Dominación no justificada
Un amigo me llamo a su casa y me domino sin yo quererlo, pero fué rico.
Este relato ha sido modificado para mi amante Antonio. He llegado a tu casa por razones que no son importantes y aunque no esperaba nada de lo que paso, tampoco me arrepiento. Una vez dentro, estuvimos conversando una poco de cada cosa, aunque yo ya estaba un poco nerviosa porque siempre me intimidaste, sin embargo no tenia temor, que malo podría ocurrir? De pronto te me acercaste y comenzaste a besarme en la cara mientras me sujetabas por los brazos para que no pudiera moverme. Yo giraba mi cara tratando de esquivar tus besos, mientras me empujabas llevándome a la habitación. Seguía con los ojos cerrados tratando de hacer que me soltaras pero tus fuertes brazos me tenían inmovilizada. Al llegar al borde de la cama me lanzaste de golpe, dándome un gran susto porque pense que caería al suelo. Mas cuando me di cuenta que estaba en una cama te lanzaste sobre mi para quitarme la ropa a lo bruto. Aun así trate resistir pero eres mas grande que yo, y con tu fuerza me controlas. Lucho y peleo pero cada vez veo que mis esfuerzos son inútiles y que no puedo hacer nada. Comienzo a gritar, a suplicar, pero estas dispuesto a violarme con tu polla de 20cm. Ya casi desnuda sigues luchando conmigo para separar mis piernas y meterte dentro de ellas y lo logras apoyando todo tu peso sobre dejándome casi sin aire y sin fuerzas. Levantas mi cintura y me la metes a lo bruto y de golpe, haciéndome sentir un fuerte dolor, que me quema, aun no quiero pero ya soy tuya y solo logro gemir mientras las lágrimas corren por mis mejillas exhalando un simple "por favor" que sé que no te detendrá. Sigues moviéndote dentro y fuera, y mis quejas disminuyen de tono. Me estas desgarrando por lo seca que estoy pero trato de concentrarme para que me duela menos. Notas como empiezo a moverme al mismo ritmo que tu. Crees que estoy disfrutando, mas no sabes que evito que me desgarres por dentro, y poco a poco mi cuerpo se va calentando, mientras mi vagina se va humedeciendo. - Eres toda una puta. Me dices, mi aprietas mi cara. Comienzo a gemir y a jadear instintivamente y sin darme cuenta lo estoy disfrutando, como si fuera la mejor follada de mi vida, sientes como tu verga me llena mi concha por completo y me muevo más rápido. Voy a correrme pero no me dejas y la sacas para obligarme mamártela. Empiezo a chupar como si no hubiera visto una polla en mi vida y cuando siento tu verga palpitante a punto de estallar en mi boca la retiras. - Para zorra te voy a llenar la concha de leche. Me gritas. La vuelves a meter y ahora noto un placer inmenso, estoy muy excitada y no puedo aguantar más y empiezas a correrte. Cada vez me muevo mas rápido tratando de que tu cuerpo me llene por completo, apretándome a ti, arañando tu piel. Es una corrida larga que aumenta cada vez más y cuando llega al máximo y crees que me voy a desmayar tu semen inunda mi concha. Me has dejado exhausta, como una piltrafa, mientras me miras, entonces me la vuelves a meter en la boca. Trato de esquivarla pero estoy demasiado cansada para resistir y te la chupo. Tu polla aumenta y se hace grande y gorda otra vez. Entonces la sacas y con tus brazos fuertes me volteas boca abajo. Me levanto en 4 patas para que me vuelvas a poseer y no me doy cuenta que lo que quieres es mi culo. Apuntas al centro y cuando lo siento en la entrada trato de moverme pero tus manos me tienen inmovilizada por la cintura, intento resistir una vez pero ya no tengo fuerza. Por fortuna estas lubricado de mi saliva y me la metes por el culo sin miramientos. Notas que no es la primera vez por lo suave que te deslizas pero sientes lo apretada y caliente que soy por detrás, por lo que te vuelves loco y me follas por el culo y haciendo que mi ano se haga mas grande, empiezo a disfrutar y me caliento otra vez. Sin darme cuenta es el momento de que me corra de nuevo. Al darte cuenta me la sacas de nuevo y la metes otra vez en mi concha mientras masturbas con tus dedos mi clítoris. Siento que no puedo más, me siento morir y estallo en un tremendo orgasmo incontrolable. Mientras mi espasmos recorren mi cuerpo, estirando mi espalda, tu también acabas dentro de mi derramando tu semen en mi concha y piernas. Luego te deshaces de mi como un objeto dejándome sola para que me arregle y me valla mientras te fumas un cigarro en la sala. Lynn.