Don Ramón (2)
Juanjo me llevo a lugares inexplicables para mi, su lengua me transformó en otra persona.
La visión de aquel cuerpo desnudo a cuatro patas acabó por ponerme la polla dura. Juanjo se estaba untando saliva en su ojete y yo mientras me ensalivaba mi polla a punto de reventar.
Me arrodillé tras el culazo de Juanjo y poco a poco fui apuntando mi capullo hacía su ojete bien lubricado.
A que espera don Ramón?.- preguntó Juanjo
Nunca me he follado a un hombre.- contesté yo
Es muy fácil, solo apunte y poco a poco va empujando hasta que el capullo entre entero y luego apriete fuerte hasta que los huevos hagan de tope.- replicó Juanjo totalmente excitado y sudando a chorros.
Sin más empujé hasta que mi capullo entró entero mientras Juanjo gemía de placer, aquello fue una sensación nueva para mi, sin más apreté a tope y sin mayor problema mi polla entro entera en el culo de Juanjo hasta que note como mis huevos chocaban contra su enorme culazo.
Ahora un mete y saca don ramón, sin parar hasta que note como toda le leche me entra en el culo, no pare me esta volviendo loco.- gritaba Juanjo
Así lo hice, el mete y saca era tremendo, veía como mi pollón entraba y salía del culo de Juanjo que a la vez se estaba haciendo una paja de campeonato, yo también estaba sudando, me resbalaba por mis pechos duros por mi barriga hasta llegar a mi polla lo cual ayudaba a que entrara mucho mejor. No daba crédito, yo follndome a un hombre y gozando como nunca lo había hecho. Seguí cada vez mas fuerte, Juanjo apenas decía nada solo se pajeaba sin parar, yo empecé a notar como mi leche luchaba por salir, así que al siguiente golpe les descargué toda mi leche en el ojete de Juanjo que a la vez empezó a correrse.
Joder don Ramón que caliente es su leche, me arde el culo, no la saque por favor.
Seguí hasta que mi polla salió por si sola de su culo, Juanjo cayo sobre el suelo y yo me quedé a su lado también agotado, ambos estábamos sudando a chorros, el acercó su boca a la mía y empezamos a besarnos y a acariciarnos nuestros enormes cuerpos, yo estaba loco de placer aunque agotado, me había corrido cuatro veces aquel día. Juanjo propuso darnos una ducha y tumbarnos un poco, ya era de noche.
Después de una ducha reparadora donde nos exploramos de nuevo nuestros ardientes cuerpos caímos en la cama abrazados el uno junto a el otro. Yo al rato me quedé dormido.
Al cabo de un rato, no se cuanto tiempo empecé a soñar como alguien me comía la polla y mis huevos, aquello me gustaba pero no podía distinguir quien era, yo seguí pensando que aquella era un sueño hasta que una voz me dijo:
Joder don Ramón para la edad que tiene es usted todo un machote.
Al despertarme ví que era Juanjo que estaba mamándome la polla y los huevos como un autentico maestro. Mi polla volvía a estar dura, Juanjo se la metía entera en la boca, jugaba con mi capullo y lamía también mis huevos peludos, yo empecé a tocarme mis pezones que estaban duros como el mármol y a la vez veía el culo respingón de Juanjo que la chupaba a cuatro patas en la cama.
Entonces Juanjo paro de chupar se incorporó y acerco su gorda verga a mi cara, a mi eso no sabía si me iba a gustar, pero sin pensarlo acerqué mi boca a su enorme capullo y lo empecé a lamer, poco a poco fui metiéndome más de aquel gran pollón en mi boca hasta que entro entera y fue entonces cuando empecé a mamar aquel pollón sin problemas, Juanjo mientras acariciaba mi cuerpo, mi barriga, mis pezones, jugueteaba con mi polla que seguía dura como una piedra. Juanjo me miraba con mucho cariño y a la vez con mucho morbo, aquello me excitaba cada vez más y chupaba y chupaba sin parar aquella verga gorda que cada vez la sentía más mía.
Juanjo me sacó la polla de la boca, me besó con su enorme lengua y poco a poco me dio la vuelta, yo me dejé hacer, aquel hombre me estaba haciendo cosas realmente maravillosas. Empezó a besarme la nuca, la espalda, mis nalgas peludas hasta que llegó a mi ano, yo estaba un poco reacio ya que suponía lo que quería mi nuevo amante.
No te preocupes Ramón, déjame hacer, verás como te va a gustar y además quiero sentirme dentro de ti para que así los dos seamos un solo hombre. Dijo Juanjo con mucha dulzura.
Sus palabras me parecieron maravillosas así que relajé mi cuerpo y mi ano se abrió para él. Juanjo empezó a lamer mi ojete con una maestría infinita, jamás me habían hecho algo así y era fantástico, su lengua entraba y salía de mi agujero con suma facilidad, poco a poco empezó a meter un dedo y luego dos, aquello me dio un placer nuevo y especial, al cabo de un buen rato lubricando mi ojete se incorporó y noté como su capullo apretaba contra mi agujero, yo me contraje.
Tranquilo Ramón, déjate hacer ya veras como sientes algo diferente.
Juanjo me tranquilizó, me relajé y noté como su capullo estaba entrando en mi culo, poco a poco fue entrando su verga hasta que entró toda, el se quedó quieto un rato hasta que mi ano se acostumbró a aquel vergón, fue entonces cuando yo le pedí que empezara a follarme. Así lo hizo, muy despacio dándome un placer infinito, aquello me gustaba.
-Quiero verte.- me dijo Juanjo
Me dio la vuelta me puso mis piernas sobre sus hombros y me la volvió a meter esta vez de un solo golpe, mi polla seguía dura como una piedra, él empezó a jugar con ella mientras yo miraba a aquel cuerpazo sudoroso posenyéndome con una ternura infinita, empecé a jugar con sus pezones, mientras él acariciaba mi barriga y mis piernas, incluso empezó a lamerme los pies llenándomelos de saliva, aquello me proporciono un placer extra. Entonces noté como Juanjo empezó un mete y saca mucho mas fuerte y rápido mientras el me pajeaba a la vez. Fué increible notar como su leche empezó a entrar en mi culo lo cual me llevó a correrme, solté un chorro que me llegó directamente a la cara, el siguió pajeando mi polla a la vez que resoplaba llenándome el culo con mas leche, aquello era una máquina de soltar leche y yo también. Al final cayó rendido sobre mi y empezó a lamer mi leche que había caido en mi cara y luego me besó durante mucho tiempo, al final se puso a mi lado y seguimos abrazándonos y acariciando nuestros enormes cuerpos sudados hasta que caímos rendidos.
Desde aquel día Juanjo vive conmigo, nuestras vidas ahora están llenas y nos amamos profundamente. Por supuesto follamos todos los días, cada día me hace descubrir cosas nuevas en el sexo. Hemos empezado a hacer tríos y yo le he llevado a que también se folle a una mujer en mi presencia y luego yo me lo follo a el mientras Juanjo folla a la mujer. Somos felices y espero poder contaros nuevas historias de nuestras aventuras sexuales.