Dominado sin darme cuenta VI
Siguen las aventuras en este caso de Carmen dominada por mi, tras ese cambio de roles que me plantea. Fin de semana completito el que le depara su visita a la Costa del Sol
Recomendable leer los anteriores, si no por lo menos el que va antes de este
Nos montamos en el coche, aunque mi casa no estaba muy lejos de la estación, y le obligue a sentarse directamente sobre el asiento y a desabrocharse la rebeca para ir con los pechos al aire, la situación era tan excitante que di una vuelta hasta llegar a casa.
Cuando entramos en el portal, nos saludó Jero, que era el conserje un hombre que yo le echaba unos cincuenta años y que desde el punto de vista de la mujeres era muy atractivo, ya que según me dijo después Carmen era apetecible y esas canas que a cierta edad empiezan a sentar bien y a hacerte muy mono, y si a todo eso le añades la gracia andaluza, hizo que pararnos delante de el con Carmen resultara un show. Aparte de piropearla sobre sus transparencias o ausencia de ropa como él lo llamo, cuando nos despedimos caminos del ascensor le levante la faldita a Carmen sin mirar para atrás para que tuviera unas buenas vistas.
Al entrar en el ascensor le quite la rebeca y la quede desnuda de cintura para abajo, mi bloque era por norma general de gente mayor y aunque era una hora punta como las tres de la tarde, mis vecinos ya estarían la mayoría en casa.
Al salir del ascensor mi puerta era la de enfrente y antes de abrir la desnudé allí mismo y pusimos a magrearnos, besarnos, hasta casi hacerla correr. Las vueltas que daba la vida aunque fuera casualmente o de forma premeditada, ahora era Carmen la que me pedía una y otra vez que quería correrse y yo le denegaba el permiso.
Entramos en casa y directamente la mandé a la terraza, esa misma terraza donde ella me había hecho más de una perrería, puse el móvil a grabar y le dije.
- Si te quieres correr adelante, pero hazlo de pie.
Ella rápidamente abrió las piernas y se le veía el brillo que tenía su chochito e incluso alguna gotita que recorría sus muslos.
- Gime, que te escuche el vecindario, y que sepan que tienen una nueva inquilina y que es una guarrilla.
Como le había ordenado se puso a gemir y en muy poco tiempo empezaron a flojearles las piernas y se apoyó en la barandilla y acto seguido vi como literalmente se meaba , después me dijo que era una corrida muy intensa y que se llegaba a confundir y que se llamaba squirt. A pesar de todas mis andanzas con Carmen estaba muy verde en temas sexuales por lo que me di cuenta, cierto es que después de ese primer chorro de corrida siguió tocándose y volvió a correrse con pequeños chorritos.
Lo que mi cámara había grabado lo tendría guardado por el fin de los días, yo estaba con la boca abierta y ella en estado de éxtasis y el suelo creerme que muy manchado, parecía que se había vertido una jarra de agua en la terraza y digo bien cuando digo una jarra.
La hice entrar para dentro y me di cuenta que era la hora de entrar a trabajar, las dos horas de descanso entre recogerla y entretenerme con ella se me habían pasado volando, rápidamente llame a la oficina y alegue un dolor intenso de cabeza y una pequeña gastroenteritis para por lo menos no ir esa tarde y que mañana por la mañana si me encontraba mejor iría.
Resuelto el trabajo, tenía toda la tarde para mi diosa convertida en esclava, así que lo primero que hicimos fue comer algo frio y rápidamente nos fuimos al cuarto, os podéis imaginar que sin mediar palabra yo me desnudé que no se ni como seguia estando vestido, le metí mis braguitas en su boca y me puse a penetrarla a cuatro patas, rápidamente ella se corrió ya por primera vez, yo sabía que no tardaría mucho así que iba despacito y le acariciaba el clítoris, los pezones, hasta que pronto sentí que me corría, la saque de su coñito y le llene toda la cara, imaginaros que cantidad que me sobro para echarle las ultimas gotas en sus pechos. Como vi que no se bajaba por toda la excitación y sin pensármelo empecé a dilatarle el culo y aunque con algunos quejidos de dolor por su parte se la metí, mi polla no era tan grande como alguna que ya se había metido por ahí así que no tenía motivo para quejas pensé yo.
Como me había corrido hacía poco tiempo ahora si dure más lo que me permitió cambiarla de posición y la puse a ella a cabalgarme, con sus pechos mirándome a mí lo que hacía que los pudiera morder y chupar parte de mi semen de la primera corrida, ella se corrió al menos dos veces más encima mía mientras yo la tenía empalada hasta que dando dos o tres embestidas fuertes me corrí en su culito. Una vez que se quitó de encima mía le quite mis braguitas de su boca llevando semen de culo para que lo chupara de mis dedos, ella misma se limpió parte de la cara y los pechos con sus dedos y los limpio con su boca.
Nos tocaba dormir un rato eran ya casi las cinco y media de la tarde y Carmen llevaba un día muy ajetreado y necesitaba descanso sobre todo teniendo en cuenta lo que le esperaba el resto del finde, aunque no lo tenía planteado.
Sobre una hora y media después me desperté y ella seguia totalmente desnuda, era muy bella y pensar que ahora la tenía a mi disposición hizo que mi polla empezara también a despertarse pero no sé en qué punto me dio una neura que de repente parecía que el mismísimo diablo me había poseído.
La escupí en la cara y cogiéndola de los pelos le dije:
- Vamos puta que nos ha venido hasta aquí para dormir y tapándole la nariz para que abriera la boca le metí mi polla, que no estaba dura todavía, en su boca.
Carme me miro un poco sorprendida de mi ataque de ira, pero me dio igual era delicioso ver como mi polla aumentaba de tamaño en su boca, cuando la tuve bien dura le cogí la cabeza y me dedique a follarle la boca con toda la rudeza que pude, vi un par de veces que se asfixiaba pero me dio lo mismo incluso una de las veces le volví a tapar la nariz para ver hasta donde era capaz de llegar y vi cómo le dieron dos o tres arcadas continuadas y me llenaba la polla de babas que se le caía por la comisura de los labios. La cogí y tirándola de los pelos me la lleve de nuevo a la terraza la hice levantarse apoyarse en la barandilla y se la metí en su chochito desde atrás, no me costó nada por lo húmedo que estaba, al aparecer tratarla tan bruscamente también le encantaba a ella. La verdad que ella nunca me había tratado a mí con la brusquedad que yo la estaba tratando a ella en estos momentos.
- No te gusta hacerme exhibir en la terraza, pues toma terraza. ¿Te gusta putita?
- Ugghhghh
- ¿Qué si te gusta zorrita?- le volví a preguntar.
Y de repente sin que le diera tiempo a contestar se corrió fuertemente con mi polla dentro, otra vez le temblaron las piernas y la tuve que sujetar, pero como yo todavía no me había corrido la lleve de nuevo a rastras hasta el sofá, la tumbe allí le subí las piernas y le prohibí que las bajara, la quede así un par de minutos que me vinieron a mi bien para aguantar la corrida y se la metí por el culo, aunque me costó se la metí rápido y empecé un mete saca de no más de un minuto pero que acabo en una corrida en su culo que escupía para fuera.
- Todo lo que salga de tu culo lo limpias con tu boca zorra, que es eso de ir echando sustancias por el culo en mitad del salón. ¡¡¡ Te has enterado!!!! esto último tirándole de nuevo de los pelos.
La deje allí tirada, bebí agua y cuando volví me miraba atemorizada, la verdad que el jueves ese por la tarde me pase un huevo y parte del otro, después ella misma me lo reconoció que había estado a punto de decir la palabra clave, que en este caso era una frase para acabar con todo e irse inmediatamente a su casa en Madrid en el primer autobús que volviera.
Cuando volví venia del cuarto de registrar su bolso para ver si había traído algún juego que me gustara o si no usaría los míos con ellas, vi que había traído un vibrador de unas dimensiones considerable de unos 15-16 cms, era muy parecido a mi polla tal vez incluso un pelín más grande, así que lo cogí y me fui de nuevo al salón.
Seguia medio en estado de shock y con alguna lagrima que se le había caído por la mejilla, le di a chupar su propio dildo y rápidamente me puse en un sesenta y nueve con ella, me imaginé que mi polla tardaría en ponerse dura así que me dedique a jugar con su coñito e incluso le metía un dedo en culito porque no me costaba trabajo en esos momentos, le comí el clítoris, se lo pinzaba con los labios y se lo chupaba a ritmo frenético para después dejárselo y soplar, eso se lo hice tres o cuatro veces seguidas y enseguida se corrió, le metí medio dildo por el culo mientras yo le metía tres dedos en su chochito, en fin una locura estuvimos como veinticinco minutos y se corrió una vez y más porque no le dejaba, la llevaba al borde del orgasmo y la paraba en seco hasta que se tranquilizaba, eso se lo hice otras tres o cuatro veces.
Cuando vi que tenía mi polla a tope, le dije que abriera bien las piernas y se masturbara para mí con sus deditos y con la polla de plástico, yo sabía que eso le daba mucha vergüenza por que me lo había dicho ya una par de veces, estaba disfrutando como loco, de vez en cuando acercaba mi polla a su boca para metérsela hasta atrás.
Cuando estaba a punto de correrse la mande parar con el consolador dentro de su coñito y le volví a follar la boca, me ponía a mil hacerle esto, rápidamente me corrí dentro de su garganta y sin avisarla. A ella en cambio no la deje correrse y dimos por terminado la sesión.
Cenamos algo y la mande a la otra habitación para que durmiera sola, avisándola de que no se podía tocar en toda la noche.
La mañana siguiente me fui a currar y le dije a Jero que subiera a verme un par de chapuzas de un enchufe y el regulador del agua del calentador y que entrara con su llave, que ya le devolvería el favor jajaj.
- No hace falta ya me lo cobrare yo,- me contesto riéndose el portero.
- Ah por cierto dale de desayunar a mi perrita si no te importa.
Aquí Jero me miro a cuadro como diciendo ¿Qué dice este?
Era ya media mañana y me había olvidado de todo o que tenía en casa cuando me llego un “guasa” de mi perrita con una fotito.
- La primera tarea que era darme de desayunar la está haciendo y a continuación su foto chupándosela a Jero que por cierto tampoco se la gastaba mal.
- Buen despertar has tenido por lo que veo, que se corra en tu cara y no te limpies hasta que yo llegue. Por cierto que modales son esos con los invitados, quítate la camiseta y quédate solo en tanguita.
- OK, estaba así porque me despertó y directamente me la metió.
- Está bien, cuando se corra, que haga su trabajo y después si lo ha hecho bien le das un premio pero no te corras cerda.
- Está bien amo.
Seguí por la mañana haciendo cosas en el trabajo, esperando que me llegaran más guasa pero la verdad que no me enviaron uno hasta ya entrado el mediodía en esta ocasión era un video de poco menos de un minuto de como Carmen apoyada en la barra americana de la cocina era penetrada por detrás por Jero, se le veía a mi golfita también como una mano se la llevaba al coñito.
A la hora de salir le llamé y le dije que pidiera unas pizzas para comer, y q estuvieran allí a eso de las dos y media y que la recibiera igual que al conserje es decir tanguita, camiseta y ahora la corrida de Jero en la cara, si no llegaba yo antes y le daba permiso para quitársela.
Llegue al edificio y Jero vino a recibirme con una amplia sonrisa, y aunque era malagueño tenía muchas expresiones o jergas más propias de Cádiz.
- Pishita de dónde has sacado esa niña.
- Jjajaj- me reí yo
- Vaya si esta tela de buena, hasta cuando está aquí esa mushashita, espero que rompéis hoy una luz que tú eres muy torpe y no vas a saber cambiarla.
- Déjate de rollos, que ahora me toca a mi
- Si necesitas ayudas sílbame como decía Willy Fog y allá voy ehhh
Me despedí de Jero y subí esperando llegar antes del pizzero y ver si realmente me obedecía y lo recibía como le había dicho.
Llame al timbre y efectivamente me abrió con un tanguita azul con los bordes en negro, una camiseta sin sujetador y una gran corrida en la cara. Vaya con Jero, pensé que buen chorro le ha dado en la cara, le di un morreo en la boca a la vez que le metía la mano por el lateral del tanga por el culo hasta llevarla a su chochito y pude ver que estaba muy mojada.
En ese momento el pizzero llamo al portal y le dije que cerrara la puerta que yo vería todo desde la parte de arriba de la escalera, que si el pizzero se atrevía que se la chupara y que dejara la puerta abierta, le dije que mientras subía pusiera a grabar su móvil desde cualquier lugar de la casa que enfocara a la puerta para poder verlo después.
Cuando el muchacho toco la puerta y salió Carmen así, se quedó tartamudeando.
- Ho ho hola, Joder que buen recibimiento.
- Gracias guapo- le contesto Carmen.
La verdad que Carmen se mostraba muy natural y se le notaban los pezones tela.
- Aquí tiene sus pizzas, aunque no creo que tengas mucha hambre jajaja- rio el muchacho
- No sabes tú bien todo lo que como yo, con lo poquita cosa que soy me las como a pares… las pizzas- dijo Carmen
El muchacho se quedó atónito con la contestación y Carmen me miro como pidiéndome permiso con la cabeza y accedí.
- Y otras cosas tb, lo quieres comprobar o tienes más repartos que hacer- le dijo Carmen al pizzero.
- Joder, no no bueno creo que no tengo prisa.
Carmen le cogió as pizzas las puso encima de la barra de la cocina, a lo que puede ver que coloco mejor su móvil y le desabrochó el pantalon al jovencito que la tenía ya bien gordita y empezó a mamársela.
El pizzero hizo el amago de cerrar la puerta pero Carmen se lo impidió.
- No te da morbo todo esto.
- Si
- Pues déjala abierta entonces -respondió Carmen
Yo desde la escalera ahora veía menos solo a Carmen agachada y succionando algo pero sin vérsela y eso que le había bajado los pantalones.
Cuando llevaban un rato baje de las escaleras, no quería que ese tío se corriera.
- Joder chiqui si es verdad que tenías hambre, no has podido ni esperar cinco minutos que te he dicho que tardaba en llegar.
El muchacho se puso rojo como un tomate retiro rápidamente la polla de Carmen y se fue corriendo ni siquiera nos dio tiempo a pagarle las pizzas. Un caso
Nos pusimos tranquilamente a comer y me estuvo contando la buena corrida que le había echado Jero en su cara esa mañana y que tenía una verga deliciosa y que se quedó planchada al salir como siempre y encontrarse un hombre en casa, que ni si quiera le había escuchado entrar.
Según la vio Jero, le preguntó
- Entonces ¿tú eres la nueva perrita de Angel no?
- Sí.
- Pues ven que me ha dicho que te haga el desayuno.
- Y ahí sin decirme nada, directamente me cogió de los hombros para agacharme, le desabroche el pantalón y me la metí en la boca. La verdad que me he puesto muy cachonda con Jero, tiene buen tipín, buena verga es atractivo y encima es graciosino.
- Jajajaj q putilla eres, pues nada te queda esta tarde porque este finde le toca librar y ya no lo veras más.
- Pues si aprovecharé, quiero que me repita la follada de esta mañana.
- Golfa
Terminamos de comer la puse de rodillas en el sofá apoyada sobre la pared con las piernas abiertas y me senté en el suelo apoyado en el sofá y le dije que como estaba me pusiera el coñito el boca. Le hice una buena mamada y ella misma empujaba su chochito sobre mi boquita, incluso le llegue a morder el clítoris hasta que le di permiso para correrse en mi cara, acto seguido me subí yo al sofá y le obligaba a comerme la polla y me corrí en sus pechos después de quitarle la camiseta.
Era la hora de irme a trabajar y como la quería caliente toda la tarde, me fui a mi cuarto y traje unas bolas anales que ella me había obligado a comprarme y se las metí en el culo, igualmente cogí un clip de esos negros que sirven para agarrar muchos folios que sin querer me había traído de la oficina y se lo puse en un pezón, aun sabiendo que estos clips hacen muchísimo daño en la piel.
- En un par de horas estaré de vuelta espero que todo siga en su sitio
- Pero el pezón me duele mucho chiqui.
- Pórtate bien y a lo mejor me lo pienso.
Cuando me fui a por el coche pase por la conserjería.
- Jero mi perrita dice que le has caído muy bien, que si quieres que te espera para la merienda, pero que lleves tu algo-le dije sin ni siquiera pararme
- No te preocupes le llevare una par de huevos duros que son muy sanos- dijo a voces.
No había hecho más que entrar por la oficina cuando me llego ya el guasa de Jero en la puerta de mi piso con el rabo al aire y llamando al timbre. Vaya puesta en escena, no se las pensaba.
Llegue a casa y subí directamente desde e garaje y todavía estaba el conserje en mi casa y tenía a Carmen encima de la mesa espatarrada y cubierta de semen y el haciéndoles fotografías.
- Esta tía es una máquina, le he prohibido limpiarse y a tu corrida de la mediodía le he sumado yo cuatro a cinco tengo un dolor de huevos, ahora eso si me la he trincado de todas las maneras.
Carmen era un poema tenia semen por todos lados, más reciente más reseco, en el pelo, por toda la cara.
- Bueno anda vete para casa que como tu mujer te pida sexo esta noche veras.
- Que va hijo el día que me lo pida tendré que desencriptar su agujero primero.
Reincorpore a Carmen chupe parte del semen que tenía por su cuerpo y le di un morreo
- ¿Qué tal Carmen?
- Me duele todo, este tío es un bestia, me ha dado pollazos hasta en el cielo de la boca
- ¿Para tanto ha sido?
- Se ha tenido que tomar una viagra o algo por que no se le ha bajado en todo el tiempo que ha estado aquí.
- ¿tú te has corrido?
- Si no lo he podido evitar, tantas veces o más que él. Sabe cómo usar ese buen rabo que le han dado, no me cabe dudas
Me entro una bajona, incluso siendo mi sumisa me estaba despreciando “sabe cómousarla” “ese buen rabo” y que pasaba conmigo ¿ yo no sabía usarla o no tenía un buen rabo?
Decidí que se fuera a duchar y pensé que por ese día ya había tenido bastante así que no follaria mas.
Cuando se duchó vimos una película ella recostada sobre mí solo con un tanguita casi de hilo que por atrás solo tenía un minúsculo triangulito.
Mientras vimos la película, de vez en cuando le metía deditos en el chochito y se lo estimulaba, ella gemía ligeramente pero no más de eso, también le hacía parar el orgasmo cuando creía que llegaba a él.
Termino la peli y preparó una ensalada para cenar algo y vimos otra peli, esta vez la elegí yo y era una película porno, pero había castigo ella no se podía tocar nunca y lo único que podía hacer era comerme la polla y tragarse la corrida cuando yo dijera.
Le quite el tanguita que seguia teniéndolo puesto y poco a poco con los fluidos de su chochito le dilate el culo que ya lo estaba por las bolas anales que había tenido toda la tarde y le metí dos deditos, cundo me canse le metí su propio tanga y mis braguitas que me había quitado en su chochito y les quede una punta por fuera a ambos, quería ver hasta donde era capaz de empaparlos.
Durante la película me corrí tres veces en su boca, con muy poca leche porque estaba ya saturado mientras ella me la comía muy bien hay decirlo.
Cuando termino la película nos fuimos a la cama sin follar, quería tenerla muy caliente para el día siguiente y le saque las dos prendas de su coñito muy húmedas, supuestamente sin haberse corrido.
La mañana siguiente nos fuimos a la playa le dije que haría topless en una playa publica y muy concurrida, incluso que la braguita de bikini se la pondría allí en la playa.
A esos de las doce y media llegamos a la playa, aunque todavía era principios de primavera había muy buena temperatura y había gente en la playita aunque obviamente no tanta como en verano, se quitó el vestidito de verano que llevaba puesto y se quedó totalmente desnuda para el asombro de la gente que había alrededor y se puso una braguita de bikini roja que enseñaba medio culo.
Carmen estaba un poco avergonzada e intentaba no mirar para los lados, aunque allí no la conocía nadie, yo sabía que ella tenía mucho pudor ante el público.
Nos dimos un baño en la que lógicamente aproveche para magrearle y tocarle todo, si ya de por si sus pezones estaban siempre puntiagudos esta vez con el frio del agua eran increíbles, ya sé que lo he dicho mucha veces esto, pero eran impresionantes.
Estaba hablando con Carmen en la orilla de trivialidades para que se le quitara el miedo y la vergüenza cuando una morenaza tan alta casi como yo se acerca y me besa.
- ¿Qué pasa Angel como estas? ¿Aprovechando los primeros rallos de sol?
- Hombre Ana ¿y tú por aquí?
Ana era una compañera mía de trabajo del departamento de I+D que si os digo la verdad sabía que trabajaba conmigo que se llamaba Ana y poco más porque solo coincidíamos en algún café que otro y en la salida y entrada de oficinas.
- Muy bien, aquí pasando un día en la playa con una amiga que ha venido de Madrid a verme tres o cuatro días.
Después de la presentaciones de rigor y comerme a Ana con la mirada, no sabía yo que detrás de esa mojigata de la oficina y que vestía siempre en trajes largos que no le dejaba insinuar nada, estaba este pivón.
- ¿y tú has venido sola?
- No con mi marido, es ese que viene por ahí.
Jajaja el marido tenía una pinta de chuloputas increíble, un poquito entrado en carnes, camisa con tres botones desabrochados, bañador slip y muy moreno.
- Veo que tienes buenas amigas Ana- dijo su marido- no me la presentas
- Carmen, este es mi marido Pedro.
- Encantada dijo Carmen.
- Dame dos besito ricura
Mientras disimuladamente llevo una de sus manos al culo de Carmen y le dio un pellizquito que yo vi.
Sera subnormal, pensé para mí, con la pedazo de mujer que tiene- sin desmerecer a mi Carmen- y aquí magreando a otra.
Yo hasta entonces había pasado desapercibido para Pedro.
- Pedro este es Angel, un compañero de trabajo.
- Encantado y me dio un fuerte apretón de mano.
- Angel que tu amiguita no es la única que tiene buenas vistas ¿Qué te parecen estas?
En ese mismo momento, le desabrochó la parte de arriba al bikini a su mujer quedando unos hermosos pechos al aire, eran más grandes que los de Carmen pero tenían una aureola muy pequeñita y muy negra. Rápidamente se me empezó a notar un bulto en el pantalón.
Después de un rato hablando nos dimos todos un baño y valla espectáculo con esas dos mujeronas con los pechos al aire.
Nos salimos y cada uno nos fuimos a nuestra sombrilla con “nuestra pareja”.
- Te has puesto muy cachondo con tu compañera ehhh chiqui- me dijo Carmen
- Hombre la verdad que sí, no me imaginaba que estuviera tan buena, que poco se deja lucir, pero he de reconocer que está muy buena Anita la modosita.
- ¿Anita la modosita?- preguntó Carmen
- Si así es como la llaman algunos en el trabajo por eso mismo, es muy calladita muy introvertida, no sé.
- ¿Y el marido qué?
- Pues el típico fanfarrón, chuleta no, que tiene un pivonazo de mujer y tiene que mirar a otras.
Dije lo de pivonazo con rintintin para devolverle a Carmen lo mal que me hizo sentir ayer.
- Aprovecha tu este pivonazo y déjate de otro, que no cumples con una, no vas a ser capaz con dos y se empezó a reír
¡¡¡Zas!!! En la misma jugada me la había devuelto.
- Ya te colmas con otros ehhh, vaya pellizquito que te ha dado en el culo y -metiéndole la mano entre su braguita y poniéndole mis dedos en su cara- ves te ha puesto cachonda con un simple pellizquito eso es de zorritas sabes.
- Jajajaj habla al que se le ha empalmado solo viendo las tetas de una compañera, ¿pa qué? ¿pa durar dos minutos?jajajaaj
Estábamos en esta discusión vulgar cunado recibo un guasa
“Soy el marido de Ana, os apetece comer con nosotros y hacemos un intercambio de hembras”
Me quede petrificado y enseguida solo de pensarlo se me empezó a poner ya dura.
Recibí otro guasa
“¿No te atreves?, o ¿es tu zorrita que le da vergüenza?”
Rápidamente le conteste
“ok, en media hora en el chiringuito”
“Así me gusta, creía que te rajarías, que vaya en tetas”
“No te preocupes no trajo parte de arriba, se lo tengo prohibido”- le respondí yo haciéndome el duro.
“Así me gusta veo que eres de los míos, en media hora nos vemos. Ah y no le digas nada a tu hembra que yo tampoco se lo diré a la mía y será todo mucho más morboso”
Uffff, madre de dios como tenía la polla, entre el lenguaje vulgar del tío este y ver la posibilidad de un intercambio decidí irme a dar un baño para bajarme el calentón.
Cuando llego la hora, le dije a Carmen de comer en el chiringuito y no opuso resistencia pero cuando se fue a poner la camisa le dije que no y me miro con unos ojos llenos de furia.
Llegamos al chiringuito y como no había mucha gente debido a la época que era nos encontramos a Pedro rápidamente
- Hola preciosa y cia ¿qué tal?
- Muy bien a picar algo y tomarnos unas cervecitas- dijo Carmen
- Ohhh, ¿os apetece comer con nosotros?
Carmen me miro a los ojos como suplicándome que no.
- Está bien le dije a Pedro.
- Mira allí esta Ana, corre ves para allá y seguido le dio una palmada en el culo
Mientras Carmen se iba me pregunto
- y esta zorrita ¿quién es?
- Una amiga de Madrid que ha venido a verme y pasar unos días aquí
- Y que le cierras bien todos los agujeros ¿no?
- Se hace lo que se puede.
- Jajaja, vámonos que va a ser una comida entretenida.
Nos sentamos a comer y Pedro se sentó al lado de Ana y yo al lado de Carmen, aquí Carmen se relajó y tuvimos una comida bastante distendida entre espetos y frituras de pescado, donde siempre Pedro llevaba la voz cantante y nos dijo que su mujer como buena mujer según él hacía todo lo que él quería.
Con este comentario Carmen y yo nos miramos, no sabemos si por la cara de incredulidad acerca de lo de “buena mujer” en tono despreciativo hacia las mujeres o como que tenían un juego similar al nuestro.
La verdad que en plena comida nos contaron, bueno nos contó principalmente el todo lo que había hecho con su mujer, que eran habituales de orgias, clubs de intercambios, incluso que de vez en cuando la alquilaba debido a lo buena que estaba y que sabía que tenía una joya de mujer y que le sacaba todo el máximo provecho posible.
Cuando nos preguntó por nuestra relación simplemente entre los dos le explicamos que no éramos pareja y que ninguno tenía pero que éramos muy buenos amigos y que nos usábamos mutuamente cuando nos daba la gana.
En este momento Ana dijo que iba al baño y Carmen la acompaño.
- quiero que esta noche me dejes a tu putita para una cena que tengo con unos amigos.
- ¿Cómo?- le pregunte sorprendido.
- Lo que has escuchado te pago 500€ y pasa esta noche conmigo y tú te quedas con mi mujer. Es un buen trato.
Seguia flipando con lo que me proponía este hombre
- No se propónselo a ella.
- Déjate de mariconadas coño, si cada vez que hacéis algo te mira pidiéndote permiso.
- Con dos cojones me eche para adelante pero con precaución, te la dejo para la cena y me uno yo con tu mujer donde quedéis para la primera copa y te lo dejo en 250€ y duermen las dos en mi casa conmigo. Yo me quede sorprendido conmigo mismo
- Está bien, eso es palabra de macho ibérico, espero que no te eches atrás, por si acaso toma- y me dio 100€ espero que por lo menos lleves a tu compañera a cenar a un buen sitio.
- Está bien
Seguimos hablando de nuestras cosas y llegaron las niñas y ahora se sentaron al contrario Carmen al lado de Pedro y Ana a mi lado.
Pedimos los cafés y mientras nos los traían Pedro se dedicó a sobetear las tetas de Carmen y de vez en cuando una mano desaparecía misteriosamente bajo la mesa, intuía que al coñito de mi Carmen.
Ana y yo andábamos más parados no sé si el hecho de ser compañeros de trabajo o que pero seguíamos hablando todos, la mano misteriosa de Pedro hacia sus quehaceres.
Nos fuimos del chiringuito y cada una se fue con su macho contrario como diría Pedro, por lo que agarre a Ana de la cintura- culo y la lleve a nuestra sombrilla.
Al poco tiempo Carmen y Pedro aparecieron con todas sus cosas y las quedaron al lado de donde estábamos Ana y yo y se fueron a dar un paseo por la orilla.
- No te preocupes conociendo a mi marido van al final de la playa que hay unos descampados y la catara allí.
- Ni idea, la verdad que no conozco mucho de aquí.
- Pues no sé cómo te las gastas tú, pero como pruebe el rabo de mi marido querrá más y más el muy cabrón tiene buena tranca y sabe usarla muy bien.
Otra con el “sabe usarla muy bien” y los demás que somos gilipollas pensé yo para mí.
- ¿Por qué te crees que yo estoy enganchada a él?- siguió hablando Ana
- ¿Por su polla? -pregunte indignado.
- Pues en cierta parte sí, mi marido es un cabron que trata a las mujeres como objetos totales, sé que tiene negocios turbios de los cuales no quiero saber más de lo que sé, pero si hago lo que me dice siempre tengo su polla disponible y por supuesto un buen nivel de vida.
- ¿Qué te ha obligado a hacer tu marido?- le pregunté.
- De todo, ya ha comentado algo en el chiringuito, orgias, intercambios, me follo a sus clientes para cerrar tratos, me alquila para despedidas de solteros donde me hacen de todo, me ha prostituido literalmente vamos
- Joder como se las gastas el Pedrito
- ¿Qué te falta por hacer?- le pregunté
- ¿Follar contigo?
Y diciendo esto, metió la mano en mi bañador y empezó a magrearme la polla.
- Y tú, ¿Qué relación tienes con Carmen?
- Amigos con derecho.
- Jajaja, y que más ¿Sabes?- siguió ella- me ha hecho una buena comida coño en el servicio, la verdad que mi marido estará disfrutando.
- Está bien, tenemos un juego desde hace años cuando ambos coincidimos en Cáceres de dominación en la que ella me domina a mí, pero tenía ganas de innovar y me propuso un cambio de roles y que durante un fin de semana yo sea su amo y se vino este jueves y estará aquí hasta mañana.
- O sea que realmente ¿tú eres el perrito de Carmen salvo este fin de semana?
- Exacto.
Seguimos hablando sobre mis historias con Carmen y le conté algunas de las historias que conté aquí y alguna otra que me sucedió
- Bueno ya está bien, pasemos a la acción que mi marido seguro lleva un rato taladrando el coño de tu perrita.
Se hizo una especie de parapeto para que no nos viera nadie me saco la polla y se puso a comérmela muy suavemente, lamia el capullo y después el tronco entero, volvía al capullo y se centraba en el tronco, de vez en cuando incluso se metía en la boca uno de mis huevos.
- ¿Nos damos un baño?- Me pregunto
- Quiero correrme en tu boca
- Shhhh- llevándose un dedo a los labios lo que me recordó a Carmen
Según nos metimos en el agua y cuando el agua le cubría un poco más de la cintura se quitó la parte de abajo del bikini y me la metió en la boca.
- A ver de que eres capaz angelito.
Yo la abracé y empecé a comerle los pezones, os habréis dado cuenta a estas alturas que son una debilidad para mí, ella mientras cogió mi polla y me la pajeaba bastante fuerte, bueno lo fuerte que te permite el agua, y realmente me hacía daño en el prepucio y la jodia me miraba con una sonrisa picarona. Levanto un poco su pierna derecha y ella misma se introdujo mi polla en su coñito, como comprenderéis el mete- saca fue muy lento, y yo mientras que con la mano derecha aguantaba su pierna con la izquierda le acariciaba el clítoris, estuvimos un rato, y ninguno de los dos nos llegamos a correr. Cuando estábamos saliendo me pregunto
- ¿Qué te ha parecido perrito?
- ¿Cómo?- le dije yo como pude, porque tenía su braguita en la boca.
- Perrito quieres que sigamos esto fuera
- Asentí con la cabeza.- No me acordaba que antes, le había contado todo
- Ladra dos veces y escúpeme el tanga en mi mano- poniéndome la mano debajo de mi boca
- Guau, guau y a continuación le escupí el tanga como ella misma me había dicho.
- Muy bien así me gusta, ahora metete dentro del agua y me lo pones suavemente y con delicadeza.
Hice lo que me pidió
- Ahora ya puede ir a por tu bañador
Mi bañador estaba flotando en el mar, porque cuando se metió mi polla directamente me lo quito y lo tiro hacia delante.
El bañador estaba muy adelante y tenía que ir siempre de pie según me dijo, nada de nadar, y hasta que el agua no me llegaba por las rodillas no pude coger mi bañador, me vio poca gente menos mal porque la erección era de caballo.
Justo cuando salimos vimos venir a Pedro y a Carmen que llevaban casi una hora y media de “paseo”.
Hablamos un rato las dos parejas y quedamos que Pedro pasaría por mi portal a recoger a Carmen sobre las 22:00 de la noche y que sobre las doce y media nosotros nos pasaríamos por donde estuvieran y nos uniriamos con ellos a tomarnos una copita.
Nosotros tres nos fuimos a mi casa y Pedro se iría para la suya. Cuando llegamos a casa Carmen nos contó a petición de Ana que ¿Qué había hecho con su marido?
- Pues nada, parece que como esta noche en la cena seré un mero objeto sexual quería probar la mercancía y me ha hecho chupársela
- Perdona que te interrumpa ¿Te ha cabido entera?- le dijo Ana
- Bueno he hecho lo que he podido.
- ¿Cuántos pellizcos de pezones te han caído?- le volvió a decir Ana
- Un par de ellos o tres y se empezó a reír.
Por lo visto Pedro, cuando le daba a chupar su verga les hacía metérsela entera en la boca y si no eran capaces le pellizcaba los pezones hasta que se la metían entera.
- Bueno como iba diciendo me la ha metido en el coñito y me ha violado la boca, aparte me ha hecho comerle el culo.
- ¿Y tú culo?- le dijo Ana
- Lo ha intentado pero no ha querido forzar para que este bien para esta noche.
Ana estaba ya directamente con la braguita quitada y tocándose un poquito el clítoris, yo era la primera vez que veía el coñito de Ana y estaba rasurado pero tenía los labios vaginales muy abiertos, como daos de si (perdonad la expresión), aun así seguía siendo un pivonazo y ahora si cogí yo las riendas , le puse la pierna izquierda en lo alto del sofá y se la metí entera de un tirón, ella se apoyaba algo en el reposa brazos y le quite la parte de arriba del bikini que todavía la llevaba puesta, no veas como le botaban las domingas, Carmen que estaba de espectadora la cogí y la puse a comerle el clítoris a Anita que ahora si no tardó mucho en llegar al orgasmo.
Yo no me había corrido y a pesar de las ganas me reserve y las puse a ellas dos en el suelo a hacer un fabuloso 69 donde Carmen probaría los flujos de Ana. Se corrieron ambas, por lo que pude observar que Ana encadenaba prácticamente orgasmos.
Carmen la mandamos a la ducha y Ana y yo nos quedamos hablando sobre cosas del trabajo, a la vez que nos magreábamos, pero por el simple hecho de mantenernos calentitos.
Cuando salió estaba increíblemente guapa y sexy llevaba puesto un vestido azul turquesa que le tapaba poco más debajo de los glúteos y que tenía una cremallera que subía por delante.
Me levante le di una vuelta sobre sí misma y estaba de toma pan y moja, y lo que más me gustaba era que apenas se maquillaba, le bajé la cremallera primero hasta los pechos y no llevaba nada se lo baje hasta abajo y si tenía puesto un braguita-culote roja con los ribetes en negro.
No habían pasado ni diez minutos y Pedro la llamo, si ya le había dado su móvil, y bajó despidiéndose de nosotros dándonos una chupadita a nuestro coño a y a nuestra polla.
Acto seguido Ana me dijo de coger ropa que nos ducharíamos en su casa, cuando llegamos nos metimos juntos en su jacuzzi y allí me obligó de nuevo a comerle el coñito y ella a mí no me hizo ni caso, mientras nos vestíamos me volvió a contar alguna de las andanzas de su marido y me estuvo enseñando una cajonera llena de juguetes sexuales que tenía, desde distintos tipos de vibradores, plumas, aromas, dados con figuras, braguitas vibradoras que tenía un nombre un poco raro pero cogí un huevo vibrador que vi y le dije que ese lo usaríamos esa noche.
Mientras ella se vestía, le elegí yo la ropa de su enorme vestidor, el sueño de cualquier mujer, le puse el huevo y lógicamente sin ropa interior alguna. Se puso un vestidito que le quedaba muy mono de Desigual y que le hacía un escote muy generoso y a la vez me permitía tener fácil acceso a su entrepierna.
Nos fuimos los dos de tapeo por bares de moda y siempre la obligaba a sentarse en taburetes altos mientras les daba más o menos intensidad a su huevito, pocas veces se lo pare, diciéndome ella que quería correrse pero no la dejaba y encima le aumentaba un poco más la potencia, en la última bar que nos sentamos, era de lujo, y nos sentamos en unas sillas de mimbre a tomarnos nuestra primera copita antes de ir a ver a Pedro y Carmen, la hice sentarse directamente sobre el cojín de la silla y ahí le di al máximo al huevo hasta que delante del camarero explotó en un gran orgasmo que la dejo paralizado más de 30 segundos, el camarero que se ve que la conocía le dijo.
- ¿Ya estas con tus jueguecitos en púbico no?, vaya zorrita que eres- A ver levántate que lo veamos
Ana se levantó y su corrida cogía casi todo el cojín, vaya corridon la muy cerda
Terminamos las copas y nos fuimos a ver a nuestras parejas y un camarero conocido de Ana nos entró en el reservado donde estaba Pedro, al parecer con tres antiguos compañeros de universidad y el dueño del restaurante que siempre se apuntaba a las comidas de Pedro porque sabe que siempre había alguna guarrilla.
Entramos y me extrañó no ver a Carmen hasta que Pedro me hizo la señal, y estaba debajo de la mesa con todos los comensales desnudos de cintura para abajo y su cometido era ordeñarlos hasta que se corrieran en su boca. Me quede flipado de lo que era capaz este hombre.
Terminaron la comida y nos quedamos allí en el reservado las dos parejas y el dueño.
- Domingo quien te apetece que es tuya mi Anita o mi zorrita
- Tu sabes que yo no le hago ascos a nadie
- Pues toma a mi Anita que voy a ver si le doy yo a la zorrita por culo
- Tu- dirigiéndose a mí- Desnúdate y ponte las braguitas de tu ama y está prohibido masturbarse.
Me desnude de cintura para abajo y Pedro se rio al verme ya con unas braguitas.
- Mariconazo, está bien que esta te meta caña, puto maricón.
Pedro se desnudó del todo y vi esa polla que tanto me impacientaba ver y la verdad que la cogías con las dos manos y todavía le sobraba para una tercera y vi como intentaba metérsela a Carmen por su culito que a pesar de que no era virgen si era muy estrechito.
Por el contrario Domingo, un hombre ya sesentón no la tenía grande pero si muy gorda y de momento se dedicaba a metérsela a Ana en la boca para ponérsela bien dura y poder metérsela.
Pedro había conseguido que entre los flujos de Carmen y que ella misma se abría el culo le entrara tres cuartas partes de la polla y ahí empezó a empujar, muy fuerte. Carmen me veía a mí de frente y podía ver como se le movían las tetas a la vez que Pedro le tiraba del pelo hacia atrás y de vez en cuando le daba azote diciéndole
- Vamos jodia zorra abre bien tu culo que te la quiero meter hasta los huevos
Ana estaba en la misma posición que Carmen pero no sabía por dónde se había metido el dueño de local, Domingo fue el primero en correrse en a boca de Ana y un ratito después lo hizo Pedro en la boca de Carmen.
Que bestialidad, que brusco era este hombre follando pero que autoridad tenia, ¿tanto pone eso a las mujeres?
Domingo y Pedro salieron del reservado y nos dejaron allí a los tres Carmen, desnuda, Ana con el vestido por la cintura y yo desnudo de cintura para abajo con el culote que hoy se había puesto Carmen.
Nos tomamos una copa allí en local gentileza de la casa y Carmen nos contó de nuevo “su noche”.
- Se han turnado conmigo primero se han corrido encima de vestido, después me desnudaron y por turnos cada una me ha follado por donde ha querido hasta que se ha corrido y por último que es cuando vosotros habéis llegado como estábamos en los postres yo me estaba comiendo mis plátanos y todos se han corrido dentro de mi boca. Solo he cenado semen, eso sí una buena cantidad
Todos nos echamos a reír y pedimos algo para que Carmen comiera mientras terminábamos nuestra copa.
Cundo, Carmen termino de comer algo se puso el vestido y estaba totalmente manchado por todos lados, ingeniosa ella se puso la cremallera para atrás y salimos directamente a casa ya que Carmen estaba agotada, pero antes Ana le puso el huevo vibrador que ella todavía llevaba puesto, y que yo ya ni me acordaba (vaya memoria la mía) y se lo puso a nivel intermedio sin darle permiso para correrse.
Cuando estábamos entrando en el portal de casa eran ya cerca de las dos de la mañana y Ana le puso el huevo al tres y en el ascensor directamente le quito el vestido aprovechando que estaba detrás de Carmen y no os podéis hacer una idea de lo que se escuchaba el huevo dentro del coño de Carmen, al salir del ascensor Ana sentó en las escaleras de frente a mi puerta a Carmen y le puso su culo en la boca para que se lo comiera mientras se agachaba hacia adelante y me mando desnudarme y a sacarme la polla por el lateral del culotte de Carmen que que yo llevaba puesto, acto seguido empezó a mamármela.
Pasando unos instantes vi como Carmen se sacaba el bichito que martilleaba su coño y se lo metía a la propia Ana que empezaba a dar espasmos y se corría allí mismo en las escaleras.
Entramos todos en casa y fuimos directamente a la cama y mientras Ana limpiaba una buena parte de las corridas de Carmen ya todas resecosas yo le intercambiaba embestidas en su culo y en su coñito hasta que todos caímos rendidos.
El domingo amanecí con mis dos acompañantes chupándome la polla a la vez que jugueteaban entre ellas, Ana a pesar de ser dominada por su marido o dejarse dominar por los intereses mejor dicho era una loba que me recordaba perfectamente a Carmen. Me corrí en las tetas de ambas y se chuparon mutuamente los pezones y se fueron juntas a la ducha.
Ana se despidió porque el golfo de su marido necesitaba empotrarla según el guasa que nos dio a ver, yo me despedí de ella hasta el lunes y Carmen hasta otra ocasión.
Lo que quedo de mañana Carmen y yo hicimos el amor muy suavemente y disfrutando los dos, ella me metió un consolador en mi culo, yo me folle todos sus agujeritos, pero todo mezclados con mimos, bonitas palabras, masajes etc.
Era ya la hora de comer y justamente estábamos con el café cuando Carmen soltó
- “las amapolas vuelan libremente por el mar”
- Yo me quede a cuadros. Era nuestra contraseña para que todo volviera a ser como antes. Ella volvía a ser mi ama
Carmen volvía a ser mi ama y yo su lindo perrito
- Chiqui tarde o temprano, todo vuelve a su cauce, ¿te arrepientes de algo que me hayas echo hacer?
- No, solo espero que hayas disfrutado, todo lo he hecho desde el cariño que te tengo para darte situaciones nuevas de placer y sobre todo desde el más profundo respeto.
- Quiero que me des ahora mismo todo el dinero que Pedro te pago ayer por dejarme ir con sus amigos y que metas en esta pen todas las fotos y videos que tengas en el ordenador. Absolutamente todas.- y que sepas, siguió ella- que no soy una puta que yo hago esto por placer y no por dinero.
Enseguida le di el dinero que me dio Pedro por lo de la cena y ella misma se encargó de vaciar fotos de mi móvil, juntarlas con las del ordenador y guardárselas en un pen y cerciorarse de que no quedara ni un solo rastro en el ordenador.
- Vámonos que tengo que coger el bus.
Cuando estábamos en planta baja para el ascensor y me quito los pantalones y salió del ascensor, al poco rato volvió al ascensor bajamos al coche y tuve que conducir desnudo exactamente por el mismo camino que la había traído a ella el jueves, la muy cabrona no se le había olvidado.
Al llegar a la estación aparcamos en la parte de atrás del parking, me quito las braguitas que llevaba ese día y me hizo una fenomenal mamada de despedida, me obligo a correrme en su boca y me dio un beso en la que me paso todo mi flujo.
- Chao perrito, no te tragues nada, vete así a casa y en la conserjería de Jero están tus pantalones y tus llaves de casa si no las quitado nadie, sube a casa y en el ordenador te he dejado un video de mi cena de anoche y ahí quiero que te lo tragues todo viendo como empalaron por todos lados.
- Ahhh y gracias aunque lo del jueves por la tarde fue un poco desagradable ha sido un fin de semana fabuloso minipollote.
Tarde más de 45 minutos en llegar a mi casa, hasta que pude coger la ropa de la conserjería y yo mientras seguia con mi propia corrida empecé a ver el video y era espectacular. Solo vi una escena y esa no nos la había contado, en la que tenía tapado sus tres agujeros y a su vez con las dos manos hacia pajas a dos compañeros de Pedro, esa imagen quedara para siempre grabada en mi cabeza.
Después de todo esto tarde casi dos semanas en tener contacto con Carmen y si es cierto que con Ana en el trabajo había más confianza, incluso habíamos tenido algo, pero se quedó ahí.
Se agradecen comentarios.