Doble Premio, tercera parte
Dos al tiempo, que lindo regalo, doble premio, a falta de uno!
........La tome de los brazos, y la icé hacia mi. Nos besamos mas con cariño que con pasión, como dos enamoradas que éramos. Así estábamos, juntos la una a la otra, cuando sonó el timbre del apartamento.
"Es Jennifer", dijo ella......
Daniela corrió a abrir la puerta, con su verga todavía goteando. Mis ojos no daban crédito a lo que veía, Jennifer era una mujer tremendamente hermosa, parecía modelo de alta costura, a lo Noemí Cmpbell. Además, estaba vestida muy femenina pero sobriamente. Que buen gusto tenia, ciertamente. Lo único que la delataba era su voz, un poco ronca. Sin embargo ella la manejaba muy bien. Después de un rato uno se acostumbraba y parecía como si tuviera algo de resfrío, o hubiera estado gritando mucho y se hubiera quedado algo ronca. Daniela y Jennifer se abrazaron, dándose besitos en la mejilla como dos amigas íntimas. Jennifer noto que estaba parado, digo parada, en la mitad de la sala, en ropa interior, y exclamó: "No me dijiste que tenias un amigo para complacer, Daniela?" "Si, mami, cuanto te llamé era un amigo, pero ahora, ya ves...."
Jennifer se me acercó, y yo, nerviosa, tape mi verga con mis manos, justo como hace una mujer con su sexo cuando está desnuda. "Como te llamas, nena?" me preguntó en el oído. "Jo....digo, Zoraida"."Daniela, dime, esta es la primera vez que ella se viste?" "Si, mami". "Pues no pareciera, tiene cierto savoir-faire, un no se que, como una femineidad natural" Yo me ruboricé. Un comentario como ese venido de esa mujer tan sexy y tan elegante era todo un cumplido. "Prometes mucho, Zoraida, mucho, mucho. Te gusta sentirte mujer". "Me gusta cada vez más, mami" y le piqué un ojo.
"Ah, caramba, que coqueta eres, monita" y me plantó un beso en la mejilla. Yo no supe porqué lo hice, pero le devolví un beso en sus labios, tomándola por las mejillas y acercándola hacia mi. Ella era bastante mas alta, y se inclinó para responder a mis intenciones. Sentí su lengua fogosa inundar mi boca, y me empecé a marear. Cómo besaba de bien esta negra, que éxtasis!. Sentí que me tocaban el culo, y era Daniela detrás mío, que me susurraba en la oreja: "Ten cuidado, mami, ella tiene esa característica, sus besos emborrachan, y ni que hablar de lo que hace su verga"
Sentí una oleada de calor que me subía por las piernas y hacia ruborizar mi rostro. Jennifer me dijo: "Daniela me dijo que te había quedado haciendo falta.....". "Bueno, si, quede como con ganas de algo mas". "Algo así como esto" me dijo arrimando su verga hacia mi vientre. A pesar de la falda sentía el tamaño de su miembro, bastante mas respetable que el de Daniela y el mío. Le calculé unos 23 cms.
"Oh!" exclamé. "Jajaja!"rió ella, "vamos a ver que tan hambrienta eres, zorra", y me abrazó por la cintura, izándome en vilo como si yo fuera de papel. "Alzas pesas" dije yo. "Hay que cuidarse, mami" respondió.
No tenía idea de que era lo que se avecinaba. Entre el baño conjunto, la transformación en Zoraida, y mi derramada entre Daniela, no había tenido tiempo de pensar que era lo que podría ocurrir una vez estuviéramos juntas las tres. Jennifer se sentó en el sofá, el huésped de nuestras dos culeadas anteriores con Daniela, y me sentó en sus piernas. "Ven acá mamita, déjate querer". Era increíblemente suave y femenina, a pesar de su corpulencia. Sus ademanes eran suaves, y uno no se esperaba que tanta delicadeza procediera de ella, corpulenta como era. Nos engarzamos en un beso apasionado, que nuevamente me hizo sentir mareada. Sentía como si flotara, como si estuviera apoyada en un colchón de nubes. Cuando me dejó de besar, me desgoncé en sus brazos, sintiendo como si ella me hubiera extraído mis fuerzas en ese beso. "Parece que ya estás lista" me dijo. Yo asentí con mi cabeza, y dije en un susurro, "si, si lo estoy"
Lo estoy? Pensé. Lista para qué? Y al girar mi rostro vi a Daniela acostada en el piso, meneándose su tronco, que ya estaba bien dispuesto. No parecía que se hubiera acabado de correr!. "Que quieres que haga, negra?" le pregunté a Jennifer. "Ve y siéntate sobre Daniela, y trágate esa hermosa verga con tu culo.
"Claro que si" dije, y procedí a cumplir esa orden. Si todas las ordenes fueran así de placenteras! . Me acaballé sobre Daniela, sentándome sobre su vientre. La cabeza de su pene tocaba mis espaldas. Ella me dijo: "Ven mamita, ven conmigo, estoy lista para ti" Yo levante un poco mis caderas hasta que sentí su verga en posición. Jennifer, que entretanto se había arrodillado atrás de mi, tomo la verga de Daniela con sus manos y me dijo, "Ya está lista, anda, cómetela!". Yo, sumisa, arremetí sobre el falo erguido, echándome hacia atrás y hacia abajo. Sentí cómo de un solo golpe el tronco palpitante de Daniela se enterraba entre mi culo.
"Buena niña, eres una buena niña", me fijo Jennifer, abrazándome por la espalda y mordiéndome el lóbulo de mi oreja. "ahora acuéstate sobre tu mujer". Me incline y quede sobre ella, sobre mi amor, sobre la mujer que me había hecho sentir mujer. Nos empezamos a besar, lenta y placenteramente. Mientras, yo me balanceaba hacia delante y hacia atrás, haciendo que la verga de Daniela entrara y saliera de mi culo. Los besos y la penetración me hicieron olvidar que había una tercera en el juego, hasta que ella me lo recordó al sentir uno de sus dedos entrando en mi culo. "Oh" exclamé, "que rico" Daniela me dijo "te gusta, no quisieras sentirte mas llena todavía?" "Claro que si, mami, claro que si" le susurré. "Entonces dile a Jennifer"
"Vamos negra, no me hagas sufrir mas, ven y tómame" le dije girando mi rostro. El espectáculo era bellísimo. Jennifer se había retirado sus ropas, y estaba desnuda, mostrando sus preciosas tetas y su hermoso rabo, que colgaba erguido entre sus piernas, A escasos centímetros de mi culo "Dios mio, si me cabran los dos?" pensé asustada. "Relájate mi amor, relájate" Dijo Daniela. Yo me arroje sobre ella, y la empecé a besar apasionadamente, en espera de que se completara la posesión. Jennifer nos cubrió a las dos con toda su corpulencia, y empezó a enterrar su verga entre mi culo, junto a la de Daniela. Realmente era como si estuviera en el paraíso, aunque con algo de dolor. "Ay" exclamé al sentirme poseído por las dos. "Vamos, mi nena, vamos, relájate, ya casi te tengo", me susurro Jenny al oído,. Yo solté la boca de Daniela y giré mi rostro hacia mi torturadora, que llenó entonces mi boca con su lengua. Me empezó a besar con pasión, a la vez que nuevamente me hacia sentir sentía mareada. Que tenia Jennifer que me hacía casi perder el sentido? "Ahora es, Jenny, ahora" le grito Daniela a ella, que arremetió con sus mas de ochenta kilos sobre mi culo.
Los dos rabos de mis amantes estaban ahora poseyéndome. Yo me sentía desfallecer, y no sabia si era por la posesión o por los besos de Jennifer. Ella soltó mi boca, se irguió ligeramente apoyando sus manos en el piso, y empezó su coito. Lentamente acaba su verga de mí, y al hacerlo extraía la de Daniela. Una vez afuera sólo la mitad de su longitud, procedía a enterrarlo de nuevo, despacio, haciendo que la verga de Daniela volviera a entrar. Que práctica la que tenia esta tranny!. Solo moviéndose ella, lograba que dos vergas me culearan al mismo tiempo! Daniela solo tenía que quedarse quieta, y dejar a Jennifer obrar según su criterio.
Y que buen criterio el de ella. Empezó un movimiento cadencioso, lento pero seguro, haciéndome gemir de placer. Yo veía como el rostro de Daniela se contraía al sentir que los dos troncos, el de ella y el de Jenny, follaban mi culo. Le dije a Jenny, "mira a Dani, está sufriendo, no seas así" "Ok, queridas, entonces, a por lo que vinimos!" y acelero su balanceo. Mi verga estaba aprisionada entre mi vientre y el de Daniela , y se había puesto tiesa desde que me sentí doblemente poseído "Tómame" le solicité a Daniela. Y ella introdujo su mano entre nosotros dos, agarrado mi miembro. Nuevamente el balanceo de Jenny era lo único que necesitábamos, pues su corpulencia hacia que nosotros nos balanceáramos hacia adelante y atrás.....
Sentí que la espalda de Daniela se arqueaba y le dije a Jenny "Ya viene, mírala". Y ella, al ver el rostro de Daniela contorsionarse y sentir su esperma mojar su verga no pudo contenerse. Su leche caliente empezó a salir a borbotones, llenándome también. "dos al tiempo, que lindo regalo, doble premio, a falta de uno" Y terminé por correrme en la mano de Daniela, que besaba mi rostro por todas partes. "Te quiero, mami" Yo también te amo" le respondí. Y recuerdo que los tres nos quedamos dormidos, felices y contentos.....