Dominado por la casualidad (2)

El protagonista va a casa de Jorge, donde le espera una tarde de dominacion.

Humillado por la casualidad (2)

El viernes por la noche salí, pero estuve toda la noche muy nervioso pensando en el día siguiente, cuando llegue a casa, intenten dormir pero me costo. Al final conseguí dormirme. Aunque no dormí demasiadas horas, ya que desde las ocho me pase la mañana dando vueltas a la cama. Al final me levanté. No tenia nada que hacer, así que esperaba impaciente que llegaran las 4 y media para ir hacia casa de Jorge. Me duché, y me arregle un poco. Así pase la mañana y parte de la tarde.

Llegó la hora en la que tenia que irme, así que cogí mis llaves y me fui dirección a la urbanización en la que vivía Jorge, que era un barrio casi en la otra punta del pueblo en un barrio que estaba lleno de casas adosadas. Cuando llegué a su calle mire que no corriera nadie, y me dirigí a su casa. Entonces llame al timbre, y me dejó pasar sin decir nada. Luego cerro la puerta. Me miro y sonrió. Entonces empezó a hablar:

-buena putita, veo que has venido, pensaba que te arrepentirías.

-pues no jeje- respondí.

-no te rías tanto, a partir de ahora te lo pasaras muy bien, pero no por tus bromas, sino porque vas a ser mi esclavo. Para empezar quiero que te quedes solo con ropa interior. En mi casa iras vestido así, al menos de momento. Cuando me sigas tendrás que ir a cuatro patas como si no fueras mas que un perro. Aunque si me tienes que servir algo, mejor ve de pie. ¡A por cierto a partir de ahora debes tratarme como a tu amo, es decir de usted y de amo!

-vale señor

-ahora sígueme.

Y se fue hacia la cocina, yo lo seguid de pie. Entonces el se giró y me dio un bofetón. Yo me quede perplejo.

-haber puta, ¿no sabes que es desnudarse o no sabes que es ir a cuatro patas? Yo pensaba que eras mas listo o ¿es que no quieres ser mi esclavo? ¡Responde cabrón! –después de ese vomito de palabras de mi nuevo amo yo dije.

-perdóneme amo, no había caído en...

-tu solo tienes que obedecer, no tienes que pensar. Aquí soy yo el cerebro, entendido empollon de mierda. Ahora desvístete, y luego me sigues a cuatro patas, que sino te voy a dar una paliza. ¿Entendido?

-si, amo. –entonces entre miedos y sorprendido del carácter de mi amigo empecé a desvestirme, lo cierto es, que con cada bronca que me hacia yo me excitaba cada vez más. Me desvestí rápido porque no quería hacer enfadar a Jorge. Luego empecé a andar hacia la cocina, dos metros después, me puse a cuatro patas y seguí mi camino. En la cocina estaba Jorge, que al verme entrar sonrió, luego me dijo que me levantara, y me explico donde estaban las cosas de la cocina. Entonces me dijo:

-bueno putita prepárame un bocadillo y un refresco, yo estaré en el salón, llévamelo allí, ¡y no tardes! –y se fue sin mirar atrás.

Yo me quede un momento plantado, y luego empecé a preparar un poco de comida para mi nuevo amo. Mi estado de excitación cada vez era mayor, así que aceleré mi búsqueda y una vez todo preparado me dirigí hacia al salón. Allí esperaba mi amo en una butaca mirando la televisión, yo me puse a su lado y le entregue la bandeja. Entonces él dijo:

-¡puta! Ponte delante de mí a cuatro patas, que te usare de reposapiés, que estaré más cómodo. –yo rápidamente obedecí. Una vez Jorge puso sus pies encima de mí me dijo:

-no te muevas demasiado, que luego no encontraré mi pose, y supongo que no quieres eso ¿verdad?

-no señor, perdone amo. –respondí sin pensar.

Estuvimos en esa posición durante un periodo de unos diez o quince minutos. En ese momento mis brazos empezaron a flaquear, ya que no estaba acostumbrado a eso. Aunque me esforzaba tanto como podía para mantener la posición. Al cabo de unos cinco minutos mas, mi amo gritó:

-¿¡se puede saber a que estas jugando pedazo de cabrón?! ¿No ves que no puedo mirar la tele tranquilo? ¿Y tu te haces llamar esclavo? –entonces con uno de sus pies que tenia encima de mí, me dio un golpe en mi cara con la suela de su zapato. Y al bajar el otro pie me dio otro empujón, pero esta vez en mi estomago. Luego dijo:

-ahora besa mis pies, o vas a recibir la mayor paliza de tu vida, ¿entendido inútil? –yo con cierto miedo, procedí a besar los pies de mi amo, humillándome como si fuera un siervo de la edad media, aunque esa sensación me gustaba, y como predijo mi amo cada vez quería más.

Yo me dedique por un periodo de un cuarto de oro a ir besando los dos pies de mi amo, en el empeine básicamente, aunque también lo sebo en la suela, y en algún dedo, hasta que mi amo me interrumpió diciendo:

-ahora chupalos, como si fueran un manjar -y yo me puse el dedo gordo del pie derecho de mi amo en mi boca, y lo chupe, como si hiciera años que no comiera y eso fuera mi única comida. No soy fetichista de pies, pero esa situación era superior a mí, y me comporte como un poseso en el momento de chupar los pies. Supongo que por eso mi amo dijo:

-ya que veo que tienes tantas ganas de chupar, desabróchame el pantalón, besa mi polla, y luego chupala. –entonces bese la cremallera del pantalón tejano de mi amo, donde se apreciaba un bulto. Yo había visto alguna vez su polla, en el vestuario, aunque no le preste demasiada atención, porque no me atraía físicamente, y porque nunca pensé que llegaría a estar en esa situación delante de él. Después de besar durante un rato la cremallera, y luego el calzoncillo, me dispuse a sacar, la que algunos llamarían mi verdadera ama, aunque personalmente de las relaciones de dominación me atrae mucho mas la humillación y todo lo que la rodea, que el sexo, y cosas similares, aunque parezca raro.

Dicho esto seguiré con mi explicación, de esa maravillosa tarde de sábado en casa de Jorge. Finalmente saque la polla de mi anfitrión, que estaba totalmente erecta, por lo que después de jugar a lamerla durante un rato y de besarla un poco, mi amo dijo:

-¿¡se puede saber que haces?! ¡¡¡Quiero darte de mamar ya!!!!- así que para no enfadarlo mas, empecé a mamar ese manjar que me ofrecían. Después de un rato chupando, y cuando se estaba a punto de correr, me aparto bruscamente y se corrió en mi cara y en mi pelo. Me sentía pringoso de semen.

Mi amo entonces se fue, cuando volvió llamaba una especia de alfombra de la mida de una toalla, me recordó la de poner los pies cuando sales de la ducha, y me dijo:

-como has sido un buen perro, te dejo descansar un rato, que solo son las siete, así que túmbate aquí, para descansar un poco. Después te prometo que seguirás disfrutando zorra

-gracias amo por ser tan atento, yo solo intento servirle bien.- dicho esto mi amo se dispuso a mirar la tele conmigo a su lado, a sus pies.

Aun quedaba bastante sesión por delante...

Hasta aquí la segunda entrega de esta serie, espero que os guste, y que comentéis que os gusta, que os desagrada y que modificaciones le haríais.

Gracias

rubpe

P.d perdonar el retraso de esta segunda entrega, pero he estado liado con exámenes y esas cosas de estudios, espero que no vuelva a ocurrir.