Dormida 2
La novia de mi sobrino me encanta, voy a usar las pastillas para dormir con ella de nuevo
Era sábado al medio día y decidí llevar a mi sobrino Alan y a su novia Elena al centro comercial mientras mi hermana tenía tiempo para relajarse, y yo tiempo para acercarme más a la chica que desde anoche era el objeto de mis deseos y fantasias más eroticos. Elena estaba vestida con unos jeans algo ajustados una playera de tirantes que marcaba las barillas de su sostén y sus tetas jovenes, encima llevaba un sueter largo y delgado hasta la mitad del trasero que estuve azotando anoche.
Elena y Alan se fueron a patinar en la pista mientras yo fui a comprar a una tienda departamental algo para hacer realidad algunas fantasías, revisé algunos aparadores de ropa de lencería y decidí que compraría algunos de esos eroticos conjuntos de encaje que seguramente se le verían muy bien a la piel morena de Elena. Haciendo uso de mi celular elegí un conjunto y solicité pasar por él en la tienda, esperé unos minutos y lo llevé al estacionamiento para meterlo en el maletero del coche.
Al volver llevé a los chicos a comer algo y les pregunté si deseaban ir al cine o algún otro lugar. Alan se veía molesto y Elena dijo que mejor regresaramos a la casa, supuse que se habían peleado, y cuando regresamos a casa, mi hermana estaba hablando con la abogada del divorcio. Alan dijo que iba aestudiar con Elena en la sala mientras yo llevé mi paquete a mi cuarto y lo saqué de la caja y lo examine pensando en la noche, lo puse junto a los condones y kubricantes. Me dispuse a bañarme pero el agua no salía caliente así que me enredé una toalla en la cintura y salí a ver que pasaba ya que desde que mi hermana despidió a las personas de servicio por que la chica se acostaba con su marido, la casa necesitaba personal. En el pasillo me encontré a Elena al aprecer había subido por sus libretas y al verme abrió sus enormes ojos, se puso nerviosa mientras mi miembro crecía y yo estaba seguro que se podía notar debajo de la toalla el bulto que se iba formando, yo estaba muy exitado me la imaginaba de rodillas dandome una mamada en el pasillo, pero ella avergonada me preguntó que pasaba y le expliqué que no había agua caliente y que la iba a revisar. Se dio la vuelta y se fué.
Unas horas después ya había oscurecido y yo estaba pensando cómo darles las pastillas para tener a Elena empalada en mi grueso miembro vestida con lo que le había comprado, así que le di a mi hermana las patillas por que si las necesitaba y a los chicos les pedí una pizza con refrescos para la cena y mientras llegaba yo deshice dos tomas una para cada uno y cuando el timbre sonó yo me apresure a la puerta para pagar. Tomé los refrescos y serví un poco del polvo en dos vasos y los llene del refresco. Cuando les llevé las pizzas, Les serví más refresco a cada uno y esperé a que las pastillas hicieran efecto.
Mi hermana se acostó primero, luego los chicos y cuando pasaron unas horas volví a hacer lo de anoche, entré a ver a mi hermana y estaba dormida profundamente, igual Alan y por último pasé por Elena, estaba boca abajo, levante lentamente la manta y la vi dormida extendida con pijama de tirantes y short muy corto esta vez color rosa, no llevaba sostén y se había acabado de bañar, olía delicioso a frutas, su cabello café largo y húmedo caía sobre su espalda. Me sente en la cama y le toqué las nalgas y no respondío, encendí la lampra de noche y me comencé a quitar la ropa, yo estaba muy exitado, saque el conjunto y la comencé a desvestir lentamente tocando su cuerpo delgado y suave.Le puse el conjunto de lencería que tanto me había gustado para ella, eran unas medias de color café satinadas que se veían muy eroticas sobre su piel morena, una tanga con dos agujeros uno en su sexo y otro en el ano, hacían juego con un sostén de color café de encaje transparente con un espacio en cada pezón de color café oscuro. Yo tenía una erección que palpitaba por estar en ella, pero por últino le hice una coleta en el cabello para finalizar mi fantasia. La puse bocarriba.
Tomé mi miebro en mi palma, lo acerqué a su boca y lo introduje lentamente, sacando y metiendo , mientras le pellizcaba los pezones, ella gemía en voz baja como anoche, al parecer si podía sentir y me preguntaba que estaría imaginando. Cuando saqué mi miembro dejé caer mi peso sobre ella y le metí la lengua en la boca mientras le tocaba las nalgas y le jalaba la coleta con la otra mano. Yo gemía y ella me acompañaba cuando le mordía los pezones. Me puse frente a ella y le extendí las piernas sobre mis hombos y comencé a tallar mi erección sobre su sexo, oh si ella se veía tan zorra con esas medias y esa tanga en su coño depilado pero lo que más me gustaba era como se veían sus pechos y pezones erectos en ese sosten. Ella gemia cuando le tocaba el clitoris con mi pulgar y le pellizcaba un poco, supuse que hoy sería mas rudo de anoche por que estaba muy exitado. Le enterré grueso mi miembro de un solo empujon hasta las bolas y ella gimió tan rico, y comencé a bombear lentamente y luego duro, embesti con fuerza y saqué lentamente así durante un rato, el retardante era de utilidad por que la iba a gozar la noche completa.
Mientras la emebestía violentamente le lamia las piernas y la tomé de la cintura y comencé a darle más fuerte hasta que ella comenzó a quejarse, entonces me incliné y le lamí los pechos , ella dejó de quejarse y comenzó a gemir aunque me gustaba la mezcla de quejidos y gemidos. Le saqué mi miembro y la levanté para acomodarla sobre 3 almohadas altas que puse y la dejé en cuatro de forma que se viera su culo al aire mientras lo lamia, ella estaba muy exitada por que sus jugos ya hanían manchado las medias, cuando le jale la coleta hacia atrás pude ver su reflejo en el espejo del tocador que estaba en frente, ella con el rostro sudadando, la boca abierta lastetas se le veían un poco y decidí que ya era momento. Me inque detrás y la metí rápido y le comencé a dar fuerte mientras le jalaba la coleta con una mano y sostenía su cadera con otro, me encantaba verme en el espejo dandole duro y ella quejandose y gimiendo. Solté su cabello y la tomé fuerte de las caderas mientras alternaba mis embestidas en su ano y con nalgadas fuertes que sonaban en el cuarto y talvez en todo el piso, yo gemía y le decía lo zorrita que se veía.
La senté en el sofá con las piernas dobladas una a cada lado de sus tetas y bien abiertas, de solo verla me iba a correr, se veía tan sucia, escurriendo de sus sexo mojando la tanga y las medias rotas, los pezones inflamados y su respiración agitada, yo se lo metí ṕor enfrente, en ese momento sentí como su vagina se apreto en mi miembro y comenzó a gemir por que se corrió, oh si me di cuenta que tenía algo que conozco como perrito y es ese movimiento de su sexo que parecen lamidas oh si eso me puso a mil, ella intentaba ordeñar mi grueso miembro así que me levanté y la tomé en brazos, y la besé mientras me corría violentamente.
La volví a vestir con la pijama y me fuí a mi cuarto. Pensaba que solo me quedaba un día más para seguir aprovechando,a la siguiente mañana estabamos desayunando y dijo que le dolían las piernas de tanto patinar ayer, yo le dije que la mejor manera de que el dolor se le quitara es volver a ir a patinar o ir al club a nadar, ella dijo que por que no los llevaba al club a nadar.