Doble vida (real)

La verdad no sé que hubiera sido de mi vida sexual si no la hubiera conocido...

Lucy llegó preguntando sobre un curso, la invité a pasar a nuestras instalaciones, a lo que ella aceptó y decidió quedarse. Nos fuimos conociendo poco a poco, sin intimar en lo absoluto, pero compartiendo el gusto por las espadas de 6 cuerdas, o sea, las guitarras.

Ella tenía un grupo donde venían sus amigas a practicar de forma semi profesional y me había invitado a participar y acepté.

Cabe mencionar que soy casada, son hijos, y que tengo un marido, Fernando, que es bastante hábil e inteligente, de quien hasta hace tiempo estaba muy enamorada. Fer trabaja fuera de la ciudad de lunes a viernes. Y sólo está conmigo los fines de semana.

Mi trabajo me permite conocer a mucha gente, y es en este sentido que conocí a Lucy, en el rollo del desarrollo humano.

Lucy y su grupo femenil, estaban poniendo una canción para un concurso nacional y estaba solicitando a todas las integrantes fueran puntuales y formales, pues la cosa era en serio. La verdad, yo lo tomaba más como hobby y por supuesto, para no llegar a casa tan temprano y sentirme sola. Pero los viernes, me salía muy temprano del ensayo porque llegaba mi marido, a quien me fascinaba ver. Me encantaba estar con él en la intimidad, pues ni por asomo me habían gustado las chicas.

Un día viernes, llegué tarde al ensayo porque me retrasó mucho el trabajo y como Fernando no iba a venir a casa, pues decidí ir a ensayo y quedarme hasta lo último. Y cual fue mi sorpresa, ya estaban ensayando y todas me vieron con cara de reproche. Hice caso omiso y saludé sonriendo a todo el grupo, aún a las que no me conocían… Y ahí estaban unos ojos negros observando, espiándome y recorriendo cada uno de mis movimientos, a lo que yo no puse atención.

Cuando terminó el ensayo, me dirigí saludar a la dueña de esos ojos, se llamaba Samantha, la cual estaba con su amiga Amanda:

-Hola, perdón por el despiste, me acabo de enterar que tú también eres hermana de Lucy. Me llamo Luisa y soy nueva en el grupo.

- Ahhh, sí! Mucho gusto… (cortón y siguió platicando con su amiga )

-Oye, perdón que te interrumpa, pero creo que te conozco de alguna otra parte.

- No lo creo!

  • Tienes otra hermana? Te pareces mucho a mi amiga Marcela.

- No. (nuevo cortón)

Y como sucede en estos casos cuando tienes que encontrar a alguien para aprender algo, me tocó estar en las voces medias con ella. Me fui dando cuenta poco a poco que se ponía nerviosa cuando hablaba conmigo y no me explicaba por qué.

Un día fuimos a festejar a un antro el cumpleaños de Lucy y me llevé a Fernando conmigo y ahí Samy cambió del todo su trato conmigo y se portó grosera… no me explicaba por qué.

Días después Fernando me preguntó:

  • Como que ese grupo es medio raro, ¿cierto?

  • Raro? En qué sentido?

  • Pues yo diría como que es un grupo gay.

Pasaron los meses y Samy y yo seguíamos haciéndonos íntimas, la invité a un curso, y nos empezamos hacer amigas, tanto como si nos conociéramos de otras vidas. El curso se terminaba y nos veíamos para hablar del mismo, pero la verdad era justo el pretexto para vernos y charlar hasta muy tarde. Ella se ponía nerviosa al principio que iniciábamos las charlas y aunque no sabía por qué no le preguntaba.

Cada vez que nos veíamos yo me ponía muy contenta. Si aún me encontraba atorada en la rutina del trabajo, procuraba dejarlo para el día siguiente con tal de estar con ella a tiempo. Luego me contó que a ella le sucedía lo mismo y se ponía de malas cuando estaba tarde a nuestras citas.

El día que finalizaron las clases y me despedí de ella, sucedió lo inesperado y me tomó por completa sorpresa, cuando le di un abrazo y un beso en la mejilla, ella me sujetó y me besó en los labios, a lo que me dejó sin habla (pero no me desagradó) y sólo le pregunté ¿por qué?

Semanas después, notamos que no podíamos dejar de llamarnos por teléfono ni un día o tener algún detalle la una con la otra, necesitábamos estar juntas…. Me estaba enamorando de Samy!

Un jueves vino a ver una película a la casa y la invité quedarse para que no regresara sola a su casa. Después de la película, cuando apagamos la luz tenía a Samy a unos 5 cm de mi cara, me quedé atónita, inmóvil, mientras ella empezó muy delicadamente a recorrer mi cuerpo con sus manos largas y delgadas. Como yo no le dí respuesta (pues era algo completamente nuevo para mi, repito) Samy se disculpó y se sintió apenada. Se fue a su casa.

Yo me iba de viaje el viernes por la mañana y me sentía completamente confundida y tonta! No sabía qué hacer, pero la sensación era clara: quería estar con Samy, moría de ganas que ya fuera domingo para estar de regreso. Mi tormento fue mayor cuando me percaté que no había señal telefónica en aquel lugar campestre y mi desesperación era del tamaña del mundo!

De regreso, en cuanto tuve señal, le escribí y le dije que llegaría muy tarde a la ciudad, pero que me esperara despierta, que por favor me acompañara a dejar a una amiga a su casa. Pasé por ella y Lucy, su hermana se molestó muchísimo conmigo porque Samy estuvo enferma los días en que yo estaba fuera, pero en cuanto le llamé su puso en pié, valiéndole todo!

Fuimos a dejar a mi amiga y de regreso no pude más y le confesé que no podía dejar de pensar en ella, que me moría por estar en sus brazos, todas las palabras de una mujer que descubre el amor en los brazos de otra chica. Me besó y le respondí con todo mi ser!

Me recorrió toda, me besó, me amó, me sedujo tan suavemente, que sentía que me moría! Me rosaba el cuello, mientras sus manos se perdían en mi blusa, me llevó a la cama como quien deposita algo muy frágil, cuanto besó mis senos, mis pezones estaban muy duros y erectos. Sentí como su lengua hacía círculos alrededor de ellos. De pronto, su mano se metió en mi pantalón, y me acariciaba mi pelvis sin tocar aún mis genitales. Y así me fue desnudando

Fue mordisqueando muy sutilmente mi cuerpo, yo estaba a mil, nunca me había puesto tan húmeda: NUNCA! De pronto, sentí sus labios en mis muslos y su lengua juguetaba con mis reflejos, lo que me puso toda loca. Se empezó a beber todos los líquidos que emanaba mi vagina, lo cual me exitaba mucho más al verla saboreando los jugos de mi conchita dicéndome:

  • te gusta que te la mame princesa?

Hasta que ya no pude más y me corrí. Posteriormente, se subió en mi, frotando su clítoris con el mío, llevándome a un viaje orgásmico! Increíble!

Ahí ella se corrió toditita, estábamos felices, mirándonos a los ojos, hablándonos de todo lo que había nacido desde aquel beso que me arrimó y luego, pícaramente, me sorprendió nuevamente bajando a lamer mis genitales, a beberse nuevamente cuanto líquido salía, a manosearme hasta el cansancio, hasta dejarme sin aliento!

Por supuesto, me indicó qué tenía yo que hacer para que ella terminara como le gustaba. Yo seguía tumbada en la cama, por lo tanto ella me acercó su conchita mojadísima, la cual se escurría por mi boca, mi cara, mi cuello. Mamársela fue la mejor experiencia que tuve, nos pusimos a mil, ella se corrió como jamás había visto! La verdad se mueve como una diosa en la cama, después de hacérmelo oral, me penetró con sus dedos largos y delgados, haciéndolos vibrar. Me hizo jadear como posesa hasta correrme nuevamente! Le devolví el gesto, sin embargo, me prometí mejorar en lo sexual porque me lleva mucha ventaja!!!

Ahora me estoy con mi Samy, de lunes a viernes y los fines de semana me convierto en la señora de la casa, al lado de Fer. Y después de 2 años, de mi relación con ella, no me arrepiento de haber aceptado su cálido beso.