Distancia de seguridad parte III

Espero que os guste esta parte, espero vuestros comentarios y valoracion. Un beso. PL

Distancia de seguridad parte III

Maybe.

-          Samanta León. – Me presenté ante ella, con mi mano extendida.

-          Pero por favor, la mano para los negocios, dame dos besos.

Se acerca hacia a mí, me planta dos besos y yo vuelo al cielo. Su mano descasa en mi cintura, la mía sobre su antebrazo, el contacto con su piel es sencillamente maravilloso. Nos miramos a los ojos, sin decir nada, solo nos miramos, me pierdo en su mirada, el tiempo deja de existir en este momento, puede que hayan pasado segundos o años, pero yo sigo aquí, estática ante ella, ante esta mirada de color miel, que me transmite de todo.

-          ¿Chicas? –Gladys nos interrumpe.

-          ¿Qué pasa? – Daniela contesta sin apartar la mirada de mí.

-          Eso digo yo, ¿Qué pasa? Porque ese teléfono lleva sonando casi diez minutos. –Señala mi teléfono.

-          Mierda.

Contra mis terribles ganas de seguir lo más pegada a ella posible, corrí a por mi teléfono, ha esta hora solo hay dos opciones, negocios o problemas, o ambas cosas. Es el teléfono del despacho…

-          ¿Sí?  -Pregunté rápido y exaltada.

-          Llevo más de media hora llamándote, ¿Dónde estás?  - ¿Tania?

-          Estoy con las chicas, ¿estás bien cariño? ¿Qué haces en la empresa, a esta hora?

-          Vine a buscarte amor, porque pensé que seguías trabajando, y ya sabemos que pasa cuando entras en la cueva.

-          ¿No te avisaron las chicas?

-          Si, Alice me dijo que te querían sacar para celebrar, pero no lo creí posible.- Rió.- y pensé que seguías trabajando, como no me llamaste ni nada.

-          Lo siento rubia, ya estoy por irme a dormir, mañana tengo un día horrible, no saldré de la oficina en todo el día. Pero llámame, ¿vale?

-          Vale, un beso y disfruta guapa. Te amo.

-          Te quiero.

Al colgar el teléfono me di cuenta de que las chicas habían escuchado la conversación, Daniela no me mira directamente a los ojos y Gladys me sonríe como siempre.

-          Disculpad chicas, tenía que contestar. – Dije algo avergonzada.

-          No te preocupes Sam, siempre te llamaban a esta hora cuando íbamos juntas a la universidad. –Ríe bastante.

-          Preciosa es súper tarde y mañana trabajo, toma mi tarjeta, es la personal eh, nada de negocios, así quedamos un día y nos ponemos al tanto de todo, ¿vale? – Le decía entregándole mi tarjeta.

-          ¿Ya te vas? –Dani me preguntó con carita de pena.

Mi mano como si tuviese vida propia, fue directa a su carita de ángel, deslizo la yema de mis dedos, despacio, queriendo que no acabe nunca, quiero poder acariciarla toda mi vida.

-          No pongas esa cara preciosa, volveremos a vernos. – Auguré.

Salí del despacho, con la mayor sonrisa de mi vida, ¿Qué me ha pasado? El camino a casa se me hizo tremendamente corto. No puedo dejar de pensar en ella, en Dani. Me senté en la arena viendo como las olas chocan contra la arena, recordando el primer momento que la vi, en que vi esa sonrisa que me encanta.

El sol comienza a salir por el horizonte al mismo momento en el que acabo de correr y veo amanecer mientras el agua juega entre mis dedos…

Me obligo a mi misma dejar de pensar en ella, aunque sea solo un segundo, tengo que concentrarme mucho para que su sonrisa, sus ojos, o su carita de ángel no estén en mi mente.

Cuando llegué a la empresa aún no ha llegado nadie, y dudo que Carol venga hoy, si Alice no se quedó en casa es que esta con ella, luego les sacaré toda la información. Preparo un buen café para comenzar a trabajar. Me encierro en la “cueva” y comienzo a diseñar…

Un café tras otro. Otro diseño que se va directo a la papelera, nada me gusta ni me convence, jamás tardo tanto en hacer el pre-diseño, no me sale ni siquiera un simple boceto. Comienzo a desesperarme, doy vueltas por el despacho, es más de medio día y no he conseguido nada.

Me lancé al sofá, con las manos en la cara, intentando relajarme. Cuando cierro los ojos todo mi mundo da vueltas… Suspiro.

-          ¿Mal día? – Me dicen desde la puerta del despacho.

Abrí los ojos nada más escuchar esa voz, mi mirada vuela hacia la puerta y no es un sueño, está ahí, apoyada en el marco, sonriéndome, calmándome solo con verla.

-          Hola. –No puedo evitar sonreírle. - ¿Pero tú qué haces aquí?

-          ¿Molesto? –Deja de sonreír.

-          Daniela, que vas a molestar tú, es solo que me sorprende. Pasa por favor no te quedes en la puerta. –Me levanté velozmente del sofá invitándola a entrar.

-          ¿No me vas a saludar? –Lo dice de una forma extremadamente sexy. Su voz es extremadamente sexy.

-          Claro bonita.

Besé su mejilla con extremada parsimonia, de nuevo sus manos en mi cintura, apretándome hacia ella, no sé si es un gesto automático por su parte, pero a mí me encanta. No llegamos al segundo beso, en vez de ello nos fundimos en un abrazo eterno.

Huelo su pelo y vuelvo a suspirar, ahora de verdad, sin poder evitarlo, ese suspiro que solo sale cuando algo realmente llega a tu alma.

-          Sam necesito que me des…. Ups. .- Carolina entra en el despacho como Pedro por su casa.

Dani se separa de mí rápidamente, la miro y le guiño un ojo, cierra los ojos anti mi gesto, se sienta en el sofá, medio avergonzada.

-          No sé si te has fijado, pero el despacho está rodeado por cristales, que quiere decir que se ve lo que pasa dentro, es de mala educación interrumpir, ¿sabías? –Le recriminé bromeando.

-          Lo siento, no me fije venia leyendo esto además siempre estás sola aquí dentro.

-          No seré maleducada, como otras… Dani, ella es Carolina, mi socia.- Las presenté.

-          Es un placer Dani y siento la interrupción. – Se disculpó.

-          No te preocupes, no interrumpiste nada que no se pueda volver a repetir, ¿verdad Sam? – Comentó muy segura de sí misma.

-          Bien dicho.

-          Bueno no les quito más tiempo... –Decía Carol.

-          ¿Me interrumpes y no me dices que quieres? ¿Qué necesitas Ca?

-          No tenía pensado venir hoy a la oficina, pero ya que no contestas tu móvil, he tenido que hacerlo.

-          Creo que de eso tengo yo la culpa. –Dani levanto la mano, con mi móvil en ella.

-          ¿Por qué tiene ella tu móvil Sam?

-          Se le quedo anoche cuando nos vimos.

-          ¿Se vieron anoche y hoy otra vez?

-          Carol, ¿Qué necesitas? –Comienzo a enfadarme con tanta preguntita.

-          Sammy no te enfades. Al grano, ¿tienes algo de los Romero?

-          ¿Nos aceptaron la campaña ayer a última hora y quieren que ya tenga algo? –Eso sí me ha cabreado.

-          Les dije que seguramente estarías trabajando en algo ya. –Se disculpó.

-          Joder cariño, me metes más presión de la que ya tengo. –dije alzando la voz.

Apoye mis manos contra la ventana del despacho, dándole la espalda a las dos. Cerré los ojos intentando relajarme, aunque no lo consigo.  –Cálmate por favor.- Me susurra Dani al oído. Todo en mi deja de funcionar en ese momento, mi corazón se ralentiza y comienzo a tranquilizarme.

-          Perdona Ca, estoy un poco nerviosa. Mira, no tengo nada, estoy bloqueada, llevo todo el día intentando sacar un boceto, ¿Para cuándo lo necesitas? –Dije ya calmada.

-          Mañana a esta hora.

-          ¿Mañana? –Golpe bajo.

-          Mira me quedo en la oficina y te consigo más tiempo te lo prometo. –Comentó.

-          No, no, da igual. Es tu día libre, ve a casa y encárgate de que nadie me interrumpa, por favor.

-          ¿Bajo ningún concepto? –Dice riendo.

-          Exacto. Ahora largo, tengo que trabajar. –La eché literalmente.

-          Hasta luego.

-          Adiós Carol, ha sido un placer conocerte. –Se despidió Dani.

-          Lo mismo digo.

Carol se fue, volviendo a dejarnos a solas a Dani y a mí. Me apoyé en el escritorio mirándola, sin decir nada, solo mirando a sus ojos, al hacerlo sé que nada puede salir mal. ¡Qué poder tiene esta mujer sobre mí!

-          Parece que si estas ocupada. –Reía.

-          Eso parece, ¿No? –Reí con ella.

-          ¿Importante eso de los Romero?

-          Bastante, es la campaña más grande que nos han dado. –Le expliqué.

-          ¿Y no te sale nada? Gladys me dijo que eres muy buena.

-          Tengo otras cosas en la cabeza. Algo inventaré supongo. No creas todo lo que dice Gladys, esta media loca.

-          ¿Entonces no eres buena?

-          Soy buena en todo lo que me propongo. –Bromeé.

-          Eso sí que es interesante.

-          ¿Te lo parece?

-          Mucho, es más, no dudo en que seas buena en todo, no hay más que verte. –me dijo mirándome directamente a los ojos.

-          Aún no me has dicho a que has venido. –Cambiando radicalmente de tema.

-          Vine a devolverte tu móvil, he tenido que apagarlo porque no dejaba de sonar, lo siento, y bueno dijiste que nos volveríamos a ver y como no sabía si fuera cierto, he venido a verte yo a ti. –Habla con una seguridad aplastante.

-          No te disculpes mujer. –Me senté en mi silla.

-          ¿Tienes que trabajar no? –Pregunto cambiando la cara.

-          Tener, tengo, pero hoy no es mi día.

-          Mira podemos hacer algo, te dejo un ratillo sola, y me paso en cosa de una hora por aquí con una sorpresilla, ¿vale? –Dijo emocionada.

-          Tal y como lo has dicho, no puedo decirte que no. –Acepte.

-          ¿Me esperas verdad pequeña? –Se acerca a mí mientras lo dice.

-          De aquí no me moveré.

-          ¿No te moverás? –Se acerca más a mí.

-          Ni un solo centímetro.  –Siento su aliento muy cerca de mí. Cierro los ojos.

-          Aún no pequeña. –Me susurra antes de salir por la puerta del despacho.

No hace ni 24horas que la conozco y ya hace conmigo lo que le da la gana. Me río mientras doy vueltas con la silla.  -¡¡Sam a trabajar!! Me ordeno mentalmente.

Mi mano comienza a trabajar sin que yo pueda darme cuenta, como si tuviera vida propia. Creo que me he inspirado. En menos de una hora he conseguido terminar un diseño en condiciones, en muy buenas condiciones diría yo. Solo me quedan los pequeños detalles, sobras y demás. Trabajaba en la mesa de luz cuando tocaron la puerta. Al voltear ahí está de nuevo saludándome al otro lado del cristal. Me hace un gesto pidiéndome permiso para entrar, gesto que es devuelto para que así no se quede más tiempo fuera.

-          ¿Puedo? –Me pregunta.

-          Como si fuera tu casa.

-          Te ves bastante concentrada, ¿si quieres me voy?

-          No, ya está casi terminado, lo acabaré en casa.

-          No por favor, termina, yo te espero mientras tanto.

-          ¿No te molesta? Será solo un segundo.

-          No, tranquila, aquí estaré.

Volví al trabajo bajo la atenta mirada de Dani, es bastante intimidante concentrarte viendo como esa preciosidad está sentada mirándote fijamente. De vez en cuando se me escapa una pequeña sonrisa al mirar y encontrarme directamente con sus ojos. Tiene las manos tapando su cara, en la típica postura de comunión, que hace que su media sonrisa de lado, sea increíblemente sexy.

-          ¿Quieres ver como ha quedado? –Pregunté.

-          Claro, me muero por ver que tan buena eres. –Dijo mientras se levantaba acercándose a mí.

Se acerca lentamente, intento hacerle un hueco para que vea bien la pantalla del ordenador, pero no es suficiente para ella y cae encima de mí, queda sentada en mis piernas…

-          Vaya, siempre tenemos accidentes. –Bromeé.

-          Quizás este haya sido provocado.

-          Podemos intercambiar datos para el seguro.

-          Ya sé todo lo que tengo que saber sobre ti. –Me mira  a los ojos.

Nos quedamos en silencio, ella mira detalladamente el diseño, se ha dado cuenta, es que lo he hecho demasiado obvio. Es un ángel que se abraza con sus alas, es una mujer, es ella, tiene su cara.

-          Se me hace familiar su rostro. –Se está burlando de mí, sabe que es ella.

-          Eres tú bonita. Ya que me has ayudado a inspirarme, es como un agradecimiento.

-          Es precioso. –Como tú pensé.

-          Gracias.

-          Será mejor que comamos, que esto se puedo poner peligroso.

-          ¿Me has traído la comida?

-          Algo así.

Se levantó de mis piernas, pero no sin antes acariciarlas sutilmente, sin que se notara mucho. Traía consigo una gran bolsa, al abrirla no pude evitar sorprenderme, de todo lo que podía ser es lo que menos me imaginaba.

-          He estado una hora buscando algo bueno para comer, pero todo estaba cerrado y como el McDonald me parecía un poco cutre… Espero que te gusten las chuches. –Dijo con la voz más sexy que he escuchado en la vida.

Continuara…

Como siempre y en cada relato, esto es para ti, Noa.

Mención especial para ti rubia, muchísimas gracias por la ayuda, brillante estuviste ayer.

Ahora a ustedes:

Atenea89: Ya te he respondido pero gracias x estar siempre a mi lado.

HombreFX: Un placer como siempre.

Less03: Nos y yo sabemos hasta qué punto llegar, un don que tenemos jaja. Me alegro que te guste Boza, pero es NUESTRA Jajaja. Un beso.

Noa89: Mi dory especial, si no fuera por ti no estaría escribiendo este relato, ¡ay qué sería de mi sin ti! La palabra gracias se queda corta para ti, tú eres la grande aquí, recuérdalo. 5 estrellitas no? Por no perder la costumbre jaja! Te quiero (follar)

Lisa: Muchísimas gracias. La chica… sí, también es preciosa en mi cabeza. :P

LLUPPINNA: Intento escribir cosas que pasan a diario, y esta, aunque sea un poco fea, pasa, y pasa mucho. Espero y te guste esta parte. :D

Mikann: Un gusto que tu lo leas.

AGUASD: Vaya! Me he sonrojado y todo jaja, si me dices esas cosas al final me lo voy a terminar por creer. MUCHISIMAS GRACIAS :D

Ambar: En mi opinión Noa nos supera a todas con creces, pero las nombradas son muy grandes también, estoy muy de acuerdo contigo. No tarde mucho esta vez. Disfruta.

Saray: Me ha encantado eso de “su combo” Escucharon chicas, sois, MI COMBO Jajaja!! :D Espero y te guste esta parte también, un beso.

Lemaga: Contribuyes mucho, mira que aquí tienes la continuación, es un placer tener comentarios tuyos, me alegran muchísimo,  un abrazo guapa.

Gigita:  Me gusta, que te guste. Otro capítulo más para ti, =)

Sory: Ya que no tengo escusa, aquí tienes la continuación, espero y también te guste. Aunque sé que me ves con buenos ojos, escriba lo q escriba Jajaja! Te quiero. :D