Distancia de seguridad parte VI

¿Te he dicho que tu sonrisa es lo más bonito que he visto nunca? –Me sale sin ni siquiera pensarlo.

Distancia de seguridad parte VI

De lirios y éxtasis.

En el mismo momento en que suspiro dándome por vencida, sus manos se mueven, una a mi cintura apretándome con fuerza contra ella, la otra a mi cabeza. Una mínima presión ejerce en ella, la que falta para que sus labios se roncen con los míos. Es la mejor sensación de mi vida. Un castillo de fuegos artificiales estalla dentro de mí. La beso. Me besa. Despacio, suave, lento, muy lento. Nuestros labios se conocen de otras vidas, se rencuentran.

Hace un recorrido de besos hasta mi oreja, la cual también besa, despacio para luego susurrarme: -Creo que te conozco desde siempre y lo que no conozco me encantaría que me lo enseñaras cada día del resto de mi vida.

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Mis labios vuelven acariciar los de ella, mi lengua juega con su labio inferior, lo muerdo despacio, sin presión. Sus manos juegan con mi pelo. No puedo apartarme de ella, quiero morir en este momento.

Besé su cuello con devoción, sin dejar ni un centímetro descuidado, subí hasta su oreja, recreándome en su lóbulo, su espalda de arquea y su pulso se empieza acelerar, intenta negarlo una y otra vez pero mis besos no la dejan descansar y cada vez tienen más peligro, bajo por su cuello hasta el hombro, de nuevo subí hasta su lóbulo, por la manera en que se retuerce, ese es su punto débil, me voy acercando peligrosamente a sus labios, poco a poco, para que no se asuste, aunque no está poniendo ninguna resistencia, al contrario sus manos juegan en mi espalda y sube poco a poco mi camisa, parece que a ella también le gusta el juego aunque intente negarlo. Por fin llegué a lo que tanto deseaba, sus labios, la beso con ternura, despacio, solo con un simple roce de sus labios hace que pierda completamente la cordura… El beso va subiendo de intensidad y de la ternura del principio ahora es con pasión y lujuria, su lengua tiene una batalla con la mía por ver quién gana más terreno, ¡Dios que bien besa! Con habilidad me giró quedando ella ahora encima de mí, teniendo el control. En estos momentos mi cabeza no piensa, solo quiero que no deje de besarme nunca… La situación está a otro nivel, nuestros cuerpos piden más que besos, me levantó un poco la camisa y de mis labios bajó para besar todo mi vientre, de mi solo salen gemidos, no puedo decir ni hacer nada más coherente, me está haciendo enloquecer. Cuando subió de nuevo a mis labios, solo puedo pensar en una cosa, hacerla mía YA. Nos miramos a los ojos por un segundo y pude leer perfectamente en ellos el mismo deseo que siento yo ahora mismo, pero el teléfono no para de sonar…

-          Creo que deberías cogerlo. –Me mira con lujuria.

-          No puedes dejarme así. –Estoy muy caliente…

-          ¿Así como? Yo te veo perfectamente, eso sí deberías darte una ducha. Te veo sudando. –Lo dice riendo.

-          Perfectamente te voy a dar yo a ti. –Me levanto del sofá a por el dichoso teléfono.

Su mirada no pierde detalle de cada cosa que hago, yo hablo de un lado para otro en la casa, yo y mi manía de coger el teléfono sin mirar. Al final me toco hablar con mi madre. Aunque más bien la única que habla es ella. Como siempre.

Dani, se ha aburrido de mirarme y ahora esta trasteando en la cocina, cortando fresas. La miro de espaldas, de la cabeza a los pies y de regreso. Solo con mirarla el recuerdo de nuestro beso vuelve a mi cabeza, y con ello el mismo calor recorre de nuevo todo mi cuerpo.

-          Dani, me voy a dar esa ducha vale. Estás en tu casa. –Lo digo con la esperanza de que se venga conmigo.

-          Si, no vaya a ser que empieces a oler mal, mira que estabas sudando mucho bonita. –La mato.

-          Estoy arriba cualquier cosa. –Esta me la pagas.

-          Yo preparo algo de comer para cuando vuelvas.

¿Cómo es capaz de hacerme esto a mí? Dejarme con este calentón… El jueguecito le va a salir caro, no sé cómo pero pienso cobrárselo y con creces… Ahora será mejor que me meta en la ducha porque esto no lo aguanto más.

La ducha consigue que me relaje pero no logra sacarme este calor que tengo por dentro. Siempre he logrado mantener y llevar en control en este tipo de situaciones pero con ella todo es distinto, solo con sentir su aroma o su cuerpo cerca del mío hace que todo dentro de mí se revolucione. ¿Por qué siento esta necesidad de estar a todas horas con ella… de abrazarla, besarla…? Seguía absorta en mis pensamientos cuando escuché la puerta del cuarto cerrarse.

-          Te espero para comer bonita. –Lo dijo extremadamente sexy

Lo chilló de una manera que mi cuerpo se estremeció por completo. Me apresuré para salir de la ducha, para mi buena suerte no cogí nada de ropa para cambiarme y aquí solo hay una diminuta toalla con la que poder taparme. Toalla en mano y con el agua aún recorriendo mi cuerpo, mis malas y perversas ideas se activaron. ¡Esta se va a cagar! Vamos a ver hasta dónde llega sin pedirme, suplicarme y hasta rogarme que la haga mía.

Enrollé en mi cintura la minúscula toalla, dejando al aire todo mi torso aún mojado, porque ni siquiera me sequé.

Al verme salir de esta guisa sus preciosos ojos casi se salen de sus órbitas, se pueden leer en ellos deseo, no puede ocultar que le gusta lo que ve, que le gusto yo. Autocontrol Sam que no vea que te mueres por ella.

-          ¿Y mi comida? –Pregunté con carita de niña buena.

-          ¿Eh..? –No sabe que responder.

Tartamudea, está nerviosa, le tiemblan las manos… Sonrío hasta tal escena. Pongo mis brazos en jarras para que pueda tener unas mejores vistas de mi anatomía. Sus ojos recorren cada parte de mi cuerpo con lujuria. Parece que esto no se lo esperaba.

-          ¿Te encuentras bien Dani? –Mi voz es algo melosa.

-          ¿No piensas vestirte? –Pregunta con falsa seguridad.

Su voz suena con seguridad pero su cuerpo me dice todo lo contrario, no puede ni sostenerme la mirada más de dos segundos seguidos. Sus manos no pueden estar quietas en un sitio.

-           Me pediste que me duchara, no que me vistiera. –Conteste con la misma seguridad que ella.

-           Di por hecho que lo harías.

-          Y yo di por hecho que terminaríamos lo que empezamos y mira. –No le gusta jugar…

-          Haz el favor de taparte anda.

-          ¿Te pongo nerviosa? –Sonrío.

-          No. –Me mira directa a los ojos.

Que mal miente, si a cada paso que doy acercándome a ella, todo su cuerpo se tensa y sus manos empiezan a temblar. Bajó su mirada al notarme tan cerca, acaricié su mejilla con cariño hasta que levantó despacio su mirada, encontrándose con la mía.

-          ¿Y por qué te tiemblan las piernas? –Vuelvo a acariciarla.

No la dejo ni contestar y robándole un pequeño beso que me sabe a gloria me senté en el taburete a comer un poco de la fruta que había picado.

-          ¿No comes conmigo guapa? –Sigue sin moverse detrás de mí.

-          Cla…claro.

No aparto mi mirada de la suya, ella la esquiva y la mantiene fija en la fresa que por más de cinco minutos intenta comer. No sé qué tan sorprendida la dejé pero ni comer tranquila puede.

-          ¿Estás bien? – Pregunto tranquilamente.

-          Perfectamente. ¿Por qué la pregunta?

-          Digo, como llevas cinco minutos para comerte una fresa.

-          Simplemente pensaba. –Su cara cambia.

-          ¿Se puede saber en qué? –Esto es serio.

-          En mi… En mis cosas.

Una lágrima rodó por su mejilla, mi corazón se encogió al ver toda la tristeza que tienen sus ojos. Salté del taburete y me apresure hasta llegar a su lado y poder abrazarla con todas mis fuerzas.

-           Ey no, no llores, por favor que no puedo soportar verte así. –La acuné entre mis brazos.

-          Lo siento. Los recuerdos me jugaron una mala pasada, no te preocupes. –Poco a poco deja de llorar.

Por instinto, beso sus mejillas, sellando con mis besos cada una de sus lágrimas, con disimulo le robo pequeños besos. Beso toda su carita, con ternura, con infinita dulzura, vuelvo a robarle unos cuantos besos más…

-          Deja de robarme besos. –Lo dice sonriendo. Le gusta.

-          ¿Por qué? –Le pregunto aún con mi frente pegada a la suya.

-          No puedes robarme besos así porque sí.

-          Los besos robados son los mejores o eso es lo que dicen bonita.

-          ¿Tú qué opinas de eso?

-          Opino… Que si se trata de besarte a ti, me da igual como sean, lo único que sé es que me encanta besarte.  –Me regala una sonrisa preciosa.

-          A mí también me gusta mucho besarte princesa. – ¿Princesa? –Pero tus amigas llevan en el salón un buen rato.

Sin apartarme de ella, miro como Carol y Alice están en la entrada de la casa, abrazadas, riendo. Si es que yo no sé por qué les dejo las llaves.

Recuerdo que estoy desnuda. Dani se da cuenta de ello también, y me tapa con su cuerpo. A estas alturas me da igual que amigas como Carol y Alice me vean de esta manera.

-          Muy bonito. –Alice empieza.

-          Mira Alice…

-          Deja las amenazas para otro momento, sube a vestirte que ahora hablamos. –Su voz ha sonado seria, pero su cara me dice otra cosa. Esta trama algo.

-          Si jefa.

Al darme la vuelta para subir Dani me toca el culo, lo hizo disimuladamente pero que me lo ha tocado, pues me lo tocó. Me doy la vuelta y le pico el ojo. Se sonroja y yo subo corriendo las escaleras.

-          De verdad Dani, ¿Qué le has hecho? –Carol se tumba en el sofá.

-          ¿Yo? Nada. –Sorprendida.

-          Tal para cual, eso es lo que son.

-          ¿Ustedes siempre son así de oportunas? –Ríe.

-          Mejoramos con la edad. –Alice contesta.

-          No, queríamos interrumpir de verdad, pero es que queríamos cenar con Sam, y como no había llamado. –Carol intentaba ser neutral.

Escuché la pequeña conversación cuando bajaba las escaleras, ya vestida como una persona normal.

-          ¿Y en vez de llamar como hace la gente, venís sin avisar? –Bajaba riendo.

-          Es un don que tenemos nosotras las amigas Sammy. –Alice contesta.

-          Ya que las chicas están aquí, ¿podemos pedir algo de cenar no? –Propone Dani.

-          Es una buena idea. ¿Qué os apetece?

-          ¿Mexicano? –Carol sabe muy bien mis gustos.

-          No he comido nunca en un mexicano. –Dani me mira pidiendo ayuda.

-          No te preocupes bonita, la comida mexicana es muy buena, la pruebas y si no te gusta, nos vamos tú y yo a cenar a donde tú quieras ¿vale? –Conteste abrazándola.

-           ¿Me darás todo lo que pido nena? –Lo susurra muy despacio en mi odio.

-          Te daré mi vida si me lo pides. –Mi susurro acaba en un beso en su mejilla.

-          ¿Podéis dejar de deciros guarradas al odio? –Alice siempre interrumpiendo.

-          Ya te gustaría a ti escuchar ¿no? –La miro y sé que tengo razón.

Mientras venia el mexicano con nuestra comida, nos pusimos a jugar, juegos de mesa, (tabú) descubrí que Dani y yo hacemos un buen equipo, porque las chicas no tuvieron nada que hacer con nosotras.

Llego la comida con un buen surtido, pedimos de todo, tacos, burritos, nachos, enchilada y un sinfín de cosas más. Al final Dani no paró de comer y se enamoro como estoy yo, de la comida mexicana. La comida fue acompañada de margaritas, y más margaritas. Las cuatro estábamos ya bastante “contentillas” y jugar a la Wii, en estas condiciones, es como intentar resolver el cubo de rubik con los ojos cerrados.

Jugamos y bebimos hasta la extenuación, Dani me ayudo a subir las escaleras porque estoy en bastantes malas condiciones, es lo que tiene tener amiga que beben como esponjas.

-          Vamos pequeña, ya estamos arriba. –Me decía Dani, mientras tiraba de mi, escaleras arriba.

-          Dani tu…eres especial ¿sabes? –Suspiro.

-          Especial soy por subirte a tu cama, ¿verdad?

-          No, no es eso. –No me salen las palabras.

-          Vamos preciosa ya llegamos. –Me acostó en la cama.

Todo me da vueltas, estoy muy mareada, pero Dani hace que cada momento sea inolvidable, que no quiera que acabe nunca, como ahora, que aunque no estoy en uno de mis mejores momentos, me encantaría que se parará el tiempo y poder estar junto a ella siempre.

-          Será mejor que descanses nena, estas cansadita. –Habla muy bajito, casi susurrando.

-          Me gusta que me llames así. –Le acaricio la mejilla mientras lo digo.

Aprieta mi mano contra su hombro, aumentando así mi caricia. Sonríe mirándome a los ojos, me pierdo en su sonrisa, en su carita de ángel.

-          ¿Te he dicho que tu sonrisa es lo más bonito que he visto nunca? –Me sale sin ni siquiera pensarlo.

-          Exageras. –Su mano se dirige a la mía y la posa ahí.

-          No amor, eres preciosa. –Susurro.

-          Nena no me digas esas cosas que me pones tontita. –Lo dice casi en suplica.

Intenta levantarse de la cama, pero la empujo con la poca fuerza que me queda y cae encima de mí.

-          ¿A dónde vas? –Pregunto ya con los ojos cerrados.

-          A mi casa, es tarde pequeña.

-          Quédate un rato, solo abrázame ¿sí? –Mi petición fue más bien un ruego.

Dani se acomodo en la cama, y yo me acomodé junto a ella, apoyando mi cabeza en su pecho, abrazándola con mi mano. Escucho los latidos de su corazón, suenan fuerte y rápido, notó como sonríe aún sin mirarla. Besa mi cabeza con extremada delicadeza, pensando que duermo.

-          Buenas noches mi niña. –Digo en un suspiro.

-          Dulces sueños mi princesa.

Mi alma da un brinco al escuchar esas palabras, es increíble todo lo que me puede hacer sentir unas palabras, lo que significan para mí. Mi cabeza encaja perfectamente en su cuello, huelo su perfume, delicioso. Con sus caricias en mi brazo caigo rendida en un profundo sueño.

...............................................................Continuará...

ATENEA89:  El premio te lo doy cuando te vea vale? Apuntalo, ya sabes donde jaja!! :D Has hablado con mi prima la coja? Vaya a esta chica no se le puede contar nada!! Yo también lo soy y no soy “monja” Jajaja! Gracias por cada comentario positivo sobre el relato, es un placer leer cosas así. Perdona bonita pero que te dé por hacer llaves ninja en la cama no es mi culpa! Tu hazlo con los cojines o algo que mi cabeza está bien donde está.

LESS03: Gracias por comentar. Yo no espero a Noa es que nos inspiramos en el mismo momento, verdad noa? Jajaja! Un beso.

ANA MARIA: muchas gracias! Espero que lo que Sam le ha dicho a Dani te guste también, un beso.

LLUPPINNA: Creo q en esta parte algo ha quedado claro no? Dales tiempo y verás que todo llega… o no Jajaja! GRACIAS por comentar.

HombreFX: COMO SIEMPRE UN HONOR, GRACIAS.

SARAY: Que si hay que nombrar los tríos, se nombran eh, que la que se está reformando es Noa, no yo Jajaja. Ni caso a Atenea, tu hazme caso a mí que soy la seria de este grupo, iba pa monja, que fue boy scout y todo!!

LISA: Es que si no lo dejo en lo “emocionante” no me leen Jajaja, marketing jajajaja. Un beso desde canarias :D

NOA89:  A las 2:20 me comentaste el anterior relato, borracha perdia, asique GRACIASS por eso. Si, gracias a ti me escriben buenos comentarios que haría yo sin ti, GRACIAS!! Increíble? Yo solo sigo tu estela maestra Jajaja! Un abrazo enorme bonita J

CELI: “sos… Soss” Jajaja me encanta! :D gracias por comentar.

AMBAR:  Me alegro que estés de vuelta. Para mi Noa siempre será la mejor, yo solo espero poder seguirle el ritmo que lleva. Un beso

Para mi chico preferido, te quiero violado!! :D