Dos amigas seducen a libe

Libe va a pasar el finde con una amiga y su chica y acaba seducida y en la cama.

DOS AMIGAS SEDUCEN A LIBE

Libe desde hacía mucho tiempo había tenido muchas fantasías sexuales como cualquier mujer, una de ellas era iniciarse con una mujer pero lo que la iba a ocurrir estaba fuera de todo lo que ella había soñado. A veces solía chatear en chats de Lesbianas o bisexuales más bien por curiosidad o como medio para hacer amigas que como medio para acostarse con otra chica. Conoció a Ana, llevaban varios meses charlando, habían hablado por teléfono, habían hecho cibersexo pero no sospechaba que alguna vez pudiera tenerla en sus brazos y si de verdad llegado el momento se atrevería.

Pero algo se puso a su favor aunque ella al principio pensó que era en su contra. Ana tenía una amiga con derecho a roce, no era su novia pero salían juntas, se acostaban juntas etc.. Ana tenía que venir a hacer unas prácticas a una empresa cerca de la ciudad de Libe y el primer mes la iba a acompañar su amiga Maria. Libe pensó que así la conocería pero que sería muy difícil si se decidía a acostarse con ella a que hicieran nada.

Pero un sábado se produjo la gran oportunidad, hacía tres días de la llegada de Ana. Había llegado unos días antes para aclimatarse a la zona y familiarizarse con todo. Invitó a Libe a cenar y a que pasara la noche en la casa que ella con Maria habían alquilado. Las compañeras de piso que iban a compartir con ella la casa ese fin de semana se habían ido a sus casas. Libe llegó por la tare, estuvieron paseando, fueron al cine. Hablaron mucho, era como si no se hubieran visto en diez años a pesar de que todos los días charlaban por internet.

Pero surgió el momento, Ana venía de la cocina de dejar los platos. Maria estaba poniendo una película, bueno todavía la estaba buscando y Libe estaba sentada en el sofá. Ana se acercó por detrás y comenzó a masajear los hombros de la chica, ésta se estremeció pero la rechazó pensando que allí delante de Maria no estaba bien que era como ponerla los cuernos. Pero Maria que ya había encontrado la película e introducido el dvd en el reproductor las dijo que siguieran y que se pusieran cómodas al mismo tiempo que en la televisión salía una escena de una película pornográfica.

Libe se dejó hacer pero Ana le dijo a Maria que mejor se fueran las tres a la cama y que apagasen la televisión. Maria hizo eso mientras Ana llevaba de la mano a Libe al dormitorio con Maria detrás. Llegaron y Ana de pies empezó a besar la oreja de la chica mientras con una mano iba levantando el top negro que ésta llevaba. Maria se desnudaba mientras delante de las dos chicas y cuando estuvo desnuda se acercó a acariciar los pechos de Libe lamiendo los pezones con mucha dulzura.

Maria la fue bajando los pantalones hasta solo dejarla con el tanga puesto. Libe se besaba apasionadamente con Maria pero deseaba entre sus brazos a Ana. Ana se había casi despojado de la ropa, ahora solo llevaba una camiseta de tirantes blanca y unas braguitas azules. Libe se acercó a ella mientras era acariciada por la otra chica y la bajó los tirantes de la camiseta y acarició el contorno de los senos por encima de la prenda y luego directamente sobre la piel erizando el poco vello de la muchacha.

Ya Maria estaba desnuda y a su vez había bajado el tanga de Libe dejándola también sin ropa con su coñito sin un solo pelo, se lo había rasurado esa misma mañana. Ana se bajó sus braguitas y ahora se juntaron las tres besándose con dulzura primero y luego con pasión los labios se juntaban en un abrazo eléctrico con las manos de unas en las nalgas de otra o en los respectivos coños.

Maria era una chica morena, de estatura media con el pelo rizado, ojos azules, pechos medianos de pezones color café oscuro, culo redondo ligeramente caído pero muy atractivo y pubis negro de vello exclusivamente en la parte frontal con la vulva y ano libres de vello. Ana con el pelo corto peinado hacia atrás, ojos almendrados de color verdoso, labios sensuales, de sonrisa radiante, pechos medianos con pezones color rosado, culito duro pequeño y redondo y pubis con una única tira de vello castaño. Libe era la más alta de las tres, morena, de pelo largo, ojos marrones, cuello estilizado, pechos pequeños rematados en dos pequeñas montañitas de color rosado que eran sus pezones, culo redondo y pubis como he dicho antes completamente rasurado desde esa mañana.

Tumbaron a la chica en la cama, habían unido a posta dos camas más pequeñas y habían hecho con ellas una cama enorme. La tumbaron en medio y cada una se puso a un lado, comenzaron besándola, Ana besaba la boca de Libe primero solo sus labios pasando después a introducir su lengua en su boca y jugar con la de la muchacha mientras con la mano separaba cariñosamente las piernas a la chica. Maria, por su parte, besaba el cuello dándola pequeños mordiscos y con la mano acariciaba los pezones con movimientos circulares y después sobandolos con lujuriosos apretones.

El coño de Libe que ya estaba bastante cachonda comenzó a ponerse muy húmedo reaccionando a los estímulos de las chicas. Ana se había arrodillado delante de ella, con los dedos muy delicadamente separó los labios mayores y después besó la zona donde estaba el clítoris, repitió esto un par de veces más para luego en lugar de besar el clítoris lamer los labios menores y con el dedo pulgar masturbar con mucho cuidado el botón de placer de Libe.

Ahora ya había comenzado con autentica pasión a lamer el clítoris de la muchacha a la vez que con dos dedos follaba su vágina. Libe estaba allí recibiendo placer, jadeando con los ojos entreabiertos. Maria a su vez se había colocado a gatas a su lado con la boca sobre los pezones de la invitada, con la boca succionaba uno de ellos jugando con su lengua en el botón y con la mano sobando el pecho que quedaba libre.

Libe no paraba de jadear cada vez más fuerte, de repente, convulsamente arqueó y tensó todo el cuerpo estallando en un orgasmo que la dejó exhausta y recibiendo Ana en su boca el néctar delicioso que el conejito de la chica destilaba para después compartirlo en un apasionado muerdo con las otras dos chicas.

Se quedaron las tres tumbadas entrelazadas unas con otras abrazándose y acariciándose hasta que Libe volvía a pedir guerra. Ana esta vez para no quedarse a medias se puso sobre Libe con su coño a la altura de la boca de la muchacha. De un cajón sacó un consolador plateado de tacto suave y aproximadamente unos veinte centímetros de largo. Jugó con él a lo largo de la rajita de Libe que con lo mojada que volvía a estar y los restos de la corrida anterior estaba muy lubricada y se lo fue metiendo a la vez que lo ponía en funcionamiento. Libe movía a su vez su lengua como la de un reptil en el coñito de Ana acertando plenamente y haciendo que ésta de vez en cuando tuviera que parar en su tarea para gozar de las acometidas de la chica. Maria por su parte había cogido un vibrados más corto pero más grueso y se lo había introducido en el coñito a la vez que con la lengua dibujaba círculos en el ano de Libe y con su dedo lo masajeaba para dilatarlo y lubricarlo. La introdujo un dedo y la folló con él hasta que vió que cabía algo más y se colocó un arnés doble introduciendo uno de los extremos en el ano de Libe y recibiendo el otro en su coño moviéndose rítmicamente. Estaban las tres chicas en pleno combate amatorio bajo la inteligente batuta de Ana que ralentizaba los movimientos o los aceleraba con la única finalidad de llevar a las tres mujeres al ORGASMO al unísono consiguiéndolo.

Cuando terminaron se fueron las tres a la ducha, salieron de la misma y fueron a la cama durmiendo Libe entre los brazos de las dos amigas. A partir de ese día y durante los siguientes meses que permaneció Ana en esa ciudad Libe pasaba los fines de semana con ella en sus brazos amándose.

Este relato es imaginario pero he querido reflejar una fantasía que me contó la chica que inspira el personaje de Libe, si queréis podéis escribirme a:

Picante100@hotmail.com