Dominación a contra reloj ⌛⏳
Si dominar o ser dominada es increíblemente placentero, hacerlo de manera efímera, con la finalidad de poder vencer el tiempo, lo es mucho más. ⏲
Los masajes siempre han sido un excelente camino que puede ser utilizado como un excelente juego previo, esta vez no era la excepción.
Sus manos se deslizaban por mi espalda, ejerciendo un poco de fuerza a la altura de mi cuello, lugar donde le había indicado que tenía un poco de dolor y mucha tensión a nivel muscular.
La habitación había adquirido un aroma muy agradable gracias a la crema de extractos de frutas que me estaba aplicando, su teléfono estaba cumpliendo el papel de corneta y mi cuerpo se encontraba totalmente relajado debido a la armonía que existía entre mis sentidos de oído, tacto y olfato. Con respecto a todo lo que estaba ocurriendo en aquella habitación.
El momento perfecto llegó a su fin cuando la música se vio interrumpida por una llamada entrante, ella mantuvo una conversación durante varios segundos y concluyó la llamada con la frase “Ya te envió la ubicación para que sepas llegar”. Prosiguió con el masaje, se acercó a mi oído y dijo.
- Aún estas en deuda conmigo, espero que la próxima vez que nos veamos me pagues.
Disfrace de ingenio mi plan y mientras me colocaba boca arriba en la cama, le preguntaba a qué deuda se refería. Ella terminó de enviar la ubicación GPS y le respondieron con una nota de voz que en 30 minutos llegaban al lugar.
Sabia claramente a que se refería con mi deuda, en nuestra última conversación me había pedido que quería ser dominada y hacerlo al frente de un espejo.
Ella sonrió y me dijo “olvídalo”, la atención de sus manos pasó de mi espalda a mi pene debido a la posición que había tomado. Mientras tanto yo dirigía mi vista por toda la habitación en búsqueda de algún instrumento para poder atarla, detecté una correa amarilla de tela y aunque no es mi material preferido sabía que podía hacer el trabajo requerido, acto seguido voltee a ver mi reloj y marcaba las 05:43 post meridiem.
Comenzamos a besarnos apasionadamente y en la primera oportunidad que tuve su ropa ya había sido despojada por mis hábiles manos. Observe nuevamente mi reloj y noté que habían transcurrido 5 minutos desde que había enviado la ubicación y aun yo no había puesto en acción ni siquiera la primera parte de mi plan.
La tomé por la barbilla y le dije.
- Ponte de pie.
Ella obedeció y le indique con mi dedo un lugar más amplio al frente de la cama.
- Ahora pon tus manos detrás de tu espalda.
Asintió con la cabeza sin decir una sola palabra. Tomé sus manos, la correa y puse en práctica mis conocimientos de Bondage para inmovilizar completamente sus manos. Le di una nalgada y deslice mi mano por su entre piernas para asegurarme del grado de humectación que poseía.
- ¡Arrodíllate!
Ella lo hizo de manera casi inmediata y levantó la mirada a la espera de otra orden. La tome por el cabello e introduje mi pene en su boca y recordé claramente los mensajes que me había envido a través del Whatsapp.
Quiero mamártelo arrodillada.
Quiero que seas tú quien me lo meta a la boca.
Que me ahogues al hacerlo.
Que me lo hagas con mucha maldad.
El recuerdo de aquella conversación y observar como aplicaba sus dotes a la hora de chuparlo mientras veía como sus brazos y manos aplicaban fuerza constantemente buscando la manera de soltarse, me llevaba a un nivel de morbo y excitación incalculable. Mire la hora 05:55. “Mierda estoy en contra reloj”.
Con mi mano izquierda ejercí un poco de fuerza con la finalidad que levantara su hermosa cara, mientras que con la otra mano retiraba mi pene de su boca y simultáneamente golpeaba su rostro con mis 18 cm, la miré fijamente y le pregunté.
- ¿Esto es lo que querías?
Asintió con una mirada muy sumisa y su boca se encontraba abierta a la espera de seguir devorando mi pene, me pude percatar como su vagina se encontraba goteando el piso de la habitación. Una risa de satisfacción se dibujó en mi rostro.
Me incliné para besar sus labios y noté como su respiración era la muestra más clara del grado de excitación que tenía, le di una cachetada y sus ojos mostraban un deseo infinito, acto seguido volví a colocar mi miembro en su boca y captaba la desesperación en todo su cuerpo al no poder tocarme. Fui subiendo la intensidad gradualmente mis movimientos dentro de su boca a tal punto que sus labios habían recorrido todo el tronco de mi pene y se encontraba besando mi área pélvica, en ese preciso instante la mantuve agarrada por el cabello ejerciendo fuerza hacia mi cuerpo.
Ella se ahogó brevemente y sus ojos se aguaron un poco, sabía que una corriente de adrenalina y excitación se disparaba por todo su cuerpo. Aproveche el momento la levanté y la dirigí al baño de la habitación, la situé en frente del lava manos y le ordene que tenía que mantener su mirada fija en mis ojos por medio del espejo.
Ella disfrutaba ver esa mirada de dominador y yo deslizaba mi pene por su muy húmeda y estrecha vagina.
Su boca expulsaba gemidos desde lo más dentro de su ser, su mirada hablaba a través de aquel espejo pidiendo que la cogiera más duro, sus brazos luchaban por soltarse y ella suplicaba que la soltará. Por otra parte yo permanecía manteniendo el contacto visual y azotando sus nalgas.
Mis movimientos de cadera iban en franco aumento y en cada embestida sentía que alcanzaba un nivel más profundo dentro de ella. Ella grita inclementemente
- ¡Desátame!, ¡suéltame!, ¡Desátame!, ¡Te lo pido!, una y otra vez, su cabeza había descendido de la altura del espejo. La volví a tomar por el cabello enderece su cabeza para que siguiera manteniendo el contacto visual.
Tanta fuerza había realizado que vi que el nudo estaba perdiendo su entrelazamiento, así que tome nuevamente la correa le di otra vuelta sobre sus manos y mantuve mi mano para que no pudiera soltarse. Aceleré aún más mis movimientos y en cuestiones de segundos ambos estábamos acabando y mirándonos a través del espejo.
La solté y pude notar su cara de satisfacción, sus latidos al máximo y que sus piernas temblaban.
Me volteo a ver y me dijo.
- Te gusta dominar y eso se nota, estas creando un monstruo de mí del cual no me voy hacer responsable
Yo solamente sonreí, observaba como se bañaba, mientras su teléfono en la cama no dejaba de sonar.
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