Don pepe el señor de la tiendita

EL SEÑOR DE LA TIENDAseñor pepe (3º. Secu)

Pues la verdad a este tiempo ya estaba bien cogida por algunos y (as)..jiji o sea que me encantaba mucho la verga, incluso tiempo después me divertía mucho con un vibrador que me regalo uno de mis galanes..jiji

Pero no hay como sentir una deliciosa verga carnosa deslizándose por mi vagina y mi culo,siempre me levantaba bien ganosa y caliente, y bueno una de esas mañanas me propuse hacer una travesurita, fíjate que había un señor que atendía en la esquina, se llamaba Jose, y yo siempre le decía Don pepe, era un señor mas o menos grande, de unos 46 o 47 años, siempre atento y amable conmigo, yo sabia que me tenia ganas, ya que siempre se me quedaba viendo bien morboso te, y cuando me daba el cambio me agarraba la mano, o me picaba con el dedo el centro de la mía, y eso me calentaba, pero solo era hasta ahí..no se sobrepasaba, y pues fui ideando una manera de provocarlo mas para que me cogiera, y se me ocurrió una idea! El abría como a las 7 am, pero en la mayoría de las veces atendía con su esposa, y ella iba a dejar a su niña como a las 7 y media y de ahí regresaba como a las 5 de la tarde, entonces estaba solo a partir de las 8, pero como luego llegaban los camiones que le surtían, pues si se ocupaba, así que pensé ir por ahí de las once de la mañana, ya que yo entraba hasta la 1.30 pm, y mi mama llegaba hasta en la tarde noche, pues me quedaba sola todas las mañanas.

Esa vez me bañe, use mi perfume favorito,comosiempre,y me puse una falda semitransparente bien pegadita, me llegaba arribita de las rodillas, y una blusita sin usar mi corpiño, y me dirigí hacia la tienda, cuando llegué, habían terminado de surtirle unos bimbos, hasta el señor del del camión se me quedo viendo con una mirada lasciva, casi encuerándome, lo podía sentir, me sonrió, y le devolví la sonrisa.

En eso vi como Don Pepe se me quedaba viendo y note como se agarraba el bulto por debajo del mostrador, así que comencé a jugar a seducirlo, me agachaba en cunclillas y le iba preguntando cuanto costaba cada uno de las frituras, mientras me abría de piernas y le enseñaba mis pantaletas, y cada que me contestaba su voz estaba diferente, como temblorosa, claro que el sabia que no podía cogerme ya que yo era menor de edad,jiji

me levanté y le decía.. Hay Don Pepe me duele la nuca, quisiera que alguien me sobara, solo que pues ya sabe que no esta mi mamá, mientras dejaba que me viera mis pechos chiquitos, y la aureola de mis pezones, que estaban bien paraditos.

Y el en voz bajita y entrecortada me decía: acércate chayito déjame verte la nuca, y yo muy obediente me acerque me voltee dándole las nalgas, y le dije aquí me duele, sentí como le temblaban las manos cuando comenzó a tocarme, la verdad que ni me dolía nada.jiji, pero el me dijo: nochayito estas muy  mal, pásate de este lado del mostrador, me abrió la puertita, y me pasé,

Estaba yo bien caliente,quería verga a como diera lugar, así que cuando el comenzó a disque sobarme, yo instintivamente le repegue mis nalgas, y sentí como tenia la verga bien parada en todo su esplendor, así que comencé a restregarme mas cínicamente, mientras el ya me estaba jugueteando con las yemas de los dedos mis pezones, lo hacia tan sabroso, que parecían piedras de tan duras que estaban.

Le esta gustando Don Pepe? Le pregunte.

Siempre me has gustado chayito.

Que le gusta mas de mi?

Tus nalgas bien formaditas y paraditas.

Pues acarícielas, que espera?

Y muy obediente me levanto la falda y comenzó a acariciármelas, metió su mano dentro de mi pantaleta y me las acaricio, mientras unos de sus dedos acariciaba mi rayita, buscando ansiosamente el orificio de mi culo, mientras ya me estaba lamiendo la orejita.

Estábamos en el faje cuando de pronto vi como alguien nos estaba observando, inmediatamente me separe de Don Pepe, que ya tenia la verga de fuera, solo me había dado unos rozones en el culo pero alguien nos había sorprendido.( ESE ES OTRO RELATO QUE PUBLICARE DESPUES DE ESTE, SE LLAMARA EL ESPIA, OSEA EL REPARTIDOR DE LA COCACOLA QUE NOS DESCUBRIO FAJANDO).

En ese rato casualmentellego el repartidor de la Coca y don pepe me dijo, escóndete  en el baño de atrás, y ahí espérame tantito, y así lo hice, solo que esta vez me quite la pantaletas.

Los minutos se me hacían eternos, ya quería tener la verga de don pepe culiandome rico, y por fin se fue el camión! Don pepe cerro las puertas de cristal, y le puso su letrero de me fui a comer.

Y si me fue a comer..jiji donde estas mi amor, pregunto.

Aquí don pepe, en el baño como me dijo

Ven vamos arriba, ahí esta sucio.

Yo me acerque, el me abrazo y me cargo como una plumita, mientras yo le desabotonaba la camisa y jugueteaba son sus vellos del pecho.

Llegamos hasta su recamara, y me sentó en  la cama, y empezamos a jugar, le baje inmediatamente el pantalón con todo y trusa, el pensaba ponerme de perrito, pero yo le gane, le agarre la verga y se la comencé a mamar, como yo ya lo sabia hacer, el se quería zafar y me dijo espérame quiero cogerte…

Pero la verdad como yo estaba bien caliente, le dije que no, que me dejara seguir mamando, y pues me dejo, yo le seguí mamando los huevos, se los tenia empapados al igual que su verga,

El me decía yaaaa…déjame cogerte!!!

Me coloque en la orilla y le dije ya don pepe métame la verga, la necesito.

Pinche chamaca saliste bien puta y caliente ( el nunca decía una grosería, pero…) así me gustas.

Y me lo metió riquísimo hasta el fondo, bombeándome sabrosísimo, hasta hacerme llegar al orgasmo, y me dijo. Ahora si mámamela, te voy a dar tu lechita mi amor.

Si mi amor le dije, dame todos tus mocos, y comencé a mamársela nuevamente, jugándole los huevos con mis manos, hasta que prontamente se vino en mi, mi calentura era tanta, que me los bebí todos y hasta le succione, para sacarle mas.

Y de ahí surgió una gran amistad, el me cogía casi a diario, y además me daba dinero y lo que yo quisiera de la tienda, así estuvimos mas o menos unos meses, debido a que nuevamente nos cambiamos de casa.

No me imagino su cara cuando ya no volvió a verme jamás..jiji, de mensa le decía que me iba a ir, la verdad solo quería que me cogiera.