Dos amigos

Aquella noche, como tantas otra, él se quedo a pasar la noche. Generalmente hablábamos de nuestras cosas, nos explicábamos nuestros ligues, veíamos películas. Pero aquella noche fue diferente.

Dos amigos

Aquella noche, como tantas otra, él se quedo a pasar la noche.

Generalmente hablábamos de nuestras cosas, nos explicábamos nuestros ligues, veíamos películas porno y nos masturbábamos.

Pero aquella noche fue diferente. Después de ver una película porno le dije:

  • Tengo fotos de Pamela Anderson en el ordenador. ¿Las quieres ver?

  • Vale. - me respondió.

Así que nos pusimos a ver las fotos de la Pamela Anderson , Los dos estábamos empalmados, y con ganas de cascárnosla. Entonces le dije:

  • Yo ya no aguanto más, así que me voy a hacer una paja.

  • Pues yo también tengo ganas, me dejas que me la haga yo también.

  • Claro, pero vamos al sofá, que estaremos más cómodos.

No fuimos al sofá, cogí un paquete de clinex, y le dije:

  • Háztela tu primero, yo ya me espero. Pero me contesto:

  • si te esperas te enfriaras, si quieras nos la hacemos a la vez, a mi no me importa.

Siempre nos hacíamos pajas cuando venía a mi casa pero siempre por separado, aunque confieso que le espía para ver como se masturbaba.

Le dije que a mi tampoco me importaba, así que me quede.

Puse una peli porno, cogimos un clinex cada uno, y nos sentamos en el sofá.

El se bajo los pantalones, y yo me quite toda la ropa. Él mi vio y también se desnudo del todo.

Los dos estábamos con la polla tiesa y con ganas de corrernos. Entonces me empecé a fijar en él. Se inclino para acomodarse el sillón, así que pude fijarme en su culo, era redondito y respingón, y desee follárselo, se giro y me quede mirando su polla, no era muy larga, pero si que era gorda, y sus huevos eran grandes y estaban llenos, y con ganas de soltar su carga.

Se sentó y empezó a mirarme, así que aproveche para exhibirme, disimuladamente le mostré mí culo, y vi como también se fijaba en él con deseo.

Me senté, me cogí la polla y empecé a masturbarme, y él hizo lo mismo.

Disimuladamente me fijaba como se la cascaba y él también me miraba a mí.

En un momento dado nuestras miradas se encontraron, y me sonrió, yo le respondí con un gesto provocativo, y con el dedo le indique que se acercara, él se levantó, rodeó la mesa y se situó delante mío con la polla tiesa.

Le miré a los ojos, le sonreí, y él también me sonrió, alargue mi mano hasta su polla, la agarre con fuerza, y le empecé a masturbar, su polla crecía, se calentaba, y se ponía dura en mi mano, alargue mi otra mano, y le cogí del culo, y tiré de él para acercarlo a mí.

Solté la polla, que se mantenía tiesa, y alargue la punta de mí lengua hasta sus huevos, y los lamí, primero el derecho, haciendo fuerza con mi lengua para subirlo, y después el izquierdo. Tenía los huevos enormes y estaban calientes.

Mí lengua subió hasta la base de la polla, y la recorrió hasta el capullo, donde me metí su glande en la boca mientras sujetaba su polla con la mano. Gire mi boca en su capullo, y se lo chupé como si fuera un caramelo, mientras notaba como su capullo crecía en mi boca. Seguidamente deslice mi boca por su polla hasta llegar a los huevos, y volví a subir hasta el capullo lentamente. Repetía la operación cada vez más deprisa, hasta que él me aviso que quería correrse.

Me saque la polla de la boca, la apunté hacia mi cara, y se la continué meneando, hasta que disparo el primer borbotón, al cual acompaño con un sonoro gemido. La cálida leche choco en mi mejilla, resbalando por mi cara, le solté la polla, él se la cogió, y sin dejar de apuntar a mi cara, continuo masturbándose.

Su polla no dejaba de sacar leche a borbotones, estos llenaron mi cara y mi boca, mientras el no paraba de sacar más y más leche. Cuando salieron las últimas gotas, él mismo, acercó su polla a mi boca y me ordenó que se la chupara, para no dejar ni una gota.

Yo obedecí, me metí su polla flácida y bañada en semen en la boca, y se la chupe hasta que dejó de salir leche. Me la saque de la boca y le miré. Tenía la cara hacia atrás, cuando notó que ya no se la chupaba, me miró y me dijo:

  • Nunca me había corrido así. Pero no creo que pueda chupártela.

Yo todavía con la cara llena de semen le dije:

  • Es igual yo quería hacerlo, aunque tú no lo hagas. Pero si que me gustaría que me la metieras por el culo. Es como metérsela a una tía.

Yo también quiero metértela, a veces me masturbo pensando en ello, siempre me ha gustado tu culo, siempre intento tocártelo, porque lo tienes y respingón y deseo follártelo.

Me quité los pantalones, me arrodillé, y le cogí la polla, se la chupé para lubricarla y ponérsela dura.

A pesar de que hacía poco que se había corrido, se volvió a empinar muy deprisa.

Él me apartó de su polla, me levantó, y me dijo que me diera la vuelta, puso sus manos en mis hombros, y las deslizó hasta mis caderas, y me obligó a inclinarme, yo obedecí, ofreciéndole mi culo, él se agachó, y acerco su cara hasta mí agujero, y tiró saliva, que se fue deslizando por mi raja, acerco su mano y con su dedo me dio un repasó por mí raja, para lubricar mi agujero.

Me di cuenta que el deseaba de verdad metérmela.

Cogió su polla, y apuntó hacía mi agujero, acerco su capullo hasta mi ano, y cuando empecé a notar su polla, me la clavó de golpe, noté una explosión de placer, que hizo que mi culo se cerrara e hiciera que notará más su polla, él al notar el apretón también se excitó mucho, intento bombear pero no se podía, así que intenté calmarme, y me acarició la espalda, yo me relajé, y noté como mi culo se abría, y él empezó a bombear. Cada vez entraba más adentro su polla, y a mi me daba más placer, cada vez más deprisa, hasta que llegó al orgasmo sin darle tiempo a sacar su polla, así que recibí toda la carga en el interior de mi culo, mí culo se cerró con el primer borbotón, así que oprimí su polla que descargó aún con más fuerza, un disparo tras otro, fue una corrida más grande que la anterior, mí culo estaba caliente por su leche, cuando acabó de correrse, sacó su polla, y se agachó y besó mis nalgas, y le daba lametazos.

Yo me puse recto, y me di la vuelta, su cara quedaba a la altura de mi polla, me miró, cogió mí polla, y se dispuso a chupármela.

  • Nunca había disfrutado así, y quiero agradecértelo, y quiero que te corras como yo lo he hecho.

Cogió mi polla con suavidad, y me la meneó, mí polla se fue alargando y engordando, hasta que sin estar empinada, él se la metió en la boca lentamente, y mí polla se fue poniendo más dura. Cuando él empezó a mamármela más deprisa, apretaba los labios con fuerza, y casi se la metía entera. No parecía que fuera la primera vez que lo hacía, su boca era deliciosa, y viciosa, la tenía caliente y viscosa, con una mano me cogía la polla y me la pajeaba, y con la otra me acariciaba los huevos y la tripa.

Alargué mí mano hasta su cabeza, y le acaricié, mientras él seguía chupando.

No pude aguantar mucho más, y quería correrme, así que le avisé:

. Me corro. AHH! QUE GUSTO.

Pensé que me apartaría la polla, pero no lo hizo, si no que continuo chupándomela. Cuando vio que estaba a punto de correrme, apuntó mí polla hacía su boca, y continuó masturbándome hasta que solté mi carga, que cayó por completo en su boca, él se volvió a meter mi polla y me la siguió chupando hasta que solté toda la leche, mientras él seguía tragándosela, como si se tratase de la crema más exquisita, no dejó ni una gota, incluso relamió mi polla para recoger la leche que tenía en mi falo. Se sacó la polla de mi boca, y se chupó los dedos, en los que tenía semen, levantó la cabeza, me miró, me sonrió, y me dijo:

Espero que te haya gustado. Lo he hecho lo mejor que se. Espero que todavía tengas ganas de follar porque quiero que me folles el culo.

Me quedé un poco sorprendido, todavía no me creía que supiera chupar tan bien. Pero cuando reaccioné, alargué mí mano hasta su cabeza y se la empujé hacia mi polla, él lo entendió perfectamente, la cogió y se la volvió a meter en la boca, sentí escalofríos, mí polla todavía estaba empinada, pronto utilizó su lengua y movió su boca, tenía otra vez ganas de correrme, pero logré controlarme, y cuando mí polla estuvo preparada, se paró, se levantó, y se dio la vuelta.

Deslicé mis manos por su espalda hasta llegar a las caderas, las empujé hacía delante, para inclinarlo, y se puso a mí disposición su hermoso culo. Le separé las piernas, y acerqué mí cara a su agujero, le tiré saliva, y esparcí con mí lengua, su agujero estaba preparado. Así que apunté mí polla, y la acerqué hasta su agujero, y le toqué el ano con mí falo, y repentinamente se la clavé.

Cuando tenía toda la polla dentro, su culo se cerró, y me la presionó con fuerza, pero al segundo se volvió a abrir, pude meter la polla hasta el fondo, lo que me hizo sospechar que no era la primera vez que le metían una polla, empecé a bombear, y mi polla se deslizaba sin dificultad, noté que me iba a correr, así que me preparé para sacar la polla cuando él me dijo:

  • Córrete dentro, quiero sentir tu leche en mi culo.

Yo obedecí, y cuando noté que salía el primer borbotón, le clavé con fuerza mi polla hasta el fondo, y solté la primera dosis, y siguió saliendo disparado todo el resto del cargamento, que deposité en su culo.

Después saqué la polla de su culo, y me situé frente a él, me la agarró y me la volvió a chupar, recogía todo el semen que había en mí falo, y se lo tragaba, siguió chupando hasta que mi polla se puso flácida, se levantó, y con la cara llena de semen me dijo:

-Quiero follar durante toda la noche. Así que recarga pronto tu polla.