Dominada por un compañero de trabajo 5
El proceso de exhibisionismo se convierte en orgía
Dominada Por Un Compañero De Trabajo: Capitulo V
Ese fin de semana lo pase en las nubes, no podía creer lo que me había pasado y lo bien que lo pase. Deseaba volver a estar con Ana Luz lo antes posible, era una sensación tan distinta a todas las vividas, no entendía lo que me pasaba.
El lunes ya en la oficina, aparece Alberto muy eufórico y me dice que Ana Luz está muy contenta conmigo y que por lo tanto va a tener que pagar el precio convenido. En ese momento sentí muchos celos y en realidad celos por ambos, pero a él solo le reproche que pareciera que la prefería a ella y no a mí, ya que ni siquiera había hecho un comentario sobre mí, ni besado ni tocado.
Alb: “No te pongas celosa, vos serás siempre mi putita preferida y por siempre seguiré haciéndote ese hermoso culo que tienes.”
Mientras decía eso se acerco y acaricio mi colita por sobre el pantalón, y me dio un beso en los labios. Y agregó:
Alb: “Además debemos seguir con el juego con tus compañeros, quien sabe si no aparece otra lesbiana linda.” (Se rio.)
Sole: “No me causa ninguna gracia que me uses para conseguir otras chicas.”
Alb: “Ah, ¿quieres que te use para que vos consigas otros chicos?”
Sole : “No, no… yo no dije eso.”
Alb: “Bueno putita, luego nos vemos.” (Y se fue)
Yo quede pensativa y enojada, me daba mucha bronca su ansiedad por Ana Luz, porque además yo estaba ansiosa por estar con ella. Fue así que no resistí y fui hasta la oficina de ella. Al verme Ana Luz saludo de compromiso como lo hacía siempre, y yo tras saludar a otros compañeros me acerque a su escritorio y le pregunte si estaba enojada. Puso cara de asombro y me dijo que no, entonces le pedí si podía pasar por mi oficina.
Pocos minutos después escucho golpear la puerta y entra ella, ya su expresión era diferente, con una amplia sonrisa se acerca.
Ana Luz: “¿Estás sola?”
Sole: “Si…”
Ella continúo avanzando llego a mi lado y me dio un suave beso en los labios mientras decía:
Ana Luz: “Recién te salude como siempre para no generar rumores, pero en realidad tuve ganas de besarte y abrazarte.”
Sole: “Que suerte porque yo fui a verte porque estaba ansiosa por hacerlo, pensé en ti todo el fin de semana, y cuando te saludaste así nomás pensé que ya no querías saber nada de mí.”
Ana Luz : “No Soledad, yo también pensé en vos todo este tiempo y deseo mucho estar contigo lo antes posible, volver a besarte, acariciarte. Además todo el fin de semana me hice la cabeza pensando que quizás una vez que lo pensabas bien preferías no volver a estar conmigo.”
Sole: “No, no es así.”
Me acerque a la puerta, la trabe, volví hasta ella y la abrace. Nos fundimos en un apasionado beso y nuestras manos se dirigieron a la cola de la otra y nos acariciamos. Fue algo rápido, pero frenético es evidente que ambas nos deseábamos y mucho.
Sole: “Si quieres hoy voy a tu casa.”
Ana Luz: “Si, te espero. Bueno pero ahora me voy porque si te toco una vez más ya no me contengo.” (Beso mis labios y se fue.)
Al rato comenzó el desfile de algunos compañeros, principalmente los tres que habían estado en la oficina la semana pasada, Osvaldo, Omar y Alejandro. Todos se desilusionaron cuando me vieron en pantalones y comentaron que tenían muchas ganas de verme nuevamente la cola. Trate de correrlos rápido de la oficina diciéndoles que ya habían disfrutado de un gran espectáculo y que eso ya había terminado.
Ya al mediodía regresa Alberto y dice:
Alb: “Te has portado mal con los chicos, los has sacado de la oficina sin dejarlos ver nada.”
Sole: “Pero hoy no tenía ninguna indicación en contrario, así que actué como creía que debía hacerlo, evitando que se convierta en una costumbre.”
Alb: “Bueno Sole en un rato vuelvo con ellos y algo deberás mostrarle, el juego continúa, además yo te dije que ellos no iban a hablar, pero de seguro querrían volver a ver tu cola.”
Sole: “Pero yo no quiero, si seguimos con eso esto va a terminar mal.”
Alb: “Tú no decides, se hace lo que yo quiero.”
Sole : “No sea malo amo, hasta le conseguí con mi esfuerzo a Ana Luz, no me entregue a ellos… y hablando de Ana Luz, ¿ya arreglo algo?”
Alb: “Mira Sole nada te da derecho a reclamarme, nada. Yo quería verla hoy, pero me dijo que hoy no puede y que mañana pagara su deuda. No sabes el tiempo que hace que la deseo. Es algo parecido a lo tuyo te deseaba hasta que encontré la forma de tenerte. Bueno en unos minutos vuelvo con los chicos. Y ya sabes harás caso a lo que yo diga, solo a lo que yo diga.”
Y así fue unos diez minutos más tarde volvieron a ingresar los cuatro a la oficina y bajo los argumentos que ellos habían cumplido lo pactado y no habían hablado con nadie por lo tanto merecían una recompensa.
Omar: “Bueno Sole se una buena niña, y muéstranos nuevamente tu hermosa colita.”
Sole: “No chicos esto no era el acuerdo. Yo se las mostré a cambio de su silencio, pero nada más.”
Alb: “Bueno Sole tienes razón, pero no podemos evitar desear verla de nuevo, se buenita y bájate los pantalones.”
Sole: “Bueno lo haré, pero es peligroso puede entrar alguien.”
Alb: “Si, tienes razón vayamos a la oficina del director total ya no vendrá.”
Concurrimos allí se ubicaron frente a mí, muy cerca para mi gusto, y yo comencé a bajarme los pantalones, la situación ya me empezaba a excitar.
Omar: “Estas muy hermosa Sole.”
Alejandro: “… y tienes el mejor culo del Ministerio.” (Mientras se acariciaba por sobre el pantalón ya que tenía una enorme erección.)
Sole: “¿Tanto les gusta ver mi colita?” (Dije mientras sentía como mi conchita comenzaba a humedecerse.)
Osvaldo: “Si Sole, nos encanta.”
Me di vuelta dejando mi colita en dirección de ellos y baje bien mis pantalones, quedando mi culo solo tapado parcialmente por la diminuta tanga que se metía en la rayita. En realidad estaba muy excitada y tenía miedo de descontrolarme.
Sole: “¿les gusta mi colita?”
Omar: “Si Sole, es tan hermosa que mira como me estas dejando.” (Señalo la erección de su polla que parecía querer romper el pantalón.)
Continué y me saque el pantalón ahora estaba frente a ellos.
Alb: “Sabes Sole también tienes unas hermosas tetas, ¿por qué no te quitas la remera y te observamos en ropa interior?”
Sabia que no podía oponerme por lo cual sin decir nada me la quite y ahora estaba solo vestida con un conjuntito muy sexy.
Alejandro : “Que linda que estas, además del mejor culo, tienes unas tetas que son una maravilla. ¿No te gustaría mostrarnos esos hermosos pezones que debes tener?”
Omar y Osvaldo a la vez aprobaron la idea de Alejandro alentándome a hacerlo con comentarios muy halagüeños para mis tetas.
Sole: “No y no, solo era ver mi ropita interior.”
Omar: “No Sole, la idea es ver tu culito y tus tetas, ya que para ver ropa interior iríamos a una tienda de lencería.” (Todos rieron.)
Alb: “Dale Sole, no seas mala, mira como estamos, todos empalmados, de seguro vamos a tener que masturbarnos cuando salgamos de aquí, se buena y aumenta el espectáculo para que nos hagamos una terrible paja en tu honor. Quítate el sostén.”
Esto último lo había dicho en forma imperativa para que entienda que no era un pedido. Me quede mirándolos y vi como todos acariciaban sus bultos y no pude más que imaginarlos masturbándose por mi y eso me excito de una manera terrible. Así que sin decir nada me di vuelta desprendí el sostén, lo tire al suelo y gire tapando mis pechos con los brazos, los mire fijamente vi sus caras de excitación mire sus bultos y deje caer mis brazos. Mis pechos quedaron a su vista, mis pezones estaban duritos por mi excitación, mi mente algo nublada, por lo cual no tengo claro las cosas que dijeron, además eran comentarios superpuestos. Pero si se que alababan a mis tetas y entre los cometarios escuche decir algo acerca de que era una putita y que estaba tan excitada como ellos. En realidad era así mi excitación crecía y crecía.
La voz de Alejandro imperativa me saco de ese momento, me había exigido que me quitara el tanga. No sé porque, pero accedí sin ningún reparo y quede totalmente desnuda ante ellos. Nuevamente los comentarios mezclados, aunque algo más zafados ya sin miramientos decían como deseaban cogerme, chuparme las tetas, penetrar mi culito y no sé cuantas cosas más.
Omar: “Eres lo más precioso que he visto en mi vida, por favor déjame acariciar esa hermosa cola.”
Sole: “No, acepte mostrarles y les he mostrado más de lo convenido.”
Alejandro: “Dale Sole si estas tan excitada como nosotros, no puedes dejar de mirarnos los bultos, tus pezones están durísimos y de seguro tu conchita totalmente mojada.”
Osvaldo: “Si es así y para que veas que buenos que somos sacaremos nuestras pollas para que las veas y las desees aún más.”
Todos a la vez comenzaron a desprender sus pantalones y poco a poco esas pollas que parecían querer romper su prisión fueron saliendo, mi excitación era insostenible, miraba a esos cuatro hombres con sus pollas en las manos ofreciéndomelas y sentía como se humedecía mi conchita. Las pollas de Osvaldo y Alejandro eran normales y la de Omar algo más grande que la de Alberto. Si era cierto las deseaba, pero no estaba dispuesta a ceder.
Osvaldo : “¿Quieres tocarla? Hazlo nosotros somos más buenos que vos, y te vamos a dejar.”
Sole: “No, no quiero. Ya les dije solo es un juego de ver, nada de contactos.”
Yo temía que Alberto diera una nueva orden, pero este parecía solo un espectador. Insistieron en querer tocarme y que se las toque, pero me mantuve firme, entre el coro de voces escucho que Alberto habla y allí temí lo peor.
Alb: “Bueno chicos, no debemos acosar tanto a nuestra compañera. Ella ha sido más que buena con nosotros y si no quiere no quiere. Nosotros como muestra de nuestro agradecimiento vamos a masturbarnos aquí delante de ella para que vea como cuatro hombres se masturban en su honor y en honor de tan hermosa cola y tan hermosas tetas. Solo te pediremos y si eres gustosa que vos también te masturbes o por lo menos te acaricies mientras nosotros te dedicamos cuatro grandes pajas.”
Los cuatro comenzaron a masturbarse y yo comencé a introducir muy poquito un dedo en mi cuquita y con la otra mano acariciaba mis pezones. Rápidamente las pollas fueron explotando y despidiendo sus chorros de semen, Omar incluso intento que el chorro pegara en mí, pero me moví a tiempo y lo evite. Yo solo me acaricie sin llegar a convertir las caricias en una verdadera masturbación, aunque en realidad deseaba hacerlo.
Se provoco en un momento un silencio terrible, ¿Cómo seguía esto?
Omar: “Bueno Sole gracias por este hermoso momento, ya lo vamos a repetir.”
Todos comenzaron a vestirse y a medida que estaban listos pasaban a saludarme con un beso, casi todos en mis labios, incluso Alberto acaricio mi cola, yo aún desnuda. Sentía que todo se descontrolaba. Era esclava sexual de un compañero de trabajo, había tenido sexo con una mujer y ahora era una exhibicionista. Lo peor todo me excitaba y lo deseaba. Mis compañeros seguramente irían por más en el próximo encuentro, la única forma de evitarlo sería convencer a Alberto de dar por terminado esto.
Antes de terminar el día aparece Alberto.
Alb: “Hola putita mía, como has disfrutado hoy. Te encanta que te miren y te deseen, que alaben tu cuerpo, se notaba tu excitación.”
Sole: “No amo, yo no quiero seguir con esto. Tengo miedo, los chicos van a querer cada día más y voy a terminar siendo la puta de todos y no su putita.”
Alb: “Tranquila, vos serás siempre mi putita pase lo que pase, ya que solo lo haces porque yo te lo ordeno. Los chicos van a guardar silencio y no hablaran con nadie, pero entre nosotros si hablamos y todos notaron como te excita que te miremos y elogiemos tu cuerpo. Para estar todos más tranquilos la próxima exhibición la haremos en otro lugar.”
Sole: “No amo, por favor no, si salimos de la oficina ya no abra control.”
Alb:(Se rio.) “Si ya estas descontrolada Sole, se sincera hoy cuando vistes las cuatro pollas se te hacia agua la boca y la cuquita también. Bueno de eso hablaremos en unos días, ya que te dejare descansar esta semana, tengo que planificar bien mi encuentro con Ana Luz y delinear la estrategia para que hagamos un trío, me imagino yo con ustedes dos a la vez.”
No dije nada el solo nombrarla me transporto al encuentro que tendríamos esta tarde con Ana Luz y del cual Alberto nada sabía. Quede extasiada pensando en eso cuando me trajo a la realidad un nuevo comentario de Alberto
Alb: “¡Hey! Sole reacciona, ¿te quedaste pensando en lo hermoso del trío, o en las cuatro pollas? Estas cada día más puta, hay putita mía que suerte que has tenido en encontrarte conmigo vas a conocer los momentos de más placer de tu vida gracias a mi. Bueno, ya sabes semana libre. La próxima te daré una buena cogida que seguro tanto deseas y ni tu marido, ni nuestro Director te pueden dar.”
Se acerco a despedirse con un fuerte beso en mi boca mientras sus manos acariciaban mi cola, mis tetas y mi conchita.
Esa tarde fui al departamento de Ana Luz y tuvimos el más maravilloso sexo que una se pueda imaginar, esta vez estuve más activa y le provoque varios orgasmos a Ana Luz y también yo tuve varios. Luego conversamos un rato y Ana Luz me dijo que en el día de mañana tendría que realizar el pago a Alberto. Me comento que le daba un poco de malestar ya que no le gustaba el sexo con hombres, pero qué pensaría que ese sacrificio valía la pena ya que ahora me tenía a mí. Trate de convencerla que no es tan malo el sexo con hombres y le conté que yo me acostaba con Alberto y que debía reconocer que era muy bueno en el sexo.
Ana Luz: “¿Prefieres estar con él o conmigo?”
Sole: “No puedo decidir… por lo menos aún, con ambos he gozado y mucho, además el sexo con una mujer es aún muy nuevo para mí, en cambio con hombres estuve con varios y siempre he gozado mucho. Aunque debo reconocer que contigo ha sido muy especial y diferente a todo lo que conocía.”
Ana Luz: “Bueno quizás lo tuyo sea la bisexualidad y lo mío el lesbianismo. Igual quiero que sepas que no te estoy juzgando ni exigiendo nada.”
Sole: “Si, quizás me has convertido en bisexual y me gusta que no me pidas exclusividad, ya que sabes que soy casada, además de acostarme con otros hombres. Dicho así queda claro, “que puta que soy.”
Ana Luz: “No, no lo digas así. No eres puta, simplemente eres una mujer que está dispuesta a gozar, ¿o acaso cuando lo hace un hombre es prostituto? No, entonces tu y yo y cualquier mujer tiene el mismo derecho.”
Sole: “Si tienes razón. Sabes algo Alberto está planeando hacer un trío con nosotras.”
Ana Luz: “Me imagine, yo solo tengo obligación de hacerlo una vez, ese es mi pago, así que si me niego no podrá exigirme nada. ¿O acaso tu si lo quieres?”
Sole: “La verdad no sé, todo va muy rápido, pero la idea no me disgusta.”
Nos quedamos un rato en silencio abrasadas y besándonos dulcemente, luego unas caricias y me fui. Todavía sentía en boca el dulce sabor de los jugos vaginales de Ana Luz.
Durante esa semana casi no tuve contacto con Alberto ni con Ana Luz, aunque sí con el trío de mis compañeros que estaban alzadísimos. Continuamente me decían cosas y comentaban las ganas que tenían de verme de nuevo, eso sí siempre lo hacían estando solos, nadie escuchaba. Entre sus comentarios que más me excitaban estaban los de “a vos también te gusto,” “deseabas nuestras pollas,” “se te mojo la cuquita,” y cuando me decían “¿putita no tienes ganas de comerme la polla?”
A la semana siguiente sucedió lo que ya me suponía y creo, para ser sincera, ya deseaba, la organización del nuevo encuentro de exhibición, este sería en casa de Alejandro que vivía solo. Quedo programado para el jueves a la tarde, no hubo muchas conversaciones al respecto. Unas horas antes de salir del trabajo vino Alberto y me dijo que recordase que los límites lo ponía él y que cuando sus pedidos tuvieran tono imperativo yo solo debía cumplirlos.
Realmente yo estaba muy confundida, pues por un lado tenía la convicción que debía oponerme a cualquier cosa que superase el exhibirme, salvo que Alberto indicara lo contrario, pero por otro lado deseaba que ese límite se supere, más ya imaginaba a los cuatro fallándome, y de solo pensarlo, me excitaba y comenzaba a desearlo. Me sentía una verdadera puta y se entablaba una lucha interna. Igual estaba segura que en esta oportunidad iban a ir por más que verme.
Llegue al departamento de Alejandro, estaban los cuatro esperándome, muy ansiosos.
Alejandro: “Mira Sole hemos pensado que queremos algo diferente a solo desvestirte y para eso te hemos comprado una ropita especial. Todos hemos imaginado como quedaras vestida con una apretada calza que realce tu colita, así que te compramos una, para que parezcas que vienes del gimnasio y como sabemos que te gusta exhibirte, no te desvestirás, sino que harás previamente movimientos sensuales para que nosotros admiremos y elogiemos tu culito. Debes comportarte como una buena zorra.”
Me dirigí a una habitación donde estaba la ropa, una calza negra de gimnasia y una sudadera blanca. La calza me quedaba apretadísima. Me mire a un espejo y si resaltaba mi cola de forma espectacular. Salí de la habitación y se escucharon aullidos y soeces comentarios acerca de mi culo y lo buena que estaba.
Comencé por ponerme dándole la espalda observe que no podían sacarme los ojos de encima, me abrí un poco de piernas, me agache sin flexionar las rodillas y hice como que abrochaba mi zapatilla, poniendo la cola en pompa. Me clavaron la vista y pude ver como Omar se puso la mano en el pantalón y murmuro algo que no llegue a escuchar. Esto ya me excitó, me incorporé y me acerque a una pared me apoyé de frente a ella con la espalda un poco arqueada, sacando el culito para afuera. Observe que ellos procedieron a bajarse los pantalones y sacar sus pollas y tenerlas en la mano. Empecé a mover el culo y cada tanto daba vuelta la cara y los miraba poniendo una expresión de puta que note los enloquecía, Omar dijo:
Omar: “Tienes el mejor culito del Ministerio, no veo la hora de que nos lo muestres desnudito.” (Mientras ya se acariciaba la polla que tenía una terrible erección.)
Sole: “ ¿Así que quieren ver mi colita?” (Les dije mientras mordía mis labios de lo caliente que me estaba poniendo.)
Osvaldo: “Bien Sole hoy estas más suelta y vemos que te encanta mostrar ese culito. Mira que dura se nos están poniendo nuestras pollas, haz un buen espectáculo y te premiaremos ensartándote entre los cuatro.”
Sole: “No,” (les dije poniéndome seria.) “ Habíamos quedado que ninguno me puede tocar, solo pueden mirarme, lo hacemos así o no continuamos.
En realidad a esta altura yo ya estaba seguro que esto iba por más y creo que yo misma quería que fuera así, pero tenía algo de miedo.
Alejandro: “ Esta bien Sole, como vos quieras.”
Alb: “Ya que solamente podemos mirar, ¿qué esperas para mostrarnos la tanguita?”
Omar: “Si, bájate la calza y muéstranos esa tanguita de putita que usas.”
Entonces metí los dedos en el costado de la calza y tire hacia abajo muy despacio hasta dejarla a la altura de media cola, los mire y saque la lengua para humedecer mis labios que estaban secos por lo caliente que estaba.
Sole: “¿Les gusta mi colita, quieren verla toda?”
Alejandro: “Por supuesto Sole, pero espera que nos saquemos los pantalones, así estamos más cómodos para hacernos una buena paja con ese culito hermoso.”
Hasta el momento solo habían bajado sus pantalones y bóxer, ahora se desnudaron por completo y pude ver aún mejor esas cuatro pollas, la de Omar que era la más grande y estaban a punto de estallar. Al verlas plenamente no pudo evitar emitir un gemido de placer que hizo que Osvaldo comentara:
Osvaldo: “Me parece que no solo te gusta que te miren sino también te gusta ver pollas grandes.”
Continué bajando las calzas hasta las rodillas, dejando al descubierto una tanguita lila tan diminuta que dejaba ver bien todo mi culito. Abrí un poco las piernas y me agache dando una vista impresionante a los cuatro que ya a esta altura estaban pajeándose sus pollas totalmente erectas.
Sole: “¿Les calienta mucho verme así?”
Alejando: “Si, nos calienta mucho, pero más nos calienta que seas tan putita.”
Alberto se acerco a mí y sin decir nada siguió bajando mis calzas y me las quito totalmente, luego tomo mi sudadera, también me la saco y volvió al lado de los otros. Quede solo con lindo conjuntito lila de una mini tanguita y sostén que permitía ver la erección de mis pezones. Ante el pedido de ellos de que continuara y lo haga muy excitante, me puse en cuatro con las piernas abiertas, con la tanguita un poco corrido y con un dedito jugué en mi conchita. Ya los cuatro se masturbaban frenéticamente
Sole: “¿Quieren ver mi agujerito?”
Les dije mientras mi dedo ya se metía en mi conchita y corrí el tanga hacia un costado y mi agujerito quedo a su vista.
Sole: “¿Les gusta?”
Osvaldo: “Porque no te quitas directamente la tanguita y el corpiño y nos dejas ver bien tus agujeritos y tus pezones.”
Me incorpore me quede de frente a ellos desprendí mi corpiño lo tome con una mano lo revoleé por sobre mi cabeza y luego lo arroje hacia ellos, que aullaron y festejaron, parecía que estábamos en un club de desnudistas. Luego me di vuelta dejando nuevamente mi cola hacia ellos y moví mi colita para calentarlos más aún. Cuando iba a comenzar a bajar mi tanguita, siento que alguien se acerca, volteo y veo que Alejandro estaba a mi lado.
Alejandro: “Tranquila Sole, solo vengo a ayudarte a quitarte la tanguita.”
Entonces pare más mi colita y Alejandro puso los dedos a los costados del tanga y tiró hacia abajo dejando toda mi cola al aire. Nuevamente se escucharon exclamaciones de festejo y Alejandro regresando a su lugar levanto el tanga lo olió, lo besó y se lo refregó por la cara. Yo volví a mi posición de cuatro patas abrí mis cachetes para que vieran bien mis agujeritos y con un dedo jugué en el agujerito del ano.
Omar: “Métete ese dedito adentro…”
Lo hice y gemí con un poquito de dolor.
Alejandro: “Espera Sole, así no porque te va a doler, deja que te ayude. Precisas un poco de lubricación.”
Y sin que alcance yo a reaccionar ya tenía la lengua de Alejandro en mi culito, lamiéndomelo y dejando su saliva en él. Antes de mi reclamo ya se había retirado.
Alejandro: “Ahora si procede a meter tu dedito.”
Alejandro:(Ante mi inmovilidad,) ¿o prefieres que siga con mi lengua?
Omar: “¿No quieres que te comamos a lengüetazos la colita?”
Yo seguía inmóvil, y era por la calentura que tenía ya no aguantaba más. Omar no lo dudo se acerco y llevo su lengua a mi agujerito al pasarla por allí gemí. Y ante el gemido que pegué se notó que lo disfruté terriblemente. Al darse cuenta el resto del placer que me había provocado, comenzaron a meterme manos por todos lados. Sentía manos en mis tetas, en la conchita e incluso en mi boca, mientras la lengua de Omar seguía en mi culito me decían: “Estás que explotas de la calentura. ¿Te gustan las cuatro pollas que te vas a comer? Te vamos a destrozar ese culito hermoso que tienes.”
Todas estas cosas la decían mientras se turnaban para pasarme la lengua por el culo, para besarme los pezones, o meter dedos en mi conchita. Ya no aguante más
Sole: “¡Si chúpenme la colita por favor! Métanme toda la lengua adentro…”
Omar: “Yo sabía que eras muy calentona y que hace rato tienes ganas que te cojamos. Ahora entre los cuatro te vamos a partir al medio putita.”
Osvaldo: “Di lo puta que eres, di que deseas te cojamos bien cogida.”
Sole: “Soy muy puta, la más puta, me gusta que me chupen la colita, me gusta que me cojan. Quiero que los cuatro me penetren, quiero que me llenen de leche, soy muy, muy puta.”
Alejandro: “Métete esta polla que tanto te gusta en la boca.”
Yo obedecí y comencé a chupársela con desesperación. Mientras tenía la polla de Alejandro en la boca, sentía como una lengua chupaba y luchaba por ingresar en mi cerradito ano, otra ya se deleitaba con mi clítoris y unas manos y boca estaban en mis pezones. Estaba por estallar. Alberto solo participaba sin decir nada.
Osvaldo: “Córrete Omar que le voy a romper ese agujero que tanto le gusta mostrar.”
Sentí como se acomodaban, Osvaldo ya estaba arrodillado detrás de mí, yo le pedí con señas a Alejandro que se acostara, este lo hizo todo sin sacar su polla de mi boca, una vez acostado yo pude bajar bien mi cabeza y saqué más el culo para afuera, solté por un segundo la polla de Alejandro para solo decirle a Osvaldo:
Sole: “Métemela toda. Rómpeme el culito, por favor.”
Osvaldo se arrodillo detrás de mí y de un saque me metió la polla hasta el fondo, lo que me hizo gritar, un grito mezcla de dolor y placer. A esa altura todos querían meter su polla, mientras Osvaldo me seguía perforando el culo, Alberto y Omar le disputaban mi boca a Alejandro, yo gritaba y me retorcía, me sacaba una polla de la boca y me metía otra, una y otra vez, estaba como poseída. Alejandro saco su polla de mi culo e inmediatamente sentí una lengua que pasaba por él y en seguida otra polla que ingresaba, iban cambiando, uno follaba mi boca otro mi cola se pasaban entre ellos, mi boca y mi culo, salía uno y se lo entregaba a otro y éste después de unas cuantas sacudidas, le dejaba lugar a otro.
A veces entre polla y polla alguno me besaba y metía su lengua bien dentro de mi boca, me chupaban la espalda, las piernas, la cuquita. Ya no daba más ninguno acababa, pero yo ya no aguante un terrible orgasmo me sacudió, esto los calentó más y sentí como la gran polla de Omar se me clavo en mi concha, la sentí grande y fuerte y a pesar de la extensa lubricación que tenía provoco un poco de dolor, pero inmediatamente con dos bombeos me saco un nuevo orgasmo.
Las pollas entraban y salían de mi boca, de mi cola y de mi conchita y yo estaba entregada a una sucesión de orgasmos imparable. Escucho que Alberto le dice a Omar, “dale por el culo que ya lo tiene bien agrandado como para comerte tu polla.”
Sentí la cabeza de la polla de Omar en mi ano y de un solo golpe me la metió toda, grite fuerte de dolor, pero otra polla se clavo en mi garganta para ahogar el grito. Pensé que me había desgarrado, pero inmediatamente comenzó el placer y sentí como Omar empezaba a temblar y apretarme más, ya se venía y de repente sentí como su leche pegaba en mis entrañas. Esto me provoco un nuevo orgasmo, mientras casi me ahogo porque Alejandro descargo toda su leche en mi boca, como pude la trague.
Era un aquelarre de gemidos y gritos. Yo solo gemía y gritaba de placer y ellos gemían de placer y me gritaban todas las porquerías que se les ocurriesen. Descargaban su tensión no solo llenándome de leche sino también insultándome, “puta,” “yegua insaciable.” “Tu culito deseaba nuestras pollas,” “te vamos a coger todos los días, puta insaciable.” “¿Te gusta que te rompamos el culo…?” y no sé cuantas cosas más, esto no me molestaba por el contrario me encendía más.
En un momento estaba cabalgando sobre la polla de Alberto, mientras tenía en la boca las pollas de Omar y Osvaldo y Alejandro me perforaba el culo. Cada tanto una polla estallaba y tiraba leche en alguno de mis agujeros o en mi cuerpo. Cuando parecía que todo había terminado, los cuatro se separaron de mí, yo quede tirada exhausta, pensé que ya nada quedaba por hacer, pero los cuatro se pararon en derredor mío y comenzaron a masturbarse.
Osvaldo: “Te vamos a dar una lluvia de leche para que todo tu cuerpo se deleite, putita.”
Omar: “Se sincera, ¿estos días te has masturbado pensando en estas pollas?”
Alejandro: “Esto se va a repetir.”
Alb: “si esta putita está enferma de calentura y para curarla vamos a tener que repetir el tratamiento varias veces. Pero ella ahora nos va a pedir por favor que repitamos el tratamiento, nos va a rogar que la cojamos más seguido. Putita comienza a pedirnos.”
Yo los miraba con mi mejor cara de puta, mientras esperaba que la leche comenzara a llover sobre mi cuerpo y sacaba la lengua como pidiendo que esta cayera en mi boca.
Alb: “Vamos Sole, pídenos…”
Sole: “Por favor doctores quiero que repitan el tratamiento lo más seguido posible. Quiero que me rompan toda, quiero que me llenen todos mis agujeros con su exquisita leche. Por favor soy una putita enferma que precisa de sus pollas para vivir, las preciso dentro mío, las quiero tener todo el tiempo en mi interior. Por favor Omar quiero que esa terrible polla que tienes me rompa el culo todos los días, Alejandro por favor quiero saborear tu leche que es muy rica, Osvaldo quiero tu lengua en mi culito, quiero tu lengua en mi clítoris, quiero que me hagas tener los mejores orgasmos. Alberto quiero cabalgar sobre tu polla como la mejor de las amazonas. Chicos quiero su leche ya, bañen mi cuerpo con su leche.”
Esto último lo dije como poseída y pareció ser una palabra mágica que abrió los grifos de sus pollas, porque las cuatro a la vez comenzaron a escupir toda su leche sobre mí. Yo en forma desesperada quería capturarla en el aire con mi boca, con mi lengua y con mis manos. La que caía en mis manos la llevaba inmediatamente a mi boca y luego chupe del piso toda la que había caído de en él. Estaba irreconocible, era una puta realmente enferma, parecía una drogadicta con síndrome de abstinencia, ya que desesperada quería consumir toda la leche.
Al verme así ellos sorprendidos decían “eres mucho más puta de lo que creímos,” “vamos a tener que cogerte más de lo que esperábamos.” “Eres tan puta que vamos a precisar más compañeros para satisfacerte,” “o gran puta vamos a precisar un batallón de hombres para darte toda la leche que precisas…” y no sé cuantas cosas más.
Luego quedamos todos tendidos en el suelo o en sillones para recuperarnos. Cuando había recuperado algo de fuerza y mi compostura me di un baño. Al salir del baño ellos ya estaban también repuestos y Alberto se ofreció a alcanzarme con su auto hasta mi casa. La despedida fue tranquila, todos se despidieron dándome besos en los labios y acariciando suavemente mi cola mis tetas. Y con comentarios como pronto lo repetiremos, la pasamos muy bien o eres una putita divina.
Ya en el auto.
Alb: “Sole, me has sorprendido, eres mucho más puta de lo que yo creía. No tuve que darte una sola orden, todo lo que paso fue porque lo deseaste. Creo que esperabas con más ansias, vos este momento que los chicos.”
Sole: “Estuve estos días previos pensando que sin duda esto se iba a descontrolar y no podría hacer nada, ya no sería verme desnuda nada más y cada vez que lo pensaba y buscaba la forma de evitarlo, me daba cuenta que era imposible. Y ante lo inevitable comencé a excitarme y bueno el resto ya lo has visto.”
Alb: “Después de lo de hoy mereces un descanso, pero pronto comenzaremos a preparar el trío con Ana Luz.”
Nota del Autor:Bueno como verán mi vida iba tomando rumbos cada vez más calientes. Si algo faltaba para asumirme como puta era esto, mientras escribía, recordaba las cosas que hice, lo que dije y me decía a mi misma si Sole eres una puta.Buenos queridos lectores y lectoras espero vuestros comentarios y desde ya les pido perdón por el atraso, pero hubo un par de problemitas en mi vida actual. Trataré de pronto publicar un nuevo capítulo. Por si hay algún nuevo lector les recomiendo leer los cuatro capítulos anteriores .