Dos amigas - 5

Monic es sometida al implante de mamas

DOS AMIGAS – 5

La noticia de que Josephine, retrasaba su llegada, me había sumido en una tristeza poco habitual en mí. Me encontraba en un país que no era el mío, había venido para vivir con mi amiga una nueva vida como mujer en compañía de la persona de la que me había enamorada y ella retrasaba su llegada. Tenía que superar ese bache y meterme en mi trabajo a tope.

Al día siguiente, la jornada comenzó con toda normalidad, pero con el paso de las horas Margaret, mi secretaria me noto algo y me pregunto.

¿Qué le pasa Monic? ¿la noto distinta, tiene alguna preocupación? ¿Puedo ayudarla?

No, no es nada, me duele un poco la cabeza, ya se me pasara,

le dije.

¿Si tiene la visita? Tengo algo que le pueda ayudar, me dijo

Se refería si estaba con la regla, naturalmente le dije que no, que ya me había venido y estaba bien.

Por la tarde, cuando Margaret se marchaba, la llame.

Margaret, tengo ganas de divertirme un día de estos, me gustaría que me acompañaras a uno de esos locales distinguidos, donde podamos bailar y conocer a alguien, te invito, te parece que vayamos mañana por la noche, es viernes y tendremos todo el sábado y domingo para descansar de la juerga.

Se quedo un poco sorprendida por la invitación, no sabía que contestar y tras pensarlo un poco acepto mi invitación.

Pues dicho y hecho, mañana me recoges en mi casa a eso de las 9,30, nos vamos a cenar y después a bailar, la noche es joven y tenemos derecho a disfrutar de ella.

Esa tarde, estuve escogiendo la ropa que ponerme, no quería ir muy elegante pero tampoco muy sport, busque en el armario y escogí un vestido en un color azul pastel no muy entallado la falda tenía un poco de vuelo lo que la hacía algo juvenil cuando giraba sobre mí misma, las mangas era cortas y un escote no muy pronunciado, con el sujetador que había escogido que me elevaba el pecho un poco gracias a las prótesis que me había puesto, dejaba adivinar uno bonitos senos sensuales. Unos zapatos con un tacón de 10cm y medias transparentes y brillantes me hacían una figura muy llamativa. Acompañaba el conjunto con un echarpe haciendo juego con el bolso de mano y los zapatos, pendientes de clip y una gargantilla adornaba mi cuello. Me había maquillado para salir de noche, elegante pero discreta, tonos un poco mas cargados que para la oficina, los labios con un rojo sensual invitaban a ser besados.

A las 9,25 Margaret había llegado a mi casa para recogerme, su vestimenta no contrastaba con la mía, tenia gusto para vestirse, me alago mi vestuario incluso me dijo.

Monic, esta noche todas las miradas se fijaran en Ud. esta guapísima le queda estupendamente ese conjunto. Seguro que romperá algún corazón.

Bueno Margaret, no es para tanto, además para conquistarme a mi es muy difícil, soy muy exigente.

Salimos a cenar, había escogido un restaurante Italiano, a las dos nos gustaba la pasta, Margaret pidió unos Ravioli con salsa de espinacas y yo unos Escalopines al Marsala, todo ello regado con un buen vino de la Toscana.

La cena fue agradable, charlamos de cosas de mujeres, del novio de Margaret que regresaría el próximo mes, me pregunto si yo tenía novio, le dije que no, que tenía una amiga que vendrá en dos meses a trabajar a la Ciudad, que la amistad que nos unía era desde niñas y se alojaría en mi casa, de esa manera, dejaba una puerta abierta para que no sospecharan nada de mi relación con Josephine.

Al terminar de cenar, tomamos un café y una copa, para hacer un poco de tiempo antes de ir a la discoteca que había escogido Margaret.

Al llegar, a la discoteca, había bastante gente para entrar, las chicas no necesitaban entrada, pero si los chicos, esperamos unos minutos y enseguida nos invitaron a entrar.

Buscamos una mesa para sentarnos y ver el ambiente, pedimos unas cervezas y seguimos charlando. Cuando la música cambio para poder salir a bailar, dos chicas, nos levantamos y nos dirigimos a la pista, estaba animada, la música era buena y el personal masculino estaba muy bien. Después de varias piezas bailando nos sentamos nuevamente, en eso se acercaron varios moscones con la intención de ligar, pero en un principio fueron rechazados, no tenían ese punto que queríamos. Margaret, guardaba ausencias a su novio, pero eso no le impedía charlar y bailar, ya que se sentía protegida por su jefa y que en el caso de que su novio le recriminase algo, yo estaba ahí para defenderla.

Volvimos a salir a la pista para bailar, estábamos bailando las dos, cuando dos chicos se acercaron y nos pidieron bailar con ello, aceptamos, era una música movida que cada uno baila a su aire, y no sabes con quien estas bailando, pero el DJ cambio de ambiente y comenzó a poner una música más lenta, el que tenía enfrente de mí,

me pidió permiso para seguir bailando conmigo, acepte su petición, pero a una distancia en la que no pudiese sospechar nada. Comenzamos a hablar, se llamaba Frank, era alemán y se encontraba en Holanda por negocios, trabajaba en el sector de los Diamantes y el lunes seguía viaje a Amberes, me pareció un muchacho, correcto, bien educado, con una conversación fluida en cualquier tema que tocábamos cuando termino la música me pidió permiso para sentarse con nosotras.

Al sentarse, llamo a un camarero y nos invito a tomar algo, yo acepte otra cerveza y Margaret una Tónica. Nos levantamos varias veces a bailar Margaret se había encontrado con un compañero de su novio, y se quedo charlando con él, le indico que estaba allí con su jefa, no fuese a pensar que le estaba poniendo los cuernos a su novio.

La música volvió a cambiar de ritmo y Frank me volvió a pedir permiso para bailar agarrados, acepte de buen grado, me estaba cayendo bien, me acerque más, notaba su perfume varonil y me era conocido, era uno de los pocos que fabricábamos para el mercado masculino.

Le pregunte que perfume era, le dije que me agradaba aunque a veces la reacción de la piel puede ser desagradable, en contacto con los perfumes, dependiendo del PH de la piel.

Me pregunto cómo sabia tanto, le dije que trabajaba en la empresa que fabricaba ese perfume, pero no le dije que cargo tenia, solo que era una compañera de Margaret y que habíamos salido a divertirnos, que hacía poco que estaba en Ámsterdam y ella me hacía de cicerone.

Eran las tres de la madrugada y creímos que era hora de retirarnos, nos despedimos y nos acompaño hasta la puerta del local.

Cuando estuvimos a solas, Margaret me dijo:

Me parece que alguien encontró algo esta noche, hice como si no la hubiese oído y seguimos a tomar un taxi. La lleve a su casa y después me fui a la mía, no obstante me daban ganas de volver a la Discoteca para seguir bailando con él, pero pensé en Josephine y regrese a casa.

Esa noche después de darme una ducha, ponerme la inyección y la crema en los pechos me acosté pensando en Frank. Por la mañana tenia las sabanas mojadas, había tenido un sueño húmedo había soñado con Frank.

Todo el fin de semana, tenía un pensamiento ambiguo, en el estaba Frank y Josephine, no sabía que me pasaba. Me olvide de todo ello y me dedique a visitar la ciudad como una turista más.

Habían pasado cuatro meses desde la salida a la discoteca, Josephine aun no había llegado, siempre que la llamaba, me decía lo mismo que tenía una campaña tras otra y no la dejaban marchar hasta que no terminasen.

En una de las revisiones que hice al médico de Ámsterdam, me tomo las medidas de mis incipientes senos, caderas vientre y demás, me indico que había llegado el momento de implantarme las prótesis, me lleve una alegría, me indico que las que mejor me vendrían seria las de forma de gota, su forma es más natural y con un buen sujetador las podía subir un poco, dando la sensación mas real de ser naturales. Opte por ellas le pregunte si me quedaría cicatriz, me indico que podría hacer la incisión por tres sitios, por la axila, por la aureola o por debajo del pecho.

La de la aureola podría perder un poco de sensibilidad en el pezón pero como no tendrá hijos eso no le impedirá sentir los placeres de dar de mamar y la cicatriz quedaría oculta por el color de la aureola.

En los otros métodos, si queda una pequeña cicatriz y le delataría de que son postizas.

Escogí la de aureola, la recuperación seria más rápida, tendría que llevar durante unas semanas un sujetador especial y no hacer esfuerzos, pasar periódicamente una revisiones que ya se les diría fecha para ellas.

Le pregunte en qué fecha se podría hacer, ya que no quería faltar mucho al trabajo para que no hubiese sospechas, escogimos unas fechas en la que coincidiesen varios festivos como en semana Santa, era perfecto, las oficinas cerrarían durante tres días. La operación requería que estuviese internada 48 horas si me operaban dos días antes, tendría toda la semana para recuperación. Diría que salía esos días antes por causas de trabajo en Paris.

Así lo hicimos, Josephine no había venido, y en mi mente empezaban a aparecer sombras de sospecha. No quería tener preocupaciones antes de la operación además me harían una liposucción en el vientre, y me la inyectarían en caderas y glúteos, la grasa que me quitaba en un sitio para ponérmela en otro, evitando de esa manera implantes en caderas y glúteos.

Llego el día, ingrese en la clínica a media mañana, la operación estaba fijada para última hora de la tarde, le había comunicado a Margaret que estaría ausente de Ámsterdam durante 15 días, parte de vacaciones y parte de trabajo y que no tratasen de localizarme ya que tendría el móvil apagado, si necesitaba contactar con ellos lo haría yo.

Ingrese en el quirófano a las 9,30 PM cuando salí, y me desperté la enfermera me dijo que había salido a las 12,15AM había dormido toda la noche, en parte por la anestesia y parte porque en el postoperatorio me habían dado un sedante de esa manera descansaba más tiempo y me movía menos.

Transcurrido 24 horas de la operación me visito el médico, me dijo que todo había salido muy bien, que me quedaría una figura espectacular, durante un tiempo tendría que llevar un sujetador especial, que ya tenía puesto, además de una faja para asentar la grasa en las caderas y glúteos, que dentro de 2 meses pasase por la consulta para hacer la primera revisión, el sujetador que tenia puesto lo mantuviese como mínimo 15 días y después ya podía utilizar los que quisiese, que seguramente tendría que comprar los mas cómodos y sugerentes con respecto al tamaño de los senos. Me dio la enhorabuena y me dijo que en dos días me podía marchar, mientras en la clínica me harían las curas oportunas tanto en los pechos como caderas y glúteos. Deseaba llegar a mi casa y ponerme desnuda delante del espejo para verme de cuerpo entero.