Divina crisis: Aprovechándose de la fan gótica.
Un grupo de rock celebra un concierto y deciden llevarse a una jovencita gótica a su camerino a firmarle unas camisetas. La firma le salió un poco cara a la linda muchachita.
Sigo contando mis aventuras como segurata de discoteca, trabajo que encontré al empezar la crisis, cuando tuve la gran idea de ir al gimnasio a ponerme lo más cachas posible.
Esta vez, tuve la suerte de ser contratado para la seguridad de un grupo de Rock que venía a tocar a la ciudad.
Actuaba ese sábado Ronnie y su banda, unos rockeros de pelo largo que estaban de moda y volvían locas a las niñas, sobretodo unas con look gótico.
Y claro, el aforo estaba lleno de niñas todas iguales: botas de militar, ropa oscura, y maquillaje pálido que parecía que estuvieran todas enfermas. Eso si, muy ricas todas.
Y claro, tras la ropa ancha se adivinaban en muchas de ellas unos cuerpos de escalofrío así que mientras trabajaba me lo estaba pasando en grande dándole a la pestaña.
El trabajo era muy fácil, controlar que ninguna de las fans subiera el escenario, controlar los altercados (pocos al ser casi todo chicas) e impedir la entrada al camerino donde estaba el grupo poniéndose hasta arriba de coca.
Antes de empezar a actuar, Tom, el negro enorme que tocaba la guitarra eléctrica, sacó una bolsita llena de polvo blanco que enseguida supe lo que era.
Pronto las rayas de coca corrían por la mesa y los 3 rockeros esnifaban sin parar, poniéndose hasta arriba de coca.
- Tom, esta mierda es muy buena, me alegro mucho del dinero empleado, decia Ronnie.
- Vamos a pasarlo bien, yeahhhhh gritaba Jonas, el batería desgarbado de larga barba y mucho mayor que los otros dos, rondando los 50 mientas Ronnie y Tom apenas tendrían 25.
A la coca se le unían botellas de Jack Daniels y mientras el grupo incrementaba su nivel de alcohol, yo me limitaba a verlos divertido y controlar que nadie entrara ni interrumpiera su “especial fiesta” de inicio del concierto.
Como no podía ser de otra manera, el concierto fue como la seda. Tanta coca hizo que Ronnie volara sobre el escenario, saltara y berreara mientras docenas de adolescentes chillaban, bailaban y coreaban las canciones.
- Otra, otra, otra, gritaban las niñas y Ronnie no paraba de cantar nuevas canciones para delirio de las extasiadas fans.
El concierto acabó, y antes de retirarse el grupo al camerino, Jonás se me acerco y me dijo al oído.
- La de los tatuajes de lagrimitas, pregúntale el nombre y dile que Ronnie la invita al camerino y le va a firmar un par de camisetas si lo desea.
La chica de los tatuajes de lágrimas era perfectamente reconocible. Botas militares, falda ceñida q con una forma de melocotoncito, camiseta del grupo y varios tatuajes por el cuerpo, el más bonito de ellos tres lagrimas que resbalaban por su mejilla derecha.
Pese a su look, la chica parecía muy joven, con lo que a la belleza de su cuerpo se le sumaba el atractivo de su corta edad.
Imaginé que aquello era lo normal al acabar la actuación y tranquilamente me acerqué al grupo de chicas donde estaba aquel bombón.
- Hola guapa, como te llamas? Ronnie te espera en el camerino para firmarte unas camisetas, si lo deseas te acompaño.
Las amigas gritaron de emoción, felicitando a la chica en cuestion, y con gritos y felicitaciones, la empujaban hacia mi.
- Que suerte has tenido, camisetas firmadas por Ronnie, consigue varias también para nosotras. Vaya potra has tenido Mirella.
Mirella balbuceó y a duras penas, con los ojos muy abiertos consiguió a decir…
- Mi… mi… Mirella. Me llamo Mirella, voy donde me digas. Gra… gra… gracias que emoción, que suerte.
Acompañé a Mirella a los camerinos donde la esperaba Jonás, que besó a la chica devorándola con los ojos, la verdad es que el viejete babeaba mientras la besaba como un amigo de su edad y le decía la suerte que tenía yq que Ronnie le esperaba dentro para firmarle las camisetas y enseñarle el camerino.
El viejo la repasaba de arriba abajo y no perdió la oportunidad de cogerla por la cintura mientras la saludaba y le plantaba unos besos en la mejilla.
Cerró la puerta y me quedé fuera esperando, haciendo mi trabajo y vigilando que nadie más accediera al camerino, como Jonás me había indicado.
No obstante desde allí se escuchaba todo, y al parecer todo eran risas y el grupo invitaba a alcohol a la niña .
- Hola Mirella, que suerte has tenido, decía Ronnie. Te firmo un par de camisetas pero si quieres también te firmaré algún disco.
- Bebe con nosotros guapísima, decía Jonás.
La chica bebía, sonreía y no paraba de dar las gracias.
Gracias gracias, sois muy amables, estoy viviendo un sueño.
Tom, prepara unas rayas para celebrarlo con nuestra amiga, dijo Jonás.
Toma pequeña, esnifa dijo Tom.
No, no, nunca lo he probado, de verdad que no.
Pero bueno a quien hemos traído al camerino, a una mojigata? Decía Ronnie, . Con tantos tatuajes tan atrevidos y ahora nos vas a salir una reprimida?
No, no, lo probaré, perdonen ustedes, decía la pobre niña, abrumada or los tres rockeros.
A partir de ahí, las risas de los rockeros no pararon, y se oía cómo jaleaban a la chica y le hacían además de esnifar coca, beber alcohol.
- Venga quítate otra prenda, Mirella, has perdido. Decía Tom.
- Venga pequeña, que te firmaremos camisetas todo el grupo, quítate la camiseta. Decía Ronnie.
- Así así, putita, que te veamos todos los tatuajes de ese cuerpecito dijo Jonás con una voz de pervertido total.
Yo empezaba a flipar y comprendí rápido que la gótica debía estar a esa altura completamente drogada, borracha, o las dos cosas.
De repente, escuche jadeos, y un grito de chica que me asustó. Me asomé con disimulo al camerino y lo que vi me dejó alucinando.
Mirella estaba desnuda, solo le habían dejado las botas militares, su cuerpo era de muñequita, con varios tatuajes repartidos por todo el cuerpo y estaba en el suelo tendida boca abajo.
Jonas le levantaba la cabeza con su mano derecha, aprovechando que le había hecho una coleta con todo su pelo largo mientras con la otra mano le tapaba la boca con una camiseta del grupo, para evitar que los gritos de la muchacha se escucharan mucho.
Ronnie permanecía en el sillón masturbandose y bebiendo bourbon, pero lo más increíble era lo que hacía el negro Tom, tres veces más grande que Mirella.
Tenía alzado el culo de la joven, y empapado en sudor le clavaba la polla en embestidas salvajes. Sin tregua y perforando con su cintura de semental a aquella muñequita blanca.
Ufff que coñito tiene la pequeña, la estoy rompiendo, q gusto me da. Que bien se siente follar a esta tonta. Venga Mirella grita que me gusta mucho más, no te cortes, que se escuche que te rompo por la mitad. Nota bien como te empala el guitarra del grupo, menuda zorrita estás hecha. Y con estas palabras no dejaba de apretarle la cintura y meterle polla bien profundo.
Y así, agarrándola fuerte de la cintura, empujaba con fuerza adelante y atrás, taladrando por detrás el coñito de Mirella, babeando y dandole si piedad.
Jonás miraba con cara de pervertido la cara de la pequeña, una mezcla de dolor, placer, borrachera y drogas.
Te gusta; Mirella?, te lo vas a pasar en grande con el grupo, te vamos a firmar los tres, ya verás putilla lo que te viene. Y se relamía con gusto.
Cerré la puerta no me descubrieran y les dejé con su particular orgia.
No paso mucho tiempo cuando oí un sonido como de ahogo, algo así como un…
Glglglglglgllg gagagagagagagaga
Volví a asomarme y la escena superó a la anterior.
Jonás tenía agarrada a Mirella por la nuca, sentado en el suelo con las piernas abiertas mientras empujaba su cabeza adelante y atrás, hundiéndole la polla hasta la garganta.
Así Mirella, comele bien el rabo a este viejete, trágatela entera que pronto te rellenare esa boquita de leche.
Mirella se dejaba hacer, completamente mareada por el alcohol. Sobre su espalda resbalaba un líquido que debía ser el lechazo de Tom. El negro descansaba en una silla preparándose otra ralla. Habria decidió no correrse dentro de la chiquilla y su corrida había ido a parar a la espalda de Mirella, resbalándole por el costado y el culo.
En ese momento, la garganta de Mirella no pudo tragar más polla, los movimientos de Jonás eran terribles y empujaba hacia el fondo de la garganta su capullo ayudándose con terribles movimientos de su cadera.
Se atragantó, empezó a toser y yo creía que iba a vomitar allí mismo, pero no. Como pudo se separó de aquella polla y entre tosidos y sonidos de garganta empezó a soltar toda la baba retenida en su boca tras la terrible felacion.
Jajajaja, reía Jonás mientras veía soltar baba sobre el suelo a Mirella. Quien había empezado a soltar también alguna lágrima y baba por la nariz.
Mírala como resiste la niñita, que bien me está comiendo el capullo y como saliva la muy puta. Ahora suelta lágrimas, sabia yo que ese tatuaje de lágrimas prometía.
Ronnie seguía masturbandose y se levanto con la polla totalmente tiesa.
Mirella, ahora si que vas a llorar de verdad, prepárate. Si te portas bien te firmamos camisetas para todo tu grupo, quieres?
La niña sorprendentemente afirmó con su cabecita, la cara llena de lágrimas, su maquillaje totalmente ya corrido y soltando babas por todos sus agujeros.
Ronnie le separó los pequeños cachetes del culo y escupiendo sobre su polla se la clavó de una estocada.
Un nuevo grito soltó Mirella que empezó a soltar más lágrimas.
No tardo nada Jonás en taparle la boca con su resplandeciente polla y así iniciaron un perfecto empalamientode la joven enun compás que parecía bastante entrenado por la pareja de rockeros.
Otra otra otra, decía Tom hasta arriba de coca, Mirella pide otra como en la pista.
Jonás separó la cabecita de Mirella de su polla.
Venga puta, pide otra que te ganas mi firma. Jajaja.
Mirella logró repetir “otra otra”, se la notaba muy drogada.
Y ante las risas de Jonas, este empezó a soltar chorros de leche en la cara de la joven gótica.
Así así preciosa. Que bien te has portado, recibe la leche de tu papi mientras Ronnie te rompe el culo.
Venga límpiame bien el capullo mientras me recreo en cómo entra esa polla, cerda. Te estaba dando polla en cada tatuaje que tienes, que pena que nos tenemos que ir ya.
Mientras Ronnie que no paraba de taladrar el culo, azotaba el culo de Mirella, donde en un cachete lucia un tatuaje de dragón y en el otro nada, que era justamente el cachete azotado, que ahora estaba bien rojo.
- Llega mi firma, zorrita. Que pollazo que tienes, así así deja que te mueva el culo y te entierre mi buena polla. Que estrecho tienes el culo, aquí han entrado pocos rabos . Muchas botas de militar pero sollozas como una cría.
Jonas aprovechó para levantarle la cabeza agarrada del pelo, la carita llena de su leche y mientras le cacheaba la cara.
- Así zorrita, boquea que te entre bien la polla de tu ídolo. Jonas, que es lo que más te gusta de estas fans tan sumisas?
- Claramente romperles el culo. Mira como entra mi polla pese a lo estrecha que lo tiene. Se lo pienso abrir bien. Pero tú no te quedas atrás, se la estás metiendo hasta la garganta.
- Exactamente, que aprenda a mamar desde bien joven.
Plas plas plas le abofeteaba la cara mientras la gótica no paraba de boquear y recibir envites de Ronnie.
Y sin dejar de decirle lindeces y guarradas a la chica, Ronnie empezó a bufar y correrse como un mono en celo. Hundiendo la polla en Mirella como si quisiera llegarle por detrás a la garganta.
Cuando finalmente se separó, chorros de leche caían del culo de la niña, totalmente abierto.
Su cara, ya roja de la ca va atadas de Jonás, lucía roja y llena de semen del guitarra.
Le hicieron unas fotos, y finalmente Tom la agarró en peso como si fuera una pluma y la dejo sobre el sillón, la chica jadeaba, desconozco si de placer o de agotamiento, cubierta de leche y babas por todo el cuerpo.
Jonas ya se estaba vistiendo, el taxi que les llevaba al aeropuerto llegaba en 10 minutos y al verme me dijo.
Buen trabajo segurata, Nadie nos ha molestado. Nosotros nos vamos, recoge todos esto y dale esa bolsa de camisetas y discos firmados a esta putilla, se lo ha ganado.
Toma esta propina y límpiala un poco, y cuando pueda andar acompáñala con las amigas que seguro esperan todavía fuera para pillar alguna camiseta.
Si eres rápido, puedes follartela si quieres, la niña esta buenísima. Y un pureta como nosotros no tiene siempre la oportunidad de coger con una cervatilla así.
La verdad es que Jonas reía razón, el cuerpo de Mirella, aún todo pringado, era increíble.
Además los tatuajes la hacían terriblemente sexy, pese a su corta edad.
A mi me habían vuelto loco sus tatuajes de lágrimas en la mejilla, así que me decidí rápidamente.
Tal y como estaba tumbada en el sillón, me quedaba a una altura perfecta para hundirle la polla en la boca e iniciar una follada de boca como a mi me gusta.
Jonas me vio la idea y decidió ayudarme.
- Vaya vicio tienes tú también, segurata. También quieres romperle la mandíbula como he hecho yo, te ayudo no te preocupes.
Y con los dedos abrió la boca de Mirella por los lados, dejando sus labios abiertos y una dentadura blanca resplandeciente.
Venga no seas tímido, metesela que roce bien, cógela bien de la cabeza.
Así que no tarde ni un segundo, agarrando a Mirella de la cabeza, y aprovechando la abertura que el batería me otorgaba, empecé el mete saca con maximo roce.
Mirella abrió los ojos, y con su habitual Ggggggg gagagaga empezó a salivar e intentar apartar la cabeza.
Pero el tiempo apremiaba así que agarrándole fuerte de la cabeza y empujando todo mi cuerpo contra su boca, me encarame sobre ella.
Tumbada boca arriba en el sofá, solo podía recibir polla y tragar.
Hundí fuertemente mi capullo en la garganta, y le elevé una pierna agarrada fuertemente por mi musculoso brazo. Me daba mucho morbo ver esas botitas de militar mientras le enterraba la boca en la garganta. Y así, apretándole el tobillo y enterrándole la polla en la boca, no tarde en soltar leche a raudales. Hacia bastante tiempo que no me corria.
Como vi que la ahogaba, me retiré y pudo toser y escupir toda mi leche al suelo.
Iba a tener que limpiar bien todo aquello.
Los rockeros se despidieron, no sin darle algunos azotes en el culo a Mirella.
Que bien te has portado pequeñita. Si volvemos por aquí búscanos.
Zzzzz
Menudo coño gastaba la pequeñita, decía Tom.
Pues si tú le das por ese culo tan estrecho la rompes, decia Ronnie.
Vi como Jonás le retorcía un pezón, su miraba reflejaba que se había quedado con ganas de más. Pero posiblemente el poco tiempo y tanto alcohol le habían impedido otra erección.
Yo rápidamente me puse a recoger y limpiar todo, incluida a la gótica y sus fluidos. Al acabar eche un poco de agua a Mirella que se había quedado dormida.
Al instante se despertó.
Hola guapa, que has estado haciendo que estás desnuda? La banda se ha ido pero ha dejado esto para ti.
No mires guarro, a ti que te importa!! Dijo una Mirella altiva mientras miraba la bolsa y se le salían los ojos.
Camisetas, gorras, discos firmados por la banda…
Se la veía muy contenta, se vistió rápido y se fue silbando de contenta.
Desde luego había sido bien firmada por todos los del grupo!!!