Doble Penetración
La primera vez que mi orto recibe dos hermosas vergas al tiempo.
DOBLE PENETRACIÓN
Como tal vez algunos saben mi nombre es Carlos, soy un estudiante de ultimo año de Ingeniería de Sistemas en una universidad de Bogota, donde la mayoría de mis compañeros conocen mi condición de gay y es aceptada por todos sin ningún reparo o inconveniente, los sábados generalmente tengo clases en la mañana y cuando no tengo algún programa me quedo en el gimnasio haciendo algunos ejercicios para distraerme un poco y para desde luego estar en forma; a mis 23 años mi cuerpo esta bien formado, soy delgado pero algo musculoso, mido 1.78 y mis glúteos son grandes y parados, mis pectorales son bastante bien formados, mi cintura es plana y mis piernas son gruesas y velludas, mi miembro es bastante desarrollado pues en plena erección alcanza los 22 CMS y es bastante grueso; es aparte de mis nalgas lo que mas me gusta de mi, soy un narciso de mi propia verga, me encanta masturbarme y sentir su calor y dureza respondiendo a mis masajes manuales.
Practico el sexo con mi pareja estable aunque de vez en cuando lo hago con algún chico que llame mi atención, nunca en mi vida había participado con un dúo y ese era uno de mis sueños y esta es precisamente la historia verídica que les contare y fue precisamente en el gimnasio de la universidad donde comienza a hacerse realidad.
Los días trascurrían sin ningún contratiempo iba a clases todos los días y de vez en cuando los sábados asistía al gimnasio, el instructor de la facultad es un hombre blanco de cabello negro de aproximadamente unos 34 años, fino bigote, se llama Omar, su cuerpo es bastante musculoso, sus nalgas fuertes y redondas, generalmente estaba vestido con bicicleteros lo cual dejaba notar lo grande y grueso de su paquete, su pene desde un principio llamo mi atención, siempre se mostraba muy amable conmigo y muy atento a mis ejercicios lo cual hizo que entabláramos una buena amistad, al igual que el instructor de la facultad de Arquitectura el cual siempre trabajaba en la segunda planta del gimnasio pero éste es de color negro y de menos edad, llamado Esteban, tenia mas confianza con Omar pues con el en alguna oportunidad tuvimos un corto contacto sexual, cierto día decidí continuar con la rutina después de que todos mis compañeros se habían marchado, Omar me dijo que si necesitaba algo lo llamara que iba a estar en la parte de arriba con Esteban, yo seguí montando bicicleta y haciendo algunos ejercicios de pesas para reafirmar mis músculos, me podía ver a través de un gran espejo y veía como los ejercicios habían logrado un buen trabajo en mi cuerpo, estaba sentado en el piso con las piernas abiertas y tratando de que la punta de los dedos de mi mano tocaran mis zapatillas, observe a través del espejo como la pantaloneta se corría y dejaba ver mi propia bolsa testicular pues no usaba interiores, esto me fue poniendo algo caliente pues hacia algún tiempo no había vuelto a tener relaciones sexuales.
Como estaba solo en aquel gran salón decidí masturbarme, me pare y mirándome en el espejo me acariciaba, empecé tocándome las tetillas mientras levantaba mi camiseta y con la punta de mi lengua trataba en vano de mojar mi pezón, después metí mi mano en la pantaloneta y acaricie mi polla, tocaba mi caliente verga que respondía a las caricias de mi mano derecha mientras con mi mano izquierda me metía el dedo entre las nalgas haciendo un leve contacto con mi ano, siempre ha sido esta la forma en que me masturbo, estaba ensalivando mi dedo para penetrarme con el cuando de pronto sentí la voz de mi instructor Omar que me decía qué que hacia, yo me sorprendí un poco y traté de acomodar mi tranca subiéndome la pantaloneta pero él me dijo que no lo hiciera que quería ver lo lindo que eran mis nalgas, como estaba tan excitado y con el ya habíamos tenido relaciones pues no me hice de rogar, él se acercó a mí y tomando la camiseta fue quitándomela hasta quedar al descubierto mis grandes pectorales sólo quedé con la pantaloneta mientras me besaba en la boca y su lengua hacia contacto con la mía, me retorcía los pezones los cuales estaban muy tiesos al igual que su verga que yo acariciaba a través de su pantalón, mientras me besaba me decía que hacía mucho tiempo quería hacer lo que estaba haciendo yo le dije que me cogiera que hacía mucho tiempo no lo hacíamos y entre los dos sin dejar de besarnos nos fuimos quitando la ropa, cuando estuvimos totalmente desnudos lo besé por todas partes desde el cuello, su pecho, su estomago el cual recorría con mi lengua hasta llegar a su lindo y grueso pene él cual lo besé muy suavemente y lo acariciaba con mis manos al igual que sus bolas, después empecé a chuparlo hasta metérmelo todo en la boca poco a poco, fui chupándolo con más fuerza, él sólo miraba y me decía que siguiera que estaba mamandolo muy rico, su verga crecía con mis lamidas y mis manos estrujaban sus bolas, después le dije que se volteara que quería morderle las nalgas y en efecto se volteó de espaldas a mí y empecé a besar sus nalgas y después a morderlo, con mis manos abrí sus nalgas y con mi lengua recorría su peludo ano, esto lo puso demasiado caliente, arqueaba su cuerpo ofreciéndome su orto mientras su mano masajeaba velozmente su rica polla, yo seguí haciéndolo con más fuerza, después le dije que quería que me hiciera lo mismo que yo le había hecho, me coloque en cuatro patas sobre una colchoneta, apoye mi cabeza en el piso y levantando mis nalgas se las ofrecí, él se inclinó y empezó a chupar mi ano, yo acariciaba mi verga gorda y reluciente de mis jugos, después sentí como uno de sus dedos empezó a introducirlo en mi orto y hacer movimientos como si fuera su polla la que estaba en mi ano, yo le pregunté si estamos solos él me contestó que no que arriba estaba Esteban, yo le dije que entonces se apurase y me clavara su tranca, deseaba su verga caliente y gruesa dentro de mi, la necesitaba en ese momento, el me dijo que mejor subiéramos y nos reuniríamos con Esteban, la idea de dos vergas penetrándome era mi sueño echo realidad, gustoso acepte.
Cuando iba en el tercer escalón él me dio la orden de que parara y me arrodillara sobre los escalones y me abriera las nalgas, yo lo hice con mis manos me abrí las nalgas mostrándole el hoyo, le pregunte que si le gustaba mi ano él me contestó: está divino y delicioso, luego le dije que ahora quería que me lo lamiera y separando mis nalgas desde el primer escalón acercó su cara a mi trasero y con su lengua empezó a oradar mi culo yo hacía movimientos sensuales y miré hacia el segundo piso donde estaba Esteban, quien estaba mirando extasiado y acariciaba su verga sobre su pantalón, yo sacaba mi lengua y la pasaba por mis labios insinuándoles que quería comérmelo, o mejor, que me comiera, entonces le dije a Omar que su amigo quería ver cómo se comía mi culo, él subió otro escalón y yo en cuatro quedé con el culo parado y abierto, el cogiendo su deliciosa verga empezó poco a poco a sobarla en mi hoyito hasta que por fin fue introduciéndola lentamente en mi ansioso culo, Esteban seguía jalándose la verga mientras veía como Omar seguía comiéndome por el culo, sentia sus fuertes y largos bombeos dentro de mi, se aferraba a mis nalgas haciendo desaparecer totalmente su grueso tallo en mi interior, cogía de maravillas!!!, apenas podía contenerme para no gritar cada vez que su tronco me cogía violentamente, aceleraba sus movimientos y su largo y grueso rollo se deslizaba calientemente en mi orto.
De pronto paso sus manos por mi estomago y me levanto en vilo, sus musculosos brazos se cerraron sobre mi cintura, se levanto y empezó a subir la escalera, yo estaba ensartado en su tranca, pase mis manos por su cuello y mordí su lengua mientras sentía toda la presión de mi cuerpo en su barra, paso sus manos por la parte posterior de mis muslos levantándome y dejándome caer en su portentoso miembro, nunca me habían cogido de aquella deliciosa manera, mi verga enhiesta goteaba mis líquidos, alcanzamos el escalón superior y mis pies se posaron allí, donde ya Esteban se había bajado su pantalón y sentado masajeaba su reluciente instrumento, en un segundo se apodero de mi tolete dándome pequeños mordiscos en mis testículos para luego con su lengua recorrer todo mi grueso tallo que termino en su boca, sabia mamar de una manera exquisita y deliciosa mientras seguía ensartado en la verga de Omar, Esteban chupaba sin cesar mi glande y absorbía mis jugos, busque desesperado la lengua de Omar y esta caliente y húmeda se incrusto en mi garganta, estaba a punto de correrme con la maravillosa mamada de Esteban y la caliente barra de Omar en mi ano.
Esteban soltó mi polla y se recostó sobre el piso boca arriba masajeando su negro instrumento, sin pensarlo dos veces me recline y llevé a la boca la verga del negro Esteban, era muy gruesa y sus venas se marcaban perfectamente, era una deliciosa golosina que chupe con avidez, mas gruesa y larga que la de Omar, me encantaba su olor y me extasié lamiendo sus peludas y gordas bolas, mi mano se aferró a su tallo mientras lamía su morada cabeza, Omar acelero sus embestidas y sentía mi culo ardiendo, le decía a Omar que me estaba llevando al máximo placer y que lo deseaba mas, que me diera más y así lo hizo, era la primera vez que dos hombres me cogían al tiempo, mi verga chorreaba sus jugos sobre el piso, mientras mi boca se atoraba con la deliciosa, reluciente, larga y gorda verga de Esteban sin que Omar dejara ni un segundo de bombearme la suya en mi caliente y dilatado ano.
Pensé que esta seria la ocasión de realizar mi sueño y como no podía desaprovechar esa oportunidad de tener esas vergas a mi disposición les dije que mi culo necesitaba esas dos pollas al tiempo , que me metieran dos vergas , Omar saco su barra y mientras Esteban se acostaba en el piso, separe mis piernas y me le senté encima colocando la punta de su verga en mi ano, su grueso tallo me quemaba, la sobe un rato y empecé a introducirla centímetro a centímetro, su portentosa tranca se deslizo de una manera deliciosa en mi orto llenándolo por completo, apoye mis manos en su negro pecho y comencé a menear mis caderas cadenciosamente sintiendo como su gruesa barra perforaba mi orto, mi verga resumaba sus jugos y embarraba su abdomen, aquella verga era maravillosamente deliciosa!!!, mi ano se aferró a su tranca controlando sus embestidas, Omar se coloco a mi lado ofreciéndome su blanca barra, de inmediato la lleve a mi boca extasiándome con su grosor y realizándole una gloriosa y deliciosa mamada, su polla volvía a erectarse, Esteban enterraba sus uñas en mis nalgas mientras elevaba su pelvis y su verga se perdía totalmente en mi esfínter, sentía sus bolas golpeando mis nalgas, aquello era sencillamente delicioso, en medio de aquellas embestidas me aferré a la verga de Omar y lamí sus jugos saboreándome con ellos, su portentosa herramienta golpeaba mi cara, era el momento deseado, Omar se coloco detrás separando mis glúteos y observando como mi ano se atragantaba con la gruesa barra de Esteban, en unos segundos sentí detrás de mí un fuerte dolor en mi orto, era la rica verga de Omar que templó mi ano tratando de que su verga entrara donde ya estaba la de Esteban, empujó su gran cabeza e introdujo su glande aprisionando la otra, me aferré al cuello de Esteban mientras Omar empezaba a introducir su barra, el dolor era insoportable, pensé que no resistiría, al cabo de unos segundos me acomode a su grosor, sentí su verga en lo mas profundo de mi y no pude contener un grito de dolor y placer, parecía que los dos estuvieran sincronizados y acompasando el ritmo de ambas vergas , sentía cómo si me hubieran metido un hierro caliente, respiré profundo y empujé mis nalgas hacia atrás para que ambas vergas entraran totalmente, mi lengua pasaba de la de Esteban a la de Omar, sus vergas candentes me empalaban deliciosamente, Omar paso la mano y agarro mi verga pajeandome sin cesar, sus embestidas se aceleraron, había logrado introducir totalmente su barra junto con la de Esteban, bese desesperado a Esteban mientras eyacule abundantemente sobre su pecho, casi al instante ambos aceleraron el ritmo y recule fuerte y al instante Esteban lleno mis intestinos de su leche caliente, sentí su descarga inundando mi orto, Omar se desenterró de mi ano y acomodo su polla en nuestras bocas, bastaron unos pequeños chupetones y su descarga caliente fue a parar casi en su totalidad a la boca de Esteban, abrí su boca y metí mi lengua embadurnándome con la leche de Omar, nuestras lenguas se trenzaron traspasándonos aquel rico y espeso derrame, desde entonces en mi pensum universitario siempre tengo clase de gimnasia todos los sábados.