Dominada por mi diario intimo 6ª parte

Mi sumisión y mi argollado

DOMINADA POR MI DIARIO INTIMO

6ª PARTE

OLGA: a esta no, aun no termine con ella.

Sentí un frío helado recorrer mi cuerpo. No sabía hasta donde llegaría ella.

Espere nerviosa por donde venia el ataque de Olga, cuando sonó su celular y atendió.

OLGA: hola, si Amo enseguida la mando.

El Amo creo que por hoy me salvo al llamar a Olga

OLGA: agradece al Amo porque por hoy te salvo, pero mañana a la 8 de la mañana te quiero acá. Aun no termine contigo.

No se porque me aborrecía Olga, yo no le había hecho nada. Ni siquiera comente algo de ella o el castigo que me impuso, pero estaba claro que me odiaba.

Me llevaron ante el Amo. Vi de reojo que  mi lado estaba carola, la esclava que me había agredido sin motivos y por la que estuve en la cloaca.

AMO: vi y se también, que entre Uds. no hay relación. No solo relación sino que hay odio. Por lo tanto les voy a imponer un castigo ejemplar. Ambas y juntas serán instaladas en una cloaca hasta tanto yo entienda deban salir. (Y mirando a las guardias) llévenlas a la cloaca dos.

Resignada me levante al igual que carola. Una guardia puso una esposa en mi muñeca derecha y en la izquierda de carola. Estábamos unidas sin remedio. No se, por mi parte, que debería hacer para lograr el perdón por una cosa que no hice. Si llegaba a protestar me castigarían más. Opte por silencio preocupada por la cloaca. carola parecía pensar lo mismo porque se llamo a silencio.

Nos llevaron a la boca de otra cloaca más grande que la anterior. Primero bajo carola con tan mala leche que se tiro arrastrándome a mí en su caída.

Por mi experiencia anterior me senté en el frío lodo del piso. Ella hizo lo propio, enfrente de mí. Nos mirábamos con odio y recelo. Aun no habían abierto las compuertas. Manteníamos la mirada una en la otra, como desafiándonos. Ninguna e las dos pronuncio palabras. Sentimos un ruido y empezó a entrar en la cloaca el orín de y los excrementos. Era infernal la cantidad que venia. De pronto ella se elevo un poco. Con sus manos, me agarro desprevenida, hundió mi cabeza en esa inmundicia. Salí enseguida llena de olor y excrementos y le hice lo mismo a ella luego de trenzarnos con las manos. Yo tenia un poco de ventaja porque estaba rapada y ella ya tenia mas crecido el cabello. Por lo tanto use esa ventaja para hundirla.

Boqueando las dos le grite

lolita: estupida, me hundo y te hundes vos. Quieres tragar orina y mierda sigamos con eso.

carola: tienes razón, que hay una tregua

lolita: ok, que haya tregua. Dime, yo no te hecho nada, ni tocado tus cosas, porque me odias tanto como para hacer que me castiguen.

carola: porque eres hermosa y el Amo te va a elegir como concubina. Yo quiero ser esa concubina. El Amo me compro en mi pueblo, a mis padres.

lolita: cuanto hace estas acá?

carola: mas de un año, tengo 20 años.

lolita: mira para que te quedes tranquila. Tengo 14 años más que vos y no soy competencia para ti. Además él es mi Amo temporal, mientras dure mi adiestramiento. Una vez termine vendrá a buscarme el Amo que me metió en esto.

carola: en verdad lo dices?

lolita: si, te lo juro. Pero no hables mas, cierra la boca, esta subiendo y la tenemos mas del cuello. No te muevas para evitar formar olas.

carola: esta bien

Las dos estábamos con la cabeza bien erguida, temiendo tragar algo. Ni siquiera movimos un músculo. Se estanco todo y sentadas esperábamos que se retirara rápido el agua y los excrementos. carola no pudo evitar vomitar entre la dos. Era tan chico el lugar y esposadas como estábamos casi estábamos pegadas una a la otra. Menos mal entro en razones de no pelear porque sino alguna de las dos terminaba ahogada. Sentí en mi cabeza y cara sucia y chorreante producto de haberme sumergido.

Lentamente seguía entrando líquido, menos mal abrió también lentamente la salida, así que era un constante río que pasaba por nuestros cuerpos. Por fin abrieron la puerta y tiraron una escalera. Subimos, primera ella y luego yo, chorreando todo. Aun no habían abierto las compuertas, pero por suerte nos sacaron.

Yo ya sabía la rutina y me encamine a las duchas, con ella a mi lado. Abrieron los grifos y el chorro no tiraba al suelo. Luego de 5 minutos paro y una de las guardias nos tiro jabón en polvo, esta vez con una maquina. Nos refregamos bien, incluso por momentos una a la otra y luego el chorro de agua potente. Tomadas de la mano aguantamos todo. Nos llevaron al cobertizo, él mío, y no dejaron ahí. Seguíamos esposadas y las sombras de la noche invadían ya el cobertizo. Estábamos paradas tan juntas, no se que impulso no llevo a besarnos en los labio, primero tiernamente y luego ardientemente. Nos dejamos caer al suelo y ella, con mayor experiencia que yo, comenzó a besar mi cuello, morder mis pezones y chuponear mis tetas. Cuando hacia una pausa era yo quien tomaba su lugar y le besaba y mordía sus tetas desesperadamente. Estábamos recaliente matándonos, cuando sin darnos cuenta se abrió el portón del cobertizo y recibimos dos baldes de agua fría que nos separo enseguida. Se encendió la luz del lugar y eran dos guardias que venían a sacarnos las esposas.

GUARDIA: vieron chicas hubo que tirarles agua fría, porque parecían dos perras abotonadas, jajaja

Las dos guardias rieron a carcajadas, no sacaron las esposas y se marcharon, no antes decir

GUARDIA: bueno, ahora si tienen toda la noche para perrear entre Uds.

Cercioramos que se habían ido y nos tiramos en el suelo para seguir los nuestro. Los besos y caricias era mutuos, mas ahora con la libertad de no tener las esposas. Cada una chupando la concha de la otra tuvimos un orgasmo sublime. Ella quedo boca arriba con los brazos abierto e incline mi cabeza sobre su abierto brazo derecho. Así no dormimos.

Esa fue la primera vez con una mujer y realmente me gusto.

Sonó el famoso timbre y nos levantamos, dándonos un beso fuimos a desayunar. Cuando iba a hacerlo siento un fustazo en mi espalda y la vos de Olga

OLGA. Vos no puta, tienes una cita conmigo, lo recuerdas?

lolita: si Sra., solo iba a desayunar y luego ir.

OLGA: decidí vengas ya y en ayunas.

Comenzó a caminar para una sala nueva, que no conocía, yo iba detrás como una perrita detrás de su Ama. Iba a ser brava la mañana sin desayunar y sin comer desde el medio día anterior.

Llegamos y me empujo hacia adentro. Había una camilla sobre la que me hizo acostar para luego aferrar mis brazos a los costados de la camilla. Luego hizo lo propio con mis piernas, abriéndolas.

En un momento quede sola y mire a mí alrededor lo que podía. Volvió Olga esta vez con otra persona, ambas se pusieron guarpolvo blanco.

OLGA: bueno Lupe, comenzamos a embellecer a esta perrita?

LUPE: espera que termine la preparación y empezamos.

La preparación era ponerme una cinta adhesiva ancha sobre mi boca. Luego puso otra mas un poco mas larga como de refuerzo. No podía abrir la boca para nada. Luego puso unas láminas de metal a los costados de mi cabeza que impedían puede ladearla. Siempre miraba hacia arriba. Se aseguro que arriba hubiera un espejo redondo por el cual yo podría ver todo, de acuerdo ala posición que lo ponían.

LUPE: por donde quieres empezar Olga

OLGA: me gustaría por las tetas.

Yo miraba aterrada lo que pusieran hacerme. Olga se aparto un poco, en ese lugar no alcazaba a verla. Lupe acomodo el espejo para que yo pudiera ver mis tetas y Olga abrió un estuche, saco las cosas y puso su mano debajo del espejo para que pudiera ver yo lo que era. Eran dos argollas de metal. Me agarro la desesperación me iban a anillas y no podía resistirme.

Lupe jugo un poco con mis erectos pezones y espero que Olga le diese la gruesa aguja para perforarlos. Tomo mi pezón derecho y lo fue traspasando con la aguja que enhebraba un hilo bastante grueso. Me dolía a horrores, tanto que me desmaye. No siguieron, lo que hicieron fue reanimarme con perfumes y cuando estaba conciente siguieron. Una vez perforado cortaron el hilo, que quedo colgando de ambos lado del pezón y con el resto del hilo puesto y la aguja perforó el otro pezón. El dolor era intenso y murmuraba cosas al querer gritar y no poder hacerlo. Mis lágrimas caían a raudales.

LUPE: (irónicamente dijo) pobrecita parece que le duelen

OLGA: si, jajaja

Se tomaron unos minutos, mientra yo tenía los pezones agujereados y traspasados por un hilo.

Retomaron agarrando primero una de las argollas la ataron a la punta del hilo y luego tiraron de la otra punta, hasta salir y dejar instalada la argolla en mi pezón. Cortaron el hilo y cerraron la argolla. Luego hicieron lo mismo con el otro pezón.

LUPE: le quedaron hermosos

OLGA: si, bárbaros. (Y dirigiéndose a mi) que opinas quedas hermosa no?

Lógicamente no podía hablar, solo llorar. Me bajaron de la camilla y esposaron mis manos atrás, pera que tocara no su obra de arte.

OLGA; ahora ve y descansa