Dominando a una superdotada
Bibiana conoce a Ivana una mujer rusa superdotada.
Esta es la historia de Bárbara una cirujana plástica que siempre ha tenido el sueño de convertir a una mujer en una muñeca, en su trofeo, y de Ivana una chica de orígenes rusos y superdotada a nivel de CI que en realidad quiere ser una simple muñeca tonta.
Habla Bárbara
Tengo 30 años, soy cirujana plástica desde hace poco y quizás no tenga gran experiencia, pero gracias a mis padres, que sí que la tienen, he podido ir aprendiendo los secretos de esta bonita profesión que fui conociendo desde que era una niña pequeña porque me pasaba las tardes, los fines de semana y las vacaciones en la clínica de mis padres y poco a poco me fueron enseñando el oficio, por supuesto fui completando mi formación con el título oficial y el MIR.
Mido 1.70, me cuido mucho porque la estética por obvias razones es fundamental en mi vida y la de mi familia, practico deporte todos los días durante al menos un par de horas, cuido mucho lo que como y trato de estar lo más sana posible; mis tetas y mi culo están
operados,
pero se ven de buen tamaño, nada exagerado.
Sin embargo, siempre me han gustado las mujeres muy operadas, muy extremas, ya desde pequeña empecé a investigar sobre mujeres del tipo muñecas de Barbie y bimbos, todas muy operadas y preocupadas solo por su físico, supongo que fue al conocer a alguna en la clínica de mis padres cuando iban a someterse a alguna cirugía para mejorar su aspecto aún más.
Una madrugada había acabado el turno en el hospital y regresaba a mi casa después de haber salido de fiesta con mis amigas a un club de ambiente, no tenía que ir a la clínica hasta un par de días después, así que me metí en un chat de lesbianas, sin ningún interés de nada en especial, pero vi el mensaje de una usuaria, de Ivana, que buscaba una cirujana plástica para consultar algunas dudas y claro, me ofrecí voluntaria.
Ivana y yo comenzamos a hablar primero por la plataforma del chat en privado para romper el hielo y poco después pasamos ya a otra mensajería porque Ivana me cayó muy bien y yo a ella también.
Estuvimos hablando en esa primera conversación unas 7 horas, hasta que Ivana se tuvo que ir a dar unas clases de Matemáticas y yo me fui a dormir.
Pude ver unas fotos que me mandó, cuerpo natural, muy guapa, casi parecía una modelo rusa de pasarela, tetas más bien pequeñas, pelo castaño largo y bonitos labios y culo.
Ella me contó que tenía mi edad, había nacido en
Rusia,
pero su madre biológica era una puta y no podía mantenerla por eso la había dado en adopción, sus padres adoptivos, una pareja de neurocirujanos de Málaga la habían adoptado porque querían hacer una buena obra y se la llevaron a vivir a Málaga.
Pronto vieron que Ivana destacaba en su forma de hablar y en que era realmente brillante en Matemáticas, le hicieron pruebas y descubrieron que era superdotada, por suerte sus padres adoptivos sabían lo que tenían que hacer y potenciaron que Ivana se desarrollase en sus facetas y siempre la apoyaron para que estudiara, de modo que logró estudiar Física, Matemáticas, Informática y Estadística con excelentes calificaciones.
Sin embargo, Ivana no se acababa de sentir bien psicológicamente, no encajaba en las relaciones sociales, no tenía amigas, no tenía
pareja,
aunque sí que había follado en un par de ocasiones con alguien de la
universidad,
pero no acabó de cuajar la cosa.
Como tenía problemas para dormir, se pasaba las noches de insomnio viendo fotos y videos porno en Internet de mujeres muy operadas mientras se masturbaba y cada vez se quería parecer más a ellas, parecía que no se preocupaban más que de su estética y de dejar que alguien se las follase, así que Ivana decidió que quería ser como ellas, de ahí que buscara un cirujano o cirujana, eso le daba igual, que la operase a su gusto y la convirtiera en una muñequita.
Durante los siguientes días seguimos las dos hablando por Internet, por mensajería y haciendo videollamadas, y llegamos a la conclusión de que nos teníamos que ver en persona, así que acordamos que iba a ser yo la que viajara a Málaga a pasar un fin de semana de playa y de paso, conocernos y ver lo que pasaba entre nosotras dos.
Nuestras conversaciones confirmaban lo que me decía Ivana, por cómo se expresaba sí que parecía una mujer muy inteligente y eso me gustaba, a pesar de que me atraen más las muñequitas que se preocupan solo de su físico.
Yo ya había ido avisando a mis padres de lo que estaba ocurriendo, ellos siempre me han apoyado, cuando era pequeña, aún en Primaria y les dije que me gustaban las chicas, se lo tomaron muy bien y siempre se mostraron de acuerdo en que llevara amigas y novias a mi casa, algunas sí que las aprobaron, otras no, pero valorando siempre a la chica, no los gustos sexuales
míos
.
Llegó el viernes en el que me tenía que ir ya a Málaga, me fui en mi coche desde mi casa de Boadilla, tenía varias horas de viaje por delante y apenas 48 horas, quizás alguna más, para disfrutar, así que me puse algo de música y fui realizando el viaje con una parada intermedia para repostar y tomar algo.
Llegué a Málaga sobre las 12:00 y fui al apartamento que me había reservado, me bastaba con una sola habitación, pequeño salón mini cocina y baño, con la idea de que las dos, Ivana y yo, lo disfrutáramos si todo salía como tenía pensado.
Llamé a Ivana, que ya me estaba esperando en una terraza del chiringuito de la playa cercana al apartamento, me arreglé un poco, siempre con algo de cuero, una falda y botas en esta ocasión, a pesar del calor de Málaga, y me fui al encuentro con Ivana.
Vi a Ivana que se levantó para saludarme, nos dimos dos besos de saludo y estuvimos un rato charlando, por suerte todo iba como yo pensaba, era igual que en nuestros encuentros virtuales y nos seguimos cayendo genial.
Nos quedamos en el chiringuito a comer, comimos pescado frito, que es la comida típica de la zona, entre otras cosas, y al acabar fuimos a dar una vuelta por la playa, por el paseo marítimo para bajar la comida.
Fue mirando la playa cuando nos besamos en la boca por primera vez, fui yo la que me lancé, pero Ivana respondió con otro beso, ya me había confesado durante la comida que estaba empezando a pensar en asumir que podrían gustarle las chicas sin que eso supusiera un problema.
Decidimos ir a mi apartamento, al que había alquilado para el finde, y una vez allí nos sentamos en el sofá y ya sí, nos besamos apasionadamente, nos desnudamos la una a la otra y nos vimos desnudas en vivo por primera vez (Ya antes en las videollamadas, las hacíamos en bolas por pura curiosidad).
El cuerpo natural de Ivana no estaba nada mal, bonitos pezones que lamí y disfruté, unas tetas pequeñas y un culo natural que tal vez se podría mejorar algo.
En ese primer encuentro follamos varias veces, yo iba bien provista de juguetes, así que los fui probando en el coño y el culo de Ivana, que se dejó someter, ella me dejó bien claro que el objetivo de encontrar un
cirujan
@ era para dejarse hacer lo que quisiera, sin importar lo que fuera, Ivana se consideraba muy sumisa y ese iba a ser su rol en la vida.
Por la noche y tras darnos una ducha, nos arreglamos un poquito y salimos tomadas de la mano a cenar algo a un bar cercano al apartamento; durante la cena, Ivana me confesó que, en el proceso de cambio, debería tener en cuenta algo, y es
que,
debido a su superdotación a nivel de CI, Ivana se pasaba mucho tiempo leyendo, y eso era algo que quería también evitar a toda costa, así que me pidió que buscara un método para que no pudiera leer.
Después de la cena fuimos a tomar una
copa,
pero no estuvimos mucho tiempo porque Ivana ya se tenía que regresar a su casa con sus padres, pero quedamos en vernos al día siguiente para desayunar.
El sábado por la mañana, tras desayunar, fuimos a una playa nudista y pasamos allí la mañana, estábamos casi solas así que pudimos follar y acariciarnos todo lo que quisimos, fue excitante.
Comimos en un chiringuito y por la tarde fuimos en mi coche hasta Marbella, a la clínica de unos amigos de mis padres, también cirujanos plásticos, para hacerle a Ivana una revisión y que también nos aportaran ideas de modificación en el cuerpo de Ivana.
En la clínica solo nos recibió Tatiana, una cirujana con un cuerpo muy operado, morena, tetas enormes, cintura de avispa y culo de impresión; ella había sido la primera mujer con la que había follado, a pesar de que me sacaba 7 años, pero la conocía desde pequeña porque mis padres se la follaban los dos y yo era testigo de su relación, más o menos, era una más en la familia
Fue allí en la clínica, mientras examinábamos a Ivana cuando a Tatiana, la cirujana muy amiga de mis padres, se le ocurrió la idea para solucionar el problema de la lectura de Ivana y así se lo comunicó a la propia Ivana:
-” Solo se me ocurre que no puedas ver...”