Dominada y humillada 2
Sara entra en el juego.
Cuando llegamos a la residencia universitaria, me dejaron estar tranquila en mi habitación, pero me recordaron que no podía quitarme los electrodos, sin embargo, permanecieron parados toda la noche. Al día siguiente, me vestí con la ropa de
putona
que me obligaban a llevar y me dirigí a clase.
Cuando llegué a clase,
Melani
me dijo que a partir de ahora me sentaría a su lado. Normalmente,
Melani
y
Sofía
se sentaban una a cada lado de
Sara
. Ahora yo me sentaría entre
Melani
y
Sara
, y al lado de
Sara
Sofía
. No pude evitar fijarme en que
Sara
llevaba una falda casi tan corta como la mía y una blusa con algunos botones desabrochados que dejaban ver la entrada de sus pechos.
En medio de la clase,
Melani
me dijo que quería comprobar si llevaba puestos los electrodos. Para esto, me dijo que saliera de la clase y le mandara una foto de mis pechos. Avergonzada, pedí permiso para ir al baño y una vez allí, me quité la blusa y le mandé una foto de mis pechos al descubierto para que comprobara que llevaba los electrodos.
Al terminar la clase,
Melani
hizo seguirla y, junto con
Sofía
y
Sara
, llegamos a una habitación. Solo entrar, escuché como me decían:
-Desnúdate
.
Me quedé paralizada, pues no me quería desnudar delante de
Sara
, pero tampoco quería llevarles la contraria porque sabía que lo empeoraría.
-Vamos
guarra, obedece!
Totalmente humillada, empecé a quitarme la ropa lentamente, esperando que tuvieran compasión, sin embargo, lo único que conseguí fue un sonoro azote en las nalgas.
-Más
rápido.
El azote no me había dolido mucho, pero sí que era muy humillante. Me quedé sólo en tanga, con mis urbes al aire porque tenía prohibido llevar sostén.
Sara
me miraba con cara de asombro y pena. Para terminar de demostrar mi sumisión, me quité el tanga y me tapé como pude, aunque no me dejaron taparme por mucho tiempo, ya que me hicieron poner las manos bajo las tetas, sujetandolas hacia arriba y abrirme de piernas para quedar bien expuesta.
Una vez estuve en esa posición, noté que encendieron levemente los electrodos y no pude evitar excitarme.
-Ha
llegado el momento de que descubras nuestro secreto.
-Me
dijo
Melani
.
-¿No
es así
Sara?
-Sí
ama.
Yo observaba desde mi posición sumisa con asombro lo que pasaba ante mis ojos.
-Quítate
la falda y explícale cómo son las cosas a tu nueva compañera.
Sara
se quitó la falda, descubriendo su
coñito
depilado, pues no llevaba bragas.
-Mis
amas me quitaron la ropa mientras yo me quejaba como una tonta, y me hicieron varias fotografías. Luego me amenazaron con compartirlas si no me dejaba hacer más y ahora tienen una colección de fotos y vídeos mios comprometedores, por lo que me convertí en su sumisa, igual que tú. Las dos somos unas guarras y tenemos suerte de tener unas amas tan buenas que nos eduquen.
-Bien
hablado perrita.
-Luego
Sofía
se dirigió a mí.
-Ella
está más educada que tú, pero lo solucionaremos pronto, ahora vamos a probar un juguete nuevo con las dos.
Vi que sacaban el vibrador del que habló la dependienta de la
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, que se suponía que detectaba cuando te ibas a correr para detenerse.
Sofía
se lo dio a
Sara
diciendo:
-Pónselo
a la puta esta.
-Ensenguida
le pongo el vibrador a la puta señora.
Yo seguía inmóvil, con los pechos sujetados por mí misma, excitada por culpa de los electrodos y las piernas abiertas. Sentí como
Sara
introducía el vibrador en mi coño y colocaba la parte saliente de este en mi clítoris. Entonces, el vibrador empezó a vibrar. Ahora
Melani
fue la que se dirigió a
Sara
.
-No
te quedes ahí quieta. Lame sus pezones como una perra.
Sara
empezó a lamerme los pezones y me puso aún mas cachonda. Mientras,
Sofía
grabó la escena con su móvil e hizo varias fotos. Cuando estaba a punto de correrme, el vibrador de detuvo.
-Ahora
quiero que te pongas a cuatro patas al lado de la cama, con las piernas separadas.
Así lo hice, y no tardé en volver a notar el vibrador encendido.
-La
putita
te ha comido los pezones y no le has dado ni las gracias,
¿no
crees que deberías comerselos a ella para
agradecérselo?
-Sí
ama-contesté
para no empeorar la situación.
-Arrodíllate
delante de esta perra puta.
-Refiriéndose
a
Sara
.
Sara
se arrodilló delante mío y tuve que lamerle los pezones. Mientras,
Melani
y
Sofía
se sentaron en la cama y me usaron como reposa pies. Noté cómo otro orgasmo se acercaba y solté un gemido ahogado cuando de golpe el vibrador se detuvo de nuevo.
-Menuda
perrita estás hecha. Ya tenemos una perrita y una
putita
.
Nos dejaron en la misma posición hasta que el vibrador se detuvo de nuevo, dejándome al borde de otro orgasmo. Luego, hicieron que
Sara
se pusiera detrás mio y me lamiera el
culito
. La situación era extremadamente humillante, estaba sin ropa, a cuatro patas, siendo usada como reposa pies, al borde de un orgasmo y con
Sara
lamiéndome el culo. En esta situación,
Melani
nos explicó lo que tenía planeado:
-Sofía
y yo queremos esta habitación libre para venir a hacer lo que queramos, así que a partir de hoy, viviréis juntas en la habitación de la perrita.
-Me
llamaban perrita a mi.
-Como
sois muy
guarrillas
y seguro que mancháis la ropa, no llevaréis nada más que un tanga cuando estéis en vuestra habitación. Recordad que os podremos estar viendo cuando queramos. Evidentemente, no queremos que la habitación esté sucia, así que cada día vendréis a limpiarla para nuestra disposición.
Yo no podía procesar la información, pues estaba a punto de llegar a otro orgasmo cuando de pronto, el vibrador volvió a detenerse. Las dos sacaron los pies de encima mío y dijeron que ya nos podíamos vestir para ir a nuestra habitación. Yo fui a sacarme el vibrador antes de que me siguiera torturando pero
Sofía
me detuvo:
-¿Quién
te ha dado permiso para sacártelo
perra?
-Como
decíais que nos podíamos vestir yo pensé que...
-¡Si
no sabes pensar, no pienses!
-Lo
siento...
-Ya
te dijimos que sentirlo no era suficiente, ahora voy a tener que castigarte... dame tu tanga.
Sin hacerla esperar, le di mi tanga rápidamente. Ella cogió unas tijeras y lo cortó.
-Ahora
vas a ir a la habitación sin ropa interior, y recuerda que sólo te queda un tanga, a la
putita
ya no le queda ninguno.
-Dirigiéndosa
hacia
Sara
.
Entonces, el vibrador se volvió a poner en marcha, pero no quería hacerlas esperar. Cuando me puse la falda,
Sofía
siguió con mi castigo.
-Súbete
más la falda perrita, para que todos vean que eres una perra mala.
La falda era realmente corta, y encima tenía que subirmela más. Me la subí un poco, de forma que la mitad de mis nalgas se podían ver perfectamente.
-Más
.
-Dijo
Sofía
con una sonrisa maliciosa en la cara.
Me subí más la falda, prácticamente se podía ver el vibrador, que no paraba de vibrar.
Luego,
Sara
y yo nos acabamos de vestir y nos fuimos a mi habitación. A medio camino, tuve que detenerme porqué estaba a punto de correrme pero, evidentemente, el vibrador se detuvo nuevamente hasta que llegamos a la habitación. Por el camino, nos cruzamos con un par de chicos que se quedaron mirandonos, sobretodo a mí.
Le pregunté a
Sara
desde cuando le hacían esto y ella me dijo que al principio la obligaban a hacer sus deberes pero luego empezaron a humillarla para divertirse.
Al llegar a la habitación,
Sara
se fue a dar una ducha y yo me puse un tanga y me quedé en la cama deseando más que nada un orgasmo, que el maldito vibrador no me dejaba tener una vez tras otra y sin poder tocarme por las normas que me habían impuesto
Melani
y
Sofía
.
Una vez
Sara
salió de la ducha, se quedó totalmente desnuda (porque a ella no le permitían tener nada de ropa interior) en mi, ahora nuestro, escritorio estudiando. Poco tiempo después, la puerta se abrió y
ví
que entraba
Melani
, pero detrás suyo iba un chico por lo que
Sara
y yo nos tapamos como pudimos.
-En
pie putas.
Las dos nos levantamos avergonzadas, sin dejar de cubrirnos, y yo con el vibrador en marcha que estaba a punto de volver a detenerse.
-Vaya
, si que tienes dos buenas sumisas.
-Dijo
el chico.
-¿Quieres
examinarlas?
-Manos
en la nuca y piernas ligeramente separadas ya.
Las dos obedecimos muy avergonzadas, dejando nuestros pechos al descubierto y, en el caso de
Sara
, también el
coñito
. Entonces, a pesar de la situación, no pude contener el orgasmo que se avecinaba y solté un pequeño grito a la vez que el vibrador volvió a detenerse.
-¿Y
a esta que le
pasa?-Preguntó
el chico.
-Mira
lo que le pasa.Contestó M
elani
dirigiéndose
a mi, y me bajó el tanga dejando a la vista mi
coñito
y el pequeño vibrador.
-¿Cuál
te gusta más
cariño?-preguntó
Melani
.
¿Sería
ese chico su
novio?
-Pues
me cuesta decidirme, la verdad es que...
¿cómo
se llama esa).señalandome
a mí.
-Esta
es la perrita y la otra es la
putita
.
-Pues
la perra esta tiene muy buenas tetas. Las de la puta no están
mal pero son mejores las de la perra.
¿Y
qué es lo que lleva
puesto?
-Son
unos electrodos que pueden aumentar su excitación, aunque en estos momentos no hace falta usarlos.
-rió
Melani
.
-La
tienes bien equipada.
-siguió
riendo el chico.
-También
puedes verlas por detrás para poder elegir mejor. Giraos para que vuestro invitado os pueda ver bien.
Las dos nos giramos muy avergonzadas.
-Qué
buenas nalgas tienen las dos, pero si tuviera
que elegir, me quedaría con las de la puta.
-Entonces
a quién elijes,
¿a
la de las tetas o a la del
culo?
-Es
difícil de escoger, pero creo que escogeré a la perrita, también tiene buenas nalgas y se la ve muy excitada.
-Ponte
la ropa perra, nos vamos a nuestra nueva habitación libre.
¿Qué
querían
hacer?
sin más pistas, no tuve más que obedecer.
Grácias por el apoyo a la primera parte. No sé cuantas partes tendrá esta saga, pero ideas y sugerencias para próximas partes son bienvenidas.