Dominado sin darme cuenta (III)

Carmen, me da libertad y la aprovecho con Rafi, y a su vez me hace confesiones que me queda perplejo y que tendran consecuencias en el futuro.

Bueno pues después de terminar la noche en casa de Carmen y dejarla allí haciendo un fabuloso sesenta y nueve con Rocío una de las profesoras del curso, Rafi y yo nos fuimos para mi casa con la premisa de que a las diez teníamos que estar otra vez en su casa sirviéndoles el desayuno.

El camino que se tarda  quince minutos en hacer tardamos tres cuartos de hora por que Rafi iba supercachonda y me propuso el típico juego de “A que no hay huevos” y es que para ir  a mi casa teníamos que atravesar un conocido parque de la ciudad y pasando por el famoso kiosco de la música, subió las escaleras y  me dijo.

Rafi: - A que no  tienes huevos de hacerme correr aquí mismo, y dicho esto se sentó en el último escalón y se bajó los pantalones.

Definitivamente  lo cachonda que estaba y el alcohol le hacía estar fuera de sí, me agache y empecé meterle un dedo, dos dedos y hasta tres dedos y eso así de primeras, tenía el coño encharcaito pero quería más, así que baje mi cara y empecé a lamerle el clítoris y a tirarle de la barrita del piercing, cosa que según me di cuenta le volvió loca y empujando mi cara contra su coño me soltó un gran cantidad de líquido, algo que había hecho anteriormente con Carmen.

Nos recompusimos, y me dijo

Rafi: - No te limpies la cara, que así me poner muy cerda jajaja

Y dicho esto bajamos las escaleras y nos fuimos caminando para casa. La noche, hasta caer reventados en la cama, fue una locura hicimos posturas que yo en mi vida hubiera imaginado como follármela con ella cogida en brazos o una que me dijo que se llamaba El mono  en la que me puso tumbado en la cama con las piernas abiertas y semiflexionadas, ella  se sentaba de espaldas a mí y se clavaba mi polla y ella era la que subía y  bajaba. No sé si el nombre se lo invento o realmente existe, cierto es que cuando bajaba se clavaba la polla hasta el fondo.

Al despertarnos para irnos a casa de Carmen  me estuvo cabalgando un rato y me pregunto.

Rafi: - Tu ama te dejas que le des por culo.

Yo: - A día de hoy no he hecho nada de eso.

Rafi: - Pues entonces dame a mí y que en algo sea yo la primera.

No daba crédito a lo que acababa de oír.

Yo: - ¿Estas segura Rafi?

Rafi: - ¿No quieres?, todo los tíos deseando que una mujer les diga eso ¿Y tú no quieres?

Yo: - Si claro, pero serás la primera a la que se lo hagas

Rafi: - Pues ya está yo  desvirgo  tu polla en un culo y tú me desvirgas  a mí que también soy virgen por ahí atrás

Se descabalgo y dándose la vuelta.

Rafi: - Lubrícame con los jugos de mi chochito como hizo ayer Rocío contigo

Yo: - Ok, tranquila, lo hare con cuidado.

Poco a poco fui pasando mi mano por su chochito y llevándola hasta el culito que empezaba a aceptar un dedo mío.

Rafi: - Dilátamelo poco a poco por favor, mientras hundía su cabeza en la almohada.

Yo seguía jugando y llevando flujos de su coñito  a su culito y conseguí meterle otro dedo, le hice un mete saca con los dos dedos mientras ella gritaba contra la almohada.

Rafi: - Venga Cabrón, métemela ya joder.

Y yo con mucho cuidado cambie mis dedos por la punta de mi polla y poco a poco se la fui metiendo, cuando la tenía por la mitad la saque y a continuación se la metí del tirón hasta los huevos, dando Rafi un berrido que seguramente se habría escuchado en casa de Carmen. La quede un rato dentro para amoldarse a mi grosor y empecé a sacarle muy despacito y de nuevo se la metí de golpe y se la saque despacito así dos o tres veces hasta que me la empecé a follar.

Eso era una delicia, un canal tan estrecho y que se amoldaba a mi polla, Rafi empezó gimiendo de dolor y acabo gimiendo de placer, hasta los vecinos se pusieron a darnos golpes en las paredes del ruido y los gemidos que estaba dando ella, que por mucho que los intentara ahogar en la almohada se le escuchaban perfectamente

Al poco tiempo vi como Rafi, se movía ella sola y se empujaba contra mi polla diciendo

-          Oh dios, me corro , me corro

Y literalmente se meaba en la cama, decía que era el mayor orgasmo de su vida, pero yo todavía no me había corrido.

Rafi estaba tirada en la cama, y yo encima con mi polla ensartada en su culo.

Yo: - Rafi, levanta que yo estoy apunto y me quiero correr en tu culo

Rafi: Intentando levantarse y tirando de mi hacia atrás. – No puedo me fallan las piernas

Así que como pude y dándole unos cuantos azotes en el culo, por lo mal que me había sentado, la terminé de follar así como estaba hasta que me corrí en su culo y yo también caí rendido y sudoroso sobre su espalda.

Quite mi polla de su culo y nos levantamos, cuando vi que le chorreaba el culo de mi semen, así que la coloque apoyada en mi escritorio, les separe las piernas y empecé a comerle su ojete y limpiárselo de mi semen. Ella de nuevo empezó a gemir como una loca y se llevó una mano a su clítoris para empezar a masajearlo y correrse

Yo: - Rafi, estate quieta ya y deja algo para cuando lleguemos al piso de Carmen, que seguro allí nos tendrá preparado algo.

Nos vestimos, Rafi seguía sin braguitas y le ofrecí algún bóxer mío o las braguitas con las que ella iba ayer que acabaron en mí poder para volver a casa de Carmen, pero tampoco las quiso dijo que ya se estaba acostumbrado a ir con su conejito al aire. De camino a casa de Carmen pasamos de nuevo por el parque de la noche anterior y le dije:

Yo: - ¿Recuerdas algo de anoche aquí?

Rafi: - Joder que si lo recuerdo, me corrí tela con tu comida de coño. Joder es que solo de pensarlo me pongo caliente.

Metió su mano en el coño y la saco empapada.

Yo: - Joder Rafi, ¿ese coño que pasa que nunca para de fabricar jugos o qué?

Rafi: - Es verdad que soy muy ardiente y disfruto del sexo, pero lo que estoy viviendo desde ayer la cena es demasiado hasta para mí.

Los dos nos empezamos a reír  y nos fuimos a comprar los churros para ir a despertar a nuestras amigas que nos quedaba poco menos de veinte minutos para las diez.

Llegamos a casa de Carmen, abrimos, pasamos al salón y directamente nos desnudamos, nos fuimos a la cocina y preparamos dos zumos de naranja y un platito con churro y fuimos para su cuarto.

Cuando entramos, había un olor fortísimo a sexo, subimos la persiana un poco, lo justo para ver y me encontré en el suelo un arsenal de consoladores, concretamente cuatro entre los que pude distinguir el que uso Rocío conmigo el día antes, uno grandísimo de veinticinco  centímetros lo menos, un arnés con doble consolador, unas bolas chinas, unas esposa y algún material más que ni  sabía para que era pero no quería ni preguntar.

Se desperezaron y ambas con una gran sonrisa se dieron un morreo de buenos días y al vernos alli a los dos desnudos.

Rocío: - Joder, que buen despertar y encima estos dos aquí provocando desde bien temprano.

Carmen: - Buenos días ¿qué tal la noche chicos?

Rafi: - Muy bien hemos gozado un montón ¿y vosotras?

Carmen: -  Uffff venid y mirad.

Nos acercamos y su sabana era en general un  gran manchurrón que imaginamos seria de sus orgasmos.

Yo: - Pues si una buena nochecita, para llegar a eso no habréis dormido. ¿No? Y señale todo lo que había en el suelo

Rocío: - Más o menos yo la última vez que mire el reloj eran cerca de las 7 de la mañana.

Yo no daba crédito, pero bueno.

Yo: - Aquí tenéis vuestro desayuno y vuestros churros, tal y como pediste ayer  Carmen

Carmen: - Muchas gracias chiqui y diciendo esto cogió mi polla y me dio un par de meneos.

Se pusieron las dos a desayunar y le pidieron a Rafi que le contara la noche, y estábamos hablando tan tranquilo cuando Carmen suelta:

Carmen: -  Estos churro, están asquerosos, ven (señalándome a mi) y dame el tuyo.

Carmen me cogió de la polla, algo muy habitual en ella ya y de un golpe se la metió entera en la boca, todavía no estaba empalmada y poco a poco fuera poniéndola a tope

Carmen: - ¿Alguna queréis parte de mi churrito?

Rocío y Rafi ambas a la vez levantaron la mano y se sentaron al borde de la cama con ella quedando Carmen, al medio Rafi a su derecha y Rocío a la izquierda.

Mi polla iba pasando de boca en boca hasta que Rocío dijo:

-                     ¿Por qué no jugamos a la Ruleta Rusa? Quién consiga ordeñarlo, lo podrá castigar con lo que ella quiera, se la vamos chupando a intervalos de quince segundos para que sea dinámico

Las otras dos rieron, y allí estaba yo de nuevo con mi nuevo rol de juguete sexual de mi ama Carmen y disponible para todo el que ella quisiera. Estuvieron repartiéndose los turnos y empezaría Rocío, a continuación Carmen y después Rafi, pues así me tuvieron un rato, como llevaba doce horas descargando continuamente mis huevos, me costó correrme aunque la situación era muy morbosa. Al cabo de quince minutos yo veía que el final estaba cerca, intentaba aguantar un poco más pero al final la sensualidad, y buen hacer de  Rocío (aunque cada minuto que pasaba me caía peor) hicieron que me corriera en su boca, no mucha cantidad, pero no dejo nada.

Rocío compartió dándole un beso y la mitad de mi semen a Carmen y esta a su vez con Rafi.

Rocío: -Bueno id dejándome sitio y tu “chiqui”- haciéndole una burla a Carmen que era así como me llamaba- ponte en la cama a cuatro patas que viene tu castigo.

Yo sin protestar me puse como indico y escucho a Rafi y a Carmen reírse

Carmen: - Que hija de puta eres, eso se lo pensaba hacer yo después.

Mire hacia atrás y vi como Rocío se ensartaba el arnés con doble consolador en su coño y se lo estaba ajustando, eso solo podía significar que me iba a volver a partir el culo, pero el de esta mañana era de color negro y podía tener perfectamente diecisiete o dieciocho centímetro. Yo me puse a llorar literalmente y las tres se empezaron a reír de mí.

Rocío ayudado por las otras dos me lubricó el culo y empezó a meterme la punta de “su nueva polla”.

Poco a poco y todavía con la ayuda de sus compañeras seguía empujando, yo tenía un ardor en mi culo, que no podía evitar seguir llorando, pero Rocío tenía su plan y al fin al cabo aunque fuera por decisión de ellas, era su premio por otro jueguecito que me habían obligado hacer, viendo los gritos que daba y que no me estaba quieto decidieron esposarme al cabecero de la cama con las esposas que estaban en el suelo, supuestamente de sus juegos de esas noche y a continuación me metieron mis braguitas en la boca para que no gritara.

Estuvieron un rato hasta que pudieron tranquilizarme porque el dolor era enorme, a lo que Carmen enfadada por espectáculo que estaba dando, se puso a azotarme el culo con un cinturón, por lo cual mi culo era un poema.

Después de más de quince minutos hasta que consiguieron que me quedara quieto Carmen empezó su mete y saca que me producia un dolor desgarrador, vi de nuevo como Carmen delante mía se ponía a hacer fotos de todo, la humillación era total.

Aunque no podía girarme ni moverme  mucho al estar a 4 patas y esposado al cabecero de de forja de Carmen, si podía oír los gemidos de Rocío cuando me penetraba y a su vez se penetraba ella, poco a poco sus gemidos fueron subiendo de tono por lo que intuí que su corrida estaba cerca, y así fue, poco después se tumbó sobre mi espalda y podía sentir como le temblaban las piernas, y Carmen y Rafi le aplaudían.

Me desabrocharon las esposas, Rocío, me desempalo y todas se reían del agujero que me quedaba, Carmen metió un dedo en mi culo y no llegaba ni a tocar las paredes del esfínter, yo tenía un dolor inmenso y me quede tumbado un buen rato en la cama.

Rocío: - Bueno ha sido una velada inolvidable desde ayer pero me voy a duchar y me voy a ir que ya  va siendo hora.

Rafi: -Yo también tengo cosas que hacer así que te acompaño.

Carmen: - Está bien chicas, pero que os parece si también le damos un premio a él, después de que lo hemos usado y humillado a nuestro antojo, sobre todo tu, refiriéndose a Rocío y yo – exclamo Carmen.

Rocío: - Ok tienes toda la razón.

Diciendo todo esto, Carmen me dio una palmaditas en mi culo todavía dolorido y  me dijo

Carmen: - Venga chiqui levanta, te dejamos diez minutos para que juegues con nosotras, pero nos tienes que hacer disfrutar a las tres.

Yo: intentando incorporarme como podía y con un hilito de voz que salía de mi cuerpo exclame:

Yo: - Rocío, túmbate en la cama, con el culo en el borde y las piernas apoyadas en el suelo, Rafi justamente igual que Rocío pero encima de ella y por ultimo tu chiqui encima de las otras dos y como no te llegan los pies al suelo apóyalos encima de la cama.

Tenía a las tres mujeres abierta de piernas una encima de otras y a la puta de Rocío que me había abierto el culo dos veces  encima soportando el peso de las otras dos, también decir que las puse así porque Rocío ere la más grandullona y Carmen la más liviana.

Una vez que Rocío se acomodó y dejo de protestar por el peso que acumulaba encima suya me dispuse a comer esos tres coñitos ricos para mí.

Antes de empezar le hice una amenaza a Rocío:

Yo: - Controla a tus compañeras, como alguna de ellas se caiga te meto el consolador grande por el culo, el resto del tiempo que quede.

Rocío cerro la boca y a partir de ese momento solo se le escucho gemir, como al resto de sus compañeras, iba lamiendo coños de arriba abajo y viceversa, la verdad que era una delicia, Rafi pronto empezó a escupir jugos, lo  de esta niña la verdad que era increíble, mientras chupaba un coñito intentaba coordinarme para meter dedos en los otros dos y así estuve los diez minutos de mi premio, en los que se corrieron Rafi y Carmen y a Rocío la deje a medias para que no se corriera, cosa por la que protesto, sin atender yo a sus suplicas.

La verdad que tener esos tres coñitos para mí durante diez minutos fue un lujo. Cuando se acabó mi tiempo Rafi Y Rocío se fueron a la ducha con la premisa de Carmen:

Carmen: - Rocío, prohibido tocarte en la ducha, vete con el calentón como castigo por haberle abierto el culo a mi chiqui y por quitarme a mi el placer de ser la primera y  empezó a reírse.

Al salir de la ducha las tres mujeres se despidieron efusivamente, Rafi tambien se despidió de mi con un morreo y un, esto hay que repetirlo al oído, y se marcharon.

Yo a solas ya con Carmen nos relajamos los dos en la cama, nos duchamos juntos y comimos de una forma muy distendida, cuando nos fuimos a dormir la siesta me estuvo enseñando todas las fotos que tenía mías, ya podía tener cerca de veinte o veinticinco fotos de su dominación, cuando me las enseñaba solo hacía que reírse y comentaba la jugada, te acuerdas de esta….. Así estuvimos u rato hasta que decidimos dormir la siesta.

El despertar fue un poco brusco, me desperté al oír suspiro que no sabía de dónde venían, cuando me incorpore vi que eran de Carmen que estaba lloriqueando, intente darle la vuelta para hablar con ella pero no se dejaba,  asi que Fui al baño le prepare la bañera llena de espuma y con sales y le dije que viniera conmigo, me contesto que no, así que ni corto ni perezoso como ya estaba desnuda la cogí en brazos y la lleve yo mismo a la ducha y la metí dentro con el agua calentita.

Le dije que no saldría de allí hasta que no me contará por que lloraba le costó pero finalmente y medio llorando hablo:

Carmen: - Esto es solo un bajón después de todas las emociones sufridas esta semana y a la vez agobios por los exámenes que entran y que espero que sean los últimos. No puedo quedarme más tiempo aquí y necesito acabar las seis asignaturas que me quedan.

Yo: - ¿y qué más?, ese no es motivo para tener el sofocón que tienes.

Carmen: - Mi vida contigo está cambiando a mucho mejor  y no solo es por los juegos, cuando hace dos o tres meses te dije que lo quería dejar con mi novio porque había tenido un rollo con una amiga era mentira. Mi primer rollo con una tía fue ayer, la que realmente era bisexual fue Rocío que me lo dijo ayer.

Yo: - ¿Y entonces lo de tu novio?

Carmen: - Cuando hable contigo y te conté esto, ya no estábamos juntos, pero el motivo era por malos tratos, he tenido incluso que denunciarlo y me imagino que pague toda esa frustración y ese comerme mis problemas contigo, haciendo todos estos juegos y haciendo que te pusieras la ropa interior que él me regalaba.

Volvía a ponerse a llorar y yo la consolaba, que no se preocupara, que todo iba a salir bien etc. Conseguí hacerla reír, en un par de ocasiones y eso valió ya por toda la tarde.

Salió del agua y dándome un gran beso me dijo

Carmen: Gracias por todo, eres muy bueno conmigo

Yo: No hay de que, prepárate y ponte guapa que esta noche salimos tú y yo de cenas y tomar unas copitas en plan tranqui.

Carmen: - Ok acepto, me pongo y me preparo para ti y vamos para tu casa a que te prepares tú.

Era media tarde del sábado todavía cuando salimos para mi casa agarrados de la mano como una pareja “normal” de novios. Cuando pasamos por el parque que hay camino de mi casa, le conté la historia que tuve anoche con Rafi en ese mismo sitio y se puso como una moto la jodia.

Llegamos a mi casa y yo también estaba solo, así que nos dirigimos a mi cuarto y yo me desnude para irme a duchar, cuando salí y me dirigí a mi  cuarto ella estaba revisando mi armario, viendo mi ropa etc.

Yo: - ¿Quieres que me ponga algo especial?

Carmen: - Solo esto, lo demás lo dejo a tu gusto

Y extendiéndome la mano me da un tanga.

Carmen: - Este no es de mi ex, es mi tanga favorito y quiero que hoy te lo pongas tu

Lo miro y es un tanga en color rojo de encaje que tapaba lo mínimo por delante

Carmen: - Este es de vuelva, no te lo puedes quedar tu porque es mi tanga para ocasiones especiales, y de hecho era el que llevaba el viernes pasado cuando me comí tu corrida de la puerta, lo que pasa que no te fijaste. Si, lo quieres lucir ponte uno de esos pantaloncitos blanco o uno de lino como el de la semana pasada que seguro que se transparenta.

Me  vestí como ella me dijo, y salimos ya digo que hoy nos comportábamos como una pareja, estuvimos un ratito paseando y fuimos a cenar a un lugar especial de la parte antigua, en la que conocía a uno de los camareros y después nos quedamos por los bares que hay en aquella zona y que son más de tranqui y estilo chill out.

Allí Carmen empezó de nuevo a estar un poco mimosilla y la estuve acariciando, ella también jugaba conmigo y se dedicaba a sacarme la polla de su tanga por encima del pantalón, así estuvimos un rato hasta que en un momento dado me dijo que iba al servicio. La verdad que en el servicio tardaba más de la cuenta, imagine que por la cola, cuando me llegaron dos fotos al móvil y ante mi sorpresa aparecía ella comiendo un chochito en la primera foto y en la segunda ya se veía la cara de la otra persona y era nuestra amiga Rafi.

Al salir del servicio, vinieron las dos hacia a mí y ambas me dieron un morreo, el de Carmen con claro sabor a jugos de Rafi y todo esto ante la atenta mirada rara de tres muchachas que había en la mesa de nuestro lado.

Rafi se quedó un ratito con nosotros hablando y estuvimos recordando toda la noche anterior y pasados diez minutos se despidió igualmente con un morreo a cada uno y se fue con su grupo de amigas que estaban justamente a la entrada de local.

Carmen y yo salimos un ratito a la pista de baile y estuvimos guarreando un rato, y rozándonos mucho y la muy jodia me bajaba el pantalón para que la gente apreciara que llevaba puesto su tanga. Después de terminar la copa y ante su petición nos fuimos ya camino de su casa.

En su casa me llevo directamente a su dormitorio y nos desnudamos para meternos en la cama, aunque yo dormí esa noche con su tanga rojo de encaja, allí hablando me siguió con sus confesiones, y  me soltó.

Carmen: - Sabes me encanta como disfrutas con nuestros juegos de roce, seducción y humillación, me gustaría disfrutar igual que lo haces tu

Yo: Un poco sorprendido – No disfrutas con las cosas que me  haces.

Carmen: - Si,  pero no me refería a eso, me refería que aunque seas mi juguete sexual, a lo mejor algún día te dejo que cambiemos roles y ser yo tu juguete sexual y que hagas conmigo lo que quieras.

Yo: Mas sorprendido aun – lo que tú quieras Carmen, si te hace feliz eso yo te complaceré.

Tras unos minutos en silencio y ante lo que me acababa de decir quería ver si eso era verdad y decido pedirle algo muy light.

Yo: - ¿Puedo pedirte algo Carmen?

Carmen: - Claro chiqui, hoy me has ayudado mucho y soy tuya, aunque olvídate de lo que te dije de ser tu juguete sexual.

Yo: - Arriesgándome y más después de estas palabras.- Quiero que te masturbes y te corras para mí.

Carmen: - jajaja si te soy sincera me da vergüenza masturbarme delante de ti y que tú me mires, pero es lo mínimo después de lo que te he obligado a hacer.

Y dicho esto, se apoyó sobre el cabecero de forja y poco a poco empezó a estimularse el clítoris y a continuación empezó a meterse un dedo por el coñito, la imagen era de los más caliente con Carmen dándolo todo por algo que yo le había pedido y  mordiéndose el labio inferior para no gritar y unos ojos de vicio impresionante, me recordaba a la escenita de la ducha del día anterior.

Estaba a punto  de correrse y con su mano derecha se seguía masajeando el clítoris y con la izquierda se metió otro dedito en el coño y empezaba a darse más fuerte.

Yo tenía mi verga por fuera del tanga y me estaba pajeando por lo caliente que estaba la situación, cunado Carmen empezó como a deslizarse por la cama, empezó con los espasmos y se corrió. Después de una par de minutos cogió líquido de su coño y me los llevo a la boca.

Yo me levante y cogiéndola en brazos y ante el asombro de Carmen, le dije que me abrazara y poco a poco la fui deslizando por mi cuerpo hasta que mi polla quedó a la entrada de su coñito que como estaba bien humedecido entro sin problemas.

Carmen que seguia con cara de asombro ante mi atrevimiento repentino dijo.

Carmen: - Oh vaya, parece que mi putita quiere imitar conmigo lo que ha hecho con su amiga la rubia tetona y follarme cogido en brazos.

Dicho esto y con la ira que me entro se la saque y se la metí del tirón en el culo. Cosa que me dolió muchísimo puesto que ni se lo había dilatado ni estaba lubricado, pero entro bien sin problemas, por lo que supuse que esa noche también había tenido penetración por el culo con Rocío.

Carmen: - Eres un cabron, ¿qué haces hijo de puta?, ¿Quién te ha dado permiso?, por el culo noooo.

Sujetándola cada vez más fuerte y sin dejarle descabalgar empecé a subir y bajarla por lo cual cada vez le entraba un poquito más y pronto empezó a decir que no parara aunque ya tendría mi castigo.

Aunque Carmen era  más delgadita me empezaba a cansar los brazos por eso y cuando la tuve a la altura justa y se dejó de quejar la puse contra la pared y sujetándola lo mínimo ahí empecé una follada de escándalo.

La polla me dolía a reventar a parte de que  me había hecho daño en el capullo al metérsela de golpe, pero tener mi polla en ese culo no tenía precio y seguí  dándole duro, hasta que me pidió por favor que hiciéramos lo mismo pero en la cama.

Prometiéndome que se la volvería a meter por el culo, la descabalgue me tumbe en la cama y ella misma fue la que se incrusto de nuevo mi polla y me llevo una de mis manos  a su clítoris para que se lo masajeara. Ahora era ella la que botaba sobre mi culo y yo me limitaba a pajearle el clítoris y de vez en cuando a pellizcarle los pezones, con lo que daba unos berridos tremendos. Al poco tiempo llegamos simultáneamente al orgasmo, ella se corrió con mis dedos masajeándole el clítoris y yo llene su culito estrecho de leche.

Al descabalgarme me obligo a limpiar las dos corridas tanto la suya como la mía y dormimos los dos abrazados en la postura de la cuchara hasta el día siguiente.

Muchas gracias por todos y a los comentarios de los relatos anteriores