Don Silvio
Nunca pensé que aquel abuelo fuera tan caliente.
Recuerdo esta historia como una de las sensaciones mas alucinantes que he tenido. Pasó cuando yo tenía 18 años recien cumplidos, estaba con mi familia de viaje de vacaciones de verano en un pueblo de que se llama Malgrat de Mar en la costa brava española.
Como todos los días nos fuimos a la playa a pasar la mañana, en aquella época las playa estaban muy bien cuidadas y había poca gente, lo cual era de agradecer.
Siempre nos poníamos en el mismo sitio cerca de la orilla con nuestra sombrilla, toallas etc... en fín típica familia española de aquellos años 60.
Al lado nuestro estaban dos familias con las cuales compartíamos las charlas y los juegos a lo largo de la mañana, nos conocíamos desde hacía tres veranos y la relación era fantástica no solo entre los padres sino entre los hijos también.
En una de ellas, la familia Robles también estaban los abuelos, Renata y Silvio, no eran muy mayores aproximadamente 65 años cada uno y muy bien conservados, sobre todo Silvio, que guapo era ese hombre, medía 1,70 más o menos, pelo absolutamente blanco, ojos azules increíbles, pelo blanco por todo su cuerpo, pesaría unos 100 kilos y su cuerpo estaba duro con el acero, tenía una preciosa barriga y un culo magnífico que daban paso a unas piernas muy robustas, en fin un auténtico hombretón.
He de deciros que en aquella época yo ya sabía que me gustaban los hombres pero en aquella España era muy difícil poder desarrollar tu sexualidad con naturalidad.
Una mañana bajé yo solo a la playa muy pronto me apetecía estar solo y ver los primeros rayos de sol del día, así que estaba paseando por la playa cuando de frente vi que se acercaba Silvio, mi corazón empezó a latir a tope ya que me había hecho muchas pajas pensando en ese hombre. Llegó a mi altura y me dijo:
Hola Carlitos como estas? Que haces tan pronto en la playa?
Os he de decir que llevaba un bañador que le marcaba un culo precioso y un paquete memorable, estaba muy moreno y sus pelos blancos resaltaban mucho mas.
Aquí estoy paseando un poco don silvio
Quieres que nos demos un baño? Vengo sudando he estado corriendo un poco por la playa.
Claro a mi también me apetece.- dije yo
Nos metimos en el agua que estaba genial nadamos un poco hacía el interior y de repente Silvio se sumergió en el agua y salió con su bañador al cuello.
Me encanta bañarme desnudo, me gusta la sensación del mar en todo mi cuerpo sin ningún tipo de ataduras textiles jejejeje. A ti no te gusta?.- preguntó
Claro que me gusta Don Silvio, pero me da un poco de vergüenza.- contesté yo totalmente empalmado al saber que ese tiarrón estaba desnudo a mi lado
No te de vergüenza Carlitos estamos entre hombres.
Sin pensarlo me quité el bañador y me lo puse al cuello liberando mi polla de aquel tormento.
Si, es fantástico Don Silvio, me encanta.
Empezamos a nadar un poco desnudos, mi polla cada vez estaba mas gorda y dura ya que le veía su culo blanco delante de mi, me di cuenta que tenía unos buenos huevos ya que se le movían de un lado a otro de su piernas mientras nadaba.
Nos paramos de nuevo, el se sumergió y volvió a salir a la superficie.
Joder carlitos que es lo que tienes entre las piernas? Meduna polla tiesa que tienes amigo.
Yo me sonrojé al máximo, pero a la vez me excite aun más, sobre todo cuando Don Silvio me la cogió con la mano y me arrastro hacía él y me plantó su boca contra la mía y me metió su lengua carnosa hasta mi garganta. Yo sin pensarlo también le cogí su polla que ya estaba dura como una piedra y mientras nos besábamos nos empezamos a pajear mutuamente, yo estaba a punto de reventar, Don Silvio se dio cuenta y paró.
La primera vez la quiero en mi boca, chaval
Se sumergió y me la empezó a mamar de una manera indescriptible, a los dos segundo le empecé a soltar leche en la boca, Don Silvio se la tragó toda y subió a la superficie con la boca chorreando mi leche y agua.
Joder chaval tenías leche guardada eh?
Bueno me corrí ayer, pero me ha excitado mucho lo que ha hecho Don Silvio
Jajajaja, Carlitos esto solo es el principio
Se puso su bañador de nuevo y se encaminó hacía la orilla nadando. Yo estaba sin poder moverme, mi polla seguía dura y notaba como seguía saliendo leche.
Carlitos ven que te tengo que enseñar muchas cosas jajajajaj.- dijo Don Silvio entre risotadas
Me puse le bañador empecé a nadar detrás de él.