Distopía ii

Capítulo II: La fiesta. El refugio servirá de lugar para una gran fiesta, muchas aventuras están por comenzar ... - Desde que entramos no has deja de ver a Mathias... - ¿Te gusta ese chico?

Jonas

Entro a la casa y rápidamente me siento en la mesa de la cocina observo que el reloj digital marca las 1845 horas, oigo la puerta principal abrirse.- Puntual- Pensé,  una costumbre de los norteños. Ruego que mi madre no se dé cuenta de los raspones hechos horas atrás, sabía que si se enteraba me iba a dejar en la cama durante toda la semana.

-Hola hijo- Dice mi madre un tono cansado.

Le doy un  fuerte abrazo y amablemente despojo de su pesado chaleco blanco, parte de la vestimenta que utilizaba todos los días del calendario. Desde que asumió el puesto de embajadora del distrito Este ha tenido mucho trabajo. Recuerdo cuando nos llevaba al colegio y siempre íbamos cantando en el auto muy alegre, lástima que al comenzar la preparatoria haya abandonado su pequeño local en la orilla de la playa para dedicarse a la política una profesión muy difícil en Clean, fue ahí en ese negocio donde empecé a incursionar en el surfing con algunos de mis antiguos amigos.

La veía un poco contenta arreglando algunas cosas en la pequeña cocina, le pregunto qué tal  había sido su día hoy y la conversación se extiende hasta hablar de mi padre.

  • ¡Buenas noticias! Eduardo vendrá dentro de poco- Expresó mi madre un poco ansiosa, tras haber leído el buzón electrónico.

  • Ya era hora de que papá viniera, lo he extrañado un montón la casa no es lo mismo sin él-  y con un cariñoso beso en la mejilla me dispongo abandonar la cocina.

Entro a mi cuarto y reviso el móvil, veo  dos mensajes de Paris avisándome de que asistiría a la fiesta.- Genial- Pensé. Tendré con quien conversar, sabía que Nicolás iba a estar penitente de  ligar con las chicas y se iba a olvidar de sus amigos. Me acuesto en mi cama y luego duermo hasta que inconscientemente oigo la voz de mi madre.

  • Cariño tienes visitas- La escucho gritar desde la planta baja.

  • Debe de ser…Nicolaaaaas!!!- pensé un poco molesto. Cuando me disponía a bajar al recibidor entra con su móvil en las manos. Desde que lo conozco hace siempre lo mismo, es como si mi casa fuese la suya.

  • Jonas te he llamado al móvil como cuarenta veces- Dice algo enojado, la verdad es que Nicolás a veces era un poco exagerado.

  • ¿Qué haces aquí? Habíamos acordado a las 2100 horas en la plaza y apenas esta oscureciendo.

  • Vine a traerte ropa para que no te vistas como un soso, yo mismo he escogido algunas prendas de mi clóset elige cual prefieras- Me dice entregándome un maletín negro, lo abro y veo que hay varias camisas y pantalones, escojo la más apropiada ya que Nicolás es casi de  mi misma contextura tiene el cabello oscuro con un corte muy moderno y los mismos ojos verdes de su hermano, es un poco más alto que yo, se le forman los hoyuelos en las mejillas y es muy extrovertido. Siempre vestía a la moda pues cuidaba mucho su imagen, en la clase varias chicas morían por andar con él, había heredado al parecer ese don de su hermano mayor.

  • Gracias Nico, Paris me escribió y confirmo estar esta noche allá.

  • Perfecto justo te iba a preguntar por ella, oye  me tengo que ir estoy terminando el trabajo de las maquetas nos vemos a las 2100 sé puntual una vez en tu vida- Dice saliendo de mi habitación algo apurado.

Me quedo viendo la televisión un rato después decido ir a cambiarme, empiezo a mirar mi cuerpo en el espejo tenía algunos moretones en mis hombros y costillas, me limpio las heridas luego me coloco la ropa de Nicolás.- Ahora si parezco un norteño- Vestía con unos pantalones skinny (ajustados) negros y un suéter gris con un diseño un poco extravagante por último me pongo mis viejas botas negras para luego peinar mi cabello así alisarlo un poco. Al bajar las escaleras Verónica me queda mirando extrañada y me dice.

  • Que bien te vez Jonas por fin encajas en esta sociedad, me ha contado Nicolás que irás a la fiesta ya era hora de compartir un rato y cambies un poco.

No le prestó la más mínima atención y salgo agarrar el tren así encontrarme con Nicolás.


Mathias

Luego de dejar al amigo de Nico, Natasha me llama invitándome a su casa. Al llegar me recibe con una sonrisa.

  • Te noto cansado, nada que un beso no solucione- Los labios se posan en los míos  luego pasamos a su habitación, sus padres siempre están en el distrito central, es decir, tiene la casa siempre para ella sola.

  • Cariño me moría por verte, me pone mal saber que no iras a la fiesta de Tomás- Le digo agarrándola por la cintura y besándola nuevamente.

  • No quiero que me cuenten nada malo de ti en la fiesta así que te me cuidas- En eso me muerde la oreja.

  • Si siempre estás sola ¿por qué tus padres no te dejan ir? puedes engañarlos y decirle que vas a estudiar a casa de Rebeca u otras de tus amigas sin cerebro. Rebeca  es mi prima; pero debo admitir que a veces anda como en otro planeta.

  • Están de regreso por unos días y ya sabes cómo son cuando están aquí- Su padre siempre la complacía en todo a sus 17 años ya tenía su propio apartamento en el centro de Clean para cuando terminara sus estudios, la verdad era que su vida estaba resuelta.

Natasha era la chica más codiciada del instituto con su cabello color blanco plata y sus misteriosos ojos grises hacia que todos los chicos cayeran a sus pies. Llevábamos más de tres años de relación, su familia quería casarnos hace un par de meses pero mi padre y mis abuelos se opusieron. Siempre que podíamos teníamos relaciones hasta una vez lo hicimos en un baño abandonado del instituto.

Estuvimos besándonos un rato, era difícil separarme de esa boca sabor a menta. Lentamente se desnuda y comienza a besarme los abdominales hasta bajar y  desabrochar mi pantalón con su boca era ya era una experta. Sus manos tocan rápidamente mi pene ya casi erecto, se lo introduce en su boca y comienza a chupar como un bebé jugando con su chupón. Eso me excita y le pongo mis manos en su cabellera plateada. Al cabo de unos minutos se monta sobre mí e introduce mi verga ya erecta en su vagina, pude notar en su rostro una mezcla entre dolor y placer, empieza a cabalgar con movimiento lento luego aumenta la velocidad. Llevábamos ya unos 15 minutos en la faena cuando suena su móvil y se asombra al saber que la llamada era de su padre.

  • Te tienes que ir- Me dijo apurada al cabo de unos minutos- No hay tiempo ya mis padres están en camino, después terminamos lo que empezamos.

Me levanto de su cama y voy corriendo hacia el carro terminándome de vestir. No puede ser que me dejara en medio de la calentura, molesto golpeo el volante y me dirijo a mi casa. Llegue y mi abuela me recibió con un abrazo. Le conté como estuvo mi día y fui al cuarto, me acuesto en la cama decidiendo terminar lo que deje inconcluso con una estupenda paja, al acabar se me viene a la mente aquel chico de la playa y su increíble cara de niño tímido bronceada…Mejor será que me dé un buen baño.

Al acabar de vestirme veo el reloj y me percato de que ya es demasiado tarde, salgo en el auto camino al refugio pensando en lo enojado que estará Tomas. Teníamos que llegar los dos temprano y darle las instrucciones a  todos los que iban a estar cuidando el lugar.

Al llegar Encuentro a Tomas sentado en uno de los sillones con los brazos cruzados.

  • Si te ofrecí mi coche no fue para que te tardarás. Me dijo molesto acercándose a mí.

  • Lo siento bro, tuve algunos inconvenientes que resolver.

-  Te la dejaré pasar solo por esta vez, reconozco que has hecho un trabajo sorprendente.

  • No volverá a pasar Tom, tenía asuntos pendientes con Natasha y he pasado por su casa al acabar de arreglar el lugar.

Tomás alzó las cejas y una sonrisa salió de su rostro. Era mi amigo desde que hace ya 8 años,  la gente a veces lo confunde conmigo y otras preguntan si somos hermanos. Es  un poco más bajo que yo y se le marcan más los músculos, tiene el cabello dorado y un tupé igual al mío. Somos como hermanos siempre ha estado en los momentos más difíciles y sé que puedo confiar en él con los ojos cerrado, por eso nuestras peleas duran muy poco.

Saque de mi bolsillo una pequeña caja y se la entregue diciéndole - Feliz cumpleaños bro- Luego lo abrase y le di unas palmadas en la espalda.

  • Gracias hermano, no tenías que molestarte…ya está todo listo ponemos abrir. Me dijo cambiando el tema. Tomás es duro para demostrar sus sentimientos, ese era el problema más común con sus novias y yo tenía que actuar como intermediador en su relación para que no rompieran, hasta qué al final se cansó y comenzó a tener encuentros solo de una noche con las tías.

La fiesta tenía ya horas de haber empezado, el ambiente estaba bastante lleno y animado, todos bailando, bebiendo y algunos fumando. Me encontraba justo en la pista bailando con Rebeca, mi prima, quien se había convertido en la mejor amiga de Natasha. Cuando me separo de ella noto que una chica me guiña el ojo y como ya estoy un poco tomado le sigo la corriente y empiezo a bailar con ella, después de dos pistas noto que se rueda hacia una esquina y comienza acariciarme la entrepierna. Estaba caliente entre los besos y caricias al cabo de unos minutos Tomás nos separa.

  • Bro ¿Qué carajos estás haciendo?- dice algo asombrado mirándome fijamente- Estás un poco ebrio ya te la has besado como 7 veces, si Natasha se entera te mata, ya todos están hablando de ti.

  • Lo único importante en esta fiesta eres tu cumpleañero- Le digo abrazándolo y comenzando a saltar en el medio de la pista, Natasha que se vaya a la mierda- Dije gritando, todos voltearon a donde me encontraba pero nadie le prestó mucha atención a mi comentario.

  • Cálmate un poco, Es mejor que vayas a la terraza y tomes aire puro eso te hará bien-  con sus manos mes señalo el camino.

Me fui sin pronunciar una sola palabra. Si Natasha estuviera conmigo nada de esto hubiera pasado…


Jonas.

Me había perdido entre los grandes edificios de la región,  todos lucen muy extravagantes con vidrios, grandes tubos de aluminio y hormigón. Paso por uno de estos y veo un anuncio emitido por el distrito central. Johanna luce un vestido azul  que deja ver su elegante figura de mujer regia y fuerte. Habían pasado ya 2 años de haber sido electa Primer Ministro de Clean, mi madre fue una de las que ayudo en su campaña, obtuvo una recompensa después de su legitimación  y la gratificó poniéndola como la embajadora de esta fría región, tenía que llevar en su mando el orden y estabilidad económica, social, política del distrito Norte.

Como estoy apurado ignoro el anuncio, y sigo caminando hasta toparme con grandes árboles de la plaza Snow. Como se me podría olvidar la ubicación de esta plaza, si es una de las principales de la región, está ubicada en la zona central. Los observo sentados en un pequeño banco y cuando estoy lo bastante cerca puedo el rostro enojado de Nicolás. Es una lástima, el día que por fin voy puntual me pierdo tontamente por no querer preguntar la dirección.

  • Siempre llegando tarde, ya todos deben estar disfrutando de la fiesta y henos aquí en medio de todo este frio atroz- Gruñe Nico juntó a Paris. Noto como Paris me queda mirando un tanto extraña, sus ojos recorrían mi cuerpo de pies a cabeza.

-  ¿Qué? ¿Por qué me miras así, tengo algo en el rostro?- Pongo mis manos en la cara buscándome algo vergonzoso.

  • Wow Jonas ahora si pareces uno de nosotros, te ves muy guapo, nunca te había visto así como hoy- Dice Paris con una sonrisa acomodándome el suéter.

  • Vamos ya, se nos hace tarde- Dice Nicolás caminando hasta la estación de tren más cercana. En el camino Nicolás iba hablando de sus antiguas novias y como todas lo habían abandonado e incluso en ese mismo grupo se encontraba Paris .

Cuando llegamos veo el increíble lugar lleno de luces y personas bailando al ritmo de la música, se notaba que alguien con buen gusto decoró el lugar, pues había espejos y muchos muebles raros. Busco inmediatamente a Mathias con la mirada y  lo veo junto a Tomás bebiendo con sus otros amigos. Es fácil de reconocerlo, está vestido todo de blanco y llevaba puesto un broche dorado al costado de su chaqueta que combinaba con las suelas de sus zapatos, si lo viera caminando solo por la ciudad pensaría que es un modelo de esos que salen siempre en las grandes pantallas de los edificios.

  • Mathias esta guapísimo, sobresale entre todos- Dijo Paris en mi oído para que Nicolás no escuchara- Sus palabras me hacen sentirme un poco mal, como si me hubieran dado una patada en el estómago. Pero que son estos sentimientos? No sabía el motivo de que mis ojos no se pudieran despegar de su cuerpo.

Lo mire por unos segundos más y me senté hablar con Paris en barra, ella empezó a contarme como estuvo su cena familiar mientras pedía un trago, pero yo no podía dejar de pensar y ver a Mathias. De pronto pasar por mi lado Verónica abrazada con Tomás, se para justo al frente y me dice:

  • Jonas imbécil te presento a  Tomás mi amigo- Este último con una sonrisa estiró su mano y la colocó en mi hombro diciendo.

  • Tomás bro, jajajaja veo que sí tienen un parecido, si te dejas crecer el cabello te verías igual a tu hermana.

  • Mucho gusto, ah, se me olvidaba ¡feliz cumpleaños! La fiesta esta genial- Logró decir un poco tímido.

Agarra dos vasos de una pequeña mesa y me ofrece un trago, se lo rechazo diciendo.

  • No gracias, no bebo alcohol.

  • Pues siempre hay una primera vez- Sonríe y me vuelve a dar el vaso. La bebida era algo extraña con un color azul eléctrico. Su sabor era amargo pero muy adictivo.

  • Listo, ya esta- le digo devolviéndole el vaso vacío, instantáneamente me empese a ver algo borroso.

  • Así me gusta amigo, disfruta la noche que apenas empieza- Dice con una sonrisa.

Veo que un chico se para detrás y le da un pequeño golpe en la cabeza. Tomás voltea y lo abraza, hablan durante algunos minutos luego vuelven a dirigirse hacia mí.

  • Manuel te presento a Jonas, el hermano menor de Verónica.

  • No sabía que tenías un hermano Verónica- Le dice Manuel viendo fijamente a mi hermana, luego me abraza.

  • Un placer tío, te he visto mucho con Nicolás en el instituto. Su asentó era muy refinado por lo que deduje  no era de esta zona, podía jurar que venía de la capital.- Y veo que también eres amigo de Paris, esboza una sonrisa cómplice para luego darle un pequeño beso a mi amiga después se marcha. Juraría que las miradas que se dieron estaban llenas de complicidad.

  • Tomás quiero bailar un poco- Dice mi hermana dándole un pequeño beso, luego se van.

Los vi ponerse en la pista y  comenzaron a bailar muy sensualmente a su lado está Mathias un poco ebrio con una hermosa morena. De pronto me fijo que se están besando, luego Mathias arrincona a la chica para darle otro, sus manos se posaron en el trasero de su acompañante y comenzó apretarlo.  No puede aguantar la escena y le dije a Paris para ir a otro lugar,  se quedó pensativa viendo a donde hace pocos instantes estaban mirando y me llevo hacia la terraza que tenía una agradable vista al mar.

Perfecto, nada como la brisa de la playa para despejar mi mente y aclarar algunas dudas con respecto a lo que sentía hacia Mathias.

  • ¿Me vas a decir que tienes?- Dijo Paris un poco molesta -¿pasa algo con él?- Yo estaba con la mirada puesta fijamente en la playa. Recordaba sus hermosos dientes sonriéndome y esa fragancia que poco a poco se iba convirtiendo en mi adicción.

  • Lo siento ando un poco distraído creo que no estoy acostumbrado a esto de las fiestas, era mejor haberme quedado en mi casa.

  • Vamos Jonas deja de mentir, sé cuando algo te pasa, dime que te tiene tan pensante- se llevó sus manos a mis oídos y pegó sus labios suavemente de mi lóbulo y susurró -  Desde que entramos al refugio no has dejado de ver a Mathias- Después de esas palabras me puse algo pálido- ¿Te gusta ese chico verdad?- Me dice casi que entre dientes.

Esto último me deja estático. Mentirle a Paris no era una opción, sabía que debía haber disimulado más, pero desde que Mathias me dejo en mi casa no he parado de pensar en él. No puede ser que me guste el hermano de mi mejor amigo, el chico ejemplar del instituto al que todos tenían mucho respeto y admiración. Solo de algo estaba seguro, nunca se fijaría en alguien como yo y la forma de verme esta mañana lo expresaba todo.

Paris me observa y nota como se me forma una media sonrisa.

  • ¡Lo sabía!-Dijo eufórica abrazándome y agarrando mis dos manos.

  • Ni una sola palabra a Nicolás, no me lo perdonaría- Fue lo único que alcance a decir.

  • Tranquilo tu secreto está a salvo conmigo- Me dice riéndose -Es muy raro que un chico tan guapo como tu este tan solo-Dice mirándome a los ojos. En eso Nicolás llega un poco sudado y grita eufórico.

  • ¡Es la mejor fiesta de todas!, oye Paris quieres bailar, no te he visto hoy mover esas caderas- Ella acepta y me dejan solo en un banquillo juntó a la mesa de tragos. Los veo reírse en el medio de la pista hasta que me canso y empiezo a observar el mar nuevamente justo donde ocurrió el accidente horas antes. La escena del baile no salía de mi cabeza. De pronto una sombra se pone justo detrás.

  • ¿Oye, por qué tan solo? Al oír esa frase volteo y veo, se está tomando un trago, luego agarra otro y sonríe...

Continuará...