Dominando a mi novia bisexual (2)

Sigue la historia de Raúl y Maya. Ella invitará a su amiga Lucrecia para que conozca a su novio….

El agua caliente de la ducha aliviaba el hermoso cuerpo dolorido de Maya. Ya habían pasado dos días desde la pelea con su novio pero sus muñecas todavía llevaban marcas. Raúl en esa ocasión la había atada en la cama para vengarse de haberlo engañado con su amiga Lucrecia e inesperadamente el sexo de esa forma había sido increíblemente placentero para los dos. No obstante haber logrado castigarla Raúl seguía enojado con ella. Maya trataba de hablarle de todas formas pero él la ignoraba totalmente y esa situación la estaba volviendo loca.

Veinte minutos de ducha después se fue a vestir y a preparar la cena. Por la primera vez en su vida se sentía muy culpable de haber engañado a alguien y lo ultimo que quería era perder a su chico. Maya lo quería de verdad y su intención era decírselo durante la cena para ver su reacción. Solamente así podía darse cuenta si Raúl seguía queriéndola.

Vuelto del trabajo Raúl abre la puerta de su casa. En silencio se va para la ducha sin ver ni saludar a su novia. Maya no dice nada y piensa esperar un poco antes de ir arriba a hablarle. Se ha puesto muy linda para él, lleva un vestido negro nuevo muy corto y ajustado y unos zapatos con tacos de diez centímetros. En sus piernas tiene puestas unas calzas con ligas negras muy sexy que llamarían la atención de un muerto. Como la comida ya está lista decide subirse para avisarle. Se queda en proximidad de la puerta del baño esperando que Raúl salga de la ducha. El largo espejo al lado refleja su tremendo cuerpo, lo que mas se le nota es su culo bien grande y firme. Se da la vuelta para averiguar de nuevo como le queda el vestido, el pelo, el maquillaje, todo tenía que ser perfecto. Mirándose por un momento pensó “mmm que le haría a una chica así…ay no…porque pienso en esas cosas?”

Cuando la ducha se apaga ella de repente se aleja del espejo. Raúl abre la puerta e inadvertidamente la ve esperándolo afuera con esa ropita sexy. Mirándola de arriba a abajo se queda en frente suyo boquiabierta. Maya se le acerca un poco y con voz muy suave le dice “Hola mi amor, solo quería avisarte que la cena está lista”. Al chico luego de semejante vista no le salían las palabras de la boca. Ella se dio cuenta que la reacción era la que tanto había esperado, se acerca un poco mas y lo mira a los ojos “te espero abajo”. Estaba tan provocativa que ya le quedaba imposible ignorarla. Justo cuando ella se estaba dando la vuelta para irse la llama “espérate”. Maya se sentía a cien, le tenia unas ganas increíbles después de esos días sin ni siquiera hablarse. Con una sonrisa lo abraza y le dice “dime cariño”. Raúl le pone las manos en las caderas para luego llevarlas hasta las nalgas, le pega a la conchita su pene crecido debajo de la toalla, ella le lame los labios con su lengua caliente y baja la mano para acariciarle el bulto. Tras un largo beso le saca la toalla para pajearlo y le susurra “papi te he extrañado mucho”. El chico sin pensar le contesta “yo también princesa” y sacándole el tanga sigue “me encanta como te pusiste para mi, de donde sacaste esta ropa?” Ella con cara de lujuria “me la compré para ti mi amor, te gusta como me queda apretado y corto este vestido? Así se notan las ligas…” “A ver date vuelta”

Maya pone las manos contra la pared y abre un poco las piernas para mostrarle como se le sube el vestido por su culo bien redondito. Raúl no se resiste a semejante vista, agarra sus nalgas y empieza a lamer por toda la raja, ella se estremece “ay si mi vida lame, que ricooo”, él le mete un dedo en el culo, y enseguida dos, tres “te gusta mami? Mira como lo tienes dilatado, ni siquiera necesitas lubricador…” “si me gusta cielo rómpeme el culo por favor, hazme sentir tuya” él le pone la verga en la entrada del ano y empieza a empujar “Te voy a dar tan duro que no vas a caminar por una semana” Maya seguía con una mano contra la pared y otra en la concha con sus dedos bien adentro, siente el pene entrar poco a poco mas al fondo “lo siento todo mi amor, asiiiiii” Raúl la agarra por la cintura y empieza un mete y saca rápido haciéndola gritar como loca “dame hasta el fondo, párteme el culo hijo de putaaaaaa” “lo quieres violento? Te voy a dar hasta que te sangre perra!” “ay ahhhhhhhhhh” Maya no podía mas, esas embestidas, esas palabras, ese dolor le daban mucho morbo y se sentía acabar “Mas duro….siiiiii…..me vengo……ahhhhhhhhhhhhhhhhh” Raúl tampoco podía seguir por mucho mas y acelerando sus empujes se vino adentro de su culo.

Muertos de hambre, Raúl estaba sentado en la mesa tomando una copa de vino tinto mientras que Maya ponía la comida en los platos. “Nena preparaste lasañas, compraste vino, te pusiste esa ropita tan sexy…tu si sabes como hacerte perdonar” Maya se acerca y le toma la mano “Bueno la verdad es que me sentía  muy culpable y no quería que siguieras enfadado con migo porque…. te quiero mucho y no te quiero perder”. Repentinamente Raúl quita la mano para agarrar el tenedor “Bueno dale que la comida se enfría y me muero de hambre”. Esa reacción fría pone la chica un poco triste pero tratando de no mostrarle contesta “Tienes razón, espero que te guste”.

Los dos comían sin decirse nada. A pesar de eso Raúl ya no estaba enojado con la novia pero aun no quería mostrarle. El también la quería y se daba cuenta que ella se había puesto las pilas para que la perdonara pero todavía no sabia si volver a confiar en ella. Durante esos dos días pasados sin conversar había seriamente pensado en cortar con una chica como esa. Ponerse celoso por otros hombres le parecía fatigoso pero preocuparse también por las mujeres era demasiado. Es mas a su familia ella no le gustaba nada y sus amigos se daban cuenta que no era una santa. Sin embargo Raúl la quería muchísimo y se llevaban muy bien, verla al lado de otra persona lo hubiera puesto simplemente furioso. Si se acuesta con otro los mato a los dos, pensaba.

Cuando los dos terminaron de comer Maya quiso romper el silencio “Amor, te veo muy pensativo…que pasa?” “No, nada…solo pensaba en nosotros…” “Raúl, me gustaría saber lo que realmente sientes por mi”. El chico se dio cuenta que había llegado el momento de confesarle sus sentimientos “Bueno está bien, te voy a decir. Yo también te amo y me gusta nuestra relación pero me asusta como me pongo cuando estoy furioso con tigo. O sea te das cuenta que fui capaz de atarte a una cama y hacerte violencia como un animal? Y lo peor es que me encantó… Cuando me di cuenta de lo que te había hecho quería dejarte porque esto no es sano, entiendes?”

Maya realmente entendía la preocupación de su novio y trató entonces de tranquilizarlo “Bueno, te confieso que al principio estaba bastante asustada porque la verdad es que me hacías daño y nunca te había visto así, pero al final me quedó gustando muchísimo. A mi también me da vergüenza admitir que me encanta subir esa violencia”. Raúl no podía creer lo que su novia le acababa de decir. “Estas segura? No sabes el peso que me has quitado de encima” “Si, estoy segura y es mas te amo y estoy muy feliz que ya no hayan mas secretos entre nosotros…mírame Raúl, dime que confías en mi, necesito que lo creas en serio”. El chico se quedó callado unos segundos para pensarlo bien pero su repuesta fue bastante positiva: “Ya no confiaba mas en ti pero desde ahora quiero hacerlo. Esto significa que me vas a tener que contar TODO, lo que piensas, lo que haces todo el día, quien te llama, quien te escribe, vamos a compartirlo todo, te parece? Empezando por tu amiguita…que me dices de ella?” “Lucrecia me ha llamado unas veces pero nunca le contesté, hasta me envió unos mensajes que me gustaría dejarte leer para demostrarte que estoy de acuerdo con tigo”. Maya en serio quería portarse bien y le mostró unos mensajes de mujer excitada tipo: “Mamita tengo el tanga todo mojado pensando en ti, quiero sentir tu lengua….” y unas fotos muy hot enviadas por mail que pusieron Raúl muy caliente. “Esta mujer está obsesionada con tigo ma… pienso que tendrías que llamarla justo como te dije el otro día y decirle como están las cosas”. Ella lo miró medio sorpresa “o sea que entre nosotras se acabó?” “No nena, le vas a comentar que ESE tipo de relación clandestina se acabó y que si quiere verte lo hará en mi casa y en mi presencia”.

Lucrecia estaba probándose su nuevo traje de baño cuando recibió el llamado de Maya. Lulú tenia un cuerpo increíble, el color rojo oscuro le quedaba hermoso con su piel morena. Lo que Maya había notado en ella la noche que se descubrieron en una fiesta en la playa era su negro pelo largo y lacio que llegaba hasta sus pechos grandes y firmes. Las dos chicas que estaban borrachas se habían cruzado las miradas casualmente entre mas de cien personas y no tardaron mucho en conocerse…

Lulú esa misma noche se fue a lo de Maya y Raúl. No le importaba que él fuera presente, solo quería ver a su chica, hubiera aceptado cualquier compromiso para verla y tocarla de nuevo. Cuando Maya la atendió se saludaron con un largo beso. “Hola Lulú, como estas?” “Bien y tu?” “Bien. Tu novio está?” “Si cariño, como te mencioné por teléfono ya no vamos a ser mas solo tu y yo”.

Las dos chicas se sentaron en el sofá para tomar un drink y contarse todo lo que había pasado últimamente. Las dos estaban hermosas. Lulú llevaba un vestido verde esmeralda con un largo escote, Maya llevaba uno rojo vivo muy corto a pocos centímetros bajo las nalgas. Las dos llevaban calzas con ligas y tacones de aguja justo como había pedido el hombre de la casa. Luego unos cuantos tragos Raúl se une a las chicas excitado por lo tremendas que estaban. “Hola Lucrecia, te veo muy bien” “Gracias, tu también estas muy bueno”. Lulú no le estaba mintiendo, aun prefiriendo las mujeres nunca le habían dado asco los hombres.

Pronto las dos chicas se dejaron llevar por el alcohol y empezaron a besarse sin pudor alguno. Se besaban muy suave dándose picos, lamiéndose los labios, rozando las lenguas de una forma tan sexy que Raúl ya la tenía bien dura. El seguía bebiendo su trago sentado en frente de ellas y disfrutando del increíble espectáculo. Maya paró para susurrar a su amiga “Lulú, eres increíble”. Las chicas se miraron a los ojos y se dieron vuelta hacia Raúl para saber como seguir con eso. El las invitó a subir hacia el cuarto para que continuaran en la cama matrimonial. “Desde ahora en adelante van a seguir mis ordenes. Lucrecia, si no estas de acuerdo este es el momento bueno para irte.” “No señor, me quiero quedar y prometo hacer lo que usted mande”. Con cara de satisfacción Raúl la acaricia y empieza su juego. “Primero quiero ver como lo hacen. Pónganse la una en frente a la otra, de rodillas y con las piernas medio abiertas, sigan besándose y sáquense los vestidos lentamente”.

Las dos chicas volvieron a besarse de manera sensual, Maya le pasaba las manos por el pecho y despacito le bajaba el vestido. Lulú le tocaba las nalgas y le subía la ropa para dejar ver las ligas y el tanga negro que hacían contraste con la piel de la chica pelirroja. Muy despacito se quitaron los vestidos. No llevando algún sujetador quedaron en tanga, medias y tacones. Maya manoseaba las tetas de su chica, le tiraba los pezones, se los lamia con desesperación y los mordía suavemente haciéndola estremecer. A Raúl le daba mucho morbo que su mujer hiciera gozar tanto a otra y le costaba mucho resistirse sin tocarlas, pero la curiosidad de ver como siguieran dandose placer era tan grande que le dio la fuerza de esperar.

Las chicas se sobaban, se metían dedos y gemían como dos perras en celo. De repente Maya le quita el tanguita rojo a su chica, la empuja a la cama boca arriba y le sube las manos besándola. Bajando hasta sus pechos los agarra fuerte y los junta para ponerse en la boca los dos pezones al mismo tiempo, Lucrecia se moría de placer. Abriéndole mas las piernas le acaricia dulcemente el clítoris e introduce muy suavecito el tanga adentro de la vagina caliente “Te gusta Lulú? Quieres que te la coma en frente de mi novio putita?” “Si, por favor, chúpamela ya!”.

Maya sabia muy bien como darle placer a una mujer. Fue así que comenzó la tortura. Empezó sacándole despacito el tanga afuera de la chochita primero con sus dedos y luego con los dientes para después lamerle la rajita desde arriba a abajo. Raúl tenia la verga al punto de estallar y Lucrecia se moría de gozo “Ay si…. mami no pares” Maya le mordía el clítoris, se lo azotaba y luego lo chupaba mientras le metía dedos. Lucrecia no podía mas, gemía siempre mas fuerte y Maya se daba cuenta que estaba por acabar. Fue ahí que le metió un dedo también en el culo y ella acabó gritando con un orgasmo fabuloso. Cuando Maya terminó de beber los calientes flujos vaginales de su amiga subió la cabeza y llamó a su hombre “Papi ven aquí, dame un beso y dime si la concha de esta nena no sabe riquísima” El chico sin pensarlo dos veces la acerca con violencia para saborearle la lengua y agarrándola por la garganta como para ahogarla le susurra “Eres una puta de calle, ya van a pagar las dos por su conducta”.

Lucrecia seguía tirada en la cama para recuperar las fuerzas cuando Raúl se le pega diciéndole “Te gusta como te lo ha hecho mi mujer? Te puso tan caliente que no duraste ni cinco minutos”.

Tirando Maya al lado de su amiga se baja la cremallera del pantalón y libera el bóxer dirigiendo su miembro erecto hacia las caras de las mujeres “aquí, coman ya!”. Las dos chicas se acercan, Maya se lo introduce en la boca mientras su amiga le come los huevos, él las agarra por el pelo y empuja el rabo hasta el fondo de la garganta de su novia casi sofocándola “Siiii… así se hace…mmm que buenas perras…..” el chico les toca las testas y en el momento en que esta por explotar ordena “Maya guárdate la leche en la boca, no pienses escupirla o tragarla… ahhhhhhhhhhhh” y suspirando sigue “Ahora dale un beso a tu noviecita”. Las dos unen sus bocas pasándose la leche mutuamente y algunas gotas caen sobre sus lindos pechos.

“Lucrecia ponte arriba de mi mujer…ya” La chica obedece y se pone a frotar su concha contra la de su amiga, el roce de los clítoris las vuelven locas, Raúl agarra Lulú por las caderas para ayudarla con el movimiento, desde esa posición puede meter dedos a las dos y amplificarles el placer. La vista de las dos mujeres se la pone dura de nuevo y con furia le pregunta a Lulú “Así es como te chingas a mi mujer, ehm?” Como Lulu no responde y Raúl la obliga a contestar con una fuerte nalgada “Si, así es” “Me gusta como lo haces puta.... y dime (rozándole el ano con sus jugos vaginales) nunca la haces sentir mujer con un pene?” “ Si…me lo pongo con una cinta” “Y como se lo ensartas…así?” Raúl le entierra de una su verga sin preaviso “Ahhhhhhh cabron hijo de putaaaa”.

El chico empieza un mete y saca bien duro sabiendo que ella la tenia muy estrecha por haber tenido pocas relaciones con hombres “Cállate preciosa…que rica conchita que tienes, parece de virgen pero eres una puta”. Lucrecia se calla como le ha ordenado pero esa verga sigue doliéndole mucho por ser bastante grande. Mientras tanto Maya sube su conchita hasta la boca de Lucrecia para que se la coma. Le tenia la cabeza colgada al clítoris “Mami lame, me vuelves locaaaa!!!” Raúl seguía embistiendo Lucrecia sin compasión, paró solamente cuando Maya se vino.

Con la verga aun bien parada empuja Lucrecia al lado de su amiga “Ahora vamos a hacer un jueguito, pongan las manos atrás”, agarra dos cinturas y a cada una les ata las manos. “Pónganse en posición de perrito….si así…que buena visión…no se muevan” Raúl acariciaba el culo de la una y de la otra para luego azotarlos bien duro. Ellas chillaban pero parecía que eso le diera mas morbo todavía. “Que suerte tener en la camas dos putas como ustedes” Lucrecia enfadada “no me hables así hijo de puta” Raúl le contesta tirándole el pelo “Como has dicho? Tu te atreves a hablar que tienes el culo mas abierto que mi mujer que me la culeo todo los días? Mira como entran bien mis dedos…”

Lucrecia no sabia que hacer, se sentía humillada y se quería ir pero algo la detenía. Maya no decía nada, esta vez no estaba asustada y le encantaba que su hombre se portara de esa forma. “Ya van a ver lo que les tengo preparado aquí….”

Raúl sacó un látigo y lo deslizó por las espaldas de sus mujeres hasta las nalgas, Maya se estremeció, no podía creer que su novio hubiera llegado a tanto. Raúl no se resiste y empieza a darles latigazos primero en las nalgas y después en los pechos y en las conchitas. Ellas se quejan pero él no piensa tener piedad. Cuando se cansa agarra la melena de Maya y le pone la cara entre las nalgas de su amiga “Lame bien que a tu chica le va a necesitar mucha saliva….” Dicho eso se dirige hacia la boca de Lucrecia y le pone la verga entre los labios “Chupa perra!”. La chica obedeció, estaba asustada pero las lamidas de Maya empezaban a calmarla.

Raúl desató a Maya para que se pusiera debajo de su amiga cuerpo a cuerpo y después se colocó tras el culo de Lucrecia. Escupió en su culo y empezó a penetrarle su ano virgen. Aunque Maya le estimulara hábilmente el clítoris para relajarla ella sentía mucho dolor. A Raúl no le importaba nada y seguía empujando “Relájate preciosa que al rato te va a gustar tanto que te vas a volver adicta, mi mujer lo sabe bien”. La chica se quejaba “Por favor no empujes tan duro, me dueleeeeeeee”. Raúl no piensa hacerle caso, solo extrae un momento su verga para escupir un poco mas y sin piedad se la da bien duro hasta el fondo. La chica se muere de dolor y grita como nunca. Raúl continua en lo suyo con mas morbo todavía “Cállate puta, yo sé que es lo que quieres….ahh que rico estas tan apretada…” Maya seguía tirándole el clítoris y sobándole las tetas para aliviarla un poco. Poco a poco el dolor fue convirtiéndose en puro placer. Ahora era ella que movía su culo para facilitar el trabajo al pervertido de Raúl. “Te gusta nena o quieres que pare?” le preguntó eufórico. “Ganaste marica de mierda, me encanta!” “Te gusta que te culee zorra? A mi me vuelve loco sodomizarte como una puta barata…”

Los dos no aguantaban mas por el placer y estaban realmente agotados. Cuando Lucrecia se vino su orgasmo fue mas fuerte que nunca y sus contracciones lo hicieron acabar a Raúl también. Con un largo beso las chicas dejaron la cama para ir a ducharse seguidas por su hombre.

Desde ese día Lucrecia entró en la vida de los dos novios y terminó mudándose con ellos. Los vecinos, sus amigos y hasta los padres de Raúl al final entendieron lo que pasaba con esa convivencia. Si bien esa situación los pusiera algo incomodos con el tiempo todos se fueron acostumbrando y algunos de ellos hasta opinaron que quizás esa fuera la condición ideal del ser humano. Y ustedes…. que opinan? Muchas gracias por leer mi relato, espero que les haya gustado.