Domingo

Como una tranquila mañana de domingo se alegra por una visita de Él.

Domingo por la mañana, ya hace unos días que se levantaron las restricciones, pero Amo solo me habla por mensajes y yo ya no tengo ganas ni de masturbarme. El pijama se vuelve mi fiel compañero.

Suena el timbre, abro sin mirar ni preguntar quién es. El del otro lado es Amo, mi respiración se corta, mi excitación aparece.

—perra, ya puedes respirar —dice sonriente—. El pijama te queda bien, pero me gustas más sin.

—No lo esperaba, Amo. ¿Quiere tomarse un café mientras me cambio.

—Suena tentador, ponte algo. —Guiña un ojo—. O nada, tienes diez minutos.

Lo veo cómo va a la cocina, sabe dónde están las tazas y como funciona la cafetera. Entro en el baño y busco una lavativa, me la aplico. Me acarició el clítoris, me molesta el pelo. Cuando vacío mi intestino busco una cuchilla y me afeito el coño. Me coloco debajo de la ducha y dejo que el agua recorra mi cuerpo. Salgo del baño con una toalla en la cabeza.

Entro en mi habitación, abro el cajón dónde están los regalos de Amo. Me pongo una pinza en cada pezón. Cojo un plug terminado en cola de conejo, mi preferido. Me tumbo en la cama y me lo introduzco. Cojo el collar de perra que tengo y me lo pongo. Escojo unos zapatos blancos, me saco las pinzas y voy al comedor.

—Buena elección de prendas —dice Amo y le sonrío—. Has tardado trece minutos.

Me coloco a cuatro patas delante de él. Me da tres azotes y me saca el plug.

—Gracias, Amo.

Me utiliza para reposar los pies y mi coño empieza a chorrear. Es mi Amo y sabe que me excita un "hola". Escucho como se baja la cremallera. Sus pies salen de mi espalda. Me escupe en el ano.

Me introduce la polla de golpe en el coño y un dedo empieza a dar vueltas en el ano.

—Uno —quiere que le diga los orgasmos.

Saca la polla del coño y noto el glande en el ano. Me muerdo los labios. Introduce un poco más, con el placer me cuesta mantener la posición. La introduce toda, sus huevos chocan contra mi piel...