como 8 habitaciones y solo vivimos una viejita el dueño de él y yo pues son nuevos.
Los perros bajaron enseguida pues no es la primera vez que los llamo pues la viejita y yo casi siempre le damos de comer cuando el dueño no está.
Bueno sigo, me pare en la puerta con unos pedazos de pollo que habían sobrado del día anterior, y al tiro que lo vieron empezaron a saltar cerca de mí, así que cuando entraron cerré la puerta y me siguieron hasta mi cama, así que les deje el pedazo de pollo en mi cama hasta que terminaron de comer, me veían esperando más, pero esta vez me iban a comer a mí, así que sin mucho esperar me quite todo, me baje la falda y deje mis tetas al aire, mis pezones duros y me encanta cogerlos en forma circular y ponérmelos en la boca y chuparlos mmm y con mi vagina bien mojada palpitaba y estaba súper mojada me metí los dedos y moje con mis jugos y luego los metí a mi boca y se la puse directamente en la cara a uno de ellos, con lo que empezó a lamerla bien rico, sentía esa lengua rasposa mientras abría mis labios con las manos.
Esa chochita mojada y con ganas de ser perforada sin pasión por mi
No pasó mucho cuando no me aguante más y tuve un gran orgasmo, quería meterme toda la mano pero me dolía estaba muy ardiente y con deseos de ser perforada fuertemente que incluso chorree y los perros encantados siguiendo lamiendo y limpiando.
Luego me puse en cuatro, pero los perros seguían lamiéndome pero yo estaba loca porque me montara, así que empecé a moverme pero aun así no lo hacían levantaba mi culo me lo abrí parecía una perra en celo me abría la raja dejando expuesto mi hueco me metía los dedos en la vagina y culo mordía mis labios de placer ¡que arrechera tan horrible! pasamos unos 5 minutos así hasta que uno de ellos tomo la iniciativa pero después empezaron a ladrarse ambos con lo que me asuste un poco pero recordé que así son los perros, así que tome el viejo collar de mi perro (en otro sabrán por qué lo tengo) y amarre uno a las rejillas de la ventana, entonces volví a ponerme en cuatro levante bien mi culo y le deje esa raja toda para él y esta vez sí intento montarme incluso antes de ponerme, el perro busco mi vagina con lo que yo subí el culo y agarre su pene para guiarlo, esta verga chorreaba al tiro la entro y empezó a metérmela …jueputa! si me dolió esa verga muy dura y gruesa me rasgaba la cuca y no soy virgen que verga tan salvaje pero tengo tantas ganas que la quiero toda adentro así me rompa por dentro y yo sin esperar mucho empecé a gemir fuerte (suerte que no vive casi nadie).
Era grito de dolor de y de excitación, me cogía las tetas tan fuerte que las arañaba.
Le decía al perro que rico dame fuerte a si.
mientras me masturbaba rápido cogía y untaba mis dedos con saliva y rastrillaba ese gallo fuerte en eso que tardamos me clavaba tan fuerte como queriéndose meter todo en mis entrañas de mis piernas bajaba jugos míos y del perro volvió a dar otro súper orgasmo pero esta vez no salía nada pues la bola del perro crecía tan enorme que hasta el culo me dolía el halaba y me daba tremendos escozores en esa raja me sentía morir me tapaba toda, cuando paro empecé a sentir toda esa lechita caliente dentro, y como me iba llenando, mientras yo seguía masturbándome hasta que volví a tener otro orgasmo y decía jueputa perro dame duro rómpeme hasta el culoo… párteme en dos hazme tu perra y me cogía esas tetas fuerte mordía mis labios hasta hacerlos sangrar seguía así hasta que el perro se zafó como a los 10 minutos creo y salió toda esa leche de mis jugos y los del perro, este se bajó de la cama con lo que lo encontré algo raro que no me limpio pero tampoco me importo mucho, me senté en la cama y saque a ese perro del departamento, era turno del otro y este lo disfrutaría de una manera distinta.
Respiraba fuerte y agitada tomando más aire y reactivar de nuevo mis fuerzas un hilillo de sangre bajaba de mi cuca con semen del perro.
Me puse debajo del perro, y saque su pene lo más que podía y empecé a chuparlo, lo lamia suave y lo movía a otros lados con la lengua como si fuese una paleta, de su verga salían pequeños chorros de algo no sé si era semen un sabor extraño pero no era del todo feo y así seguí y seguí un rato luego puse el perro de panza para arriba y me senté en su enorme pene tenía como 20 cms y grueso como mi muñeca y me la metía casi entera, huy que dolor no sé si del anterior perro o esa verga descomunal seguía así moviéndome de arriba a abajo sintiendo todo ese pedazo de verga entrando y saliendo, hasta que el perro empezó a correrse dentro de mí, y yo mientras se corría yo seguía moviendo mi culito, cada vez se ponía más monstruosa y dentro de mi crecía ese bulbo que la verdad me dolió mucho y antes que se hinchara dentro de mí la saque con mis manos, no sé cómo una perra aguanta tremenda bola en su interior, por eso chillan cuando la halan, pobres animales pero que delicia para nosotras mmmm
Saque esa vergota de mi vagina y salió lo poco que quedaba de su semen pues mientras me movía iba cayendo, luego empecé a chupársela al perro hasta que quedo limpiecito espere un rato hasta que se le bajo y lo saque también, lo curioso es que el otro perro estaba acostado en la puerta cuando saque a ambos perros cerré la puerta, limpie todo que estaba vuelto un desastre más mi cama llena de leche me bañe y me dije a mi misma, ya tengo amiguitos para la próxima faena, mi vagina hinchada y roja que destila leche, dure tres días que me dolía al ponerme a mear y como si tuviera esa verga dentro de mí.
Pero ardo en deseos y termino masturbándome y pensando en la próxima dejarme meter esa bola y me pasee por todo el departamento y yo aullando como perra.