Dominación en Valencia (7)

Por la mañana Pilar y yo, enseñamos a esta parejita a echar un buen polvo; no hay dominación hasta aqui. Por la tarde si que hay ataduras, vendas y castigos.

Capítulo VII, la primera mitad no es de dominación, la segunda sí.

Isabelle, tu harás lo que te vaya diciendo Pilar.

Marc, tú harás lo que te diga yo.

Vais a hacer el amor con mando a distancia. A vosotros que os gusta ¿el romanticismo o algo más pasional en el sexo?

Marc.- El romanticismo.

Yo.- Vale, parejita, poneros al lado de la cama.

Yo.- Cógela de la cintura y acércatela hasta que juntéis vuestros cuerpos. Saca la pelvis para que note tu pene.

Pilar.- Pásale los brazos por encima de sus hombros y acaríciale la nuca. Mete tus dedos entre su pelo y acércale su cara a la tuya.

Yo.- Dale besitos por toda la cara, pero evitando hacerlo en sus labios, muérdele el lóbulo de la oreja, pasa tus manos por sus nalgas y apriétalas.

Pilar.- Restriega tu vientre por su pene; dile que la quieres gorda; junta vuestros labios y bésalo pero sin meter la lengua; muérdele ligeramente el labio.

Yo.- Dile que la amas; que es la mujer más guapa que conoces; métele la lengua en la oreja y juguetea un poco.

Pilar.- Agáchate un poco y bésale los pezones; dale un mordisquito al pezón mientras le miras a los ojos; apriétale las nalgas.

Yo.-Cógele del pelo y oblígale a echar hacia atrás la cabeza; pásale la lengua desde la garganta al lateral del cuello, donde le darás un pequeño mordisco. Pasa la lengua, donde la hayas mordido hasta que creas que le ha pasado el dolor. Vuelve a morder en el mismo sitio, déjale la marca de que es tuya. Dile: "eres mi putita particular"

Pilar.- Acaríciale los costados; dile que quieres que te folle; que te rompa el coño; restriega verticalmente tu coñito por una de sus piernas.

Yo.- Dale la vuelta y por debajo de sus brazos Cógele las tetas y apriétaselas; muérdele en la nuca y acaríciale la vulva por fuera; dile, por aquí te meteré mi polla.

Pilar.- Pon tu mano encima de la suya y apriétate más la vulva restregándola; saca el culo para aplastarle la polla. Gira tu cabeza y dale un corto beso con lengua.

Yo.- Cógela en brazos y deposítala dulcemente encima de la cama.

Pilar.- Pon la cabeza encima de la almohada.

Yo.- Ponte a horcajadas encima de ella. Sujétale las manos contra la cama; pásale la lengua por sus labios, no la dejes besarte ni morderte. Ve bajando con tu lengua desde su cuello hasta sus pechos; lengüetea toda su teta pero no toques el pezón; disfruta de la piel de tu mujer; hazlo despacio no hay prisa, nunca hay prisa; muérdele el pecho pero sin hacerle daño, es para que lo note ella; con la punta de la lengua rodea el pezón despacio, nota su excitación la tienes caliente y con ganas de follar disfruta del momento; dale golpecitos a su pezón con la lengua y métetelo en la boca juguetea con él. Suéltale las manos y haz lo mismo con la otra teta.

Pilar.- Pásale las manos por la espalda; clávale las uñas que las sienta, aráñale un poco; marca a tu hombre; mueve tu cadera buscando el roce con él; dile fóllame, méteme tu polla; cógele la cabeza y apriétatela contra tu teta, quieres que se coma tu teta entera que se la tragué.

Yo.- Súbete rápido y dale un morreo con mucha pasión, como si fuera el último de vuestras vidas; poco a poco ve haciéndolo más despacio disfrutando de tu mujer; ve separándote; mira que mujer más guapa tienes ahí debajo y esta loca por ti. Junta tus rodillas a sus costados; pásale tus brazos por debajo de su espalda; déjate caer hacia tu izquierda y que ella quede encima de ti; sóbale el culo.

Pilar.- Siéntete poderosa ahí arriba; restriégale el coño en su barriga; restregándote sobre él, baja hasta que su polla te toque el culo; ahora levanta las caderas y baja un poco más para atrapar su polla con tu barriga; muévete hasta que la sitúes encima de tu chocho; la notas, restriega tu coño a lo largo de su polla; restriégate despacito disfrutándola.

Marc.- Me corro, me corro, lo siento cariño, lo siento.

Yo.- Mierda. Marc, cuando notes que se acerca el correrte levanta el brazo, que yo lo vea.

Pasan unos segundos dramáticos en los que nadie dice nada.

Yo.- Bueno, no pasa nada; Marc es joven y recargara su herramienta rápido. Chaval, esto le pasa a todo el mundo alguna vez. Lo estabas haciendo muy bien; venga que hay que dejar a Isabelle contenta esta noche.

Pilar.- Isabelle, cómete la leche que ha echado tu marido, mirándolo a los ojos y déjale limpita la polla. Sóbale los huevos y pasa tu lengua por sus ingles; muérdele en ellas. Chúpale los huevos, métete uno en la boca, ahora el otro. Sube a su polla y dale lengüetazos al capullo. Mírale a los ojos, métete su polla en la boca. Mueve tu lengua contra su glande. Dile que es tuya esa polla, que la quieres muy adentro de ti. Ve subiendo dándole mordisquitos como una gata en celo, estás caliente, muy caliente. Sube y dale un buen morreo.

Yo.- Cógele el culo y pálpalo; disfruta de su dureza. Cómele la lengua. Dale la vuelta y ponte encima de ella. Mírale a los ojos, dile "te voy a comer todita, serás mi putita y te voy hacer correrte hasta que te desmayes"

Pilar.- Dile "fóllame ya", levanta tus caderas y rózate con él. Dale lengüetazos por la cara; Isabelle, ¡con más vicio coño!

Yo.- restriégale tu polla por su vientre. Sujétale la cabeza y dale besitos cortos en los labios, no dejes que ella te bese, haz que se desespere, que te desee. Ve bajando hasta sus pechos, lame los alrededores de sus pezones. Muérdela ligeramente, sujétale las manos. Dale golpes con la lengua a los pezones. Disfruta de ese momento mientras la dominas, ella solo quiere que la folles, tú debes esperar, debes alargar el juego. Suéltale las manos.

Pilar.- Atrápale su cabeza y apriétala contra tu teta. Que se la tragué. Grítale "fóllame ya"

Yo.- Mírale a los ojos, ¿la ves deseosa? Sonríele, dile "no, todavía no te voy a follar. Primero quiero de disfrutes cariño mío, mi amor. La mujer a la que quiero con locura" Mientras la miras chúpale un pezón, ahora el otro.

Pilar.- Excítalo, dile "no puedo más, quiero tu polla dentro de mi coño"

Yo.- Ve bajando por ella y pasando la lengua por su cuerpo, de vez en cuando bésala y muérdela, donde la hayas mordido, bésala después. Llega a su pubis, lame el monte de Venus y las ingles, aprieta con tu lengua, que la sienta. ¿Hueles su aroma? ¿hueles como el coño ya dice que tu reina está caliente? Levanta sus dos piernas, ¿ves su ano? Lámelo, pasa la lengua por esa estrellita maravillosa. Con tu lengua acaricia el perineo, es el espacio que hay entre el ano y la vagina. Ese pedacito de carne es una delicia, que con tu lengua debes trabajar siempre. Recréate en él. Y ya has llegado a la vagina. Sepárate de ella, mírala, ella sabe lo que viene ahora y lo esta deseando.

Pilar.- Dile "cómeme el coño ya, por favor cariño"

Yo.- Mientras la miras, saca tu lengua y empieza a lamerle los labios exteriores. Dale un chupetón suave, ahora uno más fuerte, ahora con la punta de tu lengua separa sus labios vaginales; diviértete con tu lengua moviéndola por la parte baja de su vagina, no le hagas nada al clítoris de momento. Juega con sus labios interiores y sepáralos. Ya tienes el chochete abierto para ti, disfruta del momento. mírala, eres su macho y ella lo sabe. Espera que metas tu lengua en su chorroso coño. Saca la lengua que la vea ella y ponte a lamer alrededor de su vagina, sus ingles, sube por la cara interna de sus muslos. Retrasa lo inevitable. Tu tienes el poder de la situación, respira hondo. mírala que guapa está. muérdele el muslo, ve besando su pierna hasta llegar a sus pies. Es tu reina, debes besarle sus deditos, uno a uno métetelos en la boca y acarícialos con tu lengua. Todos los deditos, sigue venerando a tu reina. Los del otro pie también, recréate en ellos.

Poco a poco ve descendiendo por su pierna, besándola hasta la ingle, lame alrededor de su vagina, entretente en esa zona. Ha llegado el momento, con la puntita de tu lengua vuelve a abrir sus labios exteriores e interiores, introduce un poco la lengua en su coño, juguetea nota su calor, su olor, su belleza. Es la imagen de tu triunfo, el coño de tu amada abierto para ti, deseoso y anhelante.

Pilar.- Suplícale que te folle ya, que meta su gorda polla en tu coño.

Yo.- Mete tu lengua en su chochete a fondo como si fuera tu verga y quisieras reventarla, con tus labios succiona ese chocho. Mete y saca tu lengua de él, ahora lame los labios interiores. mírala, si ves que te mira, mantén su mirada y lame con la puntita de la lengua su clítoris. Tu objetivo, la ves como jadea, como se retuerce, no debes dejarla levantarse, ni cambiar de posición. Te aprieta con sus piernas, no te preocupes sigue dándole golpecitos al clítoris. Ahora succiónalo suavemente, atrápalo con tus labios y saboréalo. Sin separar tus labios muévelos y con tu lengua acarícialo dentro de tu boca. No pares aunque notes que ella aplasta tu cara contra su coño, no debes parar de lamerla.

La oyes gritar, se está corriendo, tú le has provocado un orgasmo salvaje. Sigue haciendo lo mismo, mantén esa caricia sobre el clítoris. Ahora sujétala, que sus espasmos de placer no te separen de tu objetivo. Ya se va relajando. Suelta el clítoris y lame el interior de la vagina dulcemente, bébete sus fluidos, es tu premio. Tu anhelado premio es el placer de tu reina, bebe amigo has triunfado. Nota su respiración, óyela. Tus lamidas deben seguir el ritmo de su respiración, cuando ya sean normales. Abandona su vagina y sube despacio a besar los labios de tu amada. Abrázala, besitos pequeñitos y tiernos, necesita eso tu amor. Delicadeza.

Pilar.- (Me mira) ¿se ha dormido?

Yo.- (Le sonrió) Marc, dale más besitos, cuando se despierte en breves momento tiene que hacerlo mientras la estás besando; así que, no puedes parar. Dile al oído, cosas tiernas, bésale el cuello. Repítele que la amas. Mira sus ojos como se abren, disfrutar los dos del momento, besaros despacito, más besitos. Abrázala un poco más fuerte. Dile al oído que le vas a meter la polla, que tienes muchas ganas de correrte dentro de ella y llenarla con tu leche.

Pilar.- Espabílate Isabelle, ahora tu amado te va ha meter su polla y debes disfrutar al máximo ese momento. Dile "Sí, amor, dame tu leche. Fóllame con todas tus fuerzas y reviéntame. Métemela ya"

Yo.- Álzate y ponte de rodillas; coge tu polla y restriégasela por su vulva, por sus labios interiores y acaricia el clítoris con tu verga. Dale ligeros golpecitos.

Marc levanto el brazo, señal de que se iba a correr.

Yo.- Suelta tu polla y mira a un lado, no mires a Isabelle; tu madre está detrás de ti, te esta mirando y tu la ves. ¿La ves? Contesta coño.

Marc.- si, me la imagino, veo su cara enfadada.

Yo.- Respira hondo, más, respira más hondo. Solo ves a tu madre enfadada. ¿Se te ha pasado ya?

Marc.- Ya ha pasado.

Yo.- Vale, lo has hecho bien. Si te vuelve a pasar teniéndola dentro de Isabelle, haz lo mismo te levantas y piensas en tu madre, tu padre, la iglesia llena de gente o lo que más te haga bajar la excitación, de acuerdo.

Marc.- Gracias, amo.

Yo.- (dándole un cachete) Que ahora no soy tu amo, ni siquiera estoy aquí. Tu solo ves a Isabelle, no hay nadie más. Venga, a seguir donde lo hemos dejado. Cógete la polla y pásala por su vagina, arriba y abajo; balancea el cuerpo y así tu polla va desde la parte baja de la vagina, hasta el clítoris. Haz con tu verga circulitos encima de su clítoris. Dale golpecitos suaves. Mira a tu amor. Mira que ojos más preciosos.

Pilar.- Sóbate las tetas, haz lo que más te guste, pellízcate los pezones, estíralos. Dile "métemela ya por favor" Cógele la polla y guíala a tu coño, encárala.

Yo.- mírala a los ojos. Métesela despacio, muy despacio pero sin parar. Mírala a los ojos. Déjate caer encima de ella, abrazaros. Disfrutar de este momento. No os beséis, solo sentir vuestros sexos. Quietos, notar el calor, la humedad del otro. Oler el sudor de vuestra pareja, el olor del amor que os tenéis. Daros besitos en la boca, Marc empieza a sacarla poco a poco y a meterla; muy despacio todo. Besaros con lengua, pero a cámara lenta. Marc, las penetraciones al ritmo de la respiración de Isabelle. Un poco más rápido. Besaros con pasión, con ese fuego que tenéis dentro. Marc, métesela a fondo, haciendo fuerza hacía adentro y restriégate un poco para estimular el clítoris. Vuelve a hacer las penetraciones unas cuantas veces. Abrázala por la espalda y gírate a tu izquierda. Hay que dejarla que ella también domine en este polvo.

Pilar.- Ya estamos arriba, ahora nosotras vamos a marcar el ritmo de esto. Ponte arrodillada vertical, busca una postura cómoda para poder iniciar las subidas y bajadas. Acaricia el pecho de tu macho. Empieza a sacarla y meterla, despacio no hay prisa. Intenta contraer los músculos de la vagina, para apretarla más, para sentirla más tuya. Sigue arriba y abajo. Bien, muy bien. Ahora haz el balanceo de caderas adelante y atrás.

Marc hizo un amago de levantar el brazo.

Yo.- Quietos todos. Isabelle, quieta. Marc, piensa en todas esa cosas hasta que te baje la excitación. Cuándo te hayas relajado, dilo.

Marc.- Ya podemos seguir.

Pilar.- Échate sobre tu marido y bésalo con lengua, con mucho vicio. Te vas a convertir en la mayor puta para satisfacer a tu macho.

Yo.- Sóbale las dos tetas, pellízcale los pezones, mírala a la cara. Dale un ligero azote en el culo. Dile lo buena que está, que folla muy bien y se mueve como una putita en celo.

Pilar.- Mueve las caderas arriba y abajo, para meterla y sacarla. bésalo con más fuerza, métele la lengua en la oreja. Levántate muévete arriba y abajo, ve buscando tu propio placer; muévete como más disfrutes.

Los jadeos de Isabelle eran ya muy agudos.

Yo.- Marc, cógela, hazla bajar para besarla y giraros hacia la derecha. Ponte encima, muévete, obsérvala, esta cerca del orgasmo. Cuando notes las contracciones de su vagina déjate llevar por el momento. Más rápidas esas penetraciones. Bésala con lengua, aguanta un poco no te vayas a correr ya. Piensa en tu madre otra vez.

Isabelle estaba a puntito, su espalda se arqueaba y los puños cerrados indicaban que ya mismo se iba a correr. Se pusieron a hablar en belga los dos.

Yo.- Marc, ahora muévete rápido muy rápido. Cuando te corras díselo.

Se corrió Isabelle y se corrió Marc un poco después, el polvo fue correcto.

Yo.- Os dejamos solos, abrazaros y daros muchos mimitos.

Bese a Pilar y nos fuimos al salón. Cogí una cervecita fresquita y me senté en el sofá. La abrí y se la pase a Pilar. Bebió un trago y me la paso.

Yo.- Móntame cariño.

Pilar obediente como siempre, se puso a horcajadas sobre mí, introduciéndose mi polla endurecida por el anterior espectáculo. Bebí un gran trago de cerveza. Nos miramos y sonreímos. Pilar empezó a moverse despacito.

Pilar.- (Con voz ñoña de niña) ¿Así me muevo bien? Papi.

Yo.- Pero que zorrón que eres (riéndonos los dos y acabando con un buen beso con abrazo incluido) después de cenar, tu y yo solos; como mucho estos dos que miren. ¿De acuerdo?

Pilar.- Sabe que es lo que más deseo, amo.

Yo.- ¿Cómo lo querrás? Con amo o con amante.

Pilar.- Uno como amo y otro como amante.

Yo.- No, tienes que elegir una forma.

Pilar.- Me dejas pensarlo hasta entonces.

Yo.- Claro cariño.

Nos quedamos quietos y abrazados un buen rato. Creo que hasta me dormí un poco. Los chicos salieron al rato con una sonrisa de oreja a oreja los dos.

Yo.- Pilar, mira que parejita feliz.

Pilar sonrió al verlos. Isabelle se lanzo encima de nosotros a comernos a besos.

Yo.- Pilar, levántate y abraza a Marc que le veo con intención de hacer lo mismo que esta y estando desnudo yo no abrazo a ningún tío; no sea que me guste.

Pilar se levanto y abrazo y beso a Marc, diciéndole lo bien que había estado.

Isabelle.- Gracias, amo. Nos has dado una gran alegría, al hacernos ver que nosotros también podemos disfrutar tanto con el sexo.

Yo.- Hasta después de comer llámame Vicente preciosa y me alegro que lo halláis disfrutado tanto.

Isabelle.- Usted siempre será mi amo y señor (me beso, como sellando lo que había dicho)

Abrazándome por el cuello se giro a ver a Marc y Pilar.

Yo.- Marc, la mano si nos la podemos dar hombre.

Nos estrechamos la mano, Marc apretó mi mano; me gusto. Había mucha gratitud en la mirada húmeda del joven.

Yo.- Esto se merece una botella de cava y unos brindis.

Las chicas se fueron a por la botella y las copas. Le hice un gesto a Marc para que se sentara en un sillón.

Yo.- Descansa hombre, que te lo has ganado.

Marc.- Tenía un grave problema mental al no saber hacer disfrutar a la Gua.... a Isabelle. Ha sido la ostia de guapo, perdón amo.

Las chicas volvieron entre risas.

Yo.- Ves, dos mujeres juntas y ya nos habrán estado criticando.

Pilar.- No, que va. Solo que están exultantes de alegría. Creo que te has ganado dos nuevos hijos adoptivos (reímos todos, la ocurrencia de Pilar)

Brindamos, bebimos y nos trajeron la paella. Comimos en buena armonía sin más cosas que resaltar.

Para tomar el café me senté en el sofá, con las chicas a los lados. Marc en un sillón.

Yo.- Bueno, ¿a partir de ahora follaréis más?, no.

Isabelle.- Lo voy a dejar más huesudo de lo que está.

Pilar.- Pobrecito, no me lo mates a polvos, chica.

Marc.- Sabíamos que teníamos que pedir ayuda a los amigos o a alguien, pero nos daba vergüenza por si lo contaban después. En la universidad hay mucha crueldad y como sepan algo malo de uno, lo machacan. Por eso estuvimos valorando la posibilidad de ir a un sexólogo, aunque nos daba corte.

Yo.- Muchas veces, es más fácil, abrirte a un extraño que a la gente cercana. Triste, pero cierto.

Isabelle me dio un beso y se colgó de mi cuello. Le sonreí, dándole un besito en la frente.

Isabelle.- Amo, ¿me permite que le chupe la polla? Estoy muy caliente.

Yo.- No, ahora no. (Sonriéndole) Y no, os ha dado corte, ofreceros como esclavos en medio de la calle, sin conocernos de nada. A mí, me parece una locura.

Isabelle.- Lo de la dominación lo teníamos muy claro; habíamos fantaseado muchas veces con esa posibilidad de ser dominados y ya teníamos asumido nuestros status de esclavos. Solo faltaba el amo. Y aparecisteis vosotros.

Yo.- Y cambiando un poco de tema. ¿tenéis alguna fantasía sexual vosotros? Aparte de la de ser sometidos.

La parejita puso cara de sorpresa.

Yo.- Las fantasías sexuales no son ni buenas ni malas. Por ejemplo una de las mías es lo que hemos hecho esta mañana; poner una fila de culetes, de mujeres, e ir pasando de uno a otro. A Pilar le podemos, en parte, solucionar la suya, de estar con varios hombres (Mirando a Pilar) Te apetece Marc por el chocho y yo por el culo a la vez.

Pilar.- Pues claro que sí.

Isabelle.- A mi también me gustaría probarlo.

Yo.- Pues lo probaras. Y tu Marc, ¿no tienes ninguna otra fantasía?

Marc.- Isabel ya la sabe. Es acostarme con mi cuñadita.

Pilar.- ¿Con la hermana de Isabelle?

Yo.- ¿Con el bomboncito de la fotografía?

Isabelle.- Sí, con ella; con mi hermana de 17 años. Si sueña en voz alta, con ella, el golfo.

Pilar.- (Dirigiéndose a Isabelle) ¿Y no te molesta?

Isabelle.- Claro que me molesta, pero los sueños no se pueden controlar.

Yo.- Pues cuando cumpla los 18 hacéis un trío, como hago yo con mis dos hermanitas. ¿Eh Pilar?

Pilar.- A mi me ha resultado fácil tener sexo con mi hermana Ana.

Isabelle.- Si el trío fuera con mi amo.

Yo.- El trío lo vas a tener mañana por la mañana antes de irnos.

Isabelle.- El trío me refería a usted, mi hermana y yo. Aunque dejaríamos que Marc participara si el amo lo considera oportuno.

Yo.- Alucinado, me dejas.

Marc.- Pues yo voto por ese cuarteto.

Pilar.- Me parece que te han buscado otro culito.

Isabelle.- Y quien mejor que mi amo, para desvirgar a mi hermana; por que seguro que es virgen. Y después, ya se la puede follar Marc; así no me parecería que me está poniendo los cuernos.

Yo.- Voy a tomarme otro café, que me habéis dejado sin palabras (todos rieron)

Pilar.- Pues, yo también tendré que buscarte culitos nuevos, para que te acuerdes de mi.

Yo.- De mi putita fiel, siempre me acordare (la bese en los labios)

Isabelle.- Bueno, pues cuando cumpla 18, igual un día recibes una llamada telefónica en la que te ofrezco el culito de mi hermana.

Yo.- Pues tranquila, no sufras, por que seguro que acepto. Pero eso si, con 18 años.

Terminamos los cafés y me puse a pensar que les ordenaba hacer a los tres jóvenes.

Yo.- Pues ahora mismo, me apetece darle dos azotes a Pilar. No has hecho nada malo cariño, pero me encantaría verte ese culo con mis manos marcadas.

Todos reaccionaron con sorpresa, ante mi propuesta. Pero fue Pilar, la que con una sonrisa se levanto.

Pilar.- ¿Dónde y cómo me pongo? mi amo, para satisfacer su petición.

Yo.- Túmbate encima de mis rodillas cariño.

Pilar se puso tal y como se lo dije y levanto el culo.

Pilar.- Amo, cuando usted guste puede usar este cuerpo; estoy dispuesta.

Le acaricie la suave piel de las nalgas.

Yo.- Veis (dirigiéndome a la parejita) Pilar es el ejemplo perfecto para mi tipo de dominación; sabe comportarse mientras no utilizo mi autoridad. Pero en el momento que le expreso mis deseos, no duda en complacerme.

Le di un azote inesperado, con los dedos de la mano juntos; hace más ruido y menos daño. Su tostadita nalga cambió de color. Ningún sonido salió de su boca.

Yo.- (Hablando muy relajado) Cariño, si te duele, dilo. Ten en cuenta, que si yo te azoto, es para disfrutar de todo lo que conlleva un azote; y tus quejidos son parte de él. ¿Te duele mi vida?

Pilar.- Sí mi amo, me ha dolido y todavía me duele.

Yo.- Ahora te daré el otro azote en la otra nalga, así estarán de igual color las dos.

Le di el segundo de la misma manera, sonoro y poco doloroso. Pilar esta vez si que dejo escapar un corto grito. Retire mi mano para ver esas dos espléndidas nalgas marcadas con mi mano.

Yo.- Gracias Pilar, como siempre tan servicial conmigo.

Me deje caer hacía un lado y quedé tumbado en el sofá.

Yo.- Pilar, túmbate a mi lado cariño. Vamos a dormir 15 minutos de siesta. Pareja, recoger la mesa y en un cuarto de hora me despertáis.

Isabelle.- Como diga nuestro amo.

Empecé a acariciar las nalgas calientes de Pilar, su suave espalda y le di un beso largo, pero tranquilo, de esos que no quieres que se acaben y que tampoco cansa. Era agradable estar junto a Pilar, el calorcito de su joven cuerpo me facilito el quedarme .......... dormido.

Pilar.- Amo, despierte; ya han pasado los 15 minutos.

Yo.- Hola, Pilar, cariño. Que agradable es despertarme y tenerte a mi lado, corazón.

Pilar.- Gracias, amo.

Poco a poco me desperté completamente. Me di una ducha rápida con las chicas y salimos al salón.

Yo.- Tenemos 2 horas largas hasta que salgamos para ir a comprar la ropa para Pilar e ir a cenar. Chicas ¿os han atado alguna vez?

Isabelle.- No, nunca. ¿Para que atarnos?

Pilar.- A mi tampoco y me pone un poco nerviosa estar tan indefensa. Aunque Ana me contó que la ataste y se lo paso muy bien.

Yo.- Las ataduras se deben practicar entre personas con mucha confianza entre ellas. Por que al fin y al cabo, pones tu vida en manos de esa otra persona. Fiaros de mi, como hasta ahora y disfrutareis con seguridad.

Pilar.- Haz de mi cuerpo lo que quiera (y me beso)

Isabelle.- De acuerdo, átanos. Hasta ahora te has portado bien con nosotros y nos has hecho disfrutar.

Marc.- ¿A mi también?

Yo.- No, a ti no te ataré. Venga, conservemos la intriga.

Fui a coger las cuerdas de mi maleta. Pase por la cocina y cogí unas tijeras de cocina grandes y regrese al salón.

Yo.- Pilar, ven aquí. Vosotros mirad como hago las ataduras, es importante no apretar demasiado.

Situé a Pilar en el centro del salón y le puse los dos brazos a la espalda con los antebrazos horizontales y juntos. Los até sin apretar, después hice una ligadura entre los brazos para que no pudiera separarlos.

Yo.- Pilar intenta soltarte.

Hizo todos los movimientos que quiso y pudo, pero la atadura resistía sin aprisionarle demasiado la carne.

Yo.- Es importante, cuando hagáis esto, tener a mano unas tijeras para cortar las cuerdas rápidamente. Mirar que la piel de las manos no cambie de color hacia el blanquecino ni hacia el púrpura. Y tenedlas atadas en la misma posición un máximo de 45 minutos. Marc, ata igual a Isabelle.

Empecé a sobarle las tetas desde atrás a Pilar y le pasaba muy suavemente las manos por todo su cuerpo. Mientras Marc terminaba, fui al sofá y de los dos cojines que tenía les quite su funda de tela, que comprobé era traspirable. Hice un corte, en la tela de los cojines, con las tijeras. Verifique las ataduras de Isabelle, estaban suficientemente sueltas.

Yo.- Bueno perritas ya estáis en nuestras manos. Vamos a hacer con vosotras lo que queramos y cuando queramos, no lo vais a poder impedir.

Me puse detrás de ellas y les tape las cabezas con las fundas, dejando el corte en la parte de sus bocas.

Yo.- Marc, cárgate a esa puta rubia y sígueme.

Yo me cargué al hombro a Pilar.

Las depositamos encima de una cama grande. Le indique a Marc sin que me oyeran las chicas, que a partir de este momento no había que hablar nada ni emitir sonido alguno.

La cuestión era que Marc debía hacerle a Isabelle lo mismo que yo le hiciese a Pilar.

Me puse a horcajadas encima de Pilar, a través de la tela bese sus labios y le pase le lengua por el cuello. Metí mi polla por el corte de la funda hasta encontrar la boca de Pilar; ella abrió la boca, introduciéndosela. Durante unos minutos disfrute de su lengua sobre mi glande; al mismo tiempo yo, amasaba sus tetas y pellizcaba sus pezones totalmente endurecidos.

Saque mi polla de su boca y cambiando de posición, me puse fuera de la cama y entre sus colgantes piernas. Las abrí; y ahí estaba el coñito más bonitos de todas mis putas. Ya brillaban sus inflamados labios externos. Fui a buscar el plumero de mi maleta. Las putitas intentaban notar nuestra presencia por el ruido, pero no había sonido alguno; el silencio aumentaba la atmósfera de excitación.

Pase fugazmente las plumas, por el interior de los muslos de Pilar; la sorpresa le hizo emitir un entrecortado suspiro-gritito; Isabelle lo oyó y giró su cabeza hacia Pilar para oír algo más. El roce de las plumas por sus muslos la cogió en tensión y soltó un pequeño y agudo grito. Pilar la oyó. La sorpresa había dejado de existir; así que, pase el plumero por tetas, planos vientres, montes de Venus, costillas. Y todo esto de forma alternativa, primero me centraba en una y cuando su respiración se aceleraba mucho; pasaba a la otra puta. Ellas sólo sentían el rocé de las plumas y cuando me iba de ellas; seguían excitándose, oyendo los jadeos de la compañera de cama. Como a los 10 minutos abandone el plumero y por señas le indique a Marc que nuestro siguiente objetivo eran sus vaginas y con la lengua.

Lamimos, chupamos, besamos; nada de lo que hay en la vulva, se quedo sin ser lengüeteado. Las chicas estaban muy cerca del orgasmo. Cogí a Marc del pelo y lo saque de la habitación. Me encendí un cigarro. A los 2 minutos le indique como debíamos continuar. Busque la vaselina y le puse un poco en sus dedos índice y corazón.

Yo.- Marc, ahora empezaremos metiendo estos dos dedos, en sus coños, de forma horizontal; cuando los tengas dentro, los doblas un poco hasta tocar una zona rugosa. Es como si fueras a acariciar el clítoris, pero por dentro. Apoyas las yemas en esa carne y mueves los dedos juntos de delante hacía ti y vuelta a empezar. (Le puse un poco de vaselina en el pulgar de su otra mano) Con ese pulgar a masajear el clítoris, no seas bruto, es muy delicado.

Marc.- Gracias , amo.

Yo.- Venga, vamos.

Las dos zorritas estaban otra vez intentando descubrir nuestro siguiente movimiento por el ruido. Les di otro ligero repaso con el plumero por tetas y costillas; les abrimos las piernas y metimos nuestros lubricados dedos en sus vaginas; los jadeos de sorpresa no se hicieron esperar; y más, cuando empezamos a mover los dedos dentro de ellas.

Yo mantenía mi mano izquierda en alto para que Marc la viera y no actuara sobre el clítoris todavía. Los jadeos de las chicas eran ya continuos y decidí que era el momento de poner a trabajar el pulgar sobre el "botoncito del placer femenino". Ya no eran jadeos, eran grititos de excitación. Yo dominaba los movimientos de cadera de Pilar, pero Marc tenía serios problemas para mantener a Isabelle en la posición adecuada. La belga empezó a tener su orgasmo y parece que eso desencadeno que Pilar también lo iniciara. Era una locura de placer, las dos putitas estaban disfrutando como cerdas y por fin Isabelle empezó a relajarse y al momento fue Pilar la que disminuyo el desenfreno de jadeos, gritos y movimientos.

Le indique a Marc que dejara de actuar sobre el clítoris. Y que la otra mano la relentizara. Las chicas estaban intentando coger aire después del esfuerzo realizado. Sacamos nuestros dedos de ellas. Saqué a Marc de la habitación.

Yo.- Ahora a follar. Tu siempre al coño, recuerda que sus anos son míos. Empezaras con Isabelle, procura que no se corra; si la ves muy excitada relentizas las penetraciones. Cuando te diga, cambiaremos y pasaras a follarte a Pilar por el coño. Volveremos a cambiar y te correrás dentro de Isabelle cuando ella haya llegado al orgasmo. Ahora no puedo estar pendiente de ti, si notas que te vas a correr recuerda lo que te dije, acuérdate de tu madre, tu padre o algún cura, lo que quieras pero que te baje la excitación. ¿De acuerdo?

Marc.- Sí, amo. Gracias.

Las chicas se estaban recuperando de su anterior orgasmo; nos situamos delante de nuestra putita correspondiente, abrimos sus relajadas piernas y nos las pusimos en los hombros. Encare mi polla al coño de Pilar y empuje. Entro fácilmente, un suspiro profundo emitieron las dos zorritas. Iniciamos las penetraciones, aumentando su frecuencia paulatinamente, muy pronto las chicas empezaron con sus jadeos. Pilar tenía una respiración muy rápida. Saque mi polla de su coño y la metí en su ano; con dos empujones entro hasta el fondo. Estuve unos 3 minutos bombeándole el culo. Me salí de Pilar y me fui hacia Marc. Le hice salir de su mujer y lo mande con Pilar. Yo metí mi polla en el ano de Isabelle, que al notarlo dijo "Amo". Sonreí.

Marc le daba fuerte a Pilar, parece que le tenía ganas. El ano de Isabelle me apretaba la polla de una manera deliciosa. La estuve penetrando unos minutos y me salí. Me fui hacía Pilar, Marc tenía su polla fuera; estaba intentando recobrar la calma. Lo envié con su mujer. Metí mi polla en el culo de Pilar; ella emitió un "sí" que me supo a gloria. Empecé con penetraciones muy profundas pero lentas, aumentando la frecuencia poco a poco. Pilar estaba muy excitada, tenía que bajársela. Isabelle empezó a gritar su corrida. Y Marc bombeaba de manera frenética, dio dos o tres golpes de riñón fuerte y se quedo quieto. Me miro y le indique que se fuera al salón. Aumente mis penetraciones en el culo de Pilar para que se corriera pronto. No se hizo esperar y entre gritos se corrió, saliéndole sus jugos por el coño. Desacelere mis bombeos y cuando la vi relajarse me salí de ella y de la habitación.

Marc estaba en el salón sonriendo y sudoroso. Le di dos golpecitos en el hombro a modo de felicitación. Me fui a la nevera y saque dos botes de cerveza que abrí con cuidado para que no lo oyeran desde la habitación. Le di uno a Marc y nos sentamos a beber. Encendí un cigarro.

Nos tomamos la cerveza rápido y apague el cigarro. Fuimos a la habitación.

Yo.- ¿Ya se han relajado mis putas maravillosas?

Les dimos la vuelta para desatarlas y masajearles los brazos. Nos tumbamos a sus lados y dándole besitos en las tetas les quitamos las capuchas. Las besamos en los labios y las caras de las chicas demostraban felicidad. Pilar me abrazo mientras me metía la lengua. La pareja se levanto de la cama, yo levante a Pilar e Isabelle se nos abrazo a los dos.

Isabelle.- Que bueno ha sido. Que bien me lo he pasado, me gusta esto de atarme.

Pilar.- Me ha gustado, amo. Ana tenía razón.

Salimos al salón.

Pilar.- ¿Os habéis cambiado entre vosotros?

Yo.- ¿Tú qué crees?

Pilar.- Tu me has comido y dedeado el coño; después me la has metido en el coño un momento. Te has salido y Marc me la ha metido en el coño dándome fuerte y por último has vuelto tú ha follarme el culo.

Yo.- Bingo para mi bomboncito. Estabais las dos preciosas, respirando fuerte y con los pezones a punto de salir disparados. Y que me decís de no ver nada, oír muy poco y todo vuestro cerebro concentrado en el tacto. ¿Os ha gustado el plumero?

Isabelle.- El primer toque me ha asustado, por la sorpresa. Pero después todo ha sido una pasada. Lo he disfrutado enormemente. Lo repetiremos nosotros.

Yo.- Varias cosas sobre las ataduras, cuando las hagáis, nada de alcohol, ni drogas. Debe haber en un sitio accesible y conocido por la persona atada unas tijeras grandes. La atadura que os he enseñado, puede desmontarla el atado, cortando la cuerda que une los brazos. Esto es por seguridad; imaginaros que el dominador se desmaya por cualquier motivo. El atado se quedaría indefenso y no podría ayudar al otro. Esto es un juego, pero debéis tener cuidado. Y recordar, no apretar las ataduras.

Marc.- Tendremos cuidado. Gracias de nuevo.

Yo.- Iros a ducharos que queda poco tiempo si hay que ir a la tienda y a cenar. Pilar, cariño, vamos a ducharnos nosotros.

Ya todos limpios y vestidos, salimos a la calle. Isabelle nos guiaba hacia la tienda.