Domingo por la tarde
Cuando estas aburrido y la rutina te mata... buscas algo que hacer!
Era domingo por la tarde, en su rutinaria vida de Juan Carlos (35 años de edad, soltero, abogado, piel bronceada, cuerpo atlético, piernas fuertes y gruesas, verga de 16 cm. gruesa, ojos negros) sería una tarde aburrida, sólo en casa quizá viendo las películas que transmitían por TV o leer las noticias que se había perdido en la semana en el periódico, pero se imaginaba que, como ya lo mencioné, sería aburrido y se le ocurrió una mejor idea: Ir al cine.
Al cinema eligió la primer función que se acercaba a su horario, no era cinéfilo, así que lo mismo daba ver una película u otra.
Ya era un poco tarde y la sala del cine estaba un poco llena, quedaban muy pocos lugares desocupados y eligió uno de cinco que se divisaban en la ultima fila, optó por uno ubicado al medio de aquellos cinco asientos, no pasó mucho tiempo y una señora con sus tres hijos le pidió se corriera unos lugares para que ella pudiese sentarse con sus hijos, la señora quedó a su lado, el más pequeño le seguía a la señora, una niña de 11 años y un joven adolescente como de 16 años, de esa manera JC quedó en la ultima fila y en la esquina el peor sitio para ver una película.
JC detuvo su mirada en el chico, se notaba atractivo con su piel bronceada, llevaba una camiseta sin mangas, unas bermudas de tela y una gorra, se notaba muy entretenido comiendo las pop-corns con caramelo.
Así inició la película, cuando una pelea de los pequeños hermanos distrajo la atención de toda la sala incluyendo la de JC, la madre optó por ponerse en medio de los infantes y corriendo al joven a un lado de JC.
Pasaron unos cuantos minutos, cuando por un descuido el joven vació sus pop-corns encima de JC, él muy apenado pidió disculpas y fue por primera vez cuando JC se dio cuenta de lo infantil y bello que era el rostro del chico, y lo hermosa que era su sonrisa.
EL joven empezó ayudar a JC a quitar las palomitas que estaban por la camisa y pecho JC, pero lo sorprendente llegó cuando llegó a las que habían quedado en su entrepierna, EL chico no dejo que JC se deshiciera de ellas, el muy descarado las tomaba y comía una por una, sin quitar la vista de JC, las tomaba y pasaba por la entrepierna de JC, después la metía a su boca mostrando sin pudor su satisfacción, saboreándolas como si en cada roce con el pantalón de JC llevara consigo el sabor de su miembro; JC estaba a mil, esa situación lo había excitado de sobremanera, y su erección no se podía disimular en los pantalones deportivos de tela ligera que llevaba puestos, cabe mencionar que no llevaba ropa interior.
El chico comió su ultima pop-corn y le sonrió a JC diciéndole: Mil disculpas, es que es delicioso, me encantan.
Jc pasó toda la película recordando ése excitante episodio, el cual no se volvió a repetir para la desgracia de JC.
Al salir de la sala, JC se dirigió a los baños, entró al ultimo cubículo, cuando iba ponerle el cerrojo una mano le detuvo y entró con él al baño, era el chico, le había seguido y estaba dispuesto a todo, besó en los labios a JC y empezó a sobarle el miembro por encima de los pants, empezó a notar como crecía ese trozo de carne, no muy largo, pero si muy grueso, cuando lo sintió en su punto, el chico se agachó para bajarle los pants y meterse a la boca esa verga que estaba deseando del el incidente con las palomitas.
Chupaba y chupaba y Jc se mostraba encantado con la excitante labor del joven, pasaba su lengua por cada pliegue del no circuncidado miembro de JC, le encantaba el sabor a macho y el olor a pasión, le encantaba que esa verga lubricaba y el joven era adicto a la sensación de precum en la boca.
Lo tomaba con fuerza, chupaba sin delicadeza, lo hacía de manera desenfrenada, con ansia de sacarle con cada succión la leche que se encontraba adentro de JC.
Se detuvo cuando sintió que JC estaba a punto de terminar en su boca, y empezó a besar el abdomen plano y lampiño de JC, eso le encantaba a JC y sin darse cuenta, el chico ya se estaba comiendo su ano, metía su lengua dentro de él, y Jc se masturbaba sintiendo que con cada lengüetazo del joven, el momento de terminar se acercaba.
Mordió sus nalgas, las besó, chupó y siguió con los testículos enromes que colgaban de Jc, los chupó uno por uno, y después se metió los dos a la boca, de verdad que ese chico era un ángel mamador pensó JC.
Y el chico continuó con su labor en la verga de JC, metía su lengua dentro del orificio de la uretra, besaba la cabecita del pene y después se lo introducía hasta donde podía, Jc sabía que estaban en un lugar público, y por lo mismo evitó que sus gemidos de placer se escaparan de su boca.
Pero era tanto el placer que Jc no pudo más y terminó en la boca del chico, el cual gustoso devoró cada gota de leche que emanaba de JC, estaba caliente y sabia delicioso.
Se levantó y besó en los labios a JC, la gustaba la sensación que sentía su piel suave con la barba de dos día de JC.
Sacó su miembro que era más grande que el de JC y empezó a masturbarse mientras besaba en la boca a JC, terminó rápida y abundantemente.
Cuando el chico sació sus ansias de terminar, besó de nuevo a JC y se acomodó los pantalones, y le dio su nombre a JC: Se llamaba Manuel.
JC le dio su tarjeta al chico, el cual guardó en su pantalón, así llego a su casa satisfecho y a recordar la fascinante mamada que Manuel le habia dado, y dicen que recordar es volver a vivir, así que Jc se excitó de nuevo y justo cuando se estaba masturbando sonó el teléfono, era Manuel (20 años de edad, Piel morena, cuerpo delgado y atlético, verga de 18 cm. gruesa, ojos color Aceituna.)
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