Dominación extrema en toilet slave

Voluntariamente abocado a la total degradación de una persona

Advertencia: Relato con altas dosis de ingesta de excrementos y prácticas extremas de exclavitud, incluso de modificaciones corporales, si estos temas no son de tu interés, por favor no sigas leyendo, seguro que en este sitio web encontrarás otros de tu agrado, si por el contrario te interesan estos temas, por favor se agradecen todo tipo de comentarios, es bastante frustrante que en mis dos últimos relatos publicados con más de 20.000 lecturas entre los dos no hayan tenido ni un solo comentario. Gracias.


Había terminado con algo más de quince años de matrimonio vainilla y monótono, y ahora desde mi libertad y total desahogo económico me encaminé a explorar nuevos horizontes en el tema del sexo, no tenía ninguna obligación familiar ni ninguna atadura a nada ni a nadie y desde hacía bastante tiempo me picaba la curiosidad y me excitaba el mundo fetichista y masoquista, poco a poco fui investigando en internet en las páginas afines a mis fantasias que no eran otras que las referentes a la esclavitud del baño (toilet slave) y la tortura genital y anal, me volvi un auténtico obseso de ambos temas estando horas y horas delante del ordenador sin parar de ver infinidad de imágenes y videos sobre esos temas además de leer multitud de relatos e historias relacionadas, incluso entrar y participar en foros afines. Hasta que un día me decidí y llegué a la conclusión que si quería empezar a experimentar en mis fantasías la mejor opción era acudir a profesionales de la prostitución debido a lo poco usual que era lo que yo pretendía.

Durante casi un año estuve de prostituta en prostituta y de garito en garito, descubrí que mis fantasías eran muy poco comunes y que muy pocas profesionales accedían a hacer lo que yo les demandaba, además las pocas que lo hacían o intentaban hacerlo cobraban bastante más que los servicios “normales” por el hecho de ser actividades especiales. Mientras tanto seguía en internet horas y horas y llegué a poner anuncios en los portales especializados ofreciéndome como esclavo W.C. a tiempo completo 24/7, el caso es que yo creía que podría ser una buena idea pero me decepcioné al comprobar que durante semanas nadie contestaba a ninguno de los varios anuncios que tenía publicados, había llegado a la conclusión de que la única forma de seguir con mis fantasías tendría que ser como hasta ahora, con la única participación de las prostitutas, cosa que me decepcionó bastante porque el grado de implicación era puramente económico y limitado por el tiempo contratado.

Pero llegó un día que recibí contestación a uno de los anuncios, al parecer era una mujer que en su primer mensaje entrañaba algo de misterio y secreto, yo en mis anuncios ponía toda clase de detalles sobre mi, incluso los acompañaba de varias fotos, sin embargo ella no se identificó en absoluto y solo hacía preguntas, el caso es que mediante las primeras contestaciones nos intercambiamos las cuentas de correo electrónico y empezamos a tener conversaciones vía e-mail, ella hacía mucho hincapié sobre qué era exactamente lo que yo quería y si estaba totalmente seguro, yo le contesté que era muy simple que lo único que yo quería era ser el inodoro a tiempo completo de una mujer y que me ofrecía con total abandono de mi como persona para convertirme en una cosa para su uso y abuso a la total voluntad de mi dueña. Ella en los numerosos correos que intercambiamos siempre me preguntaba multitud de detalles sobre cómo sería la relación, me preguntaba qué es lo que pasaría si llegaba el momento en que yo me cansara y decidiera no seguir con mi papel, me preguntaba si estaba dispuesto a dejar mi vida en sus manos y su voluntad, me preguntaba si habría algún límite, y así con multitud de detalles… me dijo que si tenía que dar el paso quería estar completamente segura de cuáles serían los términos y hacerlo de una forma definitiva y para siempre. Yo cada vez que me comunicaba con ella me excitaba mas y estaba dispuesto a todo con tal de que llegáramos a un acuerdo para poder comenzar con la “relación”. Al cabo de varias semanas llegó el día que acordamos conocernos personalmente y quedamos en una cafetería, yo estaba tan ilusionado que llegué una hora antes de lo acordado y cuando llegó y se sentó en la mesa sin dudar, me dí cuenta de que era una de las prostitutas que había estado frecuentando, ella me reconoció desde el primer momento por las fotos publicadas en los anuncios, pero yo estuve todo el tiempo sin saber exactamente con quien estaba intercambiando los correos.

Tras la sorpresa inicial no me pareció mal que fuera ella, de todas las prostitutas con las que había estado era la que más me gustaba físicamente y profesionalmente, al conocernos de antemano hizo que la reunión fuera menos tensa y más amena, muchas de las cosas ya las habíamos hablado y ella siempre jugó con la baza de saber con quién estaba tratando, incluso cuando ya habíamos comenzado a intercambiar correos intentando concretar cómo sería la relación estuve en su casa varias veces demandando sus servicios. En la reunión yo le dije que estaba dispuesto a lo que fuera con tal de que me permitiera ser elegido por ella para ser su inodoro, le dije que puesto que yo dejaba de ser una persona y pasaba a ser una cosa para que ella hiciera conmigo lo que quisiera, estaba dispuesto a firmar un contrato por el cual ella se hacía cargo de mi y yo a cambio y de manera irrevocable, le cedía mi casa, mis acciones, mis cuentas bancarias, mis coches y todos mis bienes materiales, que no eran pocos, la propuesta era tan evidente que no la pudo rechazar, nos dimos solo 48 horas para poder hacer todas las gestiones patrimoniales y a partir de entonces comenzar con mi nueva vida. Los dos días pasaron enseguida y ella había decidido que en principio seguiría viviendo en su casa a la cual yo me trasladé, aunque no descartaba que en un plazo no muy largo se mudaría a mi casa, era bastante lógico ella vivía en un apartamento y mi casa, ahora suya, era un chalet de lujo en una urbanización privada.

El primer día en cuanto llegué a su casa me estaba esperando y me dijo que me desnudara y que me sentara en el suelo porque iba a decirme una serie de normas que había estado pensando para este momento en que yo definitivamente pasaba a ser una cosa de su propiedad, me dijo que a partir de ese momento ella me aceptaba como lo que yo le había dicho que quería ser: su inodoro; que a partir de ese momento y para siempre estaría completamente desnudo y no podría hablar nunca más, que como inodoro que era recibiría por mi boca todos sus desechos corporales, los de ella y los de quien ella quisiera, que había eliminado el inodoro del apartamento dejando solo el agujero en el suelo para el desagüe, que sería el que yo utilizaría para eliminar mis propios desechos, pero que a dicho agujero le había puesto una trampilla que se habría electrónicamente, lo cual me condicionaba a la hora de hacer mis necesidades, me dijo que como yo le había insistido tanto en comer su mierda y beber sus meados, había pensado en que no tenía ninguna gracia el que los comiera y enseguida los desechara por el desagüe, decía que si tanto me gustaban los estaría disfrutando durante toda una semana de manera que la trampilla solo se abriría durante cuatro horas una vez a la semana para que yo pudiera eliminar mis excrementos solamente en ese periodo de tiempo, lo cual me obligaba a volver a ingerir y beber cada vez que defecaba y orinaba mientras el agujero estuviese cerrado, de esa manera estaría siempre lleno con sus excrementos “disfrutando” de los mismos, me dijo que eso sería mientras estuviéramos ella y yo solos en la casa pero que no me preocupara porque ella solía tener invitados o amantes bastante a menudo y que ahora con una posición económica bastante desahogada seguramente serían más y sobre todo cuando nos mudáramos al chalet, entonces me dijo que había calculado que si en vez de vivir solo ella había otra persona, entonces en vez de un solo día cuatro horas abierta la trampilla pasaría a dos días seguidos durante dos horas cada día, y si en vez de dos eran tres las personas entonces serían tres días seguidos durante una hora cada día, y así hasta llegar a siete que serían los siete días de la semana durante una hora cada dia para el caso de que estuvieran viviendo en la casa siete personas o más, pero me aclaró que vivir era estar al menos una semana seguida en la casa, que por supuesto los invitados a una fiesta o unos días o fin de semana no contaba como vivir y que esas circunstancias no influirían en la dinámica de apertura del desagüe, me dijo que había pensado que el último día de apertura siempre sería el viernes para que las fiestas del fin de semana que normalmente congregaban a bastante gente ejerciera de inodoro de todos ellos y tuviera toda la semana el trasiego de los excrementos (defecar y orinar y volver a ingerir los mismos) hasta que llegara el viernes y pudiera eliminarlos, me dijo que estaba con muchas ganas de presumir de inodoro humano y ofrecerme a todas sus amistades; también me dijo que no había pensado en dejar la prostitución porque le gustaba pero que ahora sería un poco mas selectiva con los clientes, también me dijo que había pensado en que una vez que nos mudáramos al chalet usarlo como casa de citas de lujo donde podrían vivir y trabajar unas cinco chicas mas; en cuanto a las torturas anal y genital dijo que había pensado que principalmente serían mediante la inserción de agujas en el pene y los testículos, así como la introducción de objetos en el ano, dijo que todavía no lo había pensado mucho pero que estaba dándole vueltas también a la utilización de insectos y animales, advirtiendome que todo esto había despertado en ella una vena sádica y que se excitaba solamente de pensar el montón de cosas que iba a hacer conmigo.

… Dos meses después …

Como era de esperar ya vivíamos en el chalet en compañía de otras seis chicas que todas ellas se dedicaban a la prostitución al igual que mi propietaria Katarina, Kelly para los amigos, todas eran procedentes de Ucrania y para lo que nosotros estamos acostumbrados eran verdaderas bellezas, durante el tiempo que estuvimos en el apartamento Kelly no consintio que nadie se quedara a vivir con nosotros, eso si, los invitados por cualquier motivo y las fiestas con cualquier excusa fueron bastante numerosas, cada fin de semana por lo menos dos fiestas con entre quince y veinte invitados, además de las visitas prácticamente a diario de cuatro o cinco personas, todo el mundo tenía muchas ganas de conocer y usar la nueva letrina de Kelly, y ella de presumir de sus nuevas posesiones. Al no vivir nadie con nosotros, el agujero del desagüe sólo se abría los viernes de cinco a nueve de la mañana, lo que suponía que todo lo que tenía que ingerir durante las fiestas de fin de semana lo volvía a defecar y orinar y volver a comer durante toda la semana además de lo de Kelly y los invitados de la semana, algunas veces debido a lo temprano de la apertura del agujero y a lo extenuado que estaba después de toda la semana comiendo y bebiendo excrementos y meados sin parar, llego a pasarseme el turno de apertura con lo que suponía que durante la próxima semana tendría ración doble, fueron dos meses verdaderamente agotadores. Durante ese tiempo Kelly también aprovechó para hacer algunas reformas en el chalet, acomodar las habitaciones para poder ejercer la prostitución varias chicas y sobre todo la completa eliminación de todos los inodoros de la casa, tapando definitivamente todos los agujeros de los desagues a excepción de uno en un pequeño aseo al que se le puso la tapa motorizada, que sería el que yo usaría, lo que suponía que en el caso de que los clientes tuvieran que usar un aseo solo podrían hacerlo usándome a mi.

Ahora al vivir seis chicas y Kelly en la casa el agujero se abría todos los días de cuatro a cinco de la madrugada con el fín de que fuera incómodo para mi y que se me pasara para estar todo el día sin poder evacuar todo lo que llevara.

Una de las seis chicas era Irina, Ira para los amigos, era prima de Kelly y una completa ninfómana a la vez de una gran sádica, desde el principio Kelly delegó en ella el tema de la tortura del inodoro, algo que le produjo una gran satisfacción prometiéndole a su prima que no la iba a defraudar y que cada día se esforzaría para que la existencia del retrete fuera cada vez más difícil, independiéntemente de estar todo el día comiendo y bebiendo excrementos, ella se dedicaría a torturar constántemente mis genitales y mi ano. Al día siguiente de llegar a la casa Kelly me la presentó como su prima y la encargada de tomar las decisiones relativas a mis torturas genitales, Kelly le dijo delante de mí que podía hacer conmigo lo que quisiera, excepto matarme, esto ya lo habían hablado entre ellas y a Ira le brillaban los ojos. En ese momento Ira me dijo: “No tengo ninguna obligación de darte explicaciones de ningún tipo, es más, no se que es lo que hago hablando con un retrete, pero lo haré porque me gusta que desde este momento estés pensando y sufriendo por todo lo que te espera en mis manos, como te he dicho antes, solo eres un retrete a nuestra entera disposición y si esperabas tener algo de excitación pensando que iba a tratarte suavemente con tus genitales olvidalo, literalmente te los voy a machacar y haré que todos los días te arrepientas de la decisión que tomaste de ofrecerte a nosotras. Primeramente mañana mismo te haremos una depilación láser de todo tu cuerpo, incluido cejas y pestañas, y para que sea completamente definitiva después te aplicaremos un ácido diluido por toda tu piel que te provocará una ligera quemadura, la cual terminará para siempre con tus folículos pilosos dejando tu piel completamente tersa y suave igual que la porcelana de un inodoro que es lo que eres. Luego como parte del proceso de transformación definitiva de tu cuerpo quiero que uno de nuestros clientes te extirpe las cuerdas vocales, ya he hablado con él y está dispuesto a hacerlo en cuanto se lo diga, nunca más podrás hablar ni falta que te hace, no quiero tener que escuchar ninguna queja o lamento procedente de un retrete, al mismo tiempo aprovecharemos y te extraeremos todas tus piezas dentales, para lo que tienes que comer ninguna falta te hacen y además evitamos cualquier incidente con las mismas. Hablando con otro cliente, está fabricando un tubo de acero inoxidable de cinco centímetros de diámetro y treinta y cinco de largo, al cual está soldando unas puntas de tres centímetros, en concreto treinta, distribuidas en toda su longitud y alrededor del mismo en su parte exterior, soldadas con una inclinación de diez o doce grados como formando una espiga, este tubo con esas puntas es para introducirlo en tu culo, que con la inclinación de las puntas será relativamente fácil insertarlo, pero una vez dentro cualquier intento de sacarlo será en vano ya que todas y cada una de las puntas se clavarán en el interior de tu culo evitando que salga el tubo y que se quede allí alojado para siempre, la finalidad de esto, además de la tortura en si, es que tengas para siempre dilatado el ano y anulada la función del esfinter para retener tus deposiciones lo que hará que cuando los excrementos lleguen a tu intestino grueso salgan sin mas sin ningún tipo de retención por tu parte, lo que te obligará a ingerir inmediatamente todo lo que vayas dejando por el suelo, lo que será bastante a menudo. El mismo cliente está fabricando también en acero inoxidable un grueso aro a modo de ball stretcher de seiscientos gramos de peso para insertarlo de forma totalmente definitiva en tu escroto, personalmente me encantan los escrotos totalmente alargados y deformados, a este primer aro le seguirán otros que cada quince días y con un peso de doscientos gramos cada uno se irán insertando también de una forma totalmente definitiva, mi objetivo es que lleguemos con tus huevos al suelo lo antes posible para que cada vez que te tengas que mover te arrastren por el suelo tirando de una pesada carga, que sepas que cada quince días tendrás un nuevo aro en tu escroto de manera definitiva y para siempre, aunque hayamos conseguido el objetivo de llegar al suelo y tus huevos arrastren por el suelo, te seguiré poniendo aros hasta el resto de tus días. Y para terminar, de momento, también decirte que otro cliente, dedicado a la pesca, le he hecho comprar cincuenta y cinco anzuelos especiales, en concreto se llaman anzuelos plomados y son anzuelos que en su parte posterior llevan una bola de plomo en este caso de veinte gramos, el cliente está haciendo una transformación en los mismos consistente en quitarles la curvatura y dejarlos completamente rectos convirtiéndolos en arpones de cinco centímetros de largo y con una bola de plomo de veinte gramos en el extremo opuesto a la punta arponada, estos cincuenta y cinco arpones son para que todas y cada una de las semanas de un año poner uno en cada uno de tus huevos, tu glande y tu cuerpo del pene, una vez por semana y por orden te pondré uno en uno de tus huevos, a la semana siguiente otro en tu otro huevo, a la siguiente en el cuerpo de tu pene y a la otra en tu glande, y así hasta que se acaben al finalizar el año que en resumen serán catorce en cada uno de tus huevos, catorce en tu glande y trece en el cuerpo central de tu pene. Como son de una longitud de cinco centímetros, no te los clavaré completamente, intentaré dejar aproximadamente la mitad sin clavar para que se quede la bola de plomo totalmente expuesta y suspendida haciendo que la punta arponada trabaje en todos los sentidos por la propia gravedad y por los roces con las piernas o con cualquier elemento como puede ser el suelo cuando estés durmiendo o comiendo la mierda que vas soltando, ni que decir tiene que tienes completamente prohibido tocar bajo ningún concepto tus genitales y que el incumplimiento de esta sagrada norma acarreará graves e irreversibles consecuencias. No creas que una vez clavados todos los arpones se acaba la cosa, al día siguiente a completar el ciclo, comenzaré a arrancartelos uno a uno cada día, y cuando al cabo de los cincuenta y cinco días ya no quede ninguno, entonces volveremos a clavarlos de nuevo como al principio y así sin parar y para siempre, me vuelvo loca de pensar cuando tus huevos arrastren por el suelo y tengas una montón de arpones clavados y se vayan rozando y chocando con todo lo que encuentren a su camino.”

… Quince meses después…

Ha pasado algo más de un año y mi situación ha cambiado radicalmente, se me practicó la depilación definitiva, me extirparon las cuerdas vocales y me quitaron todos mis dientes y muelas, desde entonces llevo alojado en mi ano el tubo clavado que hace que esté completamente abierto sin posibilidad de retener nada, en mi escroto ahora mismo llevo como seis kilos y medio de aros que han conseguido un gran estiramiento, después de un ciclo completo de los cincuenta y cinco arpones, me los pusieron todos y me los quitaron todos también y ahora vuelvo a estar en el momento de poner uno cada semana, pero lo que realmente hace grave mi situación es que hace aproximadamente unos seis meses y tras varios avisos de Ira en cuanto que estaba incumpliendo la norma de no tocarme los genitales, un día se cansó y dijo que tras darle muchas vueltas había pensado en castigarme de una forma drástica y definitiva lo cual supondría cambios totalmente irreversibles para el resto de mis días y que además simplificaría mucho las cosas y me profundizaría en mi cometido de retrete eliminando funciones y situaciones totalmente inútiles para un retrete como yo, la decisión no fué otra que para evitar esas actitudes por mi parte me amputaría completamente brazos y piernas a la altura de las axilas y las ingles, con lo cual quedaría en una posición inmovil para siempre, cosa que a su vez produjo una serie de modificaciones en las rutinas del retrete, en ese periodo de tiempo Kelly reformó el chalet dotándolo de una planta más y habitaciones para un total de veinte chicas, el negocio iba viento en popa, con tal número de chicas ya no era posible seguir con las horas de apertura del agujero para que yo pudiera eliminar los desechos en una hora y se amontonaba todo, entonces Ira aprovechando lo de mis amputaciones llegó al acuerdo con Kelly de dejarme en una posición inmovil y conectado mi ano y mi pene a un agujero completamente abierto para que según fuera defecando u orinando se eliminara automáticamente, y al estar en esa posición inmovil mi boca estaría conectada a una especie de depósito que recogía todas las deposiciones que se generaban en la casa mediante un sistema de tubos que bajaban verticalmente al depósito desde diferentes puntos de la casa a modo de inodoros secos sin cisterna y con ventilación forzada para evitar malos olores, así mi único cometido era digerir todos los excrementos, orines y semen que se producía en la casa y soportar las torturas genitales de Ira. Con todo lo anterior mi situación actual es acostado sobre el suelo de una habitación del sótano con mi culo sobre una pequeño agujero que hace de desagüe con un tubo insertado de forma que no se puede sacar de mi boca y que está conectado a un gran depósito sobre mi cabeza que hace que nunca falte mierda, meados y semen para ingerir sin parar, tanto mi cabeza como mi cuerpo están sujetos  al suelo mediante correas que hacen completamente imposible cualquier movimiento, cuando tengo que orinar lo hago sin más y el líquido caiga donde caiga acaba yendo al agujero, en cuanto a mi escroto seguro que tiene más de un metro de largo y puesto que ya no me puedo mover y arrastrar por el suelo, Ira a puesto una especie de rodillo separado de mi cuerpo y algo elevado para que las pesas sigan estirándolo poco a poco y sin parar, además y con el fín de que los arpones sigan torturando a pesar de estar inmovil hace diez días que ha metido en el diminuto cuarto diez gallinas a las que les echa pienso sobre mi cuerpo para que con sus pisadas, picotazos y pastureo toquen y muevan sin parar los arpones de mis huevos, mi glande y mi pene, el cuarto solo tiene un metro de ancho por dos de largo y dos de alto para albergar el gran depósito tiene una rejilla de ventilación y un tubo fluorescente continuamente encendido, tanto las gallinas y yo hemos perdido la noción del tiempo, no se cuando ni cuanto duermo, normalmente siempre hay una gallina pisoteando mi pene o picoteando mis huevos, no puedo moverme y no puedo dejar de ingerir lo que baja del tubo hacia mi boca, incluso cuando estoy durmiendo no paro de ingerir. No sé lo que durará esto, pero a pesar de todo me pongo a pensar en ello y noto una gran excitación.