Donde los vientos se reunen: Zona de confort.
En el primer día de clase.
Saludos.
Anthony
Soy Anthony Vera, tengo 15 años, soy delgado, mido 1.70, de tez clara con algunas pecas en la cara ojos negros, un poco rasgados y cabello castaño rojizo, no soy guapo, soy lindo hahaha
Soy alguien muy seguro de sí mismo, soy abiertamente gay; al presentarme a alguien con quien voy a convivir mucho tiempo se lo digo; para evitar futuras situaciones incómodas, no soy alguien afeminado, al menos en comportamiento, porque en mi aspecto dice otra cosa, según algunos de mis ex novios, mis muy no queridos ex novios.
Soy extrovertido, nunca callo lo que pienso, lo raro es que a veces tampoco callo cuando no pienso bien las cosas y eso me ha generado problemas en muchas ocasiones. Sí, soy boca floja, pero bueno.
Hoy me levanté muy temprano porque hoy iniciamos clases y tengo que hacer maravillas para verme bien con ese horror de uniforme; también porque debo acompañar a mi primo a la escuela, no sé por qué, ya tiene 13, a su edad ya podía vagar por las calles sin necesidad de que me acompañasen.
Bueno, iré a atender mis necesidades básicas y a ponerme bello antes de que se me haga tarde como siempre.
Leonardo
No sé cómo rayos llegué a esta situación, en un callejón, con dos tipos acorralándome, al parecer estaban muy nerviosos, pues si quisieran llevarse mis cosas y lastimarme, no me opondría, digo, mis intentos serían en vano, a simple vista se ve la diferencia de fuerza.
-Te lo envía Davis- dijo, estirando su brazo con un paquete en mano.
-Davis, no tiene por qué enviarme nada- les dije, sin apartar mi mirada del que estaba en frente mío (mira hacia el suelo)
-En todo caso, que me lo de él en persona ¿No tenían otras cosas mejores que hacer que ser sus mandaderos? Y era sumamente innecesario que me trajeran a este sitio, adiós-
Me di la media vuelta, se me hacía tarde para la escuela (si no llego 20 min antes de la hora a un lugar para mí era tarde), pero el otro me tomó del brazo deteniéndome inevitablemente -Por favor toma el paquete, Davis se deprimirá y andará e insoportable con nosotros si no lo recibes –suspiro- pobres, ellos lo aguantan, les haré un favor.
-De acuerdo, pero díganle que no me vuelva a enviar nada, ya si se vuelve una molestia, es problema suyo- les dije y...
-¿No les dijeron que las drogas sólo causan problemas?- dijeron del otro lado del callejón, un chico alto, moreno, alto, claramente confundió la escena, yo también lo haría.
-¿No te dijeron que no es bueno inmiscuirse en los asuntos ajenos?- le respondieron.
-No quiero problemas, sólo no quiero que mis hermanos crezcan en un mal vecindario- dijo levantando sus brazos sobre su cabeza y caminando hacia nosotros -por favor váyanse y no regresen o llamo a la policía-
-Tú no puedes decirnos que hacer- lo encaró, el otro lo encara también, idiotas -será mejor que regreses de donde...
-¡Podrían calmarse!- les dije con cara sería, ellos se sobresaltaron y me miraron, no soy de expresarme mucho, pero cuando quiero que me escuchen, lo hago; tengo una voz fuerte, no me gusta gritar, así que sólo proyecto -No es lo que crees, sí se ve extraño encontrar a dos monigotes entregar un paquete a la mitad de un callejón pero, pues, para qué darte más explicaciones, toma- le extendí el paquete -revísalo, ni siquiera yo sé que tiene, poco me interesa, si no les molesto y aunque lo haga, me voy, llego tarde-
-Espera- me dice -el paquete-
-¿Qué, ya lo recibí, puedo hacer lo que quiera con él, no?- les dije -bye-
Jony
-Espera- le dije mientras corría tras él -Toma- le extendí el paquete por encima de sus hombros -Vamos en la misma escuela, eh?- suspiró, me miró con cara de obviedad, pues, traíamos el mismo uniforme.
-Creo que sí- me respondió de manera sarcástica, sin tomar el paquete, volviendo a caminar, me costaba sostenerle el paso, caminaba muy rápido, a pesar de parecer un escuálido nerd.
-Ammm, soy Jonathan pero me puedes decir Jony, mucho gusto- le dije
-Soy Leonardo, igualmente- al menos no era grosero, sólo un poco cortante
-¿Nunca te había visto en la escuela, en que semestre vas?- le dije queriendo hacer plática.
-Tercero, me cambié este semestre- me dijo sin apartar la mirada de su camino.
-Ah, yo igual soy de tercero ¿En qué especialidad?- le pregunté
-Administración de Recursos Humanos- me dijo, me sorprendí
-Entonces, podríamos ir juntos, yo igual estoy ahí- ladeó un poco su cara y la regresó.
-Ah, qué bien- me dijo, un tanto indiferente, ya faltaba poco para entrar, estaba la reja abierta y ya debería estar ocupando lugares para luego salir a homenaje. Entramos y llegamos a las listas, las checamos y sí, habíamos quedado en el mismo salón, le dije donde quedaba para poder dejar nuestras cosas.
-No quedan lugares libres adelante- dijo, aunque los hubiera era lo suficientemente alto como para poder estar ahí.
-¡Jony!- me gritaron, era Donnel, un compañero con el que me llevo muy bien.
-Doni, qué gusto- le dije y me dio un abrazo.
Anthony
Había llegado temprano a la escuela, estudio Contabilidad, saludé a mis compañeros, vi que faltaban algunos, pero que no había nadie nuevo, salí y me quedé en el marco de la puerta, mirando entrar a los del otro salón, nada nuevo.
-Este es nuestro salón- escuché decir, era un muchacho moreno, creo que lo llamaban Jony, era guapo y un poco tosco, de mi tipo, el que iba con él era un muchacho un poco más alto que yo, para nada era guapo, muy delgado, parecía un nerd, bueno, tal vez lo invite a salir algún día para cambiarlo y hacerle un favor hehe.
Leonardo
OK no me agradaba ni disgustaba la compañía de ¿Jony? era mejor que estar sólo, no conocía a nadie y con estas pintas de nerd, no me agrada conocer personas.
Roberto
Rayos, me quedé dormido y llego un poco tarde a la escuela, lo bueno es que como es primer día, hay más tolerancia, estudio Diseño gráfico, mis compañeros me han de haber reservado un lugar, no me preocupo por eso.
Mi salón está al final del pasillo, por lo que tengo que cruzar por los otros, bueno, a intimidar gente se ha dicho.
No veo nada nuevo, bueno a excepción de ese chico de lentes, que se me hace conocido, bueno, sólo él.
-Ya ni saludas- me dijeron.
-Hola- era Anthony, un amigo de la secundaria, de los pocos que podía considerar un amigo, y de los pocos que podía estar sin actuar borde -no te había visto- le dije, y seguidamente le abrasé...