Dos amigas - 3
Monic se traslada a Ámsterdam
DOS AMIGAS – 3
Nuestro tratamiento de hormonarnos lo habíamos comenzado con gran ilusión, todos los días por la mañana, nos duchábamos juntas aprovechando para acariciarnos mutuamente, tras la ducha nos aplicábamos la crema en los pechos con suavidad y erotismo, diciéndonos palabras que nos excitaban, de tal manera que cuando habíamos de darnos las cremas las dos teníamos nuestros mástiles dispuestos para pasar revista. No había día que mutuamente nos desayunásemos haciendo una mamada respectivamente una a la otra, después solo teníamos que tomar el café, ya que la leche la habíamos tomado antes, directamente a nuestras bocas.
En nuestros centros de trabajo, conocían nuestras tendencias sexuales y no se metían con nosotras, en ese aspecto Francia es mucho más liberal que otros países, algunos días la una o la otra nos reuníamos a la puerta de nuestro trabajo y salíamos, a la calle cogidas de la mano.
Un día, los jefes de Monic, la llamaron, querían hablar con ella personalmente.
Al acudir a la cita, estaba, nerviosa, se sentó y le dijeron:
Mauricio, llevas en esta empresa más de 15 años, estamos muy satisfechos con tu labor, eres un gran profesional y tu trabajo en la empresa le ha proporcionado un avance inusitado en el mercado mundial. Por eso hemos pensado en promocionarte como jefe de la sucursal en Ámsterdam. En dicha plaza, nadie te conoce, nos hemos fijado que estas cambiando físicamente y te vemos muy bien, además ya no solo físicamente sino psíquicamente te encontramos más satisfecho.
Creemos que estas con un tratamiento de hormonas, ¿Es cierto? No te preocupes, sabes que en esta empresa somos muy liberales y no nos metemos en la vida privada de los empleados, si ese es tu deseo adelante, pero para evitar habladurías de algunos te proponemos lo que anteriormente te dijimos, además tendrás un aumento de sueldo, y vivienda de la empresa en tu nuevo destino.
Te daremos de alta en Ámsterdam con el nombre que quieras así, el personal no tendrá ninguna duda de quién eres.
No es necesario que nos des contestación ahora, piénsalo y cuando quieras nos lo comunicas.
En un principio, quede un poco sorprendida, parece ser, que mi aspecto físico, comenzaba a llamar la atención. La oferta era muy tentadora pero Josephine, tenía que saberlo, no quería separarme de ella, la necesitaba.
Ese día, fui directamente a casa, avise a Josephine de que no pasaría a recogerla, que fuese directamente a casa, tenía una noticia que darle.
Cuando llego Josephine, estaba nerviosa, quería saber qué es lo que pasaba, se sentó en el sofá, le serví una copa y le conté la propuesta que me había dado la empresa.
Ella dio un pequeño salto de alegría, “es estupendo”, “tenemos el camino despejado sin la preocupación del trabajo”.
Si, Josephine, pero y tu, que harás, puedes venirte conmigo a Amberes pero piensa que tendríamos que vivir de un solo sueldo, el tratamiento es caro y las operaciones más, tenemos que buscar una solución.
Tras meditarlo muy profundamente, tendríamos varias opciones:
1ª Abandonar la empresa y montar una similar en Ámsterdam, el inconveniente, necesitábamos capital para montarla, un estudio de mercado, local etc.
2ª Pedir el traslado a la sucursal de Ámsterdam, alegando que mi novia, se trasladaba a dicha ciudad.
3ª Una vez Monic en Ámsterdam solicitar un publicista para la plaza.
4ª Solicitar en la empresa de Monic, plaza de publicista especializado en moda, con disposición a viajar.
La primera opción fue descartada. Los gastos que suponía crear una empresa en Ámsterdam no podíamos asumirlos.
En un principio, optamos por la segunda, creímos que sería la más lógica, y no engañaríamos a nadie, era la verdad, siempre nos quedaba las otras dos.
Así lo decidimos. Al día siguiente, Josephine se presento ante su jefe y le expuso, que su novia en su trabajo, la habían destinado a Ámsterdam y quería saber la posibilidad de que la empresa lo destinase a él a Ámsterdam, además, como su novia seria la directora general de la empresa en Holanda, siempre podría conseguir que nos nombrase como agencia oficial para Holanda.
Su jefe atendió su petición con interés y quedo en estudiarla, si fuese rechazada, le quedaban las otras dos opciones.
Habían pasado los 6 primeros meses del tratamiento, comenzamos a notar algunas variaciones, los pechos eran más sensibles, el roce con nuestra ropa interior excitaba nuestros pezones, poniéndolos erectos, tras la depilación de las piernas por laser no habían vuelto a crecer ni un solo pelo en ellas, ya no necesitábamos afeitarnos con tanta frecuencia ya que las hormonas femeninas habían hecho que nuestras barbas fuesen cada vez menos existentes.
Notábamos que las caderas tenían otras medidas, más redondeadas, y nuestros traseros eran un poco más femeninos. Fuimos al médico para las mediciones correspondientes y explicarle que por mi trabajo fijaría mi residencia en Ámsterdam, si podría recomendarnos algún colega
podría supervisar el tratamiento y el final del mismo.
No puso pega ninguna, nos dio la dirección de un colega, copia de nuestro historial médico para entregárselo y nos cambio la medicación, reforzando las inyecciones y cambiando la crema de los pechos.
La depilación que habíamos tenido, en un principio fue de piernas, brazos y pecho, ahora era la más excitante la de nuestras partes bajas.
Fuimos las dos al centro de depilación, pedimos cita y nos la dieron para el día siguiente. Desde hacía ya un tiempo, nuestra ropa interior la habíamos sustituido por ropa femenina, bragas, tangas, culotes, en casa siempre andábamos en ropa interior, incluso, como los pechos ya despuntaban algo, habíamos comprado unos formadores, para que los senos fuesen tomando la forma que deseábamos.
Al llegar al centro de depilación, nos hicieron pasar a cabinas separadas y nos preguntaron qué zona queríamos depilarnos, al indicarles que era la zona genital, las señoritas no se extrañaron ya eran expertas en esa zona, claro está más en las chicas que en chicos.
Nos mandaron desnudarnos y subirnos a una mesa. Tras aplicarnos una crema sobre la zona y extenderla, por todas las partes aledañas, procedieron a comenzar con su trabajo.
Primero fue la zona del pubis, era la más abundante en vello púbico, con delicadeza, separaba el pene, de un lado para otro, de arriba abajo, con tanto movimiento consiguieron que llegásemos a una erección. Apartaban los testículos para actuar sobre la zona de las ingles al igual que el escroto era masajeado para que la piel estuviese tirante y pasar el laser por ella.
Cuando terminaron, nos frotaron toda la zona con una crema afín de suavizarla, el frotamiento era intenso y entonces dijeron:
Como atención a los clientes la casa les hace un obsequio, y sin decir nada mas, se metieron los penes en la boca haciéndonos una mamada de categoría, arriba y abajo sus lenguas recorrían nuestras vergas desprovistas de pelo. El prepucio se estiraba y encogía al ritmo que las Srtas. Aplicaban a sus manos girándolas sobre ellos y besando nuestras pollas que estaban presentando armas a la bandera tricolor. Y al toque de firmes nuestros cañones hicieron fuego sobre tan amables masajistas impactando sobre sus caras, que mostraban una sonrisa de satisfacción.
Al llegar a casa y vernos ante el espejo, completamente desnudas las dos al unisonó dijimos:
Parece el pene de unos imberbes,
nos avían dejado la zona genital limpia de pelo era una maravilla estábamos hermosas, y para estrenarlo esa noche fue de 69 que maravilla sin un pelo que te tragues.
Josephine, me llamo a mi trabajo indicándome que su jefe le concedía el traslado a Ámsterdam, nuestro problema estaba solucionado.
Con tal motivo, comunique a mis jefes que aceptaba la proposición de traslado, el nombre con el que me tendrían que registrar era el de Monic. Tendría que incorporarme dentro de un mes, para que tuviese tiempo de preparar el traslado.
Entre unas cosas y otras me faltaban tan solo una semana para entrar en las oficias de Ámsterdam como Monic, Directora gerente de la oficina en Holanda, aproveche los últimos días para hacer las compras de ropa con la que me presentaría
Esa misma tarde, fuimos de compras, necesitaba una ropa, acorde con mi cargo, un traje de chaqueta, algunos vestidos estampados, otros lisos, suéter, faldas, medias zapatos, necesitaba de todo, ya que hasta esa fecha la ropa que usaba fuera de casa era masculina y ahora seria femenina, en un principio compre lo imprescindible, un traje, unos pantalones algunas blusas, medias y zapatos. Aparte de la ropa interior principalmente sujetadores, esos los compre por internet ya que me daba corte ir a comprarlos vestido de hombre.
Vi catálogos de tiendas on line de varias marcas y modelos, pensando en el tamaño de las prótesis que me pondrían pedí de una copa D con un contorno 36, varios modelos y colores. Y unas prótesis externas de ese tamaño, para usarlas mientras no me operaban.
Cuando todas estas compras me llegaron a casa, me falto tiempo para probármelas, los sujetadores y las prótesis eran las que más ilusión me hacían ya que nunca me había colocado unos. Estaba sola, Josephine aun no había llegado, me puse un conjunto de sujetador y braga colocándome las prótesis, y así espere a Josephine, cuando llego y me vio dio un grito de sorpresa.
Pero cariño, estas fabulosa, divina, nadie podrá decir que eres un chico, estas para comerte.
Se acerco, sus manos agarraron mis tetas postizas y las apretaron, que suaves parecen autenticas, me voy a pedir unas igual así en Ámsterdam ya las podre lucir, mi ropa la comprare allá, yo soy más liberal.
Al día siguiente, fui a despedirme de mis jefes, me entregaron las llaves de la vivienda, para evitar que el personal viese a un hombre y al día siguiente a una mujer, llegaría de incognito, pero nadie sabía a qué hora llegaría ni que día, solo sabían el día que tendría que tomar posesión de mi cargo.
Así fue, dos días antes de mi incorporación, llegue al mi nueva casa, Josephine vendría el mes siguiente, me acomode, tenía un dormitorio amplio con una cama de 2x2 un amplio espejo y un armario de cuatro puertas aparte un vestidor donde podría colgar no solo mi ropa sino también la de Joséphine, un amplio zapatero en el mismo dormitorio un tocador con tres espejos. La lámpara central era moderna con unos toque de algo clásica, dos pequeñas butacas y una banqueta ante el tocados.
El baño, disponía de yacusi, y ducha, además de su correspondiente bidé, un amplio espejo sobre el lavamanos con un par de enchufes para el secador o lo que quisiera poner.
La cocina era tipo americana, los fogones en el centro con su correspondiente tarima como mesa de cocina, a su lado un fregadero. Disponía de lavaplatos frigorífico de dos puertas, lavadora y todos aquellos pequeños electrodomésticos de hoy día.
El salón estaba comunicado con el comedor, que era amplio y con una mesa para seis comensales, las sillas tapizadas a juego con las cortinas un sofá de tres plazas con dos butacas haciendo juego frente a una chimenea que le daba un toque acogedor y romántico. Al otro extremo del salón un televisor de 50 pulgadas con DVD incorporado.
La casa era preciosa, exteriormente tenía un pequeño jardín en el cual había unas pequeñas plantas sencillas, que en esa época del año ya no tenían flor, cosa que de momento no me importaba, ya las pondríamos a nuestro gusto.
La casa estaba completamente equipada, lo único que le faltaba era que alguien viviese en ella y para eso ya estaba yo y pronto Josephine.
Me pase todo el día de mi llegada, deshaciendo maletas y ordenando la ropa, Salí un momento a comprar alguna cosa para tener en la despensa, leche, café, pasta, carne, fruta y algún artículo de aseo personal, pasta de dientes champú crema hidratante. Bueno todo aquello que la mujer necesita para estar hermosa. A partir de ahora mi vida seria de mujer aunque para hacer pis seguiría haciéndolo de pie. Pero ya había comenzado a sentarme para hacerlo, ya que eso tenía que hacerlo así en horas de trabajo.