Divorciada,1 año sin sexo, 3 alumnos me satisfacen
Me divorcié a mis 47 años y tres alumnos del instituto me hicieron sentir una puta y me dieron lo que necesitaba
Hola a todos y todas! Este relato lo escribí en común con una lectora y como es su historia está escrito en primera persona. Gracias por los comentarios, valoraciones e historias que me hacen llegar.
Llevaba un año sin sexo luego de mi divorcio. Y los últimos años de mi matrimonio el sexo era muy ocasional y rutinario. Nos llevábamos mal y estaba todo desgastado. Fue doloroso quedarme sola a esta edad pero también liberador. Al principio quería recomponerme y no pensaba en hombres o sexo pero a medida que pasaban los meses y esa historia quedaba atrás, algo en mí renacía y volvía a crecer mi deseo y las ganas de probar cosas nuevas. Me metí a chat y páginas de citas pero tenía el problema de que mi hijo vivía conmigo y no me sentía cómoda yendo a la casa de personas que no conocía. Mientras más tiempo pasaba sin coger más crecían mis fantasías, la incursión en páginas porno y esta página de relatos. Me imaginaba en tríos con parejas, cogiendo al aire libre en alguna playa o con dos hombres. Me empecé a masturbar a diario, algo que había abandonado. Compré juguetes y me gustaba subir videos y fotos a páginas de citas mostrando mi auto satisfacción.
Mi nombre es Carmen y soy profesora de un instituto (en Argentina le decimos colegio) y si ese año de mi divorcio mis alumnos me vieron pasar de un estado de ánimo depresivo y de mal humor a mayor soltura y alegría a medida que pasaban los meses. También fui cambiando mi forma de vestir. Soy grandota, mido 1,75 y peso 78kg. A pesar de mi edad conservo buenas formas con unas piernas gruesas pero dentro de todo firmes y un culo grande con algo de celulitis pero apetitoso. Mis tetas son medianas y tengo algo de barriga aunque siempre he tratado de mantenerme en actividad física. Soy castaña, de tez blanca y ojos claros. A medida que cambié mi estado de ánimo y a usar ropa más ajustada volví a atraer la mirada de hombres a los que les gusta las mujeres grandotas.
Si bien siempre he mantenido una distancia con mis alumnos, ese fin de curso un grupo de alumnos que se estaban egresando me invitaron a un festejo en la casa de uno de ellos. Al cortarse el vínculo del colegio no ví problemas en asistir porque además iban otros profesores. Era un tarde cálida y en el festejo había varios alumnos y dos profesores. Los jóvenes estaban muy divertidos con alcohol, pileta y con torpes juegos de seducción entre chicos y chicas. Los chicos me insistían en que entre a la pileta pero me resistía porque no había llevado traje de baño y me inhibia un poco estar bañándome ante chicas con sus cuerpos jóvenes. Pero una vez que subió un poco el alcohol a mi cabeza, me liberé un poco y acepte que el chico dueño de casa me preste un bañador de su madre que no se encontraba en la casa. Me dio un bikini y fui al baño a cambiarme. La talla era mucho más chica que la mía por lo que la parte de abajo se perdía en mi trasero dejando mis nalgas al descubierto y si bien mis tetas no son grandes se escapaban un poco. Dudé mucho en salir así pero me cubrí con una toalla y salí al patio. Cuando me saque la toalla para meterme a la pileta noté que todas las miradas se dirigían a mi. Sobretodo a mi culo y mis piernas. Me metí rápido y a los minutos el dueño de casa que se llama Jorge y otro chico llamado Javi se me acercaron a conversar. Notaba algunos roces intencionales por debajo del agua que me ponían un poco incomoda pero me calentaban. Sentirme deseada sumado a tanto tiempo sin sexo me comenzó a excitar y a mojarme mucho. Además los chicos no estaban nada mal. Jorge es un morocho de 1,70 con buen físico y una cara muy bella con una boca grande y sonrisa atractiva. Javi es alto y delgado pero con buen porte y fibroso. Ellos seguían con sus juegos debajo del agua pero lejos de resistirme me dejaba tocar. Las horas pasaron y el alcohol seguía.Los otros profesores se fueron pero no sé por qué me quedaba. Le avisé a mi hijo que llegaba tarde y permanecí en el festejo buscando no sé que cosa. Ya no sentía pudor por mi cuerpo y me paseaba entre ellos con ese bikini que me quedaba muy pequeño.
Cuando estaba anocheciendo decidí irme, ya había sido suficiente. Le pedí permiso a Jorge para ir a cambiarme y me acompañó. Javi también subió al cuarto de baño de la habitación de los padres. Cuando estaba por entrar Jorge me agarró del brazo y acerco mi cuerpo al suyo hasta pegarse y me besó. La mezcla del alcohol, las ganas de coger después de tanto tiempo y la situación hicieron que me entregue sin pensar en nada. El chico me abrazó y me agarró de mis nalgas tocandolas a su antojo. Notaba una importante erección sobre mi cuerpo que me calentaba más aún. Me había olvidado de Javi que también estaba presente y de repente siento otras manos en mi culo y en mi espalda. Lejos de alterarme di vuelta mi cara y lo empecé a besar a el. No me importaba nada, sólo quería coger con ellos. Jorge me agarró de la mano y nos dirigimos a la habitación de sus padres. Me senté en la cama y baje el bañador de Jorge que saltó una buena pija gruesa que empecé a chupar. Javi también se bajó rápidamente su traje de baño y dirigió mi mano a su pija. Lo pajie un rato y cambie. La tenía más larga que Jorge pero un poco más delgada. Ahí estaba sentada en la cama con esos dos jóvenes parados frente a mi mientras se las chupaba y pajeaba y ellos metían mano en mis tetas. Estaba muy mojada. Me saqué el bikini y me puse en cuatro en la cama ofreciéndoles mis nalgas. Me sentía muy puta y quería sentirme más. Jorge metió su cara en mi culo pasando su lengua por mi agujerito y bajando hasta mi concha. Y Javi se puso delante mío para que se la siga chupando. Yo empezaba a gemir y siento que Jorge frena su placer oral y se coloca para cogerme. Siento su pija caliente dentro mío y fue una gran descarga eléctrica que me hizo acabar casi al instante a chorros y gemidos. Pero seguí cogiendo porque necesitaba mucho más. En eso miro de reojo que mientras se la chupaba a Javi agarró su celular. Lo miraba porque tenía miedo que me filme o saque una foto pero creo que sólo mandó un mensaje.
Los chicos se empezaron a soltar y Jorge me daba nalgadas y entre ellos decían "que puta que resultó la profe", "te vamos a llenar de leche putita", "te la voy a meter por ese culazo". Cosas que me calentaban aún más y tuve mi segundo orgasmo. Me salí de Jorge y fui hacia Javi cabalgandolo en la posición en la que se encontraba. El me agarraba fuerte del culo y me seguía nalgueando. Mi culo rebotaba y la sentía muy adentro. Jorge se paró en la cama dendome para que se la chupe y a los segundo empezó a descargar mucha leche en mi cara y en mi boca. Mientras disfrutaba de su acabada que me estaba llevando a otro orgasmo siento que se abre la puerta de la habitación. Me sobresalte un poco al darme vuelta y ver a otro de los chicos entrar. Era Marcos, un chico hermoso, más bien pertiso de 1,60 pero con una cara divina y un lindo cuerpo. Entró y cerro rápidamente la puerta y los otros chicos no se sorprendieron. Cómo si estuviera todo acordado. Yo lo miré con mi cara llena de leche mientras cabalgaba la pija de Javi y me quedaba poco pudor para impedir que Marcos se uniera. Además me calentó aún más sentirme una puta cogida por mis alumnos. Oscar se sacó su traje de baño y se unió a nosotros. Al ver su pija a medias me sorprendió su tamaño. Grande y gruesa. Me salí de Javi volviendo a ponerme en cuatro y me lancé a chuparla. Mientras que Javi se colocó detrás mío para seguir cogiéndome. Sentir esa pija crecer dentro mi boca me dió más calentura. Rápidamente se puso muy dura y yo la saboreaba como un manjar. Bajando por su tronco, chupando su glande. La quería tener dentro mio. Me puse abierta de piernas al borde de la cama para que Marcos me penetrara. Pero previo a eso el pendejo me chupo la concha mientras que Javi me daba pija en la boca hasta acabar en un intenso orgasmo que me llenó más de leche mi cara, cabello y boca. Mis gemidos aumentaban y Marcos comenzó a penetrarme. Me sentí muy llena por esa pija y lo acompañé acariciándome el clítoris lo que me llevo a un tercer orgasmo. Ahora quería parar un poco pero Marcos me seguía cogiendo hasta que terminó llenandome la concha de leche.
Me sentía desconocida, a mi ex marido ni siquiera le tragaba su semen y ahora estaba en esa cama despatarrada con tres jóvenes, llena de leche y mi concha bien abierta. Había tenido tres orgasmos como no recordaba y quería seguir. Ni siquiera me limpie, sólo agarraba la leche con mis dedos y la metía en mi boca. Javi y Jorge se pajeaban y sus pijas empezaban a crecer. Me pusieron de rodillas en le piso y me daban para chupar. Las chupaba de a una, me las metía al mismo tiempo y ellos se empezaban a calentar y decirme guarradas. "Chupa pija putita", "ahora te vamos a dar más lechita". Oscar se acercó de atrás con un pañuelo y tomo mis brazos para atarmelos por las muñecas. Yo me dejé hacer y seguir el juego. Eso me hacía sentir indefensa y entregada a esos jóvenes. Estando de rodillas puse mi cara contra el piso y tuvieron la amabilidad de poner una almohada para apoyar mi cara y quedé con mi culo parado y expuesto a los chicos con mis manos atadas. Y se fueron turnando para cojerme haciéndome acabar una vez más. No daba más del placer y mis gemidos lo demostraban. Mientras Jorge me daba fuerte y me daba nalgadas, me metió un dedo con saliva en mi culo. Sabía que esto podía pasar y lo deseaba. Desde mis primeros años de casada que no me cogían por detrás y me calentaba mucho. Al ver que no me molestaba fue la señal para meter otro dedo y dilatarme la cola. Jorge salió de mi concha y apoyó su pija en la entrada de mi cola. Le puso mucha saliva y empezó a penetrar de a poco. El grosor de su pija hacia que me doliera un poco pero me relajé y empecé a sentir como me abría. Jorge le decía a los chicos "miren como le hago la cola a la profe, que putita que es". Javi me abría las nalgas con sus manos para tener una mejor visual y ver cómo entraba toda. De a poco Jorge se empezó a mover y me dolía un poco pero me encantaba. Yo solo gemía, no hablaba y me dejaba hacer por esos jóvenes. Los chicos le pidieron a Jorge compartir. Primero vino Javi y después Marcos. No sabía si su pija me iba a entrar pero ya estaba muy dilatada mi cola. Costó un poco y sentí como me abría más aún pero termino entrando una parte de su pija. Cuando la sacaba los otros observaban como me quedaba la cola abierta. Me pusieron de pie, me desataron el pañuelo y Jorge se acostó boca arriba para que lo cabalgue. Mi concha seguía empapada en mis jugos y restos de leche de Marcos. Mientras me movía arriba del dueño de casa, Marquitos se puso detrás mío y empezó a entrar por mi cola. Se movían despacio y después comenzaron a acelerar el ritmo. A los pocos minutos tuve un orgasmo muy intenso largando jugos que caían por mis piernas. Los Marcos no tardó mucho en acabar en mi culo con alaridos de placer y Jorge en mi concha. Ahora sí no daba más, me temblaban las piernas. Pero Javi estaba esperando su turno. Me quedé rendida boca abajo y despatarrada. Javi se subió arriba mio y me la metió por mi cola en ese momento ya dolorida y abierta. No tardó mucho en acabar y me preguntaba dónde la quería. Y le respondí que en mis nalgas. Por lo que la sacó y regó con su leche los cachetes de mi culo.
Los chicos fueron de a uno al baño y yo seguía tirada llena de leche y completamente abierta. En ese momento volví un poco a mis cabales dándome cuenta que mis gritos y gemidos se deben haber escuchado por toda la casa en la que había muchos de mis alumnos. Si bien ya estaban egresados y los otros profesores ya se habían ido, me dió mucha vergüenza pero me calentaba estar tan expuesta. Pase al baño a limpiar mi rostro pero me puse mis bragas con la leche de ellos dentro de mi concha, mi culo y mis nalgas. Quería sentirme bien puta. Me cambié y regresé al cuarto donde sólo estaba Jorge. Le pedí salir sin despedirme del resto porque no quería ver al resto de mis alumnos que seguían de festejo. Ya eran las 12 de la noche y me subí al auto con mi cuerpo cansado pero muy feliz...una sonrisa se me dibujaba en la cara.
Ese verano fui la puta sumisa de mis alumnos, hacían sus fiestas donde siempre invitaban algún joven más. Me hacían vestir como una puta y me cogían a su antojo. Y en una ocasión probé la conchita de una de sus amigas. Pero esas pueden ser otras historias si les gustó el relato. Saludos y gracias por leerme. Carmen