Doble violación
Mi novia y yo fuimos cogidos por cinco hombres durante un fin de semana.
Mi novia, Angie, y yo tomamos la decision de pasarnos unos dias en un hotel de un balneario proximo a la ciudad en la cual vivimos.
Para eso hicimos las reservaciones, efectuamos el pago y desde el sabado por la mañana nos dirigimos al hotel.
Llegamos a media mañana, nos registramos, fuimos a nuestra habitación y de inmediato nos dirigimos hacia la playa privada que tiene el hotel para sus visitantes.
Angie es una chica de 18 años, piel morena, unos pechos medianos y una estrecha cintura, pero lo que mas resalta de su cuerpo es un tremendo culo que se marca muy bien cuando usa jeans.
Es una chica que le gusta que la admiren, por lo que siempre se viste muy sexi, lo que hace que los hombres la acedien y en esta ocasión no iba a ser la excepcion.
Angie eligió unas tanguitas bien diminutas, de esas que apenas cubren por delante con un triangulito, dejando todas las nalgas a la vista. Yo, para no quedarme atrás, le segui la corriente. Su tanga era blanca, lo que hacia un gran contraste con su cuerpo moreno, mientras que la mia era negra.
Nos dirigimos a la playa y nos acomodamos cerca de unos hombres, como de 30 o 40 años, puertorriqueños, que en plan de turistas habian llegado esa misma mañana al hotel.
De inmediato note la forma en que todos nos miraban, especialmente a Angie.
Estamos tomando cerveza, cuando comenzó a sonar una música movida, lo que provoco que mi novia se levantara y comenzara a moverse al ritmo que escuchaba.
Mientras lo hacia me daba la espalda y meneaba bien sus glúteos negros, provocando mi excitación y la de los cinco boricuas que empezaron a aplaudirla.
Esto hacia que Angie se moviera mas sensualmente, contoneando sus caderas de manera circular, despertando el apetito de los hombres que la miraban.
Tras parar la musica, le dieron un gran aplauso, le convidaron a una cerveza y nos invitaron a compartir con ellos.
A pesar de mi recelo acepte y estuvimos charlando durante un buen rato, intercambiamos habitaciones y los tipos de marcharon.
Angie y yo nos pusimos un pantalón corto y nos fuimos a la discoteca, donde continuamos bailando y tomando hasta la media tarde cuando estabamos tan ebrios que decidimos irnos a descansar a la habitación.
Cuando llegamos y me disponia a abrir la puerta, no sin mucho trabajo debido a todo el alcohol que habia consumido, siento como unas manos me empujan hacia dentro de la habitación, cayendo al piso.
Antes de poder levantarme unas poderosas manos me toman del pelo y me incorporan, a la vez que me doy cuenta que son los boricuas que habiamos visto en la playa. Trato de defenderme, pero la torpeza me lo impide y caigo en sus brazos.
Angie, al igual que yo, es poco lo que puede hacer para defenderse y tambien es fácilmente presa de los boricuas.
"Vamos no hay tiempo que perder", dice uno de ellos.
"Estoy muy caliente, estos dos me han excitado mucho", responde otro.
Me toman a mi y a Angie y nos tiran sobre la cama y aprovechan para desnudarse. Puedo ver sus cuerpos blancos y sus penes muy endurecidos, por lo que pienso que van a violar a Angie.
Los tres primeros toman a mi novia y comienzan a desnudarla. El primero se deshace de sus pantaloncitos cortos, el segundo le rompe la parte superior del traje de baño y el ultimo le destroza la tanga con sus propias manos.
"Asi te queriamos ver, perra. Pensaste que nos iban a dejar con la calentura que nos provocaste en la playa, puta. Pues no, maldito cuero dominicano, ahora vas a saber lo que es gozar, como singan los boricuas"., dijo uno.
Inmediatamente uno se tiro a la cama, mientras los otros dos colocaban a Angie sobre el, provocando que el guevo del tipo la penetrara, sin lubricación, por su rasurado coño. Mi novia pego un grito que fue callado por un golpe de mano abierta en su cara de otro de los hombres.
"Callate, prostituta y preparate a hacer lo que mejor saben hacer las mujeres dominicanos, acostarse con todos los hombres que pueden y satisfacerlos en todo", dijo otro.
El segundo se puso detrás de Angie, le abrio las nalgas con sus poderosas manos y tras algunas lamidas en el centro de su culo, procedio a meter su guevo por el agujero trasero de mi novia, provocando un nuevo grito.
"Vagabunda, que te calles", grito el otro. "Ya se como te hare callar, toma esto", añadio al tiempo que hacia que Angie abriera la boca e introducia su erecto falo, el cual desaparecio totalmente entre los gruesos labios de la hembra.
"Ven dominicanito, ahora te toca a ti", me dijo el cuarto, quien junto al quinto tenia una gran polla, pero todavía sin erectarse, lo que se extraño con el cuadro que presentaba mi novia, que estaba siendo cogida por tres a la vez.
Esos dos ultimos me tomaron y tiraron en la cama, al lado de la escena que protagonizaban Angie y sus tres violadores, uno en un extremo de mi cuerpo y el segundo en el otro.
Me despojaron del pantalón, pero uno le pidio que me dejara la tanga puesta, ya que le daba mucho morbo ver mi culo apenas cubierto por un hilito.
La fuerza de los hombres, todos con mas de seis pies y 200 libras, era el doble que la mia con mis 5-5 y 130 libras, por lo que no les fue difícil ponerme en cuatro patas.
"Mientras nuestros amigos miraban a tu novia, nosotros, sin que te dieras cuenta, te mirábamos a ti, cariño. Somos gays y nos gustaste desde que te vimos. Vamos a raparte y ha sacarte todo el juego sexual que tiene tu lindo cuerpo", dijo otro.
Dicho y hecho, el que estaba delante mi me tomo la quijada con una mano, me abrio la boca y metio en ella su pene, grande y gordo, que senti introducirse completamente hasta mi garganta.
El de atrás, mientras tanto, comenzo a darme potentes nalgadas, al tiempo que decia que le gustaba mucho mi culo, que estaba requetebueno y que seria un placer para el convertirme en su puta.
Mientras tanto, Angie seguia siendo victima del ataque de los otros tres tipos, los cuales se habian venido ya un par de veces cada uno dentro de su boca, toto y culo. Borracha y superada en numero y fuerza, era poco lo que podia hacer para no obedecer el mandato de sus salvajes amantes.
De repente senti como el tipo detrás de mi corria mi tanga hacia un lado y, sin ningun tipo de caricia previa, metia su guevo en mi cavidad anal provocando un grito reprimido por el que estaba delante que no cesaba de follarme la boca con rapidas entradas y salidas de su pene.
Uno de los tipos que tomaba a Angie se sento al borde de la cama, sentando a su cuero, antes mi novia, en sus piernas y atravesándola por delante con su estilete, mientras los otros dos se incoraban y hacian que la perra dominicana, como la llamaban, chupara alternativamente sus trancas paradas.
"Te lo dije, que no hay nada mejor que una puta dominicana, puedes hacer lo que quieras con ellas y siempre estan dispuestas a todo, no es asi, mi perrita", dijo uno, mientras Angie, al borde de uno de los incontables orgasmos que tuvo y con la punta de los penes de los otros dos en la boca, asentia con la cabeza.
Yo seguia siendo cogido por los dos cabrones puertorriqueños que ocupaban mis agujeros con sus inmensos penes, cuando escucho gemidos de parte del que me tomaba por la boca y empieza a derramar su leche dentro de mí.
"Trágatela toda, maricon. Disfruta el sabor de mi leche boricua, la mejor que vas a saborear en toda tu vida de ramera", expreso mientras me tapaba la nariz, obligándome a beber todo el semen que salio de su grueso aparato.
Los tres que rapaban a Angie no pudieron contenerse mas y, por tercera vez, se vinieron, uno dentro de la concha de mi novia, y los otros dos en su boca. "Vamos, sucia, toma lo que te mereces por ser tan puta", exclamo uno.
El que me tomaba por el culo tambien llego al momento sin retorno y, dándome intensas estacadas con su cipote, eyaculo placenteramente en mis entrañas, mientras castigaba severamente mis pompis con intensas nalgadas que enrojecían mis nalgas.
"Coño, que polvo tan bueno he echado. Este culo esta sabroso, bendito. Quiero seguir cogiendo a este puto hasta que se me gaste el guevo", grito.
Los primeros tres tipos pusieron de nuevo a Angie en cuatro patas y, mientras mis amantes se recuperaban, estos me usaron para que les mamara el guevo y provocar de nuevo su erección.
Una vez que estaba bien parado el falo, se acercaban a mi novia y se lo metian, primero por el culo y luego por la chocha, dejando sus leches en ambos sitios de su anatomia. Los tres nos usaron asi.
Luego fui yo el que fui colocado en cuatro, mientras Angie chupaba los penes de los dos restantes, que hicieron la misma operación que los anteriores, solo que en este caso el culo que fue cogido fue el mio.
Dos de los primeros me pusieron boca arriba en la cama y a Angie encima de mi, formando el famoso 69, mientras que ellos se ponian en los extremos del cuerpo de mi novia.
El que estaba detrás le metia el pene a Angie por el culo, lo sacaba y me lo metia en la boca para que se lo chupara y luego volvia a introducirlo en el culo de mi novia, mientras que el de delante se satisfacía con la boca de mi chica, pero cuando sentia que se iba a venir, sacaba su aparato de ella la ponia a chupar el mio.
En primero se corrio abundantemente sobre el culo de Angie y luego me obligo a limpiarle las nalgas con la lengua, lamer y beber toda la hedionda leche que solto. El otro se vino en la boca de mi novia, la obligo a retener la lechada en la boca, derramarlo sobre mi guevo y luego lamberlo, recogiéndolo todo y tragarlo.
Entraron en accion los dos gays, quienes tumbaron a Angie boca arriba y me pusieron a mi sobre ella en el 69, el primero hacia que mi novia le chupara su pene para luego atravesar mis nalgas y comenzar a darme una tremenda cogida. El otro me hacia lamer el coño de mi chica, tomar con la boca sus jugos y derramarlos en su guevo para luego empezar a chuparlo hasta hacerlo acabar, tirar su leche sobre el clítoris de mi chica y volver a tomarlo desde ahí.
El que me hacia el culo se vino sobre mis glúteos y ordeno a Angie que se lo bebiera directamente lambiendome el ojo de mi trasero y sin dejar escapar ni una sola gota.
Fuimos colocados uno al frente el otro en cuatro patas, mientras eramos penetrados, yo por el culo y ella por sus dos hoyos, ya que habia uno de los tipos acostado bajo ella, mientras uno de los gay y el otro hombre se alternaban nuestras bocas para que mamasemos sus guevos.
Nuestras nalgas eran azotadas inclementemente por las manazas de nuestros amantes anales, mientras en el penetraba a Angie por el toto, chupaba sus senos, los mordia y retorcia con los dedos.
Se fueron turnando, los hombres penetrando siempre en el cuerpo de mi novia, convertida en la mas puta de las rameras y los gays haciendome suyo con sus potentes penes arrechos.
Nos pusieron en el centro de la cama con las bocas abiertas y las lenguas afuera, mientras todos se masturbaban y explotaban en un torrente de semen combinado que lleno nuestras caras, lenguas, bocas, labios, pechos y cuello.
"Nunca habia disfrutado tanto de un cuero como hoy", expreso uno de los tipos, mientras que uno de los gays decia que yo era el tipo que mas ha disfrutado en su vida.
Salieron de nuestra habitación y nos dejaron sobre la cama cansados de haber sido tratados como dos putas, dos perras calientes y salidas que usaron sus cuerpos para satisfacer el deseo de cinco hombres insaciables.