Dominado por mi chica

Un chico queda con su novia en un hotel, aparentemente todo va a ser un rico rato de sexo convencional pero al final se lleva una sorpresa.

DOMINADO POR MI CHICA

Era un día lluvioso en la capital recién entrado el invierno . Me encontraba solo en la habitación del hotel vistiéndome delante del espejo. En un principio había acudido allí para recoger el diploma en un acto organizado por el ministerio que por fin me reconocería como funcionario tras largos años de estudios. En realidad no era obligatorio acudir pero yo tenía muchas ganas de encontrarme con Ana y era la excusa perfecta para viajar hasta allí.

Ana es una chica delgada y rubia, 10 años mayor que yo y con una personalidad muy fuerte. Desde el día que la conocí sentí una atracción irresistible hacia ella que no soy capaz de explicar y que es una fuerza que me asusta y contra la que me veo incapaz de luchar. A veces es una mujer salvaje que me hace vibrar como nadie nunca antes, me arrebata y hace conmigo lo que quiere y otras veces es dulce y protectora haciéndome sentir en una nube de la que nunca querría bajar.

Me encontraba menos nervioso de lo que me esperaba, nada me hacia sospechar todas las cosas que me iban a suceder aquel día.

Terminé de vestirme y le hice una llamada. Ella saldría de trabajar a las seis y pasaría a recogerme un poco más tarde, que fastidio, no podía aguantarme las ganas de estar con ella pero no me quedaba más remedio.

El acto en la sede del ministerio me resultó de lo más aburrido, deseaba que terminase todo de una vez, no me impresionaban los altos cargos ni toda la parafernalia, mi mente estaba en otro sitio. Que aburrimiento de conversaciones, que gente mas estirada y yo solo podía pensar en estar entre los brazos de mi querida Ana.

Para mi decepción al terminar el acto ella aun no había llegado así que me fui al hotel otra vez a esperarla. Esa espera interminable solo sirve para ponerme más y más ansioso. Me moría de ganas por sentir sus manos por todo mi cuerpo, sus labios, su lengua y sobre todo el olor de su coño que me hace perder el control de mi mismo. Por fin suena el teléfono, ella me recogerá en la puerta del hotel, me hará una llamada perdida cuando vaya llegando. Estoy tan impaciente que no espero a la llamada perdida y a pesar del frío salgo a la calle a esperarla bajo la lluvia. Las luces de los coches que pasan me ilusionan y me decepcionan un segundo después hasta que por fin aparece el suyo:

-Hola cariño, que guapo! (aun llevo el traje y la corbata)

-Hola amor (beso, primera descarga, mi polla esta que revienta, quiero más pero se que tendré que seguir esperando, todo su cuerpo pasa ante mis ojos, no puedo más quiero que me lleve a la cama, quiero ser suyo, me parece la mujer más guapa del mundo, la amo)

Ahora tenemos que buscar aparcamiento, es desesperante la de vueltas que tenemos que dar, por fin lo encontramos, paradojas de la vida es justo delante de la sede del ministerio donde había estado una hora antes.

Que frío al salir del coche, no se a donde vamos pero yo la sigo.... ostras que se mete en un sexshop!!!!!. Creo que me voy a morir de la vergüenza, nos saludan en la puerta, subimos, miramos, yo no se que hacer, ella mira articulos eróticos, compra un consolador para el cumpleaños de una amiga dice, que casualidad, una idea se me pasa por la mente pero no me atrevo ni a decírmela a mi mismo. Mi sexualidad me da vergüenza. Salimos de alli, lo va a dejar en el coche:

-Oye amor, a que no eres capaz de usarlo esta noche?

-Pero lo he comprado para mi amiga, ¿estas loco o que?

-Sabia que no tenias lo que tienes que tener.

-(mirándome muy seria) te vas a enterar esta noche de si tengo o no tengo (se lo guarda en el bolso)

Me pregunto que estará pasando por su cabeza, ¿lo querrá utilizar conmigo?, no creo que se atreva, además no la dejaré, soy heterosexual esas cosas no me van...

Cenamos en un restaurante, por llamarle de alguna manera, junto al hotel. Cigarritos, los odio pero tengo que aguantarme. En esta relación manda y decide ella asúmelo.

Por fin nos vamos al hotel, por fin estamos a solas en intimidad de la habitación. Ella parece no darle importancia como siempre, parece que el único que tenía ganas de que llegara este momento era yo, parece que el único que no sabe controlar sus instintos soy yo.

Todo se precipita, besos, caricias, la ropa por el suelo, por fin siento su mano en mi polla... y su boca.... ya soy suyo, sus ojos lo dicen todo, no te resistas es inútil.

Me tira sobre la cama, trepa encima de mi , me mira, conoce mis puntos debiles y los explota. Comienza a castigarme los pezones a mordiscos y en la parte interna de mi oido a lengüetazos. Sabe que me altera, siento convulsiones, me salen gemidos del alma... la quiero no puedo sentir otra cosa, le encanta darme caña y le gusta que yo ya no me resista como al principio, me siente suyo y yo la quiero, quiero entregarme.

Me meto dentro de ella, me gusta mucho la expresión que tiene cuando se siente penetrada. Me gusta como me mira, la beso, la beso mas, nos lamemos las lenguas... ella vuelve a la carga con mi oido, le encanta ser cabrona conmigo y lo que es peor a mi me encanta cada vez mas que lo sea. Por fin nos calmamos.

Una idea se me pasa por la cabeza, es muy loca:

-Cariño quieres que usemos el consolador?

-Pero chico!!! Me vas a hacer que tenga que comprar otro mañana???

-Anda cari, creí que eres morbosa.

-De acuerdo pero no vas a usar conmigo, lo voy a usar yo contigo.

-Vale! (estoy seguro de que no se atreverá, solo pretende asustarme)

Decidida lo saca del plástico, me pone desnudo boca abajo, tenemos crema hidratante para embadurnar bien todo, yo me coloco en posición y ella empieza a empujar. Sé que no va a seguir, es imposible que lo haga, a ella no le gustan estas cosas, aquí se acabará la broma y me lo dará a mi para que yo se lo haga yo a ella.

Joder me esta empezando a hacer daño!!, ella empuja y empuja cada vez con mas fuerza, mi culo se abre, siento escozor y molestia. Me duele me hace daño, mucho daño me hace gemir. ¿Son imaginaciones mías o ella esta disfrutando con mis gemidos? El culo me duele una barbaridad, siento ganas de llorar, meto la cabeza debajo de la almohada ahogando mis sollozos, es como una barra ardiendo que se abre paso en mi interior.

Ana respira excitada, me esta desvirgando el culo, me alegro de que haya sido con ella.

Comienzo a sentir un agradable cosquilleo dentro muy dentro de mi. Placer y dolor al mismo tiempo. Mi polla se pone dura, muy muy dura, me gusta lo que siento, mi culo se adapta se abre y me penetra con mas facilidad, empiezo a gemir de placer, la situación me excita mucho, me siento humillado haciendo esto, me siento inferior a mi novio, me siento suyo. Por fin ella se queda satisfecha, para ser la primera vez no ha sido para tanto. Me besa agradecida, creo que me quiere, eso es lo que me transmite ahora mismo.

Tengo una sensación extraña en mi culo, está abierto, mi novia me lo ha dejado abierto pero sobre todo me siento entregado a la mujer que quiero.

Sin embargo aquella noche no habian terminado aun las humillaciones. Para ser fieles a la verdad diré que fui yo quien la incito a hacerlo, aunque ella también disfrutó haciéndomelo como me confesaría días después. Supongo que de otro modo no lo habría hecho. Quería rebajarme como nunca me he rebajado ante nadie y quería hacerlo por amor.

El caso es que terminé tumbado en la bañera, con su coño en la boca, y ella en cuclillas...

El agua caliente llenaba la bañera poco a poco, era una sensación angustiosa, me sentía axfisiado, chupaba y chupaba aquel coño que tanto adoro cuando un liquido salado empezó a llenarme la boca. Siento una intensa excitación, me da vértigo todo lo que me está sucediendo, no quiero ni pensar, solo siento, me dejo llevar. Ella me pide que escupa pero no le hago caso... trago sin pensar en lo que estoy haciendo.

Dios que he hecho!! Me duele la cabeza, no me encuentro bien pero no quiero que ella se de cuenta, sonrio por lo que he hecho, ella se escandaliza, no se puede creer lo que ha pasado, me hace enjuagarme la boca y nos vamos a la cama.

Después de aquella noche no volveré a ser la misma persona. Se que hice algo que me ha cambiado y a ella también. Nos estamos metiendo en un mundo peligroso pero cuando estoy con Ana nada me da miedo. Quiero mucho a mi gordita.