Doble Labor

Una historia que se deriva de la desgracia de una pobre mujer a la que quise mucho desde que la conocí.

Hace algunos años, si años, que no escribía nada, y no por que a algunos no les gustaron mis relatos o que otros criticaran como si se tratara de analistas consumados contra un best séller, recuerden esto es diversión y a más de uno le sirve como relajante, ja, ja, no se tomen esto tan a pecho.

Bien, sigo casado con mi esposa, soy tan feliz como el primer día, aunque esto no es al 100% pero, quien rayos lo es?, en fín.

Todo inicia en el intercomunicador del edificio

-Pregúntale a la señora, verás que no miento, espero aquí afuera.

La chica colgó momentáneamente y segundos más tarde mi Tía política contestaba activando el portero automático.

Ya en la entrada de su casa:

-Pasa hijo, disculpa a esta niña pero

-No te preocupes, no me conoce, tiene razón, como sigues?

-Ya no sé, todo me duele y nada me funciona.

Con más de 80 años y vida desordenada no podía contar con buena salud, ahora estaba sola, tenía casi quince años viuda, su único hijo estaba en Estados Unidos preso por diversas "monerías" y difícilmente volvería a ser libre, menos a regresar a su país, ella lo sabía y gran parte de su salud se fue por este hecho.

Vivía de su pensión y la renta de otro departamento en esa misma colonia, no la pasaba mal, solo que un par de infartos la han hecho depender de alguien que la cuide, Yo trataba de visitarla lo más que podía, su familia también, cuando se acordaba de ella, ahora lo hacía menos pues Corina había sido contratada para atenderla, ella tenía una recámara en la misma casa y ahora se ocupaba de todo lo que la Tía necesitaba.

Esta chica era morena, muy delgada, pero tenía cara bonita y sobre todo era muy limpia con su persona y bien peinada, tenía 20 años, hace 2 había salido de su pueblo a estudiar contabilidad, le gustaban los números y pretendía llegar lejos para ayudar a su familia, estuvo trabajando en otra casa haciendo el aseo pero los hijos de su patrona le robaban su dinero para sus vicios, como nunca se le creyó y menos se le ayudó, salió de esa casa acusada de acostarse hasta con el patrón.

-Pero soy virgen, se lo juro

Me dijo aquel primer día que platiqué con ella, obvio la Tía descansaba en su recámara, de lo contrario, escuchar eso le provocaría otro infarto.

-A mi no tienes por que decirme nada de esto, solo espero que ayudes a la señora y lo demás es tu vida privada, tienes familiares aquí en la ciudad?, novio?...

-Nada, tuve un novio en la escuela pero solo quería estarme tocando y como no me dejaba, se fue con otra.

-Uf!, que suerte la tuya!, bueno espero que te encuentres a gusto y puedas estar mucho tiempo con

-Será solo el tiempo que termine mis estudios, pienso trabajar en una oficina y dejar este trabajo.

-Cuando será eso?

-Más o menos en un año.

-Que le vamos a hacer, en su momento buscaremos quien te sustituya, como ves, ni sus sobrinos se aparecen por aquí más que cuando saben que tiene dinero, ayúdala a que no le quiten su pensión, te dejo mi número, llámame si sucede algo.

-Si, gracias, solo su primo Esteban

-Que con el?

-Vino en la mañana, y me… me

-Que te hizo?

-Bueno, me tocó atrás y me dijo que me daría lo que quisiera pero que no le dijera a nadie, regresará casi a la noche.

-Si claro, regreso más tarde y lo veré aquí, no te preocupes.

De entrada el famoso Esteban me cae muy mal, es el típico fulano que aparenta ser de mucha clase pero es un patán que solo anda buscando a quien sacarle dinero para no trabajar, ya lo vería más tarde, por lo pronto salí a ver algunas cosas para la casa diciéndole a mi Tía que me iba a casa y que solo había pasado a saludarla.

Pasé a un centro comercial muy cercano a comprar algunas cosas para la casa y para llevarle a la Tía, a pesar de todo siempre le vendría bien una ayuda.

Regresaba a casa de la Tía cuando suena mi celular, era Corina:

-Señor, su primo… ya regresó y quiere… molestarme.

-No te preocupes ya llego.

Encontré la puerta principal abierta y a la primer ocasión que toqué la puerta de casa se abrió.

-Que… que onda wey!, como estás?, pásale, la ruca está dormida

-Y eso que es más pariente tuya que mía eh?, pero que tan jovencita la ves cuando la sacas lana para tus pendejadas?, pinche güevón!

-Cálmate wey!...

-Cálmate tú idiota, déjame decirte algo, de ahora en adelante si quieres dinero, vas a tener que trabajar, que haces aquí además de venir a "estirar la mano", a pasarte también de listo con la gente que si trabaja?

-Huy!, no sabía que también te la quieres tirar

En ese momento recibió un manazo en la cara que lo dejó abriendo tamaños ojos que casi se le salían.

-Mejor lárgate, y si te vuelvo a ver por aquí

-Esta casa es de mi Tía y si ella quiere

-Pero como ya no quiero, mejor te vas, no quiero verte de nuevo aquí y te aseguro que no volverás a sacarme un centavo más, era la Tía que, con toda tranquilidad corrió a este vago quien, sin más, salió de la casa azotando por supuesto la puerta.

-Perdón Tía no quise

-Ya me tenía harta, pero no sabía como decirlo, sabes que no se nos dio mucho eso de educar a los hijos y ahí están los resultados.

Dejé las cosas que llevaba y después de un café me retiré.

En casa, de regreso, le comentaba por teléfono a mi esposa sobre su pariente y, como todo lo que no es ropa y accesorios, no le importó, colgué y me dediqué a mis cosas, ella regresaría unos días después, se encontraba tomando unas "merecidas" vacaciones en casa de su hermana en provincia.

Al día siguiente mi teléfono sonó, era Corina:

-No pude darle las gracias por lo de ayer, tuve miedo que regresara más tarde.

-No lo hará ya, sabe que tendrá problemas con su familia, tu como estás?

-Bien, gracias, solo le aviso que iré al médico con su Tía, a chequeo.

--OK, ya pasaré por la tarde a ver que se ofrece, andaré por el rumbo, Bye

-Lo espero.

-Segura?

-Como dice?

-Nos vemos al rato.

Salí a atender asuntos y por la tarde me encontraba en casa de la Tía, abrió Corina que se me hizo totalmente diferente a la que ví un día antes, aquella era como más apagada, más sería, esta era sonriente y más atrevida, a pesar de ser un "hueso", el vestido que llevaba dejaba ver discretamente sus senos sin bra y marcaba su culo con un bikini de corte francés, realmente me calentó ver esto, sin decir nada me acerqué a saludarla de beso, cosa que no evitó y de paso la toqué por la cintura, se sonrojó un poco y pasé a saludar a la Tía que, en ese momento dormía.

En la sala veía la TV esperando a que despertara, además de mirar constantemente a Corina que se veía muy bien.

-Que se le ofrece, le sirvo algo?

-No gracias, veo que eres muy bonita, pensaba que eras diferente.

-Como, seria? Lo soy, no se crea que

-No, no, lo que trato de decir es que te ves muy guapa hoy, ayer te vi muy "abrigada", nada más.

-De donde vengo hace mucho calor, por eso me vió abrigada ayer, por que no me adapto del todo a pesar del tiempo que llevo aquí, hoy le parezco descarada?

-Claro que no, solo que me gustas más así que como estabas ayer, siempre te vistes así en tu pueblo y lo ves normal, aquí todo mundo cree que buscas hombre.

-Pues no, ya le dije que no busco nada, menos hombre

-OK, tranquila, solo digo lo que la mayoría piensa viendo una chica vestida así de sexy como tú, nada más.

La plática fue interrumpida por la vecina que venía a ver a la Tía, el timbre la despertó y me retiré al interior de la casa para dejarlas platicar a gusto.

Corina preparó café y ofrecerle a la vecina, como escuché que algo al parecer, se había caido en la cocina fui a ver si todo estaba en orden.

-Se cayeron algunos trastos, no pasa nada, me dijo.

Corina estaba sosteniendo con dificultad la puerta de uno de los muebles que no cerraba por los trastes que amenazaban con caer, me acerqué y pidiéndole que no soltara la puerta tomé algunas cacerolas y las acomodé, la puerta cerró y como ella siguió acomodando algunos platos toqué su pantorrilla, aún estaba en cuclillas junto a ella, se quedó inmóvil, subí la mano hasta llegar a su muslo, y la giré en su pierna para tocar su entrepierna y llegar a su entrada, ella experimentó un escalofrío pero no decía nada, seguí adelante para tocar su monte de Venus, cuando regresé al centro ya estaba mojada, abría más las piernas permitiéndome tocar a placer, en pago, hice a un lado su calzón para tocar la entrada de su húmeda cueva e introducir un dedo primeramente, me volteó a ver con los ojos bien abiertos, le pregunte si le dolía y no dijo nada, separó más las piernas, lo que me animó a introducir otro dedo, senti chorrear por mi mano sus jugos, acerqué un dedo a su ano y solo pegó un brinco pero no hizo más por evitar que la tocara con más fuerza, movía los dedos en su entrada que chorreaba cada vez más y cuando levanté la mirada estaba con los ojos cerrados y apoyada sobre la mesa de la cocina, había dejado todo para sentir todo cuanto le hacía.

Por desgracia, la Tía arruinó este primer encuentro preguntando si todo estaba bien, por lo que salí después de enjuagar mi mano, tocarle el trasero sobre el vestido y darle un beso en la boca.

-Se iban a caer algunos trastos y aproveché para poner un tornillo que estaba flojo en al puerta.

-Gracias hijo, ya conoces a mi amiguita?

-Si Tía, ya tenía el gusto.

Pasó casi una hora para que la amiguita tomara su café, galletas y la puerta de salida, estaba que explotaba y quería hacer algo para calmarme, Corina pasaba a cada momento a las recámaras donde la alcanzaba para besarla y tocarla, ella se dejaba hacer, supongo por que, estaba igual de caliente que Yo, además de que seguramente no lo hacía como su novio aquel, de lo contrario creo que hubiera corrido con muy poca suerte, pero apenas se desaparecía más de dos minutos de la vista de mi Tía la llamaba para cualquier cosa, realmente era necesaria en todas partes de la casa!, al final, la señora se fue y la Tía se disculpó mil veces antes de irse a recostar, le dije que me iría en un momento más y me senté en la sala, necesitaba a Corina para sacarme estas ganas y poderme ir a casa, apenas se quedó dormida Corina hizo algo que me sorprendió, movió un clavo de la puerta de la recámara de la Tía para que sonara cuando se abriera.

-Para que es eso?

-Lo hago para escuchar si se levantan y necesitan algo, esto lo hacen muchas enfermeras cuando les llega a ganar el sueño.

-Créeme que lo que menos haremos será dormir!

Diciendo esto la tomé por la cintura y la bese con mucha calentura, sin más levanté su falda y disfrute ese pequeño pero rico culo, sin preámbulos levanté su vestido y toqué sus tetas que aunque pequeñas ya apuntaban hacia mi, las tome entre mis labios y alternadamente las chupé ante los gemidos de Corina que, a cada momento se asomaba a la puerta de la Tía, aproveché para sacarme la verga que estaba a punto de estallar y la puse entre sus manos para sentarla en uno de los sillones y dársela por la boca, se negó al principio pero cuando ensarté los dedos en su raja y se vino una vez más dejó que la clavara en su boca y como podía chupaba hasta que fui diciéndole como lo hiciera, aprendió en un segundo y continuó hasta que le anuncie mi venida, ella se lo sacó de inmediato alegando que nunca lo había hecho y que seguramente volvería el estómago, sin querer arriesgar esperé un momento y la ensarte de la misma forma, esperando en cada ocasión para hacerlo de nuevo.

Como ya estaba más que agotada su quijada, la abrí de piernas y le acercaba mi verga amenazante a su panocha, me abrazó y comenzó movimiento muy suaves y lentos pero, al tratar de ensartarla se echaba en reversa para decirme que era virgen, que no lo hiciera, terminé pidiéndole el culo para terminar y largarme, como también amenazo con dejarlo para después no tuve más que voltearla en el sillón y prometerle que no le dolería pero que me dejara terminar, aceptó pidiendo todo el cuidado del mundo, así que fui a tomar un poco de crema de su tocador para embarrarlo en su culo y ensartarla poco a poco, gemía y repetía que lo hiciera con cuidado, cuando tuvo casi la mitad adentro deje que se acostumbrara y de repente sin más aviso la empalé, no sin antes tapar su boca, ya ensartada comencé el movimiento lento pero ascendente hasta que le anuncié que terminaba y ella aventó el culo hacia atrás y apretando con fuerza termine como nunca en culo alguno.

A medida que pedía fuerza estaba saliendo de ella mientras volteaba su cara para besarla todavía caliente, quería ensartarla como era debido pero no me lo permitió, después de limpiar la "escena del crimen", platicamos unos minutos antes de irme.

-Si dices ser virgen, como sabes hacer esto?

-Todos mis primos y mi hermano nos lo hacen a todas las primas en el pueblo, desde los 11, 12 años nos lo hacen, se supone que los adultos no lo saben pero a los varones los animan a hacerlo para no embarazar a las novias tan chamacos, hay madres que incluso se ofrecen a sus hijos para que se "desahogen" con ellas pero solo por ahí.

-Que cosa, entonces se puede decir que en tu pueblo, lo más común es que primero las estrenen por ahí y que no haya mujer de 11 años o más que no lo pruebe al menos una vez, uf!, que fuerte!

-Pero lo demás seguirá así hasta que me case.

-Entonces aceptarás hacerlo así solamente?.

-Siempre y cuando mi trabajo no se vea afectado, si la señora se da cuenta

-Claro que no lo sabrá, pero que pasa si tu no quieres dejarte de alguno de tu familia, te obligan?

-Si, incluso hay de padres que lo hicieron a sus hijas pero solo para hacerlas obedecer, después terminan aceptando a sus parientes jóvenes, pero solo a ellos, no amigos ni desconocidos, hay gente que va al pueblo a buscar chicas por sexo y salen golpeados incluso mal heridos, esto no es prostitución.

-Vaya, vaya, de lo que se entera uno, me crea un deseo enorme saber como lo harías si tuviéramos oportunidad

-Ni lo pienses, además no podría ser, todo el tiempo tengo que estar con la señora y como que a la carrera

-Espero poder tener la oportunidad y te aseguro que te gustará.

-Ya te dije, no lo haría antes de casarme por que no perderé lo que tengo en 5 minutos.

-Ok, me voy, despídeme de la Tía, nos vemos pronto.

Pasaron unos días y solo llamaba a ver como estaba la Tía y Corina, que siempre me contestaba y preguntaba cuando iría, al parecer se había entusiasmado conmigo, no lo sé, no era nada expresiva, Yo deseaba tenerla de nuevo pero tendría que conformarme con lo que ese día entregó, así que en un par de ocasiones fui a visitar a la Tía y por supuesto a buscar la oportunidad de encular a Corina, por desgracia ocurrió algo que, por supuesto, no nos agradó pero ayudó a lograr mi propósito.

Corina me llamó un día como a las 2 de la tarde.

-Vamos al hospital pues tu Tía se siente muy mal!.

-Voy para allá, no te preocupes.

Llamé a sus sobrinos (hermanos y primos de mi esposa), y las respuestas no se hicieron esperar:

1.-Por favor, ayúdala, Yo no puedo ir, me avisas que sucede?

2.-Sabes?, no tengo donde dejar a los niños, Me avisas como sigue?

3.-La verdad no sabría que hacer, pero si necesitas algo, me llamas.

Y una lista enorme de estupideces que me hicieron encargarme de atender a la Tía en su ingreso al Hospital, había sufrido un desvanecimiento producto de su desordenada alimentación, tenía anemia y debía atenderse a la brevedad, por lo que debió ser internada, al parecer un par de días para empezar.

-Corina, voy a dejar mi número por cualquier cosa, no es necesario quedarnos pero si venir de inmediato cuando se requiera, si me llaman estaré lo más rápido que pueda pero tu deberás estar al pendiente por si solicitan algo, de acuerdo?

-Si claro, se pondrá bien?

-Esperemos que sí, no te preocupes.

Después de cubrir todos los requisito$, nos retiramos a casa , eran las 9 de la noche y al parecer todo estaba tranquilo y la Tía descansaba tranquilamente e el hospital.

-Estás preocupada?

-Un poco pero creo que está en buenas manos, ojalá y pase bien la noche.

La verdad es que la Tía necesitaba atención y en el hospital era como estar en un hotel 5 estrellas, ella lo sabía y puedo asegurar que estaba muy contenta de estar ahí, independientemente de su padecimiento, claro.

Tomamos un café y cuando le dije que me iba a casa

-Por que, no te quedarías en la recámara de tu Tía?, por si llaman estás más cerca que en tu casa.

-Lo que no quiero es quedarme pues sabes que no me controlo estando Tú cerca y sola, hoy es la oportunidad que esperaba pero me siento mal de tratar de tenerte estando la Tía en el hospital.

-Es que nunca me he quedado sola aquí y… me da algo de miedo.

-Como puede ser eso?

-Quédate, me encierro en el cuarto y así no pasaría nada.

-No te prometo portarme bien… tal vez encuentre como abrir tu cuarto y no habría vuelta atrás.

-Te daré primero lo de siempre y así estarás tranquilo, si?

Nos desvestimos y nos metimos a bañar juntos, en más de una ocasión la ensarté por atrás y antes de venirme me salía para intentarlo de nuevo, el culo de esta chica era una delicia.

-Que te parece si

-No por ahí no, ya te lo dije.

-Espérame, tenemos mucho tiempo para hacerlo muy rico, déjame intentar aquí, si no aguantas ok, lo dejamos.

Como se resistía la abracé y besé tocando su cuerpo bajo la regadera, insertándole un par de dedos y cuando estaba un tanto más caliente me bajé a probar su sexo, la senté en una banca que se hizo en el baño para que la Tía pueda bañarse y probé sus jugos bajo el agua, ella me apretaba con sus piernas y me pedía no seguir, pero no dejaba que me retirara y menos que soltara sus tetas bastante erectas, después de por lo menos dos veces que se vino, tomé sus piernas y le acerqué la verga en su entrada, abrió los ojos y me pidió que no lo hiciera, en ese momento acerque la punta y recargándola sobre su raja comencé la penetración, me acerqué a su cara y la besé, ella correspondió y enterré un poco más, solo me decía que dolía mucho que por favor me saliera, sin escucharla le clavé lo que faltaba y entre besos y caricias esperé a que se acostumbrara para iniciar con movimientos suaves, despacio, ella comenzó a moverse después de un tiempo y abrazándome con sus piernas se entregó hasta que le anuncie mi venida, salí de inmediato para descargar todo en su pecho alcanzando algo en su barba, con un dedo acerqué un poco de semen a sus labios y ella lo probó, se sorprendió, y Yo también, al ver que había sangrado bastante, la dejé un momento en la ducha casi fria y cuando salió me comentó que el sangrado había cesado pero estaba adolorida, solo se puso su ropa interior y le pedí acostarnos juntos en su cama, accedió y descansamos un par de horas, cuando sintió mi mano que se acercaba a masturbarla me pidió que no lo hiciéramos de nuevo, sin hacer caso comencé a rozar su clítoris y la reacción tardó muy poco, comencé a sentir como pegaba el culo a mi paquete, sin dejarle mucho a pensar baje su calzón y la preparé para ensartarla desde atrás, se acomodó bastante bién y recibió mi falo sin tanto problema pues estaba bastante lubricada y todo se dio muy fácil, la enseñé a montarme y algunas posiciones más, seguí enseñándole a hacerme sexo oral, cosa que después me confesó, le gustó hacer, aunque sintió que no resistiría que yo terminara ahí, pero mientras pude la hice que me diera, si no la mejor, una mamada digna de repetirse lo más posible.

Se quedó dormida y yo me levanté un momento al baño, había sangrado pero solo un poco más, después fui a la sala, pensaba sobre la salud de la Tía y planeaba las actividades para más tarde, cuando amaneciera, después de unos minutos regresé a la cama y noté que había cambiado sábanas, seguramente manchamos algo de ellas y, después de unos besos y caricias dormimos hasta las 8:00 de la mañana, apenas dio tiempo de vestirme para ir a la visita matutina, aunque quisiera Corina me dijo que todo le dolía y que no me despertó antes para evitar que me la cogiera de nuevo (así me lo dijo), me asombró de momento su vocabulario pues no parecía ser de las que se expresan así, no por que me espante pero se me hizo raro en ella.

-Pero regreso al rato, me esperas a desayunar?

-Si, quieres que prepare algo?

-No gracias, yo traeré de la calle.

Le dí un beso y abrazo bien calientes antes de salir, ya en el hospital se encontraban dos de mis cuñadas, entraron a la visita mientras yo recibí informes, pasaría al menos un día más, su corazón no andaba bien, cuando la ví estaba dormida y decidí dejarla descansar, cuando salí mis cuñadas preguntaron

-Te quedaste en casa de mi Tía, te llamé muy temprano y nadie contestó en tu casa.

-No, colgué mal el teléfono desde anoche.(afortunadamente la chica que asea la casa toma días libres cuando mi esposa no está, en parte por que no hay nada que hacer, segundo creo que me empieza a conocer y como la chica no es fea…), pero pasé por la mañana a traerle ropa limpia y algunas cosas que le pedí a la niña que está con ella, van a pasar?

-No, mejor si tu vas a dejar esa ropa, le puedes dar este dinero a la niña para lo que necesite?

-No te preocupes, ya le dejé algo, veré si hace falta algo más lo llevo y me voy a casa.

-Bién nos vemos mañana.

Me fui a casa de la Tía, el desayuno que previamente pedí llegó a la hora y comimos riquísimo, ella se puso a lavar los trastes y Yo a ver que hacía falta para ir al súper, no gran cosa, además de estar preparando a Corina para la siguiente sesión, esta se dio en la sala, Corina se sentó en un sillón, me senté junto a ella y comencé a meterle mano en la entrepierna.

-Ya te sientes mejor?

-Me duele todavía, si me esperas a la noche te vuelvo

Cerró los ojos y enmudeció pues había insertado ya mis dedos en su raja, estaba rápidamente húmeda y ella habría las piernas levantándose un poco como para recibirme más adentro, no me había percatado que no llevaba ropa interior sus senos se marcaban por encima de la playera que se había puesto para asear la casa, complementaba con una falda cortita que rápido cedió cuando abrió las piernas, me gustaba besarla pues sin saber hacer gran cosa lo hacía rico, abrí mi pantalón y le ofrecí mi falo completamente listo, lo tomó y como pudo se acomodó para metérselo a la boca, sentía su lengua sobre mi glande dar una y mil vueltas, sentía que no aguantaría mucho sin ensartarla, así que la recosté e inicié a devolverle el estímulo, mientras tomaba sus tetas en mis manos, saboreaba sus jugos que no cesaban de brotar, al mismo tiempo inserté un dedo en su culo, luego otro más, ella se retorcía ofreciéndome que la ensartara por atrás, no la escuché en esa posición la penetré suavemente la dejé que lubricara más y comencé a moverme despacio, ella me siguió y fue la señal para empezar cada vez más rápido el movimiento.

-Que rico, mételo, más rápido, párchame pero muy fuerte, me voy a venir ya!

Aceleré ritmo y fuerza hasta que gritó que acababa.

-Ya cabrón, me estoy viniendo, no te detengas síguemela clavando, no te pares.

Aunque en ningún momento lo hice ella no cesaba de decírmelo, se retorcía y debí hacer bastante esfuerzo pues estaba a cada momento a punto salirme por que no dejaba de arquearse, me dejé caer sobre ella y así pude controlarla, comenzó a besarme con mucho desorden, se tomó las tetas y se las jaló con bastante fuerza, de repente todo cesó, se dejó caer inmóvil, sin perder tiempo la puse boca abajo y la ensarté por el culo, debí levantarla por que deseaba bombearla estando yo de pie, ante su poco peso no me fue difícil, apresuré el paso y no tarde mucho debido a que también me encontraba al límite.

Minutos después, ella dormitaba totalmente desnuda, yo me encontraba recargado en la cabecera de la cama viendo su cuerpo, ahora había sido realmente mía, como lo había deseado desde que la conocí, realmente me gustaba como se comportaba, como disfrutaba cada sesión al igual que Yo, eso era innegable.

Seguimos teniendo encuentros así durante algún tiempo, la Tía entraba y salía del hospital cada vez con mayor frecuencia, meses después falleció.

Ayudé a Corina con la renta de un cuarto cerca de ahí y a terminar su carrera, seguimos viéndonos hasta que un buen día me anunció que había terminado su carrera y que le habían ofrecido trabajo y se iría de la ciudad ya que era muy cerca de su pueblo, esa noche lo hicimos lo más que pudimos a manera de despedida, al día siguiente la llevé a la central de camiones donde nos despedimos y, aún cuando le dejé mi teléfono y sabía donde vivía me dijo que se olvidaría de todo esto para empezar una nueva vida, lo único que se llevaba era la experiencia que había adquirido en este último tiempo que desarrolló, creo que con gusto, su doble labor.