Doña Elena y el aprendiz
Como se demuestra que el roce acaba haciendo el cariño, nunca mejor dicho.
Doña Elena y el aprendiz.
Josè es un chico de 18 años que acaba de terminar el curso de FP, sin notas brillantes pero con éxito, moreno de 1,80 ojos verdosos de constitución atlética y que tenía como hobby jugar al futbol en las categorías juveniles de un equipo de su barrio y apreciado por sus vecinos y familiares por su educación y buenas maneras, pero en la intimidad como todos los jóvenes de su edad el sexo era su asignatura pendiente. Su abuela amiga de la señora de Alberto el droguero del barrio doña Elena en una de sus charlas vecinales con esta, le escucho decir que necesitarían un aprendiz para el negocio ya que Alberto se encontraba pachucho de salud y ella sola no podía hacerse cargo de todo lo que acontecía, sin dudarlo la abuela de José le recomendó a su nieto y quedaron en que se pasara por el negocio el lunes por la mañana.
Alberto era algunos años mayor que doña Elena ambos tenían una hija que estudiaba fuera y un hijo que cursaba una carrera universitaria en Granada, doña Elena era una señora a simple vista más bien seria y algo seca de carácter, con el pelo siempre recogido un cabello moreno unos labios más bien carnosos y de mediana estatura, sus pechos debían haber tenido mucho éxito en su juventud y aun a sus 48 años absorbían muchas miradas aunque lo que más miradas a pesar de sus faldas a la altura de las rodillas era su hermoso trasero de nalgas redondas y gordas que resucitaban a cualquier macho.
Jose como le indico su abuela se presento en la mañana del lunes en la droguería, le atendió Alberto que se encontraba solo en el negocio y ya advertido por doña Elena, le mostró el local que consistía en la entrada de la tienda un mostrador tras el que se despachaba con una estantería a la espalda apenas con espacio para moverse de esquina a esquina y una trastienda con unas escaleras hacia el piso de arriba donde tenían una especie de almacén, también tenían un almacén pequeño en un local a una manzana de allí para las pinturas y algunos materiales de menor rotación, según le comento Alberto, ya tendría oportunidad de conocerlo. En ese momento entro doña Elena en el local…..
Elena: buenos días, disculpa Alberto pero me han entretenido más de la cuenta en el banco, ya sabes las colas que se forman.
Alberto: No te preocupes el banco como todos los lunes, he estado tranquilo además estaba mostrando esto a Jose.
Jose: encantado señora.
Elena: Vaya no esperaba un mozalbete tan espigado, entonces tu eres el nieto de Carmen, y que tal le has dicho en qué consistiría su labor aquí.
Alberto: en ello estaba pero al entrar tu hemos parado, ya le he mostrado el local y le he comentado lo del almacén de fuera si te parece sigue tu hablando con él mientras yo voy al médico que se me echa la hora encima.
Alberto entro a la trastienda se quito la bata y se puso una rebeca y se despidió de ambos, Elena paso al mostrador y le comento a Jose lo que estaban dispuestos a pagarle por su trabajo que no sería otro que ayudarles en todo lo que pudiera en el negocio de 9 a 2 de la tarde y de lunes a sábado. En el chico no paso inadvertido el culo de doña Elena a la hora de entrar tras el mostrador, pensó para sí mismo (ojala doña Elena pase mucho tiempo por aquí).
Elena: Pues nada Jose entonces mañana a las 9 te esperamos aquí.
Jose: Muchas gracias doña Elena, aquí estaré.
Elena: muy bien, pero dime Elena eh, que me haces muy vieja.jajaja.
La seriedad de que le advirtió la abuela, así como la fama que le precedía, no tenía nada que ver con la simpatía y la buena impresión que le causo Elena, pensaba Jose mientras volvía a casa.
Al día siguiente se presento en su trabajo Jose como acordó, y fueron pasando los días hasta llevar unas tres semanas, Alberto apenas aparecía por el negocio, según Elena los médicos le obligaron a hacer reposo y tendría que estar ella más presente. Para Jose era algo cómodo además le gustaba el trato con el público y a Elena se le veía feliz con su disposición y el con la de ella y sobre todo con como todo trascendía. Elena debido al calor del verano, llegaba casi siempre temprano al negocio, cuando Jose llegaba ya estaba dentro con la persiana a medio echar con su bata azul y como él podía adivinar con su sujetador y sus bragas sin más debajo, ese día en concreto Jose paso por debajo de la persiana y sin hacer ruido llego a la altura de la puerta de la trastienda daba los buenos días cuando en ese momento vio a Elena de espaldas cogiendo la bata muy nerviosa al verse sorprendida, el chico al ver ese culazo en pompa y la situación, dio un paso hacia atrás pidiendo disculpas, Elena se echó la bata y terminándose de abrochar salió de la trastienda algo sofocada por lo sucedido y tranquilizando a Jose de que no pasaba nada, en ese mismo momento miro el bulto que tenía el pantalón del chándal que vestía el chaval.
Transcurría la mañana y los clientes parecía que se pusieron de acuerdo en ír y no paraban de atender, en la cabeza de Elena persistía lo que vio a primera hora y en la de Jose aun mas, sin querer pero queriendo en un trance del despacho Jose fue a pasar por detrás de Elena y su polla se hizo presente entre las nalgas de ella que enseguida reconoció lo que sentía, esto no hizo más que despertar aun mas a la polla de Jose, como imagino bien Elena, la que no podía dejar de comprobarlo de alguna forma y con la mirada le era imposible ya que al estar tan cerca se delataría, así que esta vez fue ella la que busco el arrimón y lo encontró, vaya que si lo encontró, noto la barra que el chico llevaba como penitencia a su santo trasero y las calores que Elena comenzó a experimentar hacían años que no afloraban en su ser, Jose por su parte tenía su mente totalmente esclavizada al culo de Elena y consciente del invite volvió a repetir la escena varias veces durante la mañana. Elena cuando se tranquilizo la entrada de público y a la vez intentando de bajar el calor que sentía en todo su cuerpo sobre todo en sus partes más bajas, mando a Jose a ir al almacén por unas cosas, lo que aprovecho este para hacerse una señora paja a la salud de Elena y recapacitar con lo que había sucedido entre ambos, consciente de la complicidad de Elena llego de vuelta con su plan en la cabeza.
Jose: Aquí traigo lo que me encargo Elena, lo coloco dentro.
Elena: Si Jose haz el favor, vamos a cerrar ya mismo son menos diez, si no te importa colócalo todo en su sitio. Y no lo tendré por medio esta tarde.
Al parecer Elena también había pensado en lo sucedido y por como acontecía todo tenía pensado algo.
Jose estaba en lo que ordeno Elena, mientras ella terminaba de ordenar el mostrador y salía para echar la persiana hacia abajo, volvió a la trastienda y Jose seguía con su tarea.
Jose: voy a subir y le coloco lo que queda allí también para dejarlo recogido Elena.
Elena: Gracias eres un sol, voy a aprovechar para cambiarme mientras bajas, avisa eh, jajaja.
Jose : si si.
Esa sonrisa ultima a Jose ya le puso en alerta, que quería decir, y si bajo que pasa pensó, se coloco arriba y desde una rendija espió a Elena, La veía mirar hacia arriba de la escalera mientras desabrochaba su bata, pero cuál fue su sorpresa al ver a Elena llevarse la mano a su entrepierna, sin perder la vista de la escalera a la vez que metía una mano en su sujetador, que caliente debe estar pensó Jose, la polla le pedía a voces salir del pantalón y así hizo empezó a acariciarla aprovechando la visión pero él quería mas, Elena lo tenía ya fuera de sí y decidió dar un paso adelante.
Bajando la escalera de forma imprevista con la polla acomodada de forma que no pasara desapercibida para Elena…
Jose: Perdón se me olvido avisar
Elena de espaldas a él cogía la bata para taparse.
Elena: qué vergüenza otra vez.
Jose: yo no veo ninguna vergüenza Elena sino una mujer despampanante, perdóneme a mí.
Ella se vuelve hacia el aun en bragas y sujetador.
Elena: eso piensas de mí de verdad Jose
Jose: si Elena acaso no lo demuestro.
Bajando el pantalón del chándal y dejando ante Elena veinte centímetros de carne dura y venosa señalándola.
Elena abrió los ojos como quien ve de venir un toro y se echo las manos a la cara dejando caer la bata, se acerco a Jose y se arrodillo ante aquello, lo acariciaba como si de una reliquia se tratara, lo comenzó a besar a dar lengüetazos a hacer de el falo de Jose su juguete, lo lamia lo mordía lo besaba, Jose le desabrocho el sujetador y comenzó a acariciarle los pechos pellizcándole los pezones y masajeándoselos torpemente pero lo suficiente para ponerla aun más caliente de lo que estaba, mientras tanto Elena seguía a lo suyo.
Jose: ufff que gusto Elena que bien la chupas ummm toma, es toda para ti ummmm
Elena estaba totalmente entregada a lo que le llenaba la boca y así siguió hasta que noto los latigazos de leche de Jose golpeándole la garganta sin dejar de beber hasta la última gota.
Jose la ayudo a levantarse y la volvió de espaldas, siguió acariciándole las tetas y comenzó a darle pequeños mordiscos en el cuello que lucía al descubierto gracias al moño que llevaba recogido, ella se estremecía y el aprovechaba para terminar de sacarse el pantalón y aprovechar para dejar al descubierto el coño y el trasero que le había hipnotizado desde el primer día, su polla solo del roce con las nalgas de Elena volvió a emerger…
Elena: Follame Jose Follame por favor, quiero sentirte dentro, follame
Jose la acomodo contra unas cajas dejando su culo en pompa y con todo su esplendor y acomodo la cabeza de su polla a la entrada del coño de Elena que al sentirlo cerró los ojos y le pedía…..
Elena: métela ya, métela cariño, ooohhhh diosssss ,que gustoooooo, no pares, aaaaagggggg,aaaaaggggg, asiiiii,asiiii.
Elena se estremecía con cada embestida que Jose le propinaba después de las dos corridas anteriores , Jose se sentía seguro de lo que hacía, la follaba disfrutándolo, poniendo todo el énfasis que podía y dándole todo lo duro que ella le pedía….
Elena: uuuummm, no pares me corroooo,me corroooo, ahhhh, quietoooooooo,asiiii clávamela toda asiiiiiiiiii,ummmmmm.
El primero de una sucesión de orgasmo le llego así a Elena.
Jose veía ese tremendo culazo botar sobre su polla una y otra vez chapoteando el coño de ella sobre sus huevos los gemidos de ellas se oían en toda las trastienda se mordía las manos para no gritar, Elena estaba totalmente poseída por su polla y el era consciente de la situación.
Jose: ¿te gusta Elena? Toma toma mas, dime si te gusta
Elena: No pares, me encanta,aaaagggg, q gusto ,me gustaaaaaaaaa, dame mas dame más me estas matando de gustoooo,ummmmm.
Jose: quiero follarte el culo elena, ufff quiero este culazo.
Elena : Noooo, me rajarías con esto, aaagggg me coooorroooo, queeee gustazoooo,agggg
Jose siguió taladrando el coño de Elena hasta que al sentir otro orgasmo de ella y los jadeos y gritos que daba no le quedo otra que terminar de derramar lo que aún le quedaba en su depósito.
Jose: puuuuff me corrooooo Elena me corrooo uauauuuuuuuuuu.
Elena quedo exhausta y totalmente satisfecha como hacía años que no se sentía, su cara rejuveneció en una hora cinco años. Jose miraba aun el coño de Elena y comprobaba como manaba la leche que le había proporcionado, mientras se ponía los pantalones.
Elena se volvió y acercándose a Jose lo cogió de la barbilla y le dio un morreo, diciéndole a continuación..
Elena: Esto ha estado genial, pero nunca jamás debe de salir de aquí, ¿estamos?
Jose: Elena mi primera vez no voy a ir aireándola y más cuando no te mereces que lo haga, confía en mí. Eso si ese culo tiene que ser mio,jajajaja.
Le dijo Jose a la vez que le daba un cachete en las nalgas y ella le devolvía un pellizco en el moflete y una sonrisa de las que pocas personas habían sido testigo en su vida.