Doña Jose y su familia. (David conoce a su madre)
Poco a poco, la familia de Doña Jose se conoce mejor
David conoce a su madre
Después de la iniciación de David, por su madre y su madrina, la relación familiar fue más cercana, ya no había barreras de ningún tipo; así que no era raro encontrar a David manoseando a su madre o a su madrina, o ellas a él.
Pero aun existían algunos secretos por descubrir, tanto con su madre, como con su madrina.
Un día, David se levanto tarde, se metió a bañar y bajo a desayunar enfundado en shorts y chanclas solamente; pero no encontró a nadie; se preguntaba
-¿Adónde habrán ido?- la mamá y la madrina- en fin, -pensó- y subió a la recamara de su madre, entró y miró a todas partes, buscaba algo, pero no sabia que buscaba con exactitud; abrió el closet observo las cosas de su madre, ropa de cama, ropa común y corriente, etc., etc.
Parecía que no había secretos que ocultar, pero no, detrás de la ropa de cama, encontró una caja,
La sacó y la abrió, había videos, sin nombres, solo números y letras, lo que le llamó la atención;
De pronto escucho voces, su madre había llegado en compañía de su madrina, rápidamente guardó todo y salió a recibirla.
-Hola madre; ¿dónde andaban?-
-Fuimos al rancho de Don Javier, hace años quería comprarle un animalito y finalmente lo hicimos, ya lo veras...
-Lo van a traer al rato, ahora me voy a bañar y luego comemos, después lo vamos a ver, ¿te parece?-
Preguntó Doña Jose, mientras empezaba a desvestirse; David asintió, dio la vuelta y bajo a la cocina, donde estaría su madrina seguramente.
Después del encuentro que habían tenido, no habían hablado nada al respecto; las costumbres domesticas eran iguales, pero David se empezaba a sentir inquieto.
Entro a la cocina y Consuelo cocinaba, enfundada en unos jeans y una blusa camisera, llego junto a Consuelo y la abrazó, mordiéndole un oído le dijo:
-Madrina, ¿qué estas haciendo?-
-Pues guisadito con verduras, mijo- contestó
-Pero ponte en paz, que no son horas de diversión-
-Pero la podemos hacer,¿no madrina?- dijo con picardía David, mientras le apretaba los senos por encima de la ropa, besándole el cuello y apretando la pinga entre las nalgas
-No mijo, porque luego nomás me dejas picada- se rió Consuelo
-Ta bueno madrina, pero no se le olvido que quiero continuar el tratamiento, ¿he?-
-Si mijo, pero ahora tengo mucho trabajo, pero si quieres, en la noche te visito, ¿te parece?-
-Bueno madrina, pero es una promesa- y David se alejó de ella.
Al poco rato bajo Doña Jose buscando a David
-Comadre, ¿no ha visto a David?-
-Si comadrita, y anda medio inquieto, así que tenga cuidado- y se echo a reír-
Doña Jose salió a buscarlo a la granja
En ese momento llegaron con un semental que había comprado Doña Jose, era una sorpresa para David; el animal era un hermoso caballo, brioso, joven, de buena alzada, daba reparos nervioso.
Lo bajaron y lo dejaron en el corral, como David estaba acostumbrado a tratarlo, se le acerco para calmarlo, dándole palmaditas y hablándole al oído.
El caballito se empezó a tranquilizar, dejando ver su buena sangre.
David lo paseo por el corral, dándole vueltas y ordenándole, finalmente lo monto a pelo, haciéndose buenos amigos a partir de ese momento, convirtiéndose en un verdadero centauro.
Doña Jose veía asombrada la escena, orgullosa de su hijo, alegre.
David dio varias vueltas y luego desmonto, dándole unas cuantas vueltas mas por el corral; luego lo llevo a las caballerizas, seguido de cerca por su madre.
-¡Que hermoso animal, madre!- exclamo- ¡Muy hermoso!
-Si hijo, muy hermoso, pero tú lo dominaste muy bien- dijo Doña Jose
-Ahora vamos a ver como se comporta con su novia- dijo David
Llevaron al caballo a un cubículo y metieron a una de las yeguas que estaban "ganosas"
El animalito olfateo, le dio algunos empujones y luego la monto, incrustándole el tubo de carne que tenia por pinga; ante tal espectáculo, madre e hijo comenzaron a sentir calor en la sangre
-Madre, ¿ya vista el tamaño de pinga que se carga el animalito?- pregunto David, con toda la intención
-Si hijo, esta grandísimo, pero hermoso.- contesto
-Si madre, y que buena cogida le esta dando a la yegüita,¿No cree?-
-Si hijo, hasta se me antoja ser yegua-
-¿Pa que se lo metiera, madre?-
-Si mi rey, pa que me cogiera toda; ay, pero que cosas me haces decir-
-No madre, dígame lo que siente y lo que quiere, ¿No somos amigos?- dijo David
-Si mi rey, pero me da pena de lo que puedas pensar de mi-
-No madre, de ti no pienso nada, pero de la mujer, si tengo mis sospechas-
-¿Cómo es eso, David?-
-Pues veras, como madre te veo con respeto y no tengo nada que decir; pero de la mujer que esta en mi madre, si- dijo David
-¿Y como me ves como mujer?- pregunto Doña Jose
-Pues hermosa, muy caliente; aunque no sé que tanto, madre-
-Ya, y si supieras que tan caliente es, ¿qué harías?-
-Pues me daría mucho gusto saberlo, de verdad, madre-
En ese momento el caballito había llenado de leche el coño de la yegua y traia la pinga colgando, escurriéndole aun de leche.
-Ven David, ayúdame- ordeno Doña Jose
-Si madre- y se acercaron al caballo
-Tómalo de las riendas, para que no se ponga nervioso- dijo Doña Jose
Y mientras David lo tomaba de la rienda y lo acariciaba; Doña Jose se acerco a la pija del caballo, tomándolo con delicadeza, apretándola
El caballito se inquieto un poco, pero luego se calmo; Doña Jose aprovecho para acariciar la verga a todo lo largo; luego empezó a apretarla y hacerle una puñeta; moviendo la mano a lo largo, para terminar llevándoselo a la boca, le paso la lengua a la punta, intentando metérsela completa, pero era imposible, luego le pasaba la lengua a lo largo, sin dejar de hacerle una puñeta, apretándola y chupándola.
Doña Jose se levanto y empezó a desnudarse
-Ay mi rey, ya me puse caliente, ¿por qué no me ayudas, mientras me cojo a este animalito?
David dejó al caballo y empezó a desnudarse también, mientras Doña Jose, ya desnuda se acariciaba las gordas tetas con una mano y con la otra volvía a agarrarle la verga al animal, que ahora se dejaba hacer sin moverse, luego paso la verga del animal por sus tetas y por el coño, que resumía jugos.
Entonces David abrazó a su madre por atrás
-¿Qué caliente eres madre, ¿Te comerás la verga del caballito?-
-Si hijo, vamos a ver si se deja- dijo Doña Jose y se acomodo la punta de la bichola en el coño
-¡Ayúdame hijito, méteme la pinga, mientras me abro el coño!-
David acomodó un par de pacas de paja bajo el caballo y una manta, donde se acostó su madre; luego le ayudo a guiar el tronco del animal, hundiéndole la cabeza en el coño de Doña Jose, quién suplicaba:
-¡Méteme otro poco, papacito!... Aaaahh, que grande la tiene... casi me atraviesa... un poco más mi rey... siii, asssiiiiii... ya papi... sostenlo ahí... aaaaggghhhh!!!-
y empezó a mover las caderas, iniciando un mete saca en su coño.
David, con la verga empalmada se acerco a la boca de su madre
-Chupame la poronga, madre, que ya me pusiste caliente, también-
Doña Jose se cogía al caballito y se comía a su hijo
-Huummm madre... que rico me la mama... así... no me imaginaba que fueras tan puta... pero que rico... sigue chupando, madre...-
y asi, disfrutaban los tres, hasta que se vino Doña Jose, en un estertor y lleno de gemidos
-¡Me vengo... me vengoooo!-
Y el caballo arrojó todo su semen dentro de Doña Jose
-¡Sssiiii, que caliente!... me la esta dando... ¡Cuanta leche!... me va a matar... un río!... ¡que ricoooo!... ¡aaaahhhh!-
Dejo salir de su coño la tranca del caballo, que empezaba a aflojarse, mientras salía un río de leche de su coño.
David, aun tenia la erección en su punto; Doña Jose descanso un momento, acariciada por las manos amorosas de su hijo, llenándola de besos en las tetas y en la boca
-¡Ora quiero que me hagas tu yegua, quiero que me metas la verga, todavía quiero más!-
Y se recargo en las pacas con el culo en alto, mientras se separaba las nalgas le pidió a su hijo:
-Cogeme el culito, ahora que lo tengo bien lubricado-
David metió dos dedos, embarrándolo de leche del caballo en el culo de su madre, aflojándolo.
-Ya papacito... cogeme duro... dame tu verga...-
David se agarro la pinga y se la paso por el culito, luego por la pucha y finalmente le metió la cabeza en el culo.
-¡Aaahh!... que rica verga tienes, amor... hhuummm... se siente tan bien... ¡Ya! Metemela toda...
-Si madre... estas tan apretadita... que rico culito tienes... me estas comiendo... ¡te la meto toda, putita!-
Y David se cogio a su madre por el culo, mientras le sobaba las tetas.
-¡Casi me vengo, madre!... me estas sacando la leche... y tu culito esta tan apretadito...aaahhh... te estoy conociendo mejor.. ¡Me gustas tanto!... Sssiiiii-
-Si mi rey... cogeme bien... me gusta tanto tu vergaaa... pero ahora ya tengo dos... aasssiiii papi... me corrooo mi rey... que riicccooo!-
y se vinieron simultáneamente.
Descansaron acostados en la paja, recobrando sus energías y acariciándose mutuamente.
-No sabía que fueras tan caliente, madre- dijo David
-Pues si mijo, me gusta mucho coger y como no tenía pareja, pues mi comadre me hacia el favor, bueno, nos lo hacíamos mutuamente; pero ahora tu nos harás el favor, porque tu madrina también es muy caliente, ya lo veras-
-No me digas, madre; tan recataditas que se ven, y son dos putitas bien sabrosas-
-Si, mijo, somos bien putitas- y se rieron ambos
Regresaron a la casa y se metieron a bañar, Consuelo los vio y les dijo con una mirada picara:
-Comadre, ya es hora de coger; digo... de comer-
Doña Jose respondió:
-Si comadre, también-
Y así, David fue conociendo mejor a su madre.