Don julio

DON JULIO…

No se trata de un tequila más bien de un tipo que pasa los sesenta años pero igual es alucinante y por demás embriagador  con sus formas especiales de ser y de pensar. A el lo conocí desde hace muchos años siendo el padre de una de mis amigas con la que crecí desde la infancia por lo que nuestro trato era muy familiar.

Luego el tiempo paso dejándonos de ver por mucho tiempo hasta el inesperado reencuentro que ya para entonces mi amiga y yo pasamos los cuarenta mientras que Don Julio se quedo viudo convirtiéndose en otra persona a pesar de sus años, le dio su segundo aire sintiéndose todo un conquistador actitud que desde luego le festeje con bombos y platillos.

El hombre siempre de buen vestir, alto, delgado con buenas formas y buen trato se pinto el cabello, se arreglo la barba y el bigote como todo un conquistador saliendo en busca de aventuras discretas sin compromiso ni romance encontrando para él un nuevo estilo de vida sin pasarla solo alejado del bullicio y las preocupaciones.

A esas alturas transformo su casa en un verdadero refugio de soltero lo más cómodo y agradable que pudo a donde me invito muchas veces a charlar tomando café o copas de vino contándome sus aventuras, sus viajes y pasatiempos que tenían que ver con la fotografía artística.

Don Julio muy atento me brindaba muchas atenciones entendiendo por mi parte que iva más lejos de un simple trato dejando entrever sus pretensiones con bromas y caricias verbales sutiles que me alagaban como mujer agradeciendo sus cumplidos mientras mi amiga no lo descalificaba por el contrario le agradaba su actitud de todo un conquistador sin referirme nada al respecto.

Con su pasatiempo de fotografía algunas veces lo acompañe a hacer algunas tomas en lugares cercanos como ríos, parques o pueblos mágicos momentos que aprovechaba para proponerme como modelo en su estudio algo que en principio no le di importancia pero después me convenció asistiendo por las tardes para hacer algunas tomas fotográficas con ropa casual que el mismo me proporcionaba.

En esos días yo misma me sentía inquieta por su interés en mi haciéndome la desentendida por sentirme incomoda por ser el padre de mi amiga, aquel hombre que me vio crecer pero ahora usaba todo su encanto para tenerme como mujer.

Muy a pesar de mis prejuicios mis emociones eran otras que no demostraba a pesar de sus halagos y sus propuestas que me hacían sentir bien, me excitaba la idea de correrme una aventura con él hasta que se dio la oportunidad.

Don Julio me propuso tener una sesión de fotografía erótica con ropa de lencería al tiempo que me entrego un paquete que contenía la ropa para probármela y no repare en nada sencillamente me desnude en la sala de su casa y me la fui poniendo.

Entre las prendas que me dio tenia camisones, bras, tangas, baby dolls y zapatillas altas abiertas que le fui modelando según me lo pedía en un casting intimo muy ameno entre él y yo. Ya muy dispuesta con mis pezones encendidos mientras mi sexo se derretía  y Don Julio me observaba a detalle desde su sillón calificando los atuendos uno por uno con bromas y propuestas muy sugestivas no dejaba de adularme hasta que me puse un baby doll de tres piezas modelando justo frente a el totalmente desinhibida lo invite a desnudarme al tiempo que no lo dudo y ya en mi desnudes termine sentada a su lado entregados a los besos y caricias mutuamente.

El tipo se fue tomando su tiempo conmigo , sin arrebatos me fue llevando recorriendo todo mi cuerpo a besos con tal intensidad que me puso muy excitada mientras yo le correspondía de igual manera al tiempo que se quito la ropa y me llevo a su cama.

Para Don Julio yo había rebasado su expectativa, la chica que el conoció se hizo mujer con formas bien definidas que sin menos precio de sus amigas nada que ver conmigo y me lo demostraba con su complacencia mientras me acariciaba embebido en mis pechos y mi sexo que no paraba de mamar.

Desde luego que no cabalgo solo, yo también hice mi parte con toda la excitación que te brinda una aventura le correspondí de igual manera, no iva a permitir que se fuera solo en la faena haciendo para mi su sexo en mi boca tan duro como una roca. Luego de un tiempo, quizá una hora o más me tenia sorprendida por su fortaleza , aun no me penetraba y yo estaba totalmente extasiada pero sin prisa de nada , se tomaba su tiempo sin dejar de acariciarme al tiempo que sentía su calor deseando que por fin me penetrara pero no era el momento y regresaba con besos en mis labios bajando poco a poco por mis pechos, mi vientre y mi sexo justo en mi clítoris acariciándolo sutilmente con su lengua hasta hacerme fluir a mares en su boca que sin reparo recibió en su boca …en ese momento decidió llegar al fin con mis piernas en sus hombros introdujo su pene en la vulva penetrándome poco a poco con un vaivén excelente hasta llegar a fondo follando y follando hasta inundarme por completo a borbollones.

Después de todo se quedo rendido sobre mi cuerpo con su miembro dentro de mi sexo aun palpitando como si quisiera dejarme hasta la ultima gota de su leche mientras que yo termine rendida y muy satisfecha agradecida de la faena le acaricie la espalda mientras dormía .

Cuando todo termino, me aliste y me fui a casa con una sensación de plenitud, la faena fue genial con toda la discreción del mundo con un paquete de ropa intima como regalo para usarla en mi propia casa con mi marido como si yo misma la hubiera comprado sin que nadie se enterara de lo sucedido.

Desde luego que la primera vez sirvió para otras tantas que cambiaron de rutina según se le ocurría a Don Julio como más adelante les contare.