Donde hubo fuego, siempre quedan cenizas...

A veces la vida regala segundas oportunidades...

"El aburrimiento me está matando…"- pensaba Afri mientras zappeaba por la tele algo con que entretenerse, pero su aburrimiento iba en aumento, así que decidió dar un paseo por la playa; le encantaba pasear en invierno mientras escuchaba el rumor de las olas

Mientras caminaba divisó a lo lejos una figura de mujer que le resultaba familiar. Intrigada se acercaba más y más a ella y cuál fue su sorpresa, que la misteriosa mujer era Mar, su ex y a la que no veía desde que ésta se tuvo que marchar a otra ciudad a trabajar, rompiéndose así su relación por culpa de una distancia que se hizo insalvable para ellas

Mar se volteó al percibir una mirada clavada en su nuca y el gesto de sorpresa no fue ni mucho menos menor al de Afri. Por un momento quedaron paralizadas, no habían vuelto a verse en años, ni tan siquiera una llamada de teléfono, hasta que por fin Mar se acercó a ella y se fundieron en un abrazo increíble…estaban felices por volver a reencontrase, no sabían qué decirse.

Poco a poco comenzaron a tranquilizarse y entablaron una larga conversación para contarse mutuamente sus vidas en todo este tiempo

-No sabes cuánto me alegro de verte Afri, ha pasado tanto tiempo, y tú sigues igual de guapa

-Y tu tan zalamera, jaja. Yo también me alegro mucho de verte, me acuerdo mucho de ti…y bien, cuéntame, ¿qué te trae de nuevo por aquí?

-Pues llevo dos meses viviendo de nuevo aquí, me trasladaron en el trabajo, ahora soy la directora de la sucursal que abrieron por la zona.

-Vaya, por lo que veo te van muy bien las cosas ¿no?

-Pues sí, no me puedo quejar…¿y tú qué? Qué ha sido de ti todo este tiempo

-Yo sigo igual, curro en una agencia y me va muy bien la verdad

-Y…¿de pareja?

-Jaja…nada, estoy sola…¿tú?

-Sola

Por un instante quedaron calladas mirándose a los ojos…aunque había pasado mucho tiempo, todo lo que habían vivido juntas les pasaba por la mente, tantas noches juntas, tantas confesiones, tantas caricias, tanto amor

-Eh…tengo que irme Mar…pero podemos volver a vernos si te apetece

-Claro que me apetece, ten, este es mi teléfono, llámame

Se dieron dos besos muy despacio y se alejó. Se alejó feliz, ver a Mar le había hecho recordar tantos buenos momentos juntas, y que se esfumaron de un plumazo sin saber muy bien porqué…por un momento la idea de volver con ella le vino a la cabeza, pero definitivamente la descartó, lo había pasado muy mal cuando Mar se fue y no quería pasar por lo mismo, sabía que por su trabajo no tenía una residencia fija.

Mar por su parte se sentía feliz…desde que había llegado de nuevo a la ciudad no había parado de buscarla y por fin, de casualidad, dio con ella…fue muy importante en su vida y tener que elegir entre ella y el trabajo fue la decisión más dura de toda su vida.

No había pasado ni un día cuando Afri llamó a Mar…se necesitaban, más de lo que creían

-¿Sí?

-Hola Mar, sólo llamaba para saber qué tal estabas

-Muy bien, preparando unos papeles para mañana…oye, ¿te apetece ir a tomar algo? Llevo toda la tarde sentada frente al ordenador y estoy cansada

-Claro, voy saliendo ahora del trabajo, ¿quedamos en el garito?

-Perfecto, en 20 minutos estoy ahí

Dicho y hecho, Mar no había perdido su puntualidad. Las dos chicas entraron al garito donde siempre solían ir cuando estaban juntas, cada segundo que pasaba volvía a sus memorias recuerdos del pasado, un pasado que poco a poco y sin darse cuenta, comenzaba a convertirse en presente

-Afri, ¿te acuerdas de la primera vez que nos vimos?

-Jaja, como para olvidarlo, ibas tan borracha que si no te cojo caes de boca en el suelo

-Jaja, no me lo recuerdes que aun siento vergüenza…me quede tan embobada con tus ojos, que no aguantaste más y me dejaste caer

Ese comentario hizo que un leve escalofrío sacudiera el cuerpo de Afri…un cúmulo de sensaciones la invadían y sabía perfectamente porque

-Casi no te atrevías a mantenerte en pie, tuve que sentarte en la silla a base de fuerza

-Y desde entonces no me dejaste caer más

Afri se sentía muy confusa…Mar le estaba tirando los tejos descaradamente y lo peor era que ella se dejaba…no sabía si salir corriendo o lanzarse a por su boca.

Se hizo muy tarde, ambas debían madrugar al día siguiente, por lo que regresaron a casa, no sin antes acordar volverse a ver la tarde próxima…y todas las tardes, quedaban todas la tardes, ya no concebían un día sin verse. Mar no estaba dispuesta a aguantar más…todos los sentimientos hacía Afri, que ella creía olvidados, renacieron sin más, nunca habían dejado de quererse, así que decidió dar un paso más, quería conquistarla de nuevo.

Llegaba el fin de semana y debía planear el fin de semana más romántico de la historia. Decidió alquilar una casita en la sierra, las primeras nevadas habían caído y la estampa que se observaba le daba un toque muy especial.

-Afri, necesito ir este fin de semana a la sierra a llevar unos papeles, ¿me acompañas?

-Vale, no tengo ningún plan para ese finde… además la sierra tiene que estar preciosa

El primer paso estaba dado…ahora faltaba lo más difícil

-Estupendo, pero llévate ropa eh? Que pasaremos el finde entero allí

-¿Cómo?

-Necesito firmar unos documentos y el cliente hasta el día siguiente no vendrá…-Parecía que había colado

Por fin llegó el día, Mar estaba tan nerviosa como una quinceañera, este paso era muy importante para ella

-¿Estas lista?- preguntó Mar a Afri, que había ido a recogerla con el coche

-Sí, preparadísima.

Cuando llegaron al lugar, después de 3 horas, Afri decidió darse una ducha…Mar no podía creerse que le saliera todo tan redondo, mientras ella se duchaba aprovecharía para preparar toda la velada.

La cena la traía preparada, puso a enfriar una botella de vino, preparó la mesa, apagó la luz y encendió las velas, encendió la música…en fin, todo lo necesario para pasar una velada romántica.

Afri salía de la ducha y Mar se apresuró a dejarlo todo listo y se encaminó hacia ella…cuando ésta salió sus ojos se quedaron como platos…quedó embobada…Mar se quedó por un momento sin palabras

-Afri, hace días que quiero decirte algo, no sabía cómo hacerlo, así que decidí hacerlo así…En todos estos años no he podido olvidarme de ti, he intentado conocer a otras chicas, pero tu recuerdo siempre permanece…- Afri estaba en una nube- cuando llegué a la ciudad te busqué por todas partes, no sabía donde vivías, donde trabajabas y cada día perdía las esperanzas…hasta que como por arte de magia apareciste en esa playa, de nuevo vi esos ojos que me enamoraron el primer día y me jure a mi misma que no te volvería a dejar escapar…y bien, ¿no dices nada?

Afri había quedado boquiabierta

-Mar, no sé qué decir, me has dejado impresionada…yo tampoco he podido olvidarte en todos estos años, pero creía que tu sí…tenía miedo de volverme a enamorar de ti, aquel día en la playa volví a recordar todos los momentos que vivimos juntas y sólo quería que retrocediera el tiempo para no dejarte marchar

Las dos quedaron calladas, una enfrente de la otra, sólo se miraban a los ojos, pero era como si una extraña fuerza las uniera…poco a poco sus labios se iban rozando, era el beso que llevaban días ansiando, el beso más dulce que jamás se habían propinado…las dos se abrazaron aliviadas, lo estaban deseando

-Bueno preciosa, déjame seguir con esta velada…jaja, siéntate que voy a servir la cena

-Claro claro…-asintió Afri guiándole un ojo.

La cena transcurrió entre risas, miradas y caricias como de casualidad…se estaban deseando mutuamente, la pasión les desbordaba, habían sido muchos años de espera

Una vez acabaron de cenar, Mar abrió una botella de champán y brindaron por la nueva oportunidad que el destino les había otorgado. Mar dejo ambas copas en la mesa, cogió a Afri de la mano y la llevo hasta la habitación…había preparado el jacuzzi con velas aromáticas, dejo un reguero de pétalos en el suelo y la condujo por él hasta el jacuzzi…poco a poco la fue desnudando, sin prisa, y se hundieron en el agua

Mar recorría cada centímetro de su cuerpo con la mirada…una mirada de deseo que volvía loca a Afri…y sin más, se acercó a ella y comenzó a besarla dulcemente, recreándose en cada milímetro de su boca. Afri tan sólo con el roce de sus labios se estremecía, no quería que parara y Mar no estaba dispuesta a parar…comenzó lamiendo sus pecho, algo que hacía estremecerse aún más a Afri, los saboreaba como quien saborea la fruta más dulce, los succionaba, los mordía con delicadeza, uno tras otro, mientras bajaba su manos por el vientre de Afri, que ya se retorcía de placer, hasta llegar al ansiado tesoro. Lo acariciaba despacio, casi sin rozar mientras no dejaba de lamer sus pechos, Afri no podía más, quería que le hiciera gozar, pero Mar quiso ser un poco mala y la hacía esperar…hasta que no aguantó más y poco a poco penetro su tesoro con delicadeza, para empezar un mete saca infernal que hizo que Afri explotara de placer.

Afri quedó exhausta pero con ganas de devolverle todo ese placer a su niña…salieron del jacuzzi y Afri la tumbó en la cama… Su lengua bajó hasta su cuello que mordía despacito y lamía poco a poco cada rincón de su cuerpo consiguiendo que se excitara aún más. Con su lengua recorría todo su cuerpo, deteniéndose a la altura del pubis, desde donde la miraba con deseo…Mar se aferraba a las sábanas a sabiendas de lo que vendría y su respiración cada vez era más entrecortada. Una leve caricia hizo que quedara a merced de Afri casi sin quererlo. Ésta hundió la cabeza entre sus piernas apoderándose de su clítoris hinchadísimo, dándole pequeños mordiscos, succionándolos…introdujo su lengua dentro de su ser, como queriendo llegar a lo más profundo, mientras Mar se estremecía de placer. De nuevo volvió hasta su botoncito en introdujo un par de dos dentro de su cueva y una oleada de espasmos la llevo al séptimo cielo, su cuerpo se contrajo y cayó exhausta en los brazos de su amada

Estuvieron toda la noche amándose, querían recuperar todo el tiempo perdido, hasta que el sueño les venció.

A la mañana siguiente Mar se despertó temprano y preparó el desayuno para las dos, se lo llevó a la cama a Afri, que radiaba felicidad.

-Mar, ¿me prometes una cosa?

-Claro

-No te separes nunca más de mí, no me dejes otra vez, no se vivir sin ti

-No voy a dejarte nunca más África, lo eres todo para mí, estos años sin ti han sido lo peor que me ha pasado, cada día te añoraba más y cada vez me sentía más infeliz

-Ya nos vas a sentirte así nunca más…te voy a amar siempre