Don Paz y su lección.
Hola soy Camila, y quiero contarles una experiencia que tuve con un medico de mi barrio, en mis practicas para mi carrera, ya mencionada, medicina, la cual sigo cursando, como les comente en mis otros relatos soy bastante putita, espero que les guste, y que comenten y lo valoren, muchas gracias beso
Hola soy Camila, vivo en argentina y estudio medicina, admito que soy bastante puta, este es mi cuarto relato, medio corto, pero es lo que recuerdo. Soy rubia, alta, de ojos verdes, tengo buenas caderas y buen busto, soy delgada, y por mi forma de vestir y mi cuerpo, me gano la mirada de muchos en la calle.
bueno este es mi cuarto relato, les voy a contar una experiencia que tuve con un medico de mi barrio, y su familia.
Una semana que me fui de vacaciones con mis compañeras de facu, mis padres buscaron al médico de mi barrio para que yo pudiese hacer las prácticas de medicina en su consultorio. El médico les dijo que no había problema, pero lo que fue increíble fue que mi mama le haya preguntado si me podía dar trabajo a la persona que mi madre decía que era un "viejo verde y pajero del barrio”, ya que contaban las malas lenguas, que el mismo se propasaba con algunas chicas que atendía, y que le piropeaba a cualquier mujer que pasara. Lo peor de todo era que tenía esposa e hijos. Era un hombre totalmente desagradable, de unos 60 y largos, robusto, muy cejudo y con nariz grande, canoso. Yo lo odiaba.
Al llegar de mis vacaciones, las cuales fueron las mejores, mis padres me informaron la noticia.
Camila mi amor, te conseguimos trabajo, es para que puedas hacer tus practicas y terminar pasar tus exámenes de medicina.
¡No se que haría sin ustedes! ¿Dónde me han conseguido el trabajo papus?
en el consultorio de don Paz.
¿Don paz? Dije sorprendida. ¿el viejo verde del barrio?
si hijita, dijo mi madre.
pero es solo para que termines tus estudios.
Yo resignada les agradecí, pero no sabía que iba a hacer en ese consultorio, ya que solo se hacían recetas, que solo eran papeles para firmar y sellar. Como estaba cansada y al otro día comenzaba mi trabajo, me acosté.
Al día siguiente me levante, y me dirigí hacia el consultorio, me puse una jean que me apretaba de tiro alto, y me lo subí para mostrar mi cola, ya que siempre salía atrevida, para ganarme piropos. Me puse una camisa blanca, me prendí hasta el penúltimo botón, y me puse un corpiño que me juntaba bien las tetas.
Llegue, toque la puerta, el médico abrió, y abriendo los ojos me miro de arriba abajo, quedándose un ratito mirándome las tetas, el dijo :
¿vienes para una consulta corazón?
¡No!, yo soy la chica que mi madre pregunto para el trabajo.
ah claro, ¿Camila verdad? pasa, te diré que tienes que hacer.
Pase me dijo que tenía que ir a mi oficina y sellar las boletas solo eso. Sellé las boletas en menos de 15 minutos, y me puse a jugar con mi celular.
Veía que cada vez que un paciente se iba del consultorio de paz, paz iba al baño. Me llamaba muchísimo la atención, lo deje pasar ya que estaba entretenida.
En un momento vi que una señora de 80 y largos paso al consultorio, me pregunte que querría, y espié por la cerradura, vi que el doctor comenzó a besar a la anciana y saco su pene, un pene erecto, el cual estaba bastante viril para un hombre de tan gran edad, de inmediato me acorde, de mi chofer, que hacía bastante no veía, recordé cuando me cabalgaba y me puse a mil. Pero terminaron rápido, y me tuve que ir a sentarme y hacerme la que no sabía nada. El médico cuando salió vio mi cara y que me puse nerviosa, y se acerco y me pregunto qué me pasaba.
Le dije que era mi primer día y que me incomodaba por eso, pero no pude mantener la mirada a sus ojos, porque me distraía y me llamaba la atención su bulto, ya que había terminado de manosearse con la anciana. Pensé, quizás si le entrego mi cuerpo, me iré mas rápido , y me firmara la práctica.
El docto fue a su oficina, yo me desprendí unos dos botones, mostrando un poco mis tetas, me dirigí a su oficina, me senté poniendo mis brazos en la mesa y tomándome las tetas por debajo, haciendo que se junten y mostrándolas, el viejo me miro las tetas un rato largo, y no escucho nada de lo que le decía. No dije ninguna otra palabra, me levante cerré la puerta con llave, y me le senté arriba de su falda, comencé a besarlo, y me abrí la camisa, dejando mis tetas en su cara, me empezó a chupar las tetas con su lengua de viejo, larga y babosa, me las chupo, yo estaba a mil, agarre y me levante me saque el jean, y me corrí mi bombacha, el de inmediato se desnudo, y me subió a la camilla para penetrarme, lo pare y le dije.
- No, primero fírmame las prácticas.
El me las firmo rápido, y de inmediato se subió arriba mío. Me metió su verga hasta el fondo de mi conchita, era tan gruesa, que me hacia doler del grosor, y cada vez me abría mas para que entre entera. Le decía
- Meteme es pija que tenes papi, dale que me encanta ser la putita de los viejos.
El no decía nada estaba concentrado en lo que hacía, me penetraba tan fuerte, que me hacia volar la cabeza, sentía muchas cosas, hasta que paro. se puso un preservativo y me penetro más fuerte y más rápido.
+vamos papi métemela toda más fuerte, dale que me encanta, es tuya, culeame culeame.
Me culeo tantos minutos hasta que me acabo.
+mmmm que caliente siento esa lechita, como me encantaría chuparte la pija.
- y chúpala mami dale que ya te firme todo.
Se sentó desnudo, y le saque el forro, y comencé a mamarle la pija como solo yo la mamo, le pasaba la lengua por la cabeza de la pija, sabiendo que lo ponía a full. En eso se siente que tocan la puerta de su oficina. Era su mujer con su hijo, me subí el jean y me prendí rápido la camisa, mientras le chupaba la pija, no lo deje cambiar, y me levante y abrí la puerta y dije.
- Me quiere violar, me está acosando el viejo pajero este.
La esposa comenzó a golpearlo, yo tome mis prácticas, y me limpie la pera la cual la tenía toda llena de semen, y me fui.
Cuentan que fue tan grande el juicio de su divorcio que perdió el consultorio, A don paz no lo vi mas, odiaba a ese viejo verde, pero no niego que era una bestia en la cama y me encantaría volvérmelo a culear.
Gracias por leer mi cuarto relato, seguiré publicando, comenten y valoren, besos.